Mi amigo, mi amante…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, este es mi primer relato, espero les guste.
Cuando conocí a "Alan" yo tenía 17 años y él 14, y francamente me flechó desde la primera vez. Él era un niño güerito muy guapo, flaquito, nalgón y con una sonrisa cautivadora, se me iban los ojos cada ves que lo veía… Me parecía perfecto… Pero prefería quitarme esas ideas de la cabeza, aparentemente él no era gay, además yo estaba por cumplir 18 y no me parecía correcto… En fin, pasó el tiempo y empecé a tratarlo, era muy agradable y terminó de enamorarme. Siempre mantuve mis sentimientos en secreto pues, aunque salí del closet desde los 16, no quería perder su amistad obviando que estaba enamorado de él. Infinidad de veces se quedó a dormir muchas veces a mi casa y tenerlo en mi cama era lo mejor del mundo, sólo lo veía dormir y yo a su lado conteniendo mis impulsos…
Hasta que un año después de que nos conocimos, después de una borrachera tremenda, se fue a dormir conmigo. Había llovido y estabamos empapados, me pidió un pants para dormir y quitarse la ropa mojada que traía, se la presté y cuando se quitó la ropa evité verlo. También me cambié y nos acostamos. Como de costumbre, lo abracé, él siempre lo permitió e inclusive me pedía que lo abrazara. No sé cuánto tiempo pasó así cuando de repente me di cuenta que yo intentaba tocar su pene… Vagamente recuerdo que él quitaba mi mano y yo insistía. Perdí la noción del tiempo unos minutos y cuando reaccioné él tenía el pants y el boxer bajados al nivel de sus rodillas y yo lo estaba masturbando. ¡Por fin! Mi mano bajaba y subía por ese pene de 15 años duro como roca, suavecito y caliente, tocaba su vello púbico y seguía masturbandolo, él elevaba su pelvis para sentir más placer y yo trataba de dárselo. La piel de su pene ni siquiera se retraía totalmente debido a que aún era virgen, y con la yema del dedo tocaba la punta de su glande que apenas se empezaba a asomar.
Decidí darle más y le dije "quítate la ropa, toda" y así lo hizo, ese cuerpo que cientos de veces soñé por fin lograba verlo totalmente desnudo, perfecto, su piel blanca me excitaba enormemente, quería devorarlo completamente, de pies a cabeza, y al verlo desnudo recostado boca arriba empecé a besarlo, intenté besar su boca pero no quiso, así que besé su cuello, todo, bajé a sus pezones y me entretuve ahí, mientras lo acariciaba, así seguí y bajé a su ombligo y empecé a lamerlo, metí la lengua en su ombligo y besé todo su abdomen, parecía que estaba soñando, no podía creerlo… Sin más tomé su pene y lo metí a mi boca, todo; aunque tenía 15 años, Alan tenía buen tamaño, 16 cms y no muy grueso, pero delicioso… Chupaba desde el glande hasta sus bolas, bajaba y subía mi lengua y volvía a meterlo todo en mi boca… Cuando terminé de mamarsela me recosté y él hizo lo mismo que yo, y al llegar a mi pene ¡Dios mío! Lo hacía como profesional, mamaba riquísimo, lo metía en su boquita y lengueteaba…
Terminó y le pedí que se recostara boca abajo y lo hizo… Contemplé esas nalguitas sin vello y paraditas, blancas como la leche, redonditas, ricas, las acaricié y acerqué mi pene pero él al darse cuenta de que lo penetraría me dijo "¡no!", y cedí, "no te voy a lastimar" le dije y prefería recostarme yo boca arriba, levanté las piernas y le pedí que me la metiera, yo iba guiándolo, se puso en posición y empezó a presionar, sentí su cabecita en mi hoyito, y muy despacio empezó a penetrar, de una forma que jamás olvidaré, era tierno y rudo, sensual, erótico, sentía cómo su pene abría paso en mi ano, lo dilataba con cada estocada, veía su rostro, mis piernas en su hombro y empecé a acariciar su nalgas, empujaba su cuerpo al mío para sentir más adentro su verga… Él seguía moviendose cada vez más rápido y se movía riquísimo…
De nuevo intenté besarlo y de nuevo no quizo, y prefería seguir acariciando esas nalguitas, buscando con mi dedo su hoyito, puse mi dedo en su rayita y subía y bajaba mientras él seguía penetrando como todo un profesional… De repente sus movimientos se hicieron más rápidos y sentí un chorro caliente palpitante, se vino en mí y su respiración agitada hacía que me excitara más… Terminó y se salió de mí, quedó recostado sobre mí y profundamente dormido, en mi pecho…
Yo seguía con mis manos en sus nalgas, acariciando, besando sus mejillas, lo abrazaba y de vez en cuando miraba su rostro, no podía creerlo, él ahí, desnudo sobre mí y me había dado el mejor palo de mi vida… Muchas veces antes yo había tenido sexo… Pero esa fue la primera vez que hice el amor… Yo lo amaba… Sigo amandolo pero, él no era gay, quizá era bisexual pero lo ocurrido esa noche fue gracias al alcohol y mi calentura… ¿qué pasaría después con Alan? Hay mucho más que contarles sobre él, pero será en otros relatos. Espero que este les haya gustado y comenten.
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