MI ACOSADOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alonso70.
Conocí a Don Ignacio en la empresa, de hecho mi tío me lo presento como un gran amigo suyo, yo a mis 34 años y él con 15 o 16 años más que yo, además él no trabaja ahí donde yo trabajo, pero por el giro de la empresa había tenido que llevar y traer documentos a su despacho, el hombre tenía un trato amable y motivaba a tenerle confianza en el primer contacto, era pícaro pero respetuoso y de hecho en una ocasión tuve la fantasía de entregarme a él, pero quien iba a decir que mis fantasías se iban a convertir en realidad.
Esto sucedió hace 12 años aproximadamente tenía 4 años de divorciado, y poco menos de 4 de mi primera relación gay con Roberto, el médico que me inicio en esto que me gusta tanto, pero de eso ya hable en mi primer relato, volviendo al tema de Don Ignacio todo iba bien, hasta un día que Roberto me llevo al vapor general de hombres, según él para iniciar una nueva faceta en nuestra vida sexual, que no era otra cosa que exhibirme ante los tipos que iban al vapor, y ya si se daban las cosas, motivarme a hacer mi primer orgia, ya que hasta ese entonces solo habíamos realizado algunos tríos, era la primera vez que entraba a un lugar de esos, había poca gente porque era temprano las 7:00 am, era un espacio amplio, que tenía dos cuartos como de 6X6 metros el primero iluminado y con un vapor seco que no opacaba la vista
El segundo cuarto y más alejado, estaba sin iluminación artificial, la poca luz que entraba eran de las rendijas de las ventanas que también estaban tapadas con laminas o pedazos de madera delgada, había una banca de azulejo blanco al rededor del cuarto, ambos habíamos ingresado solo con una sabana que te dan en la entrada, a diferencia de mi que yo abajo de la sabana llevaba una tanguita negra muy chiquita, además que a petición de él estaba completamente depilado de todo el cuerpo, por lo que mi piel lucia bastante apetecible y antojable, nos sentamos lo mas apartado de la puerta, y a los pocos minutos de repente mi pareja se salió de la habitación dejándome solo, había un par de tipos ahí, caminando al rededor de la habitación la poca iluminación y el vapor hacia que solo distinguiera sus siluetas, hasta que uno se acerco demasiado y pude ver que le colgaba un pene de buen tamaño en su entrepierna, él noto que mientras pasaba junto a mi no aparte la vista de su miembro así que en la vuelta siguiente paso más lento y empezó a masturbarse frente a mi, para después sentarse a mi lado y empezar a hacerme platica, le dije que iba a acompañado de un amigo pero que igual y no había problema
De inmediato puso una de sus manos sobre uno de mis muslos y lo acaricio, después tomo una de mis manos y él mismo la llevo a su pene, que al contacto de mi mano creció en su totalidad alcanzando un tamaño respetable sin ser nada extraordinario, la calentura se apodero de mi y me agache a lamer ese pene que se veía riquísimo, me hinque frente a él, y trate de meterlo todo en mi boca hasta desaparecerlo, él se retorcía y sujetaba mi cabeza haciendo que me comiera completamente ese maravilloso trozo de carne, así estuve unos instantes hasta que mi macho llego, levanto mi culo y sin más enjabono la entrada y me clavo su deliciosa verga dentro, y así estuve durante unos minutos, sintiendo las embestidas de mi macho y la verga de ese extraño en mi boca, entonces el tipo grito ¡Me voy a venir mami me voy a venir! apenas y pude sacar su pene de mi boca y un chorro de esperma caliente me lleno la cara y el pecho, mi macho seguía cogiéndome, y me ordenaba: Límpiale bien la verga al señor mamita, ¿O que, no te gusto? en respuesta lo metí de nuevo en mi boca y succione hasta dejarlo limpio y reluciente, mi macho me nalgueo y se salió de mi culo, dándome un beso en las nalgas, me dijo: Ve a lavarte mami, que esto apenas empieza, salí del sauna y me dirigí al área de regaderas, y antes de llegar a ocupar un cubículo quede de frente con alguien a quien jamás pensé encontrarme ahí.
