METAMORFOSIS 27
Esa memorable noche.
Carlos Felipe retornaba pensativo acerca de los resultados obtenidos de sus negocios, había algo que no encajaba en sus propuestas de apoyo como si se sintiera traicionado, como si alguien conspirara con su accionar, de súbito llegó a la mente el rostro y cuerpo de Noelia, se le dibujó una risa en su cara, su corazón aceleraba, sabía que esa noche estaría con ella y contaba las horas para ese delicioso momento, al llegar a casa aquel sábado por la mañana lo recibió Sandra al natural, cariñosa afectiva, le llenó el rostro de besos, Carlos correspondía fríamente, Sandra notaba que ya no era como antes, quiso reaccionar bruscamente en son de reclamo pero se contuvo, ya había preparado algo bueno para los amantes, Carlos se dejó conducir a su cuarto a darse un baño con Sandra, ya cuando se disponía Sandra a ingresar al baño Aida le informa que tiene vista, a regañadientes sale a recibir al visitante, era Daniel en persona de visita cordial para invitar a la pareja con los niños a un día de campo y en la noche una verbena en homenaje a su cumpleaños, Sandra muy encantada aceptó, al rato sale Carlos, se dan un estrechón de manos y un abrazo delante de los niños que brincaban de gusto para ir al campo, Carlos no estaba entusiasta, recordó su cita en el motel con Noelia, dijo que iría más tarde debido a los negocios, Sandra refutó sobre el tema, Carlos con altivez la hizo callar delante su amigo y los niños, le ordenó que fuera en su automóvil con los niños y que los alcanzaría, ella salió a poner combustible al automóvil durante el trayecto fue a casa del cara cortada, le dio algunas instrucciones, al principio el hombre estaba sorprendido por aquellas indicaciones pero se puso cabizbajo aceptándolas, el automóvil de Sandra levantaba polvo acelerando por esas calles, de regreso a casa, Daniel les ayudó con las maletas, quiso decirle algo a su amigo al despedirse, pero se abstuvo, simplemente se despidió de su gran amigo con estrechón de manos diciéndole que lo esperaba, esa mañana Sandra la pasó inquieta en la estancia de Daniel, le molestaba la presencia de Andreina hermana de Noelia, la trataba con protocolo e hipocresía, los niños corrían alegres por los amplios jardines, su alegría era desbordante, todos alegres en la fiesta de cumpleaños de Daniel, a lo lejos vio la presencia de Squeo, había llegado con un grupo de matones a celebrar, ella cariñosamente entabló dialogo, el hombre ya no era el mismo de esa noche y la trataba con indiferencia, ella se apesadumbró.
* * * * * * *
La tarde seguía en rigor de tiempo haciendo un fuerte calor con los intensos rayos de sol de la temporada, Lucrecia estaba lavando la ropa, hacía días que aquel macho maravilloso no llegaba al lugar, su vagina estaba picante de necesidad sexual, aquel hombre la había convertido en adicta, el lugar donde lavaba la ropa era muy apartado, todos esos días la pasó en espera, estaba triste, Dagoberto su hermano estaba junto a ella, vieron la posición del sol, Lucrecia le dijo que era el momento de que lleve ropa y regrese con el almuerzo, el pequeño obediente llevó la ropa a casa y se encontró con Wilson montado a caballo, se bajó lleno de alegría, de su morral sacó unos centavos mostrándoselos al niño, Dagoberto sabía que Wilson quería cogerlo, pese a las monedas no quiso diciéndole que le dolía cuando se lo metía, Wilson le prometió que esta vez no le iba a doler, el niño no dio cuenta del comentario y siguió caminando, Wilson se le pegó insistiéndole para ir al monte indicándole el lugar, el niño receloso estaba pensativo caminando, Wilson aumentó la cantidad de centavos, el niño seguía caminando negándolo, Wilson lo tomó de la cintura haciendo que la ropa no caiga llevándolo monte