METAMORFOSIS 9
Las tristes conquistas.
Andreina estaba inquieta por las ausencias de su esposo, algo no iba bien en su matrimonio, el último fin de semana sí llegó pero no tan amoroso como antes, ella misma se criticó culpándose que la causa del desamor había sido su impertinencia y malos tratos verbales, escasa eran las veces que había hecho el amor tras la muerte de su hijo Maximiliano, decidió hacerle una visita sorpresa entre semana, no dijo a ningún familiar de su viaje, llevó un bolso con ropa de ella y de Luis al cual esperó a la salida de la escuela, tomaron el tren de media tarde que los llevaría a la estancia, en horas de la noche con profunda cautela llegó a su casa, su alegría era desbordante, sería una magnifica sorpresa que le daría a su esposo que seguramente estaba en su cuarto y era su deseo en ese mismo instante de encuentro hacer el amor, le ordenó a Luis que fuera a su cuarto mientras ella subía despacio las escaleras con una sonrisa desbordante, cuál fue su sorpresa que al abrir la puerta vio desnudo a su esposo encima del cuerpo de Griselda haciéndole el amor, Andreina impresionada se abalanzo sobre los amantes Guillermo logró que Andreina soltara de los cabellos a Griselda saliendo como loca de la habitación cubierta de sábanas, el matrimonio quedó en el forcejeo de manos, Andreina gritando desaforadamente, aruñando la piel de su esposo con mil maldiciones, la noche de luna permitió el tránsito de Griselda por la montaña, cayó desfallecida frente a la cabaña de Gumersindo socorriéndola, mientras que en la estancia de Guillermo tenía visitas de su suegro, Lastenio y René, la mirada de Andreina estaba llena de odio señalándole al mulato que era alcahuete, todos defendieron al mulato inocente que no reparaba de su asombro ante lo hecho por su hermana, Luis instintivamente viendo que su madre gritaba amenazando a su padre abrazó a Guillermo correspondiéndole medianamente con caricias paternales ordenándole que fuera a su cuarto, Lastenio acongojado fue a su habitación, el orgullo de Andreina le hizo decir que ya no lo amaba e hizo notar su intención de divorcio que Guillermo con rabia aceptó delante de los presentes, Rodolfo trató de mediar el asunto, lamentable los intercambios verbales a puertas cerradas continuaban cada vez más altos por largas horas, pero ya todo estaba decidido, poco habló René en tono conciliador disimulando en penumbra una mueca alegre de satisfacción por lo que estaba pasando, se retiró en dirección al cuarto de Lastenio su amante a consolarlo terminando con hacer el amor de sexo oral quedándose dormidos desnudos cubiertos por sábanas en la cama.
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Por la mañana del siguiente día llegó Rodolfo con su hija Andreina desconsolada por lo que le hizo Guillermo, la justa madre le dijo a su hija que lo tenía bien merecido por el desplante que le hizo a su marido siendo ella quien permitió que su esposo fuera a caer en otros brazos, aquí el único que perdía era Luis que a propósito preguntó por él, Don Rodolfo muy triste dijo que el pequeño se iba a quedar el resto de semana y que no le importaba fiebre alguna lo que quería es estar con su papá que pese a todo era quien realmente lo quería, Doña Micaela asintió con aprobación, dirigió su mirada a su hija Andreina diciéndole que esa era su obra, que debería rectificar y ganarse de nuevo el cariño de su hijo Luis o se quedaría sola completamente, para Andreina todo se le vino a su mente, llena de lágrimas confesó que lo único unido a Guillermo desapareció con la muerte de Maximiliano, su único hijo, esa confesión desgarradora puso la sangre fría pasmada con ambiente de incertidumbre en los presentes que no salían de su asombro, si, Andreina le había sido infiel a Guillermo una semana antes de casarse con un aprovechado compañero estudiante de la secundaria que en verdad lo amaba, Don Rodolfo de súbito se levantó llorando del sillón propinándole duros manotazos en la cara exigiéndole el nombre del canalla, su hija Noelia y su esposa lo contuvieron, pese a la violencia sufrida ella continuó diciendo que a un mes de la boda sorprendió a Guillermo en su casa haciendo el amor en la habitación con su ex novia, pese a todo los preparativos siguieron, se casaron, por eso una semana antes de la boda hizo el amor con aquel aprovechado estudiante que aunque no tenía dinero como Guillermo le profesaba el amor bueno y sincero y con él realmente fue muy feliz y no se arrepentía de lo que hizo, de esto Guillermo se dio cuenta de aquella aventura en la luna de miel y ese fue su castigo en la noche de boda al comprobar que su recién esposa no era virgen, no hicieron completamente el amor esa noche que para otras parejas es el clímax de la felicidad, pasó un par de meses de que no la tocaba, en un momento de melancolía ambos arrodillados en la cama se perdonaron pero sorpresa fue que sin saberlo Andreina se había casado con casi un mes de gestación, por eso para Rodolfo y la familia de Guillermo el primogénito de Andreina, el pequeño Luis nacería al octavo mes de casados cuando en realidad tenía nueve meses de gestación, Andreina les dijo a los presentes que Guillermo sabe de esto, ambos lo guardaron en secreto, a fin de cuentas, Guillermo tenía un carácter noble con debilidad y era Andreina quien imponía su voluntad, ahora ya no queda nada, Guillermo sintió que la muerte de Maximiliano fue el acabose para ambos, ese niño era el verdadero fruto de su unión por eso ella actuaba con más cariño pues se parecía mucho a ella en todo, para ambos esposos era muy triste contarle la verdad de su nacimiento al pequeño Luis.