Don Ignacio, cuando me miro, de inmediato me saludo tomando mi mano con un efusivo ¡Hola Alonso! Que sorpresa encontrarte aquí, no sabía que también eras de ambiente! sorprendido no acertaba a responder nada, hasta que por fin, reaccione: ¡Hola Don Ignacio!, ¿A que se refiere con eso del ambiente?¨y sin chistar el tipo me respondió: Me refiero a lo que traes embarrado en tu rostro y tu pecho que a demás huele bastante penetrante.
¡Mierda! Ya no supe que decir, la vergüenza y la angustia me invadieron, y me tuve que meter a la regadera para no seguir hablando, él con una sonrisa se dirigió al sauna diciéndome.
Te veo luego.
¡Demonios! Si tan solo me hubiera limpiado el semen del tipo anterior antes de salir del sauna pensé, pero son cosas que no se planean o no sabes que van a pasar, así que muy a mi pesar, salí del baño y le pedí al encargado la llave de mi cuarto de ropa, me vestí y me salí del lugar con la angustia de no saber qué hacer de manera inmediata, más que tratar de olvidarme del asunto y que por arte de magia Don Ignacio lo olvidara también.
El problema fue inmediato ya que una hora después Beto, mi pareja me llamo al móvil, ¿Dónde diablos estas? Te estoy buscando desde hace rato y el encargado me dijo que saliste hace 45 minutos ¿Que paso? Le dije que lo veía en la noche en su casa y ahí le explicaba, una vez que le explique Beto trato de calmarme, diciéndome que Don Ignacio en el caso que se le ocurriera decir algo también tenía lo mismo que perder, pero aun así, no me sentía tranquilo.
Lo peor fue el lunes ya que durante la mañana estuve angustiado, pero conforme paso el día se me fue olvidando el asunto, hasta que casi a la hora de la salida, entro Don Ignacio y de inmediato se dirigió a la oficina de mi tío, muchas cosas pasaron por mi mente pero trate de conservar la calma, hasta que mi tío salió de su oficina y dirigiéndose a mi me dijo: Alonso pasa a mi oficina por favor, de inmediato pensé que Ignacio ya le había contado todo, y entre cabizbajo a la oficina de mi tío, salude a Ignacio de mano y le pregunte a mi tío que se le ofrecía, y mi tío inicio: Lamento mucho tener que pedirte esto, pero necesito que te quedes a revisar unos activos contables con el Lic. Ignacio, levante la cabeza y mi tío noto mi desilusión mezclada con alivio y lo entendió a su manera, si lo sé, ya casi es hora de la salida, pero no me puedo quedar, tengo una cita con los empresarios de la constructora, y no hay nadie en la empresa a quien le pueda confiar las llaves de mi oficina.
Si tío está bien descuida yo lo reviso con Don Ignacio y mañana te doy el reporte.
Gracias Alonso te dejo entonces, mi tío salió no sin antes despedirse de Ignacio, a los pocos minutos el personal empezó a salir, y Don Ignacio y yo nos quedamos solos en la oficina de mi tío, solo estaba el guardia de seguridad que se encontraba en la planta baja.
Una vez solos Ignacio fue al grano, y me dijo: como veras no hay mucho que revisar a los documentos que traje, sabia de la cita que tenia tu tío y sabia que no se podía quedar y también sabia que te iba a pedir que tu lo hicieras, cuando dijo eso, todo me sonó a chantaje, creí que el tipo me iba a extorsionar pidiéndome algo con tal de no sacar a la luz mi secreto, así que le pedí que fuera al grano, se acerco de manera cordial y amistosa y me dijo: Descuida, nadie va a saber de tus preferencias sexuales, no hay nada que temer, tu secreto está a salvo conmigo, trate de hacerme el desentendido, y le respondí: ¿Cual secreto? Era la primera vez que estuve ahí, y cuando vi que era de ambiente me salí.
