Mi amigo de verano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Relato basado en parte de mi vida, he cambiado algunas cosas para que no se identifique a los participantes.
Tenia 12 años cuando la escuela a la que asistia decidió cerrar el turno vespertino y agregar a los demás alumnos a la mañana. Mi aula se dividió en dos y me toco estar con los chicos nuevos.
Ahí había uno que se llama jesus de mi misma edad, el en ese entonces era muy moreno, delgado y medio alto, demasiado serio y algo timido. Me cayo bien al inicio y nos hicimos amigos, después resulta que vivía a dos cuadras de mi casa, solo lo veía de lejos pero nunca le había intentado hablar.
Las clases siguieron bien y normales, llego el verano y pues solia jugar con los chicos de mi calle, fui y busque a mi amigo jesus y salió su hermano, un vato alto, delgado y muy marcado por el ejercicio, su actitud era muy tosca y creo que tendría unos 17 años, se dedicaba a vagar y era un pandillero. Admito que me dio miedo y pregunte por tu hermano, el le habla y viene.
Salimos a jugar y parte del verano la pasamos asi, fue muy divertido.
Un dia mientras me masturbaba pensé en mi amigo, no se porque, pero solo lo pensé, me segui masturbando y de pronto me vine, no fue mucho semen, pero la sensación era increíble, me había gustado mucho.
Ahora cada vez que me masturbaba me mojaba el pene con saliva y me masturbaba, se sentía bien rico. Mi pene en ese entonces era muy chico, creo que unos 2 cm de ancho y unos 7 cm de largo, sin circunsicion y un glande rosadito. Me gustaba sentir el orgasmo aunque no sabia que eso era uno. Un dia decidi ver como le haría para verle el pene a mi amigo ante tanta fantasia que tenia con el.
Luego que llegamos a mi casa y mis padres estaban fuera nos metimos a mi cuarto, le empece a preguntar sobre su pene, como lo tenia y que me daba curiosidad sobre ver uno. Al inicio el no quiso pero yo insisti mucho y le dije que no le diría a nadie.
Ahí fue cuando lo vi, un pene delgado y un poco largo, mas o menos como el mio, sin avisarle lo tomo y le pregunto si ya se la jalaba, me dice que si.
Aprovecho para masturbarlo y luego me meto su pene en mi boca, sabe muy rico, ese olor me mantenía loco, se la mamaba con fuerza y el solo gemia. Le dije que quería que se viniera en mi boca y luego el se acomoda en la cama, se sienta y se empieza a masturbar, cuando se va a venir me dice y se la empiezo a mamar.
Se viene rápido y salen varias gotas, su cuerpo se estremece y se la sigo mamando mientras me como su semen. Yo la tenia bien parada, me estaba marturbando un poco. Me levando y veo su pene ahora semi erecto, en menos de un minuto vuelve a su tamaño normal.
Le digo que si me la quiere mamar y el se niega, le digo que me devuelva el favor y pues acepta, nadie debe saber nuestro secreto.
Se acerca y me da un mamada, me acuesto en la cama y se siente muy padre, su boca chupa mi pene y yo hago el intento por relajarme mientras aprieto las sabanas de mi cama.
De pronto se detiene y no me vengo, le digo que si me deja metérsela, a lo cual el no acepta, pero si nos la metemos uno al otro seria parejo.
Me pongo de pie sobre la cama y el se acuesta, me trato de sentar en su pene y no me entra, pero como quiera me muevo, hago como que me la mete mientras me masturbo. Asi estuvimos un par de minutos, luego cambiamos posiciones y el se intenta subir arriba de mi, pero no se la puedo meter, se siente muy rico cuando mi pene pasa por su ano.
Nos levantamos y nos volvemos a poner los pantalones, salimos a jugar y acordamos que seria nuestro secreto.
Ese verano lo intentamos varias veces, no siempre me tragaba su semen y el nunca quiso tragarse el mio, tampoco llegamos a la penetración aunque me hubiera gustado mucho.
Pasando el verano deje de verlo porque le conto a su hermano lo que hacíamos, me di cuenta un dia que el venia y al saludarlo su hermano mayor me dijo Pinche jotito. Días después su hermano fallece en un accidente de auto, no tuve el valor de ir al funeral, además mi madre no me dejo, admito que su hermano me caia muy mal y le deseaba la muerte. Nunca sentí remordimiento alguno por la muerte de su hermano mayor, me sentí aliviado de que mueriera, asi no me diría cosas nunca mas.
Después dejamos de vernos y nunca mas volvi a hacer algo con el. Hasta la fecha solo lo veo de lejos y nunca lo saludo. Cada quien siguio con su vida.
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