Mi amigo y su primito
Como me enteré de las aventuras incestuosas de mi mejor amigo de la universidad y su primito, iniciando un viaje de placer para mi..
Buen día a todos lo lectores. Después de algunos meses en que he leído los relatos que aquí se publican he decidido a contar mi experiencia. Espero que la puedan disfrutar tanto como yo. Este suceso es 100% real y me he tomado el tiempo de ser lo mas detallado posible. De cualquier manera, espero sus comentarios.
Primero debo comenzar por presentarme. Me llamo Diego y vivo en la Ciudad de México, aunque todo lo que voy a contarles sucedió muy lejos de aquí hace aproximadamente 7 años en una ciudad bien al norte del país. Yo nací y crecí en una ciudad pequeña (algunos pueden considerarla pueblo incluso hoy que ha crecido ya bastante) y como la mayoría de las personas que desean continuar sus estudios tuve que mudarme a una ciudad más grande donde si había una universidad. Mi familia me alquiló un departamento en un complejo a unas cuadras de la facultad. Siempre he sido alto y desde la primaria me gustaba jugar futbol (soccer) por lo que mi condición física siempre ha sido buena, aunque nunca he ido al gimnasio.
En lo que al sexo se refiere siempre fui muy abierto de mente y aunque prefería a las mujeres tuve alguna que otra experiencia con compañeros y amigos que tal vez en otra ocasión pueda contarles.
Al llegar a la ciudad casi de inmediato congenié con Mario, un chico que no era foráneo pero que alquilaba un departamento en el mismo complejo que yo; toda su familia vivía en la misma ciudad, pero su casa familiar quedaba muy retirada de la facultad y por los traslados y los horarios optaron por mejor facilitarle la vida y conseguirle algo cercano. El casi siempre pasaba los fines de semana en su casa familiar por lo que nos veíamos solo entre semana.
Nuestra amistad fue creciendo y fortaleciéndose con el paso de las semanas y pasábamos casi todo el día juntos en clases y en tiempos libres y volvíamos juntos a los departamentos, evidentemente también las salidas a las fiestas empezaron a coincidir en alguna ocasión que el decidía no irse a casa con sus padres y salíamos de fiesta juntos.
Mi vida cambió para siempre justamente durante una de esas fiestas. Mario y yo estábamos en casa de una compañera que festejaba su cumpleaños, él se fue con una chica a una de las habitaciones y no sé por qué razón me dejó su celular para que lo cuidara. Por inercia, por instinto o curiosidad lo desbloquee (tenía un patrón bien simple y lo había visto desbloquearlo muchas veces) y me puse primero a ver sus juegos mientras tomaba algo y platicaba con un compañero sin ponerle mucha atención. abrí su galería de fotos y tenia cosas bastante simples, fotos de su familia, fotos de chicas, memes y su pack. Me dio risa y mas por curiosidad que por morbo decidí irme al baño a verlo en privado. Ya ahí vi que tenia bastantes fotos suyas en bóxer, sin bóxer, con cara, solo de su cuerpo y del estilo. Pero me quede el helado al encontrar 2 fotos y un video en donde no estaba solo.
En las fotos se apreciaba claramente la cara de un niño. En una de ellas Mario tenia su verga erecta recargada en la cara del menor como a modo de comparación y en la otra el nene tenia la mitad del pene metido en la boca. El video era en efecto del niño comiéndole la verga a Mario que grababa desde arriba a un niño de no mas de 10 arrodillado. Inconscientemente mi verga estaba a tope. Reproduje el video que dejaba nada a la imaginación: el niño chupaba y lamía y Mario lo dejaba o lo tomaba del cabello y le daba empujones.
Me quedé completamente en shock y con la verga dura sin explicarme por qué. En eso tocaron a la puerta cerré todas las aplicaciones del teléfono y lo guardé y me salí del baño. No sabía que hacer, quería irme, pero no podía simplemente llevarme su teléfono y él seguía con la chica en la habitación. Pasó poco mas de media hora para que el saliera. En todo ese tiempo no fui capaz de componerme del asombro. Una parte de mi me decía que eso no estaba bien, pero no podía enfrentar a Mario sin que supiera que estuve husmeando en su teléfono. Otra parte de mi se llenó de morbo y eso me tenía bastante confundido.
Empecé a tomar inconscientemente y Mario me preguntaba que, si todo estaba bien porque me notaba raro, pero evidentemente no podía decirle lo que había visto. Ya entrada la madrugada yo no estaba cómodo y decidí irme, pero él se quedó. Volví a mi casa en taxi y en todo el trayecto no podía dejar de pensar en lo que había visto, pero casi en cuanto llegué caí rendido.
Al día siguiente desperté después del mediodía. Conforme avanzó el día me fui olvidando de eso y no lo recordé hasta el día siguiente que era domingo y Mario me mandó mensaje que si lo acompañaba a fumar. En el edificio esta prohibido fumar por lo que cuando él quería hacerlo subíamos hasta la azotea, que era más rápido que bajar al estacionamiento.