Vamos Alonso, es un sauna gay y todos por el rumbo lo saben, y aunque fuera tu primera vez y no lo supieras, el semen que traías embarrado en la cara y en el pecho me dice que eres gay y eres pasivo y un pasivo muy rico por cierto, vi que te depilas, tu piel limpia y lisita se me antojo mucho, de hecho pensaba invitarte a salir después del sauna pero ya no te vi, entendí que te sentías confundido por haberme encontrado ahí, pero como ya te dije, tu secreto está a salvo conmigo, pero sería un tonto si no aprovecho la oportunidad, en mis adentros pensé que seguro se trataría de un chantaje, así que decidí terminar rápido con eso y le pregunte: Esta bien ¿Y qué es lo que quieres? Como ves no gano mucho dinero aquí con mi tío.
Ho no Alonso, yo no necesito dinero ni bienes materiales, hay cosas más valiosas que no tienen precio.
Entonces ya más molesto le pregunte tajante, bueno y que es lo que quieres.
Bien como te dije tu secreto está a salvo conmigo, pero sería muy estúpido si no aprovecho la situación, veras desde ese día no he dejado de pensar en ti, tienes un cuerpo riquísimo, tus piernas, tus nalgas, y pues.
¡Quiero cogerte!
La respuesta se me hizo un tanto insultante y no porque yo fuera muy inocente que digamos es porque jamás en mi vida me han tenido que forzar para coger con alguien, siempre he cogido por puro placer y convicción propia, incluso tipos feos realmente pero con los cuales no había ningún tipos de sentimiento encontrado, y sucede que de repente Don Ignacio se me hacía de lo más nefasto pero por otra parte debía asegurar mi secreto, así que le pregunte: ¿Cuando quieres que se dé? y el muy cínico respondió: Ahorita, aquí ya, no quiero que te arrepientas, y mientras terminaba de decir eso se desabrochaba el pantalón y un pene de excelente tamaño salía de él, y aunque estaba flácido se apreciaba enorme, él seguía hablando pero yo no dejaba de ver el monstruo que me iba a comer, ya no supe que tanto decía, en sus inútiles intentos de convencerme solo le alcance a escuchar que sería gentil, y digo que eran inútiles porque ya no tenía que convencerme, simplemente al ver su pene, yo ya quería ser suya, pero no lo dije, se acerco y tiernamente me beso en la boca al tiempo que sobaba mis nalgas por encima de mi pantalón, hábilmente desabrocho mi cinturón y mi pantalón cayó al piso, me quito el suéter con todo y playera, y hasta entonces pudo darse cuenta de que uso lencería debajo de la ropa común como si fuera ropa interior, me separo un instante de él y me recorrió con sus ojos lujurioso, diciéndome, ¡Mamacita, que buena estas, que rica te ves!
Volvió a besarme en la boca y en el cuello pero esta vez de manera mas apasionada e impetuosa, yo tome su pene con una de mis manos, y lo empecé a sobar delicadamente, hasta sentir como poco a poco se fue poniendo durísimo, entonces tomo mis hombros y me pidió me hincara frente a él y metiera su pene en mi boca, así lo hice lo empecé a lamer, y después a chupar para finalmente meterlo hasta casi desaparecerlo, la verdad sin lograrlo por completo por que en realidad estaba enorme, él sujetaba mi cabeza y me obligaba a mantener su pene dentro y en ocasiones sentía que me ahogaba, y aunque me daban ganas de vomitar, lo desconcertante es que me gustaba, él jalo de mis cabellos haciendo que levantara la mirada con su verga por completo llenándome la boca, y mirándome a los ojos, me dijo: ¡Vaya que eres una puta! Lo haces riquísimo, y creo que no te desagrada tener mi verga en tu boquita ¿Verdad perrita? ¡Confirma lo que digo puta! y así como estaba