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Ahora entendía Noelia el comentario que le hizo tiempo atrás su hermana comparando a Serafín con su hijo y con otros niños, lo hacía con elemento de juicio pues así comparaba a su hijo Luis que lo tuvo con otro hombre y Maximiliano que lo tuvo con Guillermo, para Noelia su hermana se equivocaba en comparar a Gustavo y Serafín fisonómicamente.
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Kilómetros de ahí Guillermo demostraba su debilidad de carácter encerrado en su habitación bebiendo whisky fumando habanos meditando qué hacer con su vida, el pequeño tocaba la puerta queriendo ver a su padre, Guillermo le ordenó de mala gana que lo dejara solo, René se aprovechó del momento crítico para consolarle al pequeño invitándole a montar a caballo, fueron en dirección a las caballerizas, Guillermo desde la ventana los vio pasar, vio al pequeño Luis algo alegre, de un impulso Guillermo se levantó del sillón de cuero fino casi centenario fue por un caballo en búsqueda de su amada Griselda, aquella verdadera mujer pura que le entregó su virginidad sin exigencias sino con amor, René a lo lejos divisó a Guillermo, desvió su camino rodeando en sentido contrario a donde estaba seguro que no los encontrarían ya que estaba el momento oportuno para consumar sus instintos sexuales, Guillermo galopó sentido contrario de René en dirección a la cabaña abandonada donde se encontraba con Griselda pero no estaba su amada, galopó muchas horas en su búsqueda pero nada de encontrarla, se resignó a pensar que ya estaría lejos del pueblo quizá en algún otro poblado.
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René había encontrado el lugar propicio para desmontarse, Luis medio alegre miraba las colinas de monte tupido golpeándole la fuerte brisa, muy por debajo de sus pies se veía una especie de precipicio cuyo fondo estaba el río, se sentó a contemplar mejor el panorama desde una amplia roca saliente lanzando piedrecillas al vacío Luis vestía camisa manga larga a cuadros, cinturón grueso de cuero cuya hebilla brillaba al exponerse al sol, pantalón vaquero con botas y sombrero corto algo similar vestía René que se acercó por detrás del niño así parado le tomaba la cabeza a Luis que estaba sentado, el pelo de la cabeza de Luis frotaba por detrás de su cabeza el pene de René que estaba hecho bulto, Luis no tomo asunto a ese movimiento y siguió contemplando el panorama preguntándole si todo esto era de su papa, René por detrás le decía que sí masajeándole el cuero cabelludo con el frote de sus dedos, René se sentó por detrás del pequeño abriendo las piernas de tal suerte que el pecho de René tenía por delante la espalda de Luis, el trasero del pequeño era rozado por detrás por el movimiento del pene de René, el pequeño sintió el bulto pero igual no hizo mucho caso dejándose hacer, la barbilla de René se posó sobre la cabeza del nene, oliendo el pelo característico de niño rico, frotaba su nariz en el pelo rubio y las orejas de Luis, entrelazaron las manos, la lengua pasaba por el cuello infantil, la oreja del pequeño estaba llena de saliva por tantas lamidas que recibía, la piel se le puso de gallina, el aliento en su oreja le hacía cerrar los ojos cuando los abrió vio en su delante las manos de René que le soltaba el cinturón desabotonándole el pantalón, deslizando la cremallera, Luis voluntariamente alzó un poco las nalgas para que René pudiera deslizarle el calzoncillo y el resto de ropa a las rodillas, René recién se había afeitado y sentía delicioso el contacto entre las mejillas, ambos reían y dirigieron las miradas al pene de Luis que los dedos de René lo frotaban después manoseándole parte de los testículos, en la oreja le decía a Luis si le gustaba eso, el pequeño respondía asintiendo sin dejar de reír, a través del contacto de su piel pudo notar que el nene se estaba excitando ya que su pene estaba erecto a causa de los besos repetidos que le daba en el cuello y en las mejillas, René lo cargó en peso con todo llevándolo hacia un frondoso árbol rodeado de maleza con altas rocas amplias, coincidencia, era el lugar donde tiempo atrás había desvirgado a Lastenio, lo sentó sobre una roca junto al árbol y le quitó toda la ropa, lo acostó tendido completamente sobre la ropa que les servía de cama, Luis abría las piernas sin dejarse de frotar el pene con las manos, era su gusto con el que pedía sexo, René lo contempló por unos instantes quería fijar en su mente la imagen de ese precioso nene desnudo que agitando