Mi Amigo José Gregorio.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por elgordoantonio1971|.
Tengo un compañero de trabajo, colega en profesión, el cual es un señor muy bien parecido de 53 años, bien conservado y sobre todo a mi justa medida en gusto. Este relato lo comparto porque la edad no es impedimento de amar, ni mucho menos cuando un deseo imposible, resulta ser la mejor de las realidades.

Desde que lo conocí, fue algo muy especial para mí, aunque soy menor que José, fui profesor de pregrado en alguna de las materias que cursó en la Universidad, con el correr de los años, el concurso y gano el cargo de profesor donde yo trabajo. Siempre me gusto pero debía guardar la distancia, pero ya de profesor había más confianza. Una tarde me pregunta sobre algo ya cursado por él como alumno, pero no tenia las herramientas a la mano y me invita a su casa para trabajar mejor, como estaba ya de salida, acepte y nos fuimos a su casa. Por el camino la conversación fue netamente profesional, al llegar me dice, por el tiempo que estemos acá no te apures, tengo dos meses que me divorcie y lo único que me quedo fue el apartamento, hay pocos muebles pero podemos trabajar bien.

Sonreí y le digo que no hay problema, pero mi mente estaba maquinado mil cosas, cosas como: “… me gustaría besarlo…”, “…hacer el amor bañándonos…”, me conformaría con sólo verle sin camisa…”, y como la gravedad es una Ley Única… mi amigo menor de debajo de mi ombligo, se había puesto a mil, como cargaba una chaqueta larga puesta, podría disimular pero, el sudar y el estar algo nervioso no.

Ya en su apartamento noto que de verdad solo había lo básico, y me lleva al cuarto donde estaba su cama y un escritorio con su computadora, me dice que me ponga cómodo, que él se va hacer lo mismo, yo es ese momento pensaba y me reprimía por pena a decir algo, pero mi gras opresa es que se ha quedado solo en Boxer y era un monumento ver aquel señor sin casi nada de ropa.

El me dice, si quieres andar cómodo, quítate la ropa que te sobre o te este molestando, el no daba señal de nada de nada, accedí a quitarme la chaqueta y la camisa, quedando en franelilla, el se acerco y me dijo, deja la pena, y me quito la franelilla y los zapatos, cuando menos los pensé, me agarro entre las piernas y me dice, justo lo que me imaginaba… desde que estudiaba contigo quería tocarte este amigo…

Yo morí y nací de nuevo, solo le busque la frente y le di el primer beso, luego fui besando hasta llegar a su boca y nos dimos el beso más jugoso y tierno que dos hombres se puedan dar, nos paramos y seguimos besándonos, desde ese momento no hablamos sino lo necesario, nos fuimos al baño donde terminamos de quedarnos desnudos y nos fuimos a la ducha, entre abrazos, besos y caricias, me jejo enjabonarlo y claro, donde más jabón pase fue por su amiguito, cabezón, rosadito y como de 12 cm, y por su agujerito, rojito, cerradito y bien guardadito entre dos algas muy firmes, le bese las bolas y luego como un paleta de helado, le lamí al amigo de abajo del ombligo de él, hasta darle un buen sexo oral, esto lo puso a mil y a temblar del gusto, luego de un rato se voltea y me dice, por el huequito también pasa la lengua, ese manjar estaba mucho mejor, lamí y lamí y sentía como cada vez esa bombón de carne seria mía.

Salimos del baño y al secarnos, me dice “… este amigo que te cuelga y esta duro, duro, por derecho es es mío…”, él se arrodillo y me empezó a dar una lamida de bolas (las cuales pensaba yo que eran muy grandes pero en ese momento estaba muy feliz por esa mamada), que me dieron espasmo en todo, luego se fue al amigo que me cuelga (no muy grande 16 cm) y lo fue metiendo poco a poco en su boca, hasta que lo tenía todo en su boca, luego con sus labios me daba una masturbada del quinto cielo, él lo hacía con una maestría, que casi me hace acabar, pero como buen maestro, se detuvo a tiempo para que la acción pasara a la cama.

Se acostó boca arriba y yo encima de él, me entrelazó sus piernas con las mías y nos abrazamos para besarnos, rosar pene con pene, yo ya quería poseer a ese macho, pero espere que todo fluyera, el me pidió caballerosidad y luego, puso una almohada debajo de él, subiendo mas sus nalgas, por instinto empecé a lamer para dilatar más y más es huequito que vibraba como un corazón, cuando vi que sus cara me pedía que lo penetrara, me puse el gel KY y poco a poco fui entrando en él, al principio cuando le metí la cabeza, se estremeció y alcanzo a decir, “… Por Dios… me partes en dos…”, eso no me detuvo y poco a poco llegue a la mitad, se estremecía y me quede quieto para que le fuese pasando el dolor, cuando vi que estaba más tranquilo, se lo metí todo y me quede otra vez quieto, y me fui encima de él para besarlo y mamarle los ricos pezones, de gordito, empecé a moverme poco a poco pero aumentando la velocidad, al pasar el dolor gemía de placer y en cada envió, mis bolas le daban en su cuerpo y eso nos excitaba a ambos, cambiamos de posición y él se puso en cuatro, lo penetre pero esta vez, de una sola se lo metí hasta la patica, lo agarre por los hombros y le daba con fuerza, el gemía de placer y de gusto, quería mas y mas, se fueron dando posiciones tras posiciones, de vez en cuando alternábamos un buen 69, y él me pido que yo me acostara boca arriba para el sentarse, lo complací, y esta vez, él empezó a mover las caderas de una forma que me empezó a descontrolar y las ganas de acabar eran imparables, me dijo “…acaba, que yo también acabo…”, y a si fue, no sé cuanto semen le deje dentro, pero él me bombardeo que hasta el cuello me lleno de su semen.

Él callo en mi pecho y por unos segundos nos quedamos quietos, se bajo y el mar de semen que salía de su huequito era grande, en mi pecho había mucho semen de él también, nos besamos, y solo sonreímos, nos quedamos dormidos y al rato me despierta con un beso y me dice: “…vamos a bañarnos y preparemos la cena, para ahora atraparte por él estomago…”
Bueno, es otra historia lo que pasó después, había tiempo y soledad para hacer el amor las veces que queríamos y podiamos, lo que sé es que a pasar de nuestra edades, hacerlo con placer te hace sentir muy bien…
Espero les guste mi relato,