hincado frente a él asenté la cabeza de arriba abajo afirmándole lo que decía sin sacarme su pene de la boca, y cuando todo parecía que iba a lograr arrancarle un orgasmo con mi boca escuchamos ruidos en la escalera, sin pensarlo, me incorpore y tome mi ropa y me escondí detrás del escritorio y le pedí a Ignacio se sentara en el asiento del escritorio, así sin pantalones, y casi de inmediato la puerta se abrió, era el vigilante, saludo a Ignacio, Licenciado Acosta, buena noche ¿Y Alonso? pregunto, y con una calma que envidiaría cualquier actor le respondió al vigilante: Creo que salió al baño, yo estaba acurrucado oculto en el escritorio completamente en silencio, con el pene de Ignacio rozando mi cara pero nervioso, entonces paso lo impensable, Ignacio tomo su pene y lo dirigió a mi boca forzando a meterlo, me reusé con un movimiento, por que las ganas de coger se habían desvanecido, pero entonces Ignacio le pregunto al vigilante como había visto el partido del domingo, y se pusieron a platicar de futbol, entendí que si quería que el vigilante se fuera debía hacer lo que Ignacio quería, y sin rehusarme volví a mamarle la verga debajo del escritorio, poco a poco la situación de escuchar sus voces me fue excitando, ya que Fabián que así se llamaba el vigilante no sabía que yo estaba escondido en el escritorio mamándole la verga el respetable Licenciado Ignacio Acosta, creo que me tuvo así unos 7 o 10 minutos, hasta que le dijo, bueno oficial, disculpe pero si Alonso vuelve y nos ve platicando se va a enojar conmigo porque ya quería irse a su casa, si Licenciado entiendo, entonces cuando Fabián salió de la oficina, Ignacio se levanto y diciéndome: ¡Ya no podía mas!, me saco de mi escondite me empino sobre el escritorio y sin contemplaciones me penetro, me dolió horrible, porque no tuvo la delicadeza de lubricarme, pero como no podía gritar me tapo la boca, las embestidas violentas y toscas pasaron en unos minutos a convertirse en bombeos deliciosos de placer, hasta que no pudiendo soportar más, se salió de mí, me volteo e hincándome a sus pies de nuevo hizo que me comiera todo su orgasmo, yo hacía como que no me gustaba, pero en realidad lo estaba gozando muchísimo, me sentía una puta una verdadera puta, ni siquiera mi pareja me había hecho sentir así.
Salimos de la empresa y se ofreció a llevarme a casa, y tristemente pensé que sería el debut y la despedida de ese tipo usando mi cuerpo, y digo tristeza porque aunque había sido medio bruto al tomarme, me había hecho sentir como jamás me había hecho sentir ningún hombre hasta ese entonces, pero la verdad es que estaba muy equivocado si creía que él se iba a quedar con un solo encuentro.
Esa misma semana me invito a cenar después del trabajo, como pensé que después de cenar me haría suya, me puse un liguero negro con morado con medias negras y una tanga morada con negro, y llegue puntual a su casa 8:30 pm, mi sorpresa fue que al abrirse la puerta me recibió su esposa, Cristina, una mujer chaparrita pero caderona y piernona de piel blanca, un poco llenita pero femenina y bonita de su cara, la verdad no creí que Ignacio fuera casado, pero bueno no era el primero ni el ultimo, cenamos apaciblemente, y por ahí de las 11 de la noche Cristina se despidió de nosotros para irse a dormir, diciéndome: Estas en tu casa Alonso, espero que te haya gustado la cena, o si Cristy estuvo deliciosa muchas gracias, yo debería irme también, no tienes porque veo que se la están pasando bien pero yo debo ir a ver a mi hermana mañana temprano por eso ya me tengo que dormir.