adentro, puso la ropa en buen recaudo, Wilson lo tomo de la espalda empujándolo a un claro rodeado de tupida maleza, lo acostó boca abajo deslizándole el calzoncillo, de inmediato se acostó sobre el cuerpo de Dagoberto, el pene grueso peludo frotaba la piel de las nalgas infantiles, el pequeño sentía el frote de la tibieza de esa piel, se arrodilló detrás del pequeño haciéndole abrir las piernas, acercó la cara abriéndole las nalgas dejándole caer saliva directo al ano, el glande de Wilson ya estaba lleno de líquido pre seminal, despacio lo fue metiendo al ritmo de puje de Dagoberto, entraba un poquito y salía, hasta que de un empujón lo dejó todo dentro del ano del pequeño, ese latido del ano le fascinaba sentir en el pene de Wilson, le hizo un prolongado mete y saca, los testículos juveniles rozaban con las nalgas infantiles, Dagoberto no dejaba de gemir, pese a todo, en algo sentía placer, se relajó y se dejó hacer las embestidas de aquel pene de Wilson, Dagoberto recibía los apasionados mordiscos sutiles de placer de Wilson en su cuello y orejas, sintió el pequeño un empujón de cadera que lo hizo exhalar con fuerza, luego en su interior sintió que un líquido le regaban, era el semen de la eyaculación del pene de Wilson que lo dejaba en señal de su embestida, Wilson se ladeó al piso quedando boca arriba abierto de piernas tocándose el pene aún erecto mojado totalmente de semen, el niño vio el frote que se estaba haciendo caminó hacia un árbol con el instinto de defecar, acostado como estaba Wilson vio al niño acuclillado con su pene saliéndole orina y pujando para que de su ano saliera excremento mezclado con semen, el niño pujaba y a la vez en su delante veía a Wilson que seguía agitándose el pene, se levantó limpiándose con su calzoncillo el pene, fue a donde estaba Dagoberto, esperó a que termine su necesidad lo levantó poniéndole en posición perrito para abrirle las nalgas y limpiarle el ano con su calzoncillo, luego de haberlo limpiado le pasó los dedos por el ano, el pequeño sintió una grata sensación relajándose y dejándose llevar por los movimientos de los dedos de Wilson, de nuevo sintió saliva, de nuevo el roce de los dedos entrando por su ano lubricándolo, de nuevo ese pene entró por su ano, la sensación de la punta del pene en la entrada de su ano fue agradable, Wilson lo sentó sobre la roca le hizo abrir las piernas y le mamó por largo rato el pene, el pequeño le pidió que se detenga que quería orinar de nuevo pero al ir al árbol la sensación de orina no daba resultado en expulsarla, Wilson reía ya que se trataba de una sensación orgasmo del pequeño, Wilson caminó por el monte, el pequeño no dejaba de ver el pene del muchacho, Wilson llegó a un sitio donde había un árbol seco con ramas rodeado de monte, ahí dejó colgado el calzoncillo mojado de semen y excremento como testimonio de aquella cogida fabulosa que le había hecho a Dagoberto, el muchacho le dio muchos centavos al niño diciéndole que este juego seguía en secreto, rato después ambos siguieron su camino.
* * * * * * *
La noche caía en contraste con el calor de la mañana y tarde ahora se hacía fresco el clima, los mecheros avivaban la fiesta dentro de la estancia y en las afueras Gumersindo con un grupo de peones invitados a la fiesta estaban libando alegremente, de lejos su mirada centrada en la figura de Andreina que lo observaba con desprecio, Luis y sus amiguitos jugaban a las escondidas, al niño que más daba su atención desde la mañana fue a Nicolás, cuando podían estar solos se abrazaban uniendo las caderas frotándose el pene vestido mutuamente, Luis estaba deseoso de cogérselo pero había mucha gente, por eso de vez en cuando lo abrazaba por detrás al disimulo frotándole el pene vestido en las nalgas vestidas.