Ya ahí el me seguía notando raro y me pregunto que si todo bien, le mentí y le dije que había unos problemas en casa de mis papás pero que todo bien y con esa respuesta vaga me dejo en paz. Mientras fumaba me empezó a contar su hazaña con la chica de la noche del viernes y me pregunto que si yo no había “agarrado nada” le dije que no y entonces me preguntó que si yo era gay.
Éramos amigos al final de cuentas y le contesté la verdad, le dije que no me consideraba gay pero que, si había probado con chicos y que no tenia problema con eso, no hizo mas comentarios y cambió el tema.
Conforme los días fueron pasando el tema fue quedando prácticamente en el olvido y retomamos la convivencia de siempre. Como un mes después de esa fiesta, un fin de semana habíamos acordado ir a cenar un grupo de 6 o 7 amigos y de ahí a echar tragos. Pasó todo con normalidad hasta la hora de retirarnos. Era pasada la medianoche en que él y yo volvíamos en taxi a casa, algo tomados cuando me dijo que necesitaba cigarros, que si podíamos parar en una tienda de conveniencia que estaba como a 3 cuadras del edificio y de ahí seguiríamos caminando, y así lo hicimos. Ya en el trayecto caminando a casa Mario no dejaba de tocarse el bulto y mientras encendía un cigarro dijo: “ando bien caliente, me urge una deslechadita”
-D: ¡pues jálatela wey! ¿A mi qué me dices?
-M: No es que no es lo mismo, normalmente tengo quien me ayude, pero pues no anda por aquí.
Entonces recordé las fotos y el video. Seguramente se refería a eso. No le hice ningún comentario y seguimos avanzando.
M: Eh wey ayúdame tu.
D: Estas pendejo ¿cómo se te ocurre?
M: Tu me dijiste que ya lo habías hecho con hombres ándale, de compas.
D: Wey si te dije, pero pues eso fue allá donde yo vivía. Y ya hace rato, no es que me den ganas de hacerlo. Mejor háblale a esa morra que te ayuda que venga para acá a ayudarte.
Después de una pausa breve me dijo: “No wey no es una morra”. Detuve mi paso y me le quedé viendo. ¿Acaso seria tan descarado de confesar lo que yo ya sabía?
D: ¿Cómo que no es una morra wey? ¿Es un vato?
M: No wey tampoco. Nada así déjalo mejor. – Dijo mientras reanudaba el camino al que ya le quedaba menos de una cuadra para que llegáramos al edificio.
D: No wey ahora me dices. ¿Qué pedo?
M: No neta no puedo. Neta. Mejor así déjalo.
D: Ah culo, muy compas para pedirme que te ayude a sacar el veneno, pero no para decirme las cosas en confianza. Va.
M: No, no es eso wey es que, no sé, no te puedo contar, vas a pensar mal de mi wey.
Era un hecho, estábamos hablando de lo mismo y no se atrevía a contarme. Pensé en dejar el tema por la paz y entonces el fue el que rompió el silencio.
M: Mira, te cuento, pero no aquí en la calle. Acompáñame a mi casa, te cuento y ya si no quieres volverme a hablar pues ahí muere.
Caminamos el poco tramo que quedaba en silencio, subimos al piso de su departamento (1 piso antes que el mío) y entramos. Sacó unas cervezas del refrigerador, las destapo y nos sentamos lado a lado en su sofá. Podía notarse que estaba muy nervioso, tan nervioso que no se fijo en que yo estaba igual o mas nervioso que él.
M: Mira wey, no creas que me da mucho orgullo lo que voy a contarte, pero eres mi compa, creo que al único que puedo decir que ha sido mi amigo de verdad en mucho tiempo y solo por eso te voy a contar. Es un primo el que me “ayuda”. Pero no quería contarte porque pues está chiquito.
D: No mames Mario ¿Cómo que está chiquito?
M: Escúchame wey, mira, se que suena muy enfermo, pero no pude evitarlo. Empecé a hacerlo con el hace como año y medio, poco antes de empezar el ultimo año de prepa. Se me salió el asunto de las manos y no pude parar.
D: No wey no mames ¿Cómo que no pudiste parar?
M: Te voy a contar todo wey, como te dije, si después de oírme ya no quieres hablarme yo entiendo, pero escúchame por fa.
D: Dale a ver. -Yo estaba en un estado de nerviosismo intenso, sentía la boca seca y podía sentir como mis piernas temblaban, aunque como estábamos a media luz no se si se notaba o no.