No tenía ni cinco minutos que su esposa se había metido en la recamara, cuando Ignacio tomo mi rostro con sus manos y sin mas metió su lengua en mi boca, de momento lo dude pero era tan efusivo el beso que correspondí plenamente, cuando me separe de él, me dijo, no sabes que ganas tenia de hacerlo, yo la verdad si estaba un poco nervioso, y le pregunte, ¿oye no crees que tu esposa nos oiga? a lo que él respondió, descuida Cristina se muere cuando duerme, ni un terremoto la despierta, claro que no le creí, pero poco a poco los besos y caricias se hicieron mas y mas atrevidos, y cuando estuvo a punto de bajarme los pantalones le pedí que fuera a ver a su esposa, para constatar que siguió dormida, a lo que él me propuso que lo acompañara, subimos y entre abrió la puerta de su recamara, y ahí estaba ella acostada, durmiendo, dándonos la espalda, cuando quise reaccionar, el ya me tenia abrazado por la cintura restregándome su pene en mis nalgas y detrás de mi trataba de desabrochar mi pantalón que rápidamente cayó al piso, sin hacer ruido lo retire y deje que el pasara sus manos por mis piernas y mi vientre para después sentir como se hincaba detrás de mi y lamia mi culo deliciosamente, haciendo a un ladito mi tanga, quise gemir, pero me tape la boca, quise irme de ese lugar, pero no podía moverme, después se levanto y puso su pene en la entrada de mi culo que ya suplicaba ser invadido, yo misma me incline, y deje que él me poseyera, un haa se escapo de mi garganta y él tapo mi boca al mismo tiempo que susurraba cosas en mi oído, como: Me encantas por puta, que diera mi mujer por ser tan caliente como tu, me encanta tu culo y tus piernas, y cuando me la mamas es como ir al cielo, a ti también te gusta mi verga verdad, dímelo necesito oír que me lo digas, con voz muy queda le respondí, siiii siii me encanta tu verga, y me encanta que me hagas tu puta, me gusto la primera vez que me cogiste y me obligaste a mamártela mientras estaba el poli de la empresa platicando contigo, me encantas por depravado y lujurioso, asiii asiii cógeme asiii, levemente se escuchaba el golpeteo de su pelvis chocando con mis nalgas como si estuvieran aplaudiendo, y yo no apartaba la vista de su esposa que aunque dormida estaba a unos metros de nosotros, el acelero sus movimientos, y los aplausos con el choque de mis nalgas se empezaron a escuchar más fuerte, por lo que me pegue lo mas que pude a él para evitar el ruido, él me suplico que no hiciera eso que ya casi terminaba, así que no se porque pero deje que me embistiera a su antojo, la verdad esperaba que su esposa despertara y nos descubriera cogiendo, pero no fue así, incluso cuando él se tenso y dijo yaaa yaaa toma mi leche putitaa pensé que iba a despertar, pero nada ni siquiera se movió, todavía después de eso, me salí y me hinque frente a él, para limpiarle su riquísimo miembro, después tome mi ropa y bajamos juntos a la sala, me vestí bien y al despedirme me dijo: Ves, te dije que cuando duerme parece que se muere.
A partir de ese momento perdí la voluntad con él, me cogía cuando quería, donde quería, sin importar que hubiera familiares o amigos cerca, como esa ocasión hubo varias en su casa, a veces en su cuarto, en el baño o en la sala, y en muchas de ellas con su esposa dentro de la casa, era un tipo depravadamente delicioso, la gota que derramo el vaso fue en un sitio de encuentros sexuales había varias parejas y todos estaban en lo suyo de repente las luces se apagaron, y me incline a mamársela así como estábamos en el sofá, de repente sentí manos en mis piernas y una boca que chupaba mis pies, y que ávida subía por mis piernas y abría mis nalgas para comerme el culo, mis mamadas se hicieron más intensas, por lo que Ignacio me sujeto de la cabeza y me dijo, tranquila mami tranquila, es toda para ti, despacio, entonces las luces se volvieron a encender y él se dio cuenta que tenia a dos tipos detrás de mi besando y comiéndome el culo y las piernas, él me levanto y nos fuimos a la parte de arriba, entramos a una habitación y ahí me pidió acostarme boca abajo, pensé que sería una sesión mas de sexo rudo pero delicioso a su lado, sin embargo ese fue el principio del final porque como todo en la vida con el paso del tiempo la vorágine sexual se convirtió en hartazgo, sus modos de hacerme suya cada vez iban más lejos, hasta esa ocasión, que después de acostarme boca abajo me amarro a la cama, después me dio de azotes con su cinturón, y finalmente dejo que los dos tipos que estaban abajo tocándome y besándome según él me lamieran las heridas, y me cogieran después, la verdad eso si ya no me gusto, podía soportar que se viniera en mi boca, que me nalgueara, que repitiera que era su puta y que él era mi macho y podía cogerme como se le diera la gana, e incluso que me orinara después de haberme cogido, pero ya cuando llego a los golpes, le dije que hasta ahí.