* * * * * * *
Noelia se preparó con mucho más afán que las otras ocasiones estaba muy bonita para la cita, ahora sería más especial pues tendría algo maravilloso qué contarle a Carlos Felipe del Olmo, se subió en el automóvil de su amante en dirección a un motel apartado de la ciudad, en la habitación mutuamente se desvistieron, las manos de Carlos recorrían las costillas, caderas y muslos de su amada haciéndola tambalear de placer, ella ahora la de la iniciativa insinuándole las poses, Noelia se acostó filo de cama dejándose abrir las nalgas para que el pene grueso de Carlos apasionadamente ingrese por toda la cavidad anal haciéndole fuertes embestidas recordándole que era su macho, el hombre de su vida, ella a todo respondía que si, si, si amor, si, si, ahora se dio la vuelta quedando las caras frente a frente, Carlos Felipe se sentó a filo de cama, ella se arrodilló a mamarle el pene con apasionado movimiento, quiso hacerle eyacular pero se contuvo, ahora ella sentada a filo de cama abrió las piernas dejándole que la lengua lamiera el clítoris excitándola muchísimo, era el momento que el pene ensalivado de Carlos Felipe la penetrase a esa vagina rubia deliciosa, en ese instante Noelia puso la mano en el pecho de Carlos diciéndole que tuviera cuidado con su hijo, Carlos sorprendido quedó estático por unos segundos, lleno de felicidad la colmó de besos, puso su mejilla sobre el vientre de Noelia mientras ella le pasaba la mano acariciándole el pelo y la otra mejilla, la respiración chocaba con el vientre de Noelia, le preguntó de cuántos meses estaba, ella le supo decir que de cuatro, Carlos se puso alegre pues era su primer hijo según su conocimiento, pese a la noticia la trató delicadamente, él se acostó boca arriba en la cama y ella se sentó sobre el cuerpo de su amado colocando el pene en su ano hacia movimientos de arriba y abajo hasta que el hombre sintió eyacular en ese delicioso ano, el resto de la noche pasaron abrazados planificando el futuro del bebé, Carlos Felipe estaba orgulloso de poder tener a futuro un hijo de la mujer que amaba, salieron de motel llenos de felicidad acariciándose por todo el trayecto, la dejó en casa, se despidieron con un beso y un te amo, aún la noche era temprana, Carlos se dirigió a la estancia de su amigo durante el trayecto vio que un auto lo perseguía escuchó disparos, uno le rozó impactándose en el parabrisas, otro impactó en el neumático haciendo que el automóvil perdiera el equilibrio saliendo de la carretera, chocando contra un montículo de tierra, los agresores encabezados por el cara cortada no se detuvieron regresando a la ciudad, lo daban por muerto al ocupante del automóvil, no se percataron que minutos después de los hierros retorcidos Carlos salía sangrante la cabeza arrastrándose a un costado de la carretera, afortunadamente un par de peones que transitaban llevando alcohol se dieron cuenta de Carlos y lo llevaron a su estancia, mientras tanto kilómetros de ahí el cara cortada amigo de Squeo quedó a cuadras de su casa, le esperaba la amargura patética de siempre de los comentarios de su mujer sobre los recuerdos de sus hijos fallecidos por la fiebre amarilla cuando vivieron en el campo, a él le afectaba recordarlos, su carácter cambió tras la muerte de sus hijos, otrora el buen hombre ahora se había convertido en una piltrafa humana llena de venganza y odio por la humanidad, lleno de rencor y sin una meta de vida que no sea el alcohol y las mujeres, el hombre había tenido visita, su cuñada había llegado a quedarse a cuidar a su esposa delicada de salud, la cuñada le reclamó por la poca atención médica de su hermana y la poca preocupación que su cuñado le estaba dándole, salió malhumorado a tomar licor ante tanto regaño dejándolas que se alumbren con un mechero en el cuarto lúgubre.