abría, alzaba y unía las piernas, sin dejar de frotarse con una mano el pene y con la otra frotándose el trasero metiendo un dedo entre las nalgas llevándoselo a la nariz para olerlo, juguetonamente Luis alzaba las piernas sujetando los talones alzados con las manos abriendo las piernas dejándose ver el trasero blanco y el ano arrugado, rosadito, virgen que tanto les gustaba a Lastenio y a René, al hacer eso Luis miraba a René insinuándole con movimientos de las manos en la cadera para que lo cogiera, qué lejos estaba de pensar el inocente Luis por lo que pasaría a continuación acerca de este dizque jueguito que pensaba, Luis refrescaba sus labios rojos carnudos con la saliva que pasaba por su lengua, René ya estaba completamente desnudo juntando la ropa con la de Luis que estaba boca abajo con las nalgas arriba haciendo movimientos sexuales como si estuviera cogiéndose sexualmente a la ropa con movimientos de pene y cadera hacia arriba y abajo, René se sentó en su delante abierto de piernas agitándose el pene, Luis así acostado tendido sobre el pasto abría su boca acercándola a donde estaba sentado René para mamarle el pene en forma golosa, Luis ya era un habilidoso en el arte de mamar, lo había aprendido de Lastenio, se quedó quieto luego de que René sacó el pene de la boca, se acomodaron e hicieron un 69, lo puso a Luis boca abajo tendido en su delante, le abrió las nalgas para ver ese rosadito ano virgen al que le hecho abundante saliva, Luis giró las piernas a los costados al sentir ese liquido que recorría su ano y muslos, repetidamente René besaba sin descanso el cuello de Luis al preciso momento que su glande lo frotaba entre las nalgas del pequeño, acomodó bien el pene en dirección al ano y comenzó a empujar, milímetro a milímetro, segundo a segundo era todo placer para René mientras que Luis soportaba la suave penetrada que estaba siendo objeto, sintió un dolor más de lo normal eso era porque el glande de René ya casi penetraba toda la entrada del ano, el dolor para el pequeño se incrementaba, René sintió que el esfínter impedía la total penetración, Luis le rogaba que ya se lo saque porque le dolía mucho, René sacó el pene, llenó de saliva el glande y puso otro poco en el hoyo de Luis, metió uno y dos dedos para lubricarle el ano, el glande otra vez entraba en el ano, Luis gemía y pujaba cada vez más fuerte en la entrada del pene en el ano, el glande de René sintió el latir de las paredes del ano y eso le estimuló para seguir penetrándolo pero los lamentos del nene eran conmovedores que René optó por sacarle le pene, se separaron un rato sentándose sobre la ropa, Luis estaba pensativo con la mirada al piso los dedos de las manos entrelazados, los brazos apoyados en las rodillas de piernas medio abiertas en que se podía ver los hermosos pies bien cuidados con uñas bien cortadas, el pene de piel blanca estaba rosadito mojado de saliva, por debajo de los testículos corría la otra porción de saliva, el pelo de Luis estaba alborotado, estaban rojas las mejillas y los labios apretados con saliva, a su lado René en la misma posición que se manoseaba el pene, René se acercó a besarle las mejillas y el pelo del pequeño Luis frotándole la yema de los dedos por el hombro recorriéndole el espina dorsal, el nene miró la cara de René bajó la cara para ver ese pene que antes lo estaba penetrando, insinuaba algo, René lo interpretó, se sentó detrás de Luis, los pies de René volvieron a rozar las piernas de Luis que aprovechó en lamerle cuello y orejas, Luis cerraba los ojos gimiendo suavemente, René se acostó de espalda al piso alzándole de las caderas a Luis apoyándose las manos sobre el piso con los brazos estirados, Luis pensó que iba a cabalgar como otras veces le hacía Lastenio que curiosamente el pene de Luis salía al lado del pene de Lastenio mirándose en la subida y bajada cómo se frotaban, pero esta vez lo que pensaba no era así, René lo sostenía de la cintura y empezó de a poco a bajarle las nalgas abiertas con los dos pulgares abriendo el ano, el glande mojado de saliva entraba suavemente en el ano cuando ya estaba algo adentro Luis gemía fuerte y René lo sacaba, otra vez bajaba la cintura de Luis y en glande otra vez entraba pero lo sacaba de nuevo al puje de Luis, así René le hizo varias veces hasta que de un sentón con las manos y la cadera hacia abajo el ano de Luis fue roto, esfínter dilatado y sangre, la reacción de Luis fue de llanto, suplicándole que lo soltara pero René no le hacía caso, el pene estaba totalmente adentro, el ano