Mi abuelo y yo fuimos amantes
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aun recuerdo como si hubiera pasado ayer, el simple hecho de recordarlo me pone duro, muy duro, quisiera que regresaran esos días, cuando vivía con mi mama y mi abuelo, mi abuelo es la persona a la que siempre he admirado, siento demasiado por el, que de alguna forma quise agradecerle y hacerle saber todo lo que me inspiraba y hacia sentir. Además siempre me ha gustado jugar al exhibicionista, irme al techo de mi casa y jalármela como nunca, sin importar quien viera, uno de mis juegos favoritos era pasarme la barda a casa del vecino, el era una persona que nunca estaba y tenia un enorme patio en el que pasaba horas retozando como niño en caja de arena.
Me desnudaba por completo a la luz del sol, o de noche, y me calentaba frotándome sobre una resbaladilla que tenia, tenia también columpios, mecedoras y un tumbling, en el que no paraba de dar marometas y ver como mi verga se balanceaba de arriba abajo, luego caia rendido y me la jalaba nuevamente, al final terminaba todo sudado y me daba un deliciosos baño con la manguera o prendía el dispersor de agua para tenderme en el pasto en las noches calurosas. Esos eran mis juegos de 17 a 20 años, que fue el tiempo también cuando mi abuelo vivio en la casa una temporada, lo que mas me gustaba era quee el me viera, que me viera desnudo cuando mi mama no estaba, me quedaba solo en calcetines o como llaman bottomless que es lo que mas me excita, ver a alguien desnudo de la cintura para abajo, me quedaba solo con mi remera y me paseaba por toda la casa, era inevitable toparme a mi abuelo, en la cocina, cerrando el refrigerador y le decía: solo vengo por agua, y me iba mostrándole mis nalgas paraditas; en mi cuarto, dejaba la puerta entreabierta y el siempre pasaba por allí, ya que su cuarto coincidia con el mio a su lado, me mostraba ante el de espaldas para que viera mis nalgas y pensara que no me percataba de su presencia, me inclinaba todo hasta tocar los dedos de mis pies con mis manos, yo sabia que el estaba ahí porque es una persona que hace ruido al caminar, tal vez el no se de cuenta porque ya tiene un problema auditivo, y yo en veces lo aprovechaba para que todos nuestros encuentros incomodos fuesen como un accidente. Incluso solia hacerme el dormido bocabajo con el culito descubierto y el se quedaba viendo largo rato, me saboreaba yo se que si, aun siento ese cosquilleo en mi espalda desde mi nuca hasta el ano, que no eran mas que sus ojos recorriéndome todo.
Quería ir mas alla con el, y el comigo ya era un juego de lo mas sutil y coqueto, en veces cuando sabia que el se quería duchar, rápido me metia en el baño, como se quitaba su aparato auditivo, no escuchaba el agua caer, pero al abrir la cortina, me encontraba a mi, mojado, enjabonado, con la verga parada o en veces mostrándole mis nalgas completamente agachado, el solo sonreía y esperaba dentro o se salía, cuando esperaba dentro, hacia mas larga la espera al salir yo, sin toalla a asearme la cara en el lavabo, me paraba de puntitas, para que mis nalgas se pararan aun mas y el las viera, esto me calentaba en demasía, que era inevitable la erección, pero yo se la ocultaba para no hacerla tan obvia y quería ir aun mas lejos, quería que el sintiera aun mas, lo que siento yo por el, que cuando llego a casa lo único que quiero es estar con el y detener el tiempo para vivir asi por siempre, jugando este juego de sodomía que me encanta. También aprovechaba cuando el dormía, para entrar a su cuarto y me metia a su cama completamente desnudo, el simple hecho de estar a su lado me calentaba, lo abrazaba y me acurrucaba como niño, aunque me delataba mi erección para calmarla no hacia mas que autosatisfacerme a lado de el, muy lentamente esperando el orgasmo. Una vez recuerdo que el se levanto, rápido me tire al suelo y me meti debajo de la cama, allí me hice una puñeta nuevamente.