* * * * * * *
La fiesta en la estancia de Daniel continuaba, las altas horas de la noche caían con fuerte frío, en el cuarto de Luis estaba dormido en un colchón en el suelo el pequeño Nicolás, en el cuarto de la servidumbre dormían Serafín y su hermano Hermógenes, un mechero con luz tenue permitía que Luis viera a Nicolás con su pijama, abajo se escuchaba a los adultos bailando al ritmo del fonógrafo, los gritos de fiesta se escuchaban hasta el cuarto de Luis, estaba inquieto por el frío ya que su pene estaba erecto, estiró su cuerpo con placer haciendo que su pene erecto le diera placer al meterse las manos dentro de su pijama de fina tela, Nicolás estaba dormido boca abajo con los pies descubiertos por la sábana puesta sobre su espalda y cuello, Luis vio con detenimiento las nalgas voluminosas del pequeño delimitadas por la fina tela, su pene se entiesó más con la calentura, no esperó más y se bajó de la cama acercándose a oler el trasero del pequeño por largo rato, vio los pies bien formaditos del pequeño pasándole los dedos por el tobillo y con cuidado por las plantas de los pies, Luis estiró los brazos apoyados con las manos en el colchón a los lados del cuerpo de Nicolás, igual hizo con sus piernas, olía el pelo del niño bajando su cadera para que roce su pene abultado en el trasero de Nicolás, los movimientos eran seguidos, se acostó suavemente sobre el cuerpo de Nicolás oliendo su cuerpito, eso hizo que el pequeño se despertara, a través de la luz tenue vio el rostro de Luis que se reía, le hizo gesto para ir a su cama, Nicolás se levantó medio dormido acostándose boca arriba, Luis le deslizó suavemente el pijama sacándole por los pies, en delante de Nicolás se quitó toda la ropa yendo a asegurarse si estaba puesto el seguro de la puerta, la luz reflejaba parte de la silueta de Luis por la pared en dirección a la cama Nicolás lo esperaba agitándose el penecito ya un tanto erecto, Luis se acostó sobre Nicolás haciendo que ambos penes frotaran alzando y bajando las caderas, giraron y ahora Nicolás estaba sobre Luis haciéndole lo mismo, reían en tono bajo sujetándose y rozándose mutuamente las caderas, Nicolás aceleraba el movimiento de sus caderas encima del cuerpo de Luis que le ayudaba empujándolo, Luis se dio la vuelta quedando boca abajo sobre el colchón, Nicolás arrodillado en la cama miraba el movimiento de Luis y la postura que tenía alzando su nalga invitándole a que pusiera el pene en sus nalgas, Nicolás que simplemente rozaba su pene, se percató de eso Luis abriéndose más las nalgas tomando el penecito de Nicolás metiéndoselo a medias haciéndole el simulado mete y saca, Luis lo detuvo saliéndose de la cama, ahora le tocaba a él, recordaba que el pequeño jugaba con Melesio y quería rozar su pene de la misma forma en ese ano aún no desvirgado, Luis quería sentir su placer con su pene rozando el ano del pequeño Nicolás, lo jaló de las manitos sacándolo de la cama luego tomándolo de la espalda lo abrazó por detrás y así parados el nene Nicolás sentía e roce del bultito erecto de Luis en el traserito vestido, Luis lo puso frente a la cama, lo inclinó lentamente de tal suerte que el pecho de Nicolás quedaba sobre el colchón apoyada su carita con las manos, puso la cintura de Nicolás a filo de cama posándose su pene, sus piecitos sobre el piso, su cuerpito estaba arqueado, las manos de Luis masajeaban las nalgas del pequeño que las sentía con placer relajado, sintió que a la entrada de su ano entraba saliva lubricándose con el dedo de Luis, ese movimiento le recordaba a lo que le hacía Melesio desde hace tiempo, estaba seguro que sentiría luego el pene de Luis y no se equivocaba, pues Luis jadeaba sobre su pelo, su ano sentía el pene de Luis haciéndole el simulado mete y saca al alzar y bajar las caderas, era sólo el roce del pene de Luis sobre los glúteos de Nicolás que aun así gemía fuerte por el peso de Luis, ese sonido de gemidos era absorbido por la música y gritos de fiesta, Luis sintió nuevamente el hormigueo de su cerebro y espina dorsal sentía raro cogerle el ano a Nicolás con la punta de su glande lo que hacía gemir y fruncir el rostro infantil, Luis tenía una sensación nueva, su metamorfosis, pues su pene ya estaba rojo de tanto frote, decidió parar, se apartó del cuerpito