Deje de verlo, entonces opto por esperarme afuera del trabajo y seguirme en su auto varias calles antes de llegar a casa, también de repente iba a la empresa y le pedía a mi tío que le ayudara a checar cosas con él y ya estando solo empezaba a insistirme en volver conmigo, durante mucho tiempo trato de suavizar la situación, prometiéndome que no volvería a pasar, pero en la primera oportunidad que tuvo, sucedió de nuevo, en una reunión que organizo para mí con puros amigos de ambiente, en la cual, me amarro de nuevo, he hizo que todos los presentes me usaran, lo único que le implore y le suplique fue que les exigiera que usaran condón, fue lo único que hizo por mí, ya que esa noche termine con moretones, chupetones en mis tetillas, mis piernas y mis nalgas, y un dolor insoportable en mi ano, que me tuvo adolorido por casi una semana, termine con él cuando lo volví a ver, me suplico que no lo hiciera, le dije que ya no me importaba si le decía a alguien de mis preferencias sexuales, pero que ya no iba a volver a tener sexo con él, a partir de ahí, me seguía después del trabajo, me llamaba a casa varias veces, hasta que tuve que cambiar mi numero de teléfono, se aparecía en la empresa de repente y en varias ocasiones hizo que me tío me dejara a solas con el por cuestiones de trabajo, pero para frustración suya jamás en esas ocasiones le permití hacer mas nada, ya que en todas mis reuniones me las arreglaba para que el chico del archivo se quedara conmigo, y así viendo que ni yo me separaba de él ni él de mi, terminaba por aburrirse y se iba.
En varias ocasiones estuve a punto de volverlo a aceptar, la verdad tenía una verga riquísima, y la manera violenta y brutal como me lo hacía me ponía muy caliente, intente sentir lo mismo con Beto, pero él a lo mas me daba un par de nalgaditas sin obligarme a nada, y cuando estaba decidida a llamarle y si hubiera sido preciso suplicarle para que me volviera a hacer suya algo paso, sucede que la tarde que iba a su casa para hablar con él, lo vi a lo lejos con un chico al acercarme para saludarlo me presento al muchacho como 8 o 7 años menor que yo, Alonso te presento a mi putita, Oscar Alonso, Alonso Oscar, ambos nos miramos desconcertados por la falta de respeto, el chico intento irse pero Ignacio se lo impidió, diciéndole, ¿Adonde vas mamita? ¿Eres mi puta o no? quieres que te siga dando mi verga? Además descuida Alonso es mi ex, él sabe lo que te estas comiendo, ya no escuche mas, me retire de la escena pensando para mi "De la que te salvaste Aly"
Ayer mi tío me comento que Cristina le había hecho una llamada para informarle del fallecimiento de su esposo el Licenciado Ignacio Acosta, y me pregunto si quería ir al velorio a presentarle mis respetos, pero preferí no hacerlo, es por ello que me doy este tiempo para recordarlo y agradecerle donde quiera que este, todos los momentos tan ricos que pase a su lado, la evolución sexual que desarrollo en mi mientras fui su puta, y que me ayudo a conquistar y hacer sentir bien a otros hombres, ya que debo reconocer que antes de él no disfrutaba plenamente cuando alguien me nalgueaba o me decía lo puta o perra que me veía cuando me cogían, pero debo reconocer que a partir de él, me encanta que mi cogedor en turno saque esa parte de mi, así que a mi maestro de muchas de mis técnicas sexuales, le mando besos donde quiera que este, tu más avanzada discípula .
Aly
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