de Luis desvirgado había sido suyo, René se convirtió en el hombre que lo desvirgó, su primer experiencia anal, aquel al que recordaría para toda su vida, René aprovechó en ponerlo a Luis boca abajo, volvió a meterle el pene en un suave mete y saca para que se dilaten más las paredes del ano latente por la desvirgada, Luis pujaba llorando, René estaba enloquecido de gusto escuchando los sonidos de Luis haciéndole fuertes embestidas que al nene lo hacían berrear de llanto sintiendo fuerte dolor, mentalmente René se complacía de haberlo desvirgado cerraba los ojos lleno de placer, le gustaba ver cómo sus muslos movían para adelante las nalgas blancas de Luis y su pene sanguinolento con saliva entraba y salía de ese ano desvirgado, se incrementaron los movimientos del mete y saca hasta que se detuvo dejándole adentro del ano de Luis el semen salido de su pene, poco a poco se normalizaba la respiración acelerada de René teniendo el pene todavía dentro del ano, seguía lamiendo el pelo de Luis con descanso, Luis no paraba de llorar, le dolía el ano y la barriga, René sacó el pene flácido del ano de Luis, vio la sangre mezclada con saliva y semen sacándosela con los dedos terminándosela de limpiar con el calzoncillo de Luis, al pequeño lo puso en cuatro para limpiarle el ano desflorado sangrante que todavía botaba hilillos de sangre, René le dijo que lo esperara pues iba al rio a traer agua le ordenó que se escondiera recostado en el árbol. En lo que René tomaba agua en un recipiente de reojo vio unas botas a su costado, se levantó abriendo sus ojos con temor al ver que era apuntado con un arma, el rostro sudado de aquel individuo demostraba ira diciendo que lo había visto todo, René alzó las manos, se arrodilló pidiéndole que no lo asesine, el individuo movió su revólver agitándolo con la orden de que se levantara, lo hizo caminar unos pasos dentro de la maleza se puso enfrente de René que sudaba llorando suplicante con las manos entrelazadas, sin inmutarse el criminal le lanzó el primer disparo a los genitales, René se dobló cayendo al suelo lentamente agarrándose la entrepierna gritando desaforadamente, el individuo no contento con su hazaña acercó el cañón del revólver dentro de la boca de la víctima y le descargó el resto de balas del tambor del revolver destrozándole la cabeza y así tan rápido se fue por la orilla del río sin dejar rastro con las botas caminando en el agua, de lejos vio a Luis sentado inocente de lo que había pasado, el individuo se complació que el pequeño no hubiera escuchado los disparos, corrió por la orilla hasta donde el río en partes es caudaloso y se lanzó al nado con la idea de no dejar rastro.
El tiempo transcurría para Luis, su ano le dolía un poco, fue en busca de René, caminó con dificultad por los alrededores, el caballo estaba inquieto por los gritos de llamado a su tío, se acordó de bajar al río vio las pisadas y las siguió al matorral donde se encontró con el cuadro macabro del cuerpo de René destrozado a tiros, el niño se arrodilló llorando por lo que había visto, instintivamente lo movió con el deseo mental inocente de que se levante pero era demasiado tarde, René había muerto, Luis corrió desesperado hacia el caballo, se apeó con dificultad luego de varias caídas, recordó de su padre que para llegar a la casa de la estancia tendría que regresar por sobre las huellas frescas recientes en las que galopaba, lentamente el caballo se movía, su ano le dolía menos, el infante lloraba desconsoladamente, ahora lo que más le dolía era su alma, al cabo de horas llegó a casa informándole a su padre del asesinato y que fueran a ver el cuerpo siguiendo las huellas del lindero y el río, no dijo más, desde su cuarto vio partir a un grupo de jinetes encabezados por Rodolfo y Guillermo, el pequeño Luis se limpió cuidadosamente el ano, guardó el secreto de que había sido desvirgado, eso pasó a segundo plano, después de traer el cuerpo de René, Guillermo le preguntó a Luis que cómo lo asesinaron a su tío René y él respondió que su tío lo había dejado sentado en el árbol porque le gustaba mirar desde la loma, su tío fue a refrescarse al río, en ningún momento escuchó los disparos y rato después de que no venía bajó a verle y lo encontró muerto, todos le creyeron su argumento, qué más se podía hacer con un relato de un niño de ocho años, impune la muerte del hombre que disfrutó pocos minutos haberlo desvirgado, el que lo haya sodomizado quedó en secreto.
FINAL DEL NOVENO EPISODIO
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