de su amiguito, hizo pausa parado agitándose el pene y viendo el cuerpo de Nicolás allí acostado en la cama, gozaba viendo ese traserito del nene y de su pene agitado bien erecto, ahora lo puso en pie al nene, viéndose el rostro, así parados se abrazaron, Luis le dio un beso en la mejilla y lentamente sus labios se rozaban, fue un beso simple pero sentido, ahora Luis lentamente sentó a Nicolás a filo de cama, le hizo abrir las piernas y tomó el pene del pequeño, con una mano Luis abrió sus nalgas entallándose el pene de Nicolás en su ano, Luis se sentó sobre el pequeño, así despacio su trasero era la entrada del penecito infantil de Nicolás, hizo un empujón saliéndole un gemido, ya estaba, ya con todo el pene adentro Luis suspiraba jadeante, sentí el pene de Nicolás en su trasero, dio cuenta del desforre de ese pene infantil, su trasero latía, alzaba y bajaba su cadera haciéndole gritar a Nicolás ya que su prepucio se escurría al contacto con las paredes de su ano, ese roce interno le motivó a mover aceleradamente el ano arriba y abajo sin sacarse el pene de Nicolás , Luis cerraba los ojos recordando cómo tiempo atrás siendo muy pequeño era desvirgado por su tío René, sus pensamientos fueron interrumpidos por el empuje de las manos de Nicolás en su espalda pidiéndole que ya no más, Luis se detuvo sin dejar de tener dentro de su ano el pene del pequeño, hizo movimientos circulares y los de arriba abajo y se apartó de Nicolás que desplomó su espalda sobre el colchón encorvado su cuerpo en el filo de la cama frotándose el pene que le dolía, se levantó de la cama y se acercó al mechero para verse mejor el penecito y vio que su prepucio se abría corrido mostrándose un rozagante glande descubierto y se topó con los dedos la parte descubierta sintiendo dolor, más, sobre todo cuando se vestía y en el roce de la tela del pijama con el pene, fue en dirección al lugar donde dormía en su colchón sobre el piso, se tapó con su sábana de perfil acostado dándole la espalda a Luis rascándose las nalgas metiéndose el dedo en el ano y con la otra mano se acariciaba el pene suavemente con la yema de los dedos, el satisfecho Luis estaba en su cama contento y pensativo por lo que acaba de hacer, Nicolás se sumaba a su metamorfosis sexual.
* * * * * * *
La mañana sería calamitosa para Carlos Felipe que se encontraba muy mal herido en su estancia, Sandra al enterarse lo llevó a la ciudad lo acompañaban Hermógenes y Serafín quien era el que más sentía congoja, esa misma mañana Noelia recibió la visita de algunas amigas del vecindario, su barriga se notaba en algo, por la tarde su sorpresa fue mayúscula, sus hijos llegaban a casa con Gustavo quien de pronto se dio cuenta del estado de Noelia, iracundo la tomó del pelo, arrastrándola por el piso le repetía frases gruesas en tono de voz alto, los niños gritaban desesperados tratando de liberar a su madre de los manotazos que estaba recibiendo, los vecinos entraron Gustavo iracundo dijo que Noelia esperaba un hijo que no era suyo, ahora entendía lo de sus desplantes y la poca intención que la visitase, gritaba a los cuatro vientos que su mujer era una prostituta sin temor ni pudor refiriéndose a sus hijos, ella no soportó más y se desmayó, al despertarse se vio acostada en su cama con un par de vecinas para alentarla, preguntó por sus hijos le dijeron que su padre se los había llevado al pueblo, ella se desplomó en llanto y congoja, los había perdido, de un impulso trató de refugiarse en su amado Carlos, no le importaba ya nada, quería verlo, quería su apoyo, llegó al portón de la casa de Carlos Felipe llamando pausadamente, una empleada salió, le dijo que había salido de viaje con su esposa a una segunda luna de miel, ella se desplomó arrimándose en la pared, se retiró caminando lentamente sin rumbo pensativa por la calle, Sandra desde la ventana se complacía sonriente de ver a su rival destruida emocionalmente, Sandra comprendió que aún no todo estaba dicho, ese niño que esperaba Noelia era un obstáculo para su felicidad, su esposo Carlos Felipe estaría en casa inhabilitado por meses, el trabajo de ambos cara cortada con ella fue todo un éxito.
FIN DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO EPISODIO
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!