Mi amigo E. R.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En vista que no conseguiré nada con mi mejor amigo, les relato lo que ocurrió la semana pasada.
Hace aproximadamente 6 años conocí a E. R. En el transporte público.
Desde que lo vi, me gusto. En ese tiempo el tenía 18 años. Alto, mide 1.80. Delgado, sin ser flaco.
Pues le saque plática y no me baje hasta que el se bajo.
Al caminar, le dije la verdad que quería mamarle la verga.
La pensó unos minutos y acepto.
Nos fuimos a una casa en construcción y nos metimos.
Como he dicho, no soy promiscuo, sin embargo si he tenido algunas aventurillas.
Resulta que empece a masturbarlo, y cuando se la quise mamar, ni él ni yo traiamos un condón.
Porque yo la mamo con condón, compró los de sabores exóticos.
Total que sólo lo masturbe hasta que eyaculó una buena cantidad de su delicioso elixir de hombre.
Después de eso, nada mas ocurrió.
Nos reencontramos varios años después en otra ciudad y desde ese reencuentro no he dejado de insistirle para que me deje mamarle su rica verga.
Total que siempre me rechazo, hasta la semana pasada que me invitó a si casa nueva.
Llegué, comimos y platicamos por aproximadamente dos horas de trivialidades, cuando salio el tema de cuando nos conocimos y que me me acerco a él y le digo "cuando conocí a mi amigo" al tiempo que le agarraba la verga.
Como él no me dijo nada yo aproveche para seguirla acariciando hasta que se le paro y me hinque frente a él, para después desabrochar el pantalón bajar el cierre y bajar a mi tan anhelado premio y disfrutar de su hermosa verga.
Me esmeré en darle la mejor mamada, yo solo veía a mi amigo disfrutando, sus gemidos eran deliciosos, su rostro decía que yo estaba haciendo lo mejor, él sólo me decía "sigue así, sigue así".
sin exagerarles, estuve mamando su verga por aproximadamente una hora, de repente mientras yo estaba mamando, él se retiro bruscamente, a lo que yo le dije: " ¿Qué te pasa, no te gusta, te lastimo?" y él sólo respondió: "no, es que ya quiero acabar" y le dije: "y luego, ¿Porqué no lo haces?" y me dice tiernamente: "¿es qué dónde acabo? (Mi vido).
Yo solo respondí: "en mi boca papito, por supuesto que mi boca" y así lo hizo, fueron aproximadamente 8 lechazos, mismos que disfrute y trague sin reparo alguno.
Ahora, no reaponde mis llamadas, espero no haber fracturado nuestra amistad.
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