Mi amigo hetero-curioso 4
Continuación.
Hola. Espero estén bien.
Nuevamente por acá contando un poco la experiencia con mi amigo.
Después de haber pasado un buen tiempo sin nada de nada, llegó el momento de celebrar el cumpleaños de uno del grupo.
El sitio ideal siempre era la casa de mi amigo. Por la piscina, por lo amables que son, tanto él como su esposa, lo que permite que todos nos sintamos cómodos.
En esa ocasión, no solo estábamos el grupo de amigos, sino que habían otras personas, que incluso se quedarían a dormir en casa de mi amigo.
La rumba transcurrió normal, sin problema. Bailando, bebiendo, riendo, en fin, pasándola chévere.
En cierto momento le digo a mi amigo que me haga la segunda con otro del grupo, por el que me sentía sumamente atraído.
Él acepta ayudarme, aunque me aconseja que lo ataque de frente. Pero con ese otro no pasó nada. Solo fueron juegos de palabras que cada vez me calentaban más, y seguro que a mi amigo también.
Amaneció y todos se fueron, excepto yo. Los invitados de mi amigo que se quedaron a dormir allí, era una pareja, sus dos hijos, una adolescente y un niño de 7 años.
También estaban dos hermanitos, sobrinos de la esposa de mi amigo. Así que ese día la casa estaba full. En general mi amigo y su esposa viven solos.
Escuchabamos música usando un DVD conectado a un parlante, una vez que se quitó no quería soltar el CD que estaba sonando, así que se desconectó, y se coloco un pendrive.
Al rato, mi amigo quiso sacra el CD y le dije que lo conectaranos dentro para no quitar la música. Así que entramos y nos ubicamos frente a la puerta del baño. Quedamos medio ocultos de la puerta que da al patio.
Noté que él cerró la puerta del cuarto que nos quedaba de frente, inmediatamente, mi mente que estaba en modo sexo, lujuria, cachondo, pensé, este anda buscando algo. Así que estire mi mano para agarrarle el guevo y él se echo para atrás y le dije, Cómo si no quisieras, estás loco por tener sexo conmigo.
Él solo sonrió y empezó a soltarse la correa, pero en ese momento veo que su esposa va entrando y digo Bertha, ya casi sale el CD.
Mi amigo entendió perfectamente y no siguió con lo que hacía.
Antes de salir pregunto si en el baño hay agua que necesito entrar. La esposa dice que debe haber.
Ellos salen y yo entro al baño, ustedes saben cuál era la intención. Era una invitación a que él llegara de nuevo. Y no tardó mucho.
Pasaron un par de minutos y yo esperaba parado en la puerta del baño, si alguien entraba que no fuera él, simplemente iba saliendo del baño y ya.
Escucho que entra alguien y era el, directo al baño. Me abraza, y me dice al oído, me gustas mucho, quiero estar contigo, quiero cogerte y reventarte ese culo. Quiero llenarte de leche por todos lados.
Nos besamos y termina diciendo que se lo mamara. Me siento en el retrete y él se saca el guevo ya completamente erecto y empiezo a mamarselo desesperadamente, me lo metía en la boca para que me llegara a lo profundo de mi garganta.
Se lo mamé un rato y salió. Cerré la puerta y espere otro rato. Y regreso, se lo volví a mamar, le digo que me lo meta, me dice que no, que no es el momento.
Al rato dice ya, hasta aquí, no más. Y sale. Se queda en la cocina lavando los platos; yo abro la puerta del baño y su esposa va entrando, así que me hice el que iba saliendo. Fui al patio a sentarme.
Noté perfectamente la cara de su esposa, toda ella decía, que estaban haciendo? Ustedes estaban en algo. Ella lo sospechaba.
Unos minutos después reparto el trago y le llevo el de mi amigo que aún estaba en la cocina.
Hablando con él le decía que me encantaba su guevo, que me gustaría probar su leche.
Yo sé que te gusta, me dijo
Y noto como en el pantalón se marcaba una erección.
Le digo, parece que no te gusta hahaha. Y me dice, tu allí hablando me tengo que poner cachuo.
Terminó y nos movimos para su cuarto que está justo en el pasillo que da hacia el patio.
Él entra al cuarto y yo me quedo en el pasillo, allí estábamos hablando.
Él se abre el pantalón y lo deja caer con todo y bóxer hasta sus tobillos, así que yo empecé a masturbarlo.
Me pregunto por su esposa, que dónde estaba, le dije, está allí sentada. Te ve? Preguntó. Si, le dije, me ve. No podemos hacer más nada, lo dejamos para otro día.
Le dije otras cosas y salí. El cierra la puerta y se acuesta.
Estuve un rato más hasta que decidí retirarme a mi casa.
Gracias por leer mi relato 100% real.
Mi correo [email protected] por si desean comentar algo.
Que estén bien
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!