Mi abuelo me compartió
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Cazabultos.
Mi abuelo tenía un cuerpo delgado, pero macizo; para sus casi 60 años era muy fuerte. Nos metimos a la alberca y mientras mi abuela cuidaba a mi hermana, el viejo jugaba conmigo. En el agua, yo me acercaba a él, me le montaba y de vez en cuanto le sacaba la verga sobre el traje de baño. Se fue excitando y me metía la mano debajo de traje de baño para desearme; me aventaba agua y me abrazaba, acercando si verga erecta a mi culo.
Después de un buen rato de "juegos" salimos y les hicimos compañía a mi hermana y abuela. Comimos algo y nos dijeron que ya no entraríamos a la alberca. Así que fuimos a bañarnos y ponernos ropa de calle.
Llegamos a las regaderas y nos desvestimos. Solo eran para hombres y al estar vacías mi abuelo comenzó con su rutina de hacerme mamar su verga y cogerme por la boca. Sentía su verga latente y caliente, gemía y se retorcía tomándome del cabello y jalándolo para medir el ritmo.
Me saco su deliciosa verga ya lubricada y me volteó, recargándome en la pared y acercando su parado y palpitante miembro. Al estar acostumbrado, entro su cabeza y exhalo un gemido de placer. Empezó el mete y saca, yo disfrutaba de cada uno de sus 17 cm de verga venosa y caliente. Se detuvo de repente y se apartó de inmediato, nunca hacia eso, volteo la cara y veo a un señor de unos 40 años, bigotón, moreno, con una verga prieta y unos huevos muy grandes colgando. Velludo de todo el cuerpo, incluso el pecho y la espalda.
Nos sonrío y comenzó a tocarse su verga que empezó a pararse por nuestro espectáculo. Entonces mi abuelo, con su miembro aun erecto, me lo volvió a meter. El extraño se acercó y sin dejar de masturbarse se colocó en la regadera de junto. Si verga era muy recta y de tamaño normal ( unos 15 cm y ni gorda ni flaca), sin dejar de vernos. Se enjuagaba la verga y veía con los ojos muy abiertos a mi abuelo gemir y cogerme sin compasión. Entraba y salía rápidamente y entre mas nos veía ese moreno, el viejo se excitaba mas y mas, embistiéndome fuerte y gimiendo sin parar.
Sentí como empezaba a llenar mi culo de semen y su pene palpitaba fuertemente. El extraño no paraba de jalársela. Mi abuelo saco su verga aun erecta y me volteo hacia nuestro caliente espectador y le dijo: "gustas?". No respondió, pero sus acciones lo dijeron todo y rápidamente metió su verga en mi culo mojado sin ningún problema. Sentí un placer muy extraño, ser compartido nuevamente. Al parecer el espectáculo excitaba mucho a mi abuelo que comenzó a masturbarse mientras me cogia ese señor con unas ganas indescriptibles. Debo admitir que después de probar a Alex, sabia lo que era tener una cogida deliciosa y, con este extraño, probaba nuevamente que eran mejores cogiendo que mi abuelo.
Sin detenerse, se acercó y me dijo al oído: verdad que yo cojo mejor que ese viejo? Asentí con la cabeza y él seguía dándome esa prieta y rica verga. Comencé a gemir y mi abuelo se extraño, casi nunca lo hacia, pero ese señor era un experto. En unos momentos me la metía hasta el fondo y me daba pequeños golpes en la cadera y yo apretaba el culo al sentirlo. Es disfrutaba aun mas. Además duraba mas que mi abuelo que comenzó a gemir y a llenarme de leche la cara. Esto prendió completamente al extraño y agarrando fuertemente mis nalgas me la metió hasta el fondo. Acompañado de gemidos y cosas como "no mames", " que rico putito", "ten toda mi leche" se vino dentro de mi también. Nunca había sentido tanta leche llenar mi culo, se venia sin sacarlo, salía de mi culo.
Saco su verga venosa y me dio una nalgada guiñándome el ojo. Me enjuago el culo lleno de leche mezclada. Mi abuelo limpiaba mi cara de su leche y terminamos de bañarnos. Cuando salimos ya nos esperaban mi abuela y mi hermana. Nos fuimos a casa y yo con una gran sonrisa al darme cuenta que coger con otros hombres era mas rico aun que con mi abuelo. Ese día, al compartirme inicio en mi el deseo de poder ser penetrado por otros y buscar la situación.
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