Una vez, estaba yo solo con mi abuelo en casa, eeran veces muy esporádicas, por eso yo creo que las disfrutaba mas, en fin, mi abuelo estaba viendo tele justo detrás estaba yo en la computadora viendo porno, en cuanto a gustos soy demasiado heterosexual, he tenido novias, es solo el hecho de estar con mi abuelo lo que me saca este lado de curiosidad gay, y en paginas veo de todo, me encanta el porno, en esos momentos de hecho yo ya me había quitado mis pantalones y mis bóxers y me estaba dando una puñeta de lo mas deliciosa, siempre tardo casi una hora en estarme aguantando el venirme, se los aconsejo, es mas placentero, casi al final con el único hecho de soplarte la verga te puedes hacer venir, tenia las piernas abiertas y me acariciaba la verga de lo mas rico cuando de pronto me ddice mi abuelo muy suavemente: -que ves muchacho, son viejas encueradas!!!, hijo de la chingada, pero mira nomas como estas ya estas a punto verdad cabron-. En ese momento me toca el hombro, yo traia una de esas playeras sin mangas, por lo que el contacto directo de su piel con la mia, me excito muchísimo mas, el seguía viendo el video, en donde dos jovencitas, se daban placer con un cinturón con dildo en un bosque, le verdad se veian muy chavitas.
-me dejas ver contigo, josesito?- dijo
-si abuelo- le conteste con la voz temblorosa, mientras el seguia con su mano en el hombro y se inclino para ver mas acercando su cara muy junto a mi oído.
Me sobaba el hombro de forma firme, yo para ese tiempo me estaba acariciando las piernas, la veerga la tenia en su punto, mi capullo rojo casi a reventar y mis huevos duros esperando el desenlace. Era como un letargo, un sopor lo que se sentía, ya no sentía los pies, solo la respiración en mi oído, hasta que me dijo: -anda muchacho sigue que ya quisiera yo disfrutar lo que tu estas haciendo pero me cuesta ya mas trabajo, anda sigue aquí vamos a ver los dos juntos-.
Yo ya no aguantaba pero quería que ese momentos durara por siglos, el calor que hacia y mis pezones erectos, hicieron que me quitara mi playera ya sin pudor a lo que el abuelo pensara, tome fuerzas y le dije:- si abuelo vamos a seguir viendo, pero quiero que esto que tengo me lo termines tu, me puse frente a el , tome su mano y el empezó a pajearme como nunca lo había sentido, ni siquiera igual que una mujer, su mano se sentía diferente, rasposa y fría, me sentía como un minino al cual acariciaban para darle cariño, me la jalaba firme y muy suavemente, yo me sentía demayar, no dure ni como la sexta jalada y me corri de una forma tan deliciosa y dulce, tan intima, tan extraña, me corri en todo el piso junto al abuelo, duro un orgasmo fascinante, en el que todo mi ano palpitaba y mi pecho se contraía, al terminar no se porque me sentí avergonzado y muy vulnerable que voltee a ver a mi abuelo, el tenia una sonrisa de lo mas dulce y lo único que pude hacer fue darle un beso en la mejilla. El sonrio aun mas y me dijo: – gracias por esto que me acabas de regalar, estas precioso mi nieto, y andale a limpiar esos mecos que dejaste no los vaya ver tu mama -me dio una ruidosa nalgada – pero, limpialos con esa boquita, trágatelos mijo- me dijo dulcemente. . -si abuelo- le conteste y me hinque ante el, como ante un sacerdote y empecé a chupar todo mi semen del piso que aun se conservaba calientito, y me percate que me había corrido mucho. Lo mas excitante es que el auto de mama iba entrando en esos momentos, asi que rápido me los engulli, incluso unas gotitas en los pies del abuelo, desonecte la compu como pude, tome mi ropa y subi rápido a mi cuarto.