M: Mira, tengo una tía que es mamá soltera y en ese entonces me pidió que si le podía cuidar a mi primo por las tardes porque le habían cambiado el horario en el trabajo y no tenia quien lo cuidara. Entonces ella se iba a trabajar y él se quedaba en mi casa hasta que ella salía y pasaba por él. Todo era super normal, y el siempre ha sido un niño muy cariñoso, todo el tiempo te abraza y así, y pues yo andaba todo el tiempo caliente. Si me la quería jalar tenia que esperarme hasta que se lo llevaran porque no daba chance de nada, de todo quería estar siempre pegado conmigo. Te juro que yo ni pensaba en hacerle nada hasta que empecé a notar cosas raras en él. Me di cuenta de que si yo me metía a bañar el trataba de espiarme por la ventana o abría despacito la puerta. Te lo juro wey. Mas de una vez lo descubrí y pues no se wey me empezó a dar morbo que tan chiquillo quisiera verme. Y ya le dejaba mejor la puerta abierta. Se me paraba cuando me daba cuenta de que estaba ahí viéndome. Me la llegué a jalar mientras me miraba sin decirle nada y ya luego cuando cerraba el agua el se iba. Si sé que estaba mal, pero en ese momento hacia mis pajas mas ricas y placenteras. Me vestía y todo normal. Cuando ya todo se fue al carajo fue una tarde que estábamos en mi cuarto viendo una peli y nos quedamos dormidos, wey me despierto de repente sintiendo como me estaba tocando la verga, no le dije nada y el creyó que seguía dormido me estaba tratando de levantar la pantalonera para verla. Ahí mi mente se nublo wey o sea dije: yo matándome a pajas teniendo un putito que quiere verga aquí. Y pues si wey le dije que que estaba haciendo, se asustó y quiso llorar, pero le dije que si quería verla se la podía enseñar. Y pues pasó wey.
Mientras el me contaba y yo imaginaba todo eso mi verga estaba respondiendo dentro de mi propio bóxer. Tal vez era porque ya tenia una cara que poner a su primo, pero mi mente proyectó como película todo su relato y me estaba excitando.
D: ¿Y qué pasó?
M: Pues eso wey, que se la enseñé y pues de ahí me ayudaba a jalármela. Te lo juro que a el le gusta, yo no lo obligué a nada, nunca lo hubiera hecho. El me buscó la verga, me agarró caliente y pues pasó.
Inconscientemente rocé mi verga dura por encima de mi pantalón, delatando mi excitación. Este detalle no pasó desapercibido por Mario, entonces el dejó de estar nervioso, supo que tal vez teníamos mas en común de lo que ambos sabíamos y llevó su relato por un camino más descarado y detallado.
M: No es justificación wey, pero es que neta sentir su piel suavecita y lisa, sus manitas chiquitas agarrándome la verga, era delicioso para mí. Cuando le enseñé a mamar descubrí el cielo wey, su boquita chiquita y caliente jugando con mi verga uff es el paraíso. Y a el le encanta mamar verga wey.
La forma tan descarada en que lo estaba contando me transmitió ese morbo y esa excitación y a este punto el ya lo sabía.
M: Mira, te voy a enseñar algo, es para que veas que no te estoy mintiendo. -Mientras dijo eso sacó su celular, no encontré la fuerza para irme, pensé en hacerlo, pero el morbo y la excitación me dejaron clavado en el sofá mientras daba un trago largo a mi cerveza tratando de calmarme.
Mi sorpresa fue real cuando en lugar de enseñarme las fotos o el video que yo vi, la pantalla de su celular reproducía un video distinto, en él se podían apreciar solo las piernas de Mario que estaba sentado en lo que supongo era la sala de su casa, y al fondo un arco que deduzco venía de un pasillo hacia otra parte de la casa. Mario subió el volumen del video para que yo escuchara:
M: ¡David! – se escuchaba en el video como llamaba la voz de Mario – David ven. -Mira lo que tengo aquí – siguió diciendo mientras la cámara enfocaba hacia su bulto cubierto por un short deportivo y le daba apretones suaves a la vez que en el arco aparecía un niño rubio, lindo, usando todavía uniforme de escuela que sonrió ampliamente al descubrir para que era llamado.
Sin decir nada el niño se acercó y se hincó entre las piernas abiertas de Mario y de inmediato llevo sus manos a acariciar el mismo ese bulto mientras que su primo mayor le acariciaba la cara a manera de aprobación.
M: ¿Te gusta mi verga verdad puto? – preguntó Mario en el video un tanto violento pero el niño lejos de sentirse agredido sonriendo asintió con la cabeza – yo se que si te gusta bebé. Chúpamela, mi amor que vengo bien calientito de pensar en ti.
David obedeció sin dudarlo medio segundo. Se podía notar que lo deseaba tanto como su primo. Liberó de la ropa de Mario una verga morena de unos 18 cm de largo por unos 5 cm de ancho y de inmediato la metió en su boca.
Los sonidos del video eran bastante explícitos. La boquita de David hacia un sonido de succión mientras trataba sin éxito de meter toda la verga de su primo dentro, la respiración de Mario era agitada y se interrumpía por sonidos de aprobación por parte suya.
El video terminó y le di el teléfono y me sonrió. Dejó el teléfono en el sillón y empezó a acercarse a mí. “Y pues así fue como empezó” me decía mientras ponía su mano en mi muslo peligrosamente cerca de mi bulto. Sin decir mas se abalanzó sobre mí poniendo su cuerpo sobre el mío quedando los dos recostados fundidos en un beso caliente mientras nuestros bultos duros se frotaban por encima de la ropa. Me separo las piernas abriéndolas con toda la experiencia que tenía y hacia movimientos pélvicos mientras me levantó la playera buscando mis tetillas con su boca.
