Mi amigo me invita a su casa. – Relato 1.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JuanCppe.
Era verano, y por entonces mi amigo Matías me invitó a pasar una noche a su casa, sin embargo me invitó temprano, a las dos de la tarde. Cuando llegué, me llevé la sorpresa de que estaríamos solos toda la tarde, hasta las nueve de la noche, según el me había contado.
Lo primero que hicimos fue jugar un rato a los juegos de su computadora, hasta que empezamos a tener calor y me preguntó si quería meterme en su pileta, que por cierto era circular y de goma gruesa, aproximadamente setenta y cinco metros de altura. Yo dije que si, entonces me fui a poner el short de baño y cuando salí del cuarto en donde me había cambiado, él estaba ya en cuero y con su short.
Nos metimos en la pileta y comenzamos a hablar cosas de amigos, de chicos adolescentes se podría decir. El agua estaba completamente limpia, ya que minutos antes él le había pasado el filtro. Mientras ibamos hablando, el me dice que se sacará el short de baño para estar más cómodo y me invitó a hacer lo mismo, dijo que se sentía más ‘libre’ así.
Eran las cuatro de la tarde más o menos, y se sacó el short, tenía la pija un poco parada, pero no del todo. Yo hice lo mismo, me lo quité y lo dejé en el borde de la pileta. Entonces él me dice: ‘¿Querés que traiga una pelota? La tengo ahí.’ y señaló una pelota acuática, verde. Yo le dije: ‘Dale, traela’. Entonces él salió de la pileta(desnudo) y se volvió a meter con la pelota. Comenzamos a hacer unos pases con las manos, y él se pone arriba de la pelota con su pija parada.
Yo comienzo a excitarme al ver esa situación, y entonces los dos nos quedamos callados, viendo mi verga que se estaba parando. Yo se la miraba a él y él me la miraba a mi. Estabamos calientes, al menos eso parecía, y él me dice ‘¿Nunca tuviste las ganas de chupar una pija?’ a lo que yo respondo ‘Emm no sé, jaja’. Él me dice: ‘A veces a mi me da ganas de chuparme una y pajearla, que no sea la mía’. A mi me puso como loco eso que dijo y se me paró mucho. Sin pensarlo, me paré y me senté contra el borde de la pileta.
Él vino hacia mi y me la comenzó a tocar. Yo ni miraba, solo quería sentir su boca dentro de mi pija toda parada. Hasta que cierro los ojos y siento que me comienza a hacer el pete, se sentía muy bien. Me comenzó a pajear mientras me la chupaba, fueron diez minutos más o menos, hasta que le llené la boca de leche, y me sorprendió ver que se la trague.
‘Estaba muy rica la leche que me diste, tenemos toda la tarde para que te siga haciendo petes, y en la noche estaremos en mi cuarto’ me dijo Matías, y yo estaba re caliente, lo único que hice fue reírme. Luego me senté, y el se paró y me pidió que se la chupe.
Le comencé a chupar la verga, era exquisita, le pasaba la mano por los huevos, él me mimaba la cabeza. Hasta que PUM, un LECHASO en el medio de la cara. No me animé a probar la leche. Él comenzó a gemir mientras la largaba, hasta que todo volvió a la normalidad y nos pusimos los shorts.
Hasta acá el primer relato, luego contaré más en otro, de todo lo que sucedió ese estupendo día.
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