Asi iba empezando todo, ya el juego sutil se había convertido en casi un idilio, días de amantes, el abuelo y su nieto, que en la seguridad de la oscuridad o en la casa mas solitaria, daban rienda suelta a la excitación y sumisión, ya no me daba nada de vergüenza, mientras el leia el periódico, me paraba frente a el y me la jalaba , el siempre me decía que me tragara mi propia leche que derramaba.
Me lo decía de la forma mas dulce y totalitaria y yo solo tenia que obedecer. Cuando sabia que mi mama iba salir temprando al dia siguiente, acostumbraba para dormir con el, ahora si sin necesidad de tapujos ni secretos, me sentía su puta, su alagador, su mascota, su esclava, asi en genero femenino, porque me sentía deseado, hasta con ropa vieja me hice unos coquetos calzoncitos, tanguitas cortas que mostrarle, blusitas roídas de mi hermana, que con su mano fuerte podía arrancar pero no lo hacia, siempre terminaba sucumbiendo a el, sirviéndole, -traeme agua mijo- -si abuelo- -enseñame el anito, ponme la verga aquí en la pierna y restregate contra mi, bailame como putita- -si abuelo- me corria en sus manos y luego me pedia que se las lamiera y lo hacia de la forma mas entregada mientras el leia a medialuz en esas noches tan calurosas en Ensenada, hasta quedarnos dormidos, yo desnudo junto a el como su mujer.
En los días continuaba el juego, incluso cuando mi mama estaba en casa, pero en otro cuarto, dabamos rienda al desenfreno, yo ya me dejaba que el me la jalara como la primera vez, el introducía su dedo en mi ano y le fascinaba chupármelo, hacia un ruido como de chupetos cuando lo lamia, y sentía como sus babas me escurría por en medio de las nalgas, cuando terminábamos estábamos tan sudados y yo tan ensalivado de todo el cuerpo que nos metíamos a bañar a enjabonarnos y todo este desenlace terminaba con mi semen en sus manos listo para beberlo de ahí. Sin pensarlo el me iba entrenando para algo mejor, en lugar de un dedo me iba metiendo dos, hasta llegar a tres, yo me hacia el ingenuo, pero esperaba que se diera la oportunidad, lo deseaba, era a donde yo quería llegar, me relajaba todo el ano, para que cupieran mas de sus rasposos dedos con la esperanza de que su verga erecta atravesara mi ano sin problemas.
Y asi fue cuando un dia que estaba en mi cuarto, para jugar un poco me hice el dormido como las primeras veces que jugábamos sutilmente, me quede solo con remera y mi culito al aire, sentí su presencia con una caricia en una de mis nalgas y subir por la espalda, jugo un rato asiy yo me hacia el desentendido, sin pensar en la sorpresa que me iba a llevar, cuando sentí su dedo en mi boca, pero lo sentía muy raro y cual va a ser el descubrimiento al abrir los ojos, mi abuelo tenia una erección de lo mas espectacular, era la primera vez que veía un miembro que no fuese el mio, quien sabe que pasara a esa edad pero las vergas se ponen mas gordas por asi decirlo, tenia una tremenda cabeza y el tronco se agrietaba con venas palpitantes, y por la falcidez de la piel sus huevos colgaban como de toro, me encontré con esa escena de lo mas tentadora y empece a curiosear con la vista, además de que yo ya lo soñaba y en veces me daba repulsión, pero en ese momento lo que veía me gustaba mucho y me entregue a la tarea de mamarsela de la forma mas rica que el pudiera obtener.
-mira como me has puesto tu mijo, como burro, tenia tiempo que no me ponía asi, asi que aprovechame, chúpamela mas duro como me gusta- me decía mientras yo lo veía a los ojos sin sacarme la verga de la boca, me cabia con fuerza hasta la garganta, y toda la saliva que goteaba me escurría por la barbilla, le chupe los huevos, se los lami y me sorpendi cuando vi que cabian en mi boca también, hacia de todo para no perder esa bendita erección, que ahora era su regalo por todo lo que yo le había hecho pasar, me hincaba ante el, me ponía en 69, subi las piernas para que me metiera sus dedos en mi ano, con toda la baba que me escurría servia dde lubricante para que salieran y entraran, yo la verdad no podía creerlo que me hubiese convertido en una puta para el, pero no me avergonzaba, me encantaba que estuviese disfrutando tanto, me daba cuenta porque lanzaba gemidos de vez en cuando y yo le hacia segunda. Inlcuso sentía su liquido preeyaculatorio mientras me mamaba el ano, me repetía lo rico que eran mis nalgas y yo sorbia ese néctar que me regalaba la persona mas pura que había conocido. De repente se detuvo y se levanto, yo me quede con las piernas cruzadas enseñándole el culo.
-vamos a hacer otra cosa- me dijo y sin decirme mas, me la estaba tratando de meter, yo ya estaba en un sopor y letargo encantaddores, que solo pude abrir mas las nalgas con las manos para que se le facilitara, asi estuvimos un rato y batallamos un poco, yo tome una crema que había en mi buro y me embarrepor todo el culo hasta que entrara en mi interior y esto lo facilito mucho mas, sentía como ese pedazo de verga entraba y salía, caliente y apretado; la crema lubricante se ponía de un color café, a ninguno de los dos nos importo, yo no podía creer lo que estaba viviendo, solo me sostenía las nalgas para que todo se facilitara mas, de mi verga hinchada fluia liquido seminal, rezumaba con delicadeza y yo me lo llevaba a la boca.
Mi abuelo lo que hacia addemas de darme un placer que yo desconocía, era pellizcarme los pezones, darme fuertes nalgadas como cuando pequeño, que yo recuerdo algunas ocasiones de estas tundas, ahora entregarme completo a el, es el amor filial al extremo, era encarar todos los tabues y hacerlos nuestros, acariciaba como loco mis piernas, las subia a sus hombros, cuando me puse de 4, fue lo mejor, primero aprovecho para darme uno de esos besos tronados que ya conocía bastante bien, y me embarro de crema nuevamente, yo para eso ya había manchaddo la cama un par de veces, la primera jalándomela el, la segunda me di placer yo mismo y venia una tercera, justo con el roce de su cabeza con mi interior se preparaba el oragasmo mas satisfactorio que pude haber tenido, sin necesidad de tocarme me vine ina tercera vez y junto con este orgasmo venia el de mi abuelo, que por sorpresa y ahora si por la espalda me tomaba, un chorro caliente en mi interior no muy copioso pero suficiente para acompañarlo con un gemido, sentía como me llenaba por dentro, hasta que se separo de mi y me dijo –ay muchacho, no sabes lo que hiciste por mi, vas a ver que lo vamos a repetir, por mientras chupale aquí que todavía me sale la leche, mira- y sin pensarlo dos veces me abalance a su verga ya flácida, me la meti en la boca como una paleta, después me recosté rendido bocabajo y el abuelo se marcho.
Asi me quede un tiempo cuando de repente sentí un chorro que me salía del ano y me escurría entre las nalgas, me sorprendi, y era la leche de mi abuelo que salía, sin pensarlo y como adicto la juntaba en mis manos para llevármela a la boca, jamás había probado algo tan desagradable pero no pare de hacerlo en secreto, me levante de mi cama y el pequeño esfuerzo hizo que me brotara mas, cayo al suelo y como gato me agache para lamer su leche, allí me quede largo rato aun con mi verga palpitando, el pecho rojo y esa sensación de vulnerabilidad. Despues escuche el agua de la regadera, me levante y fui con mi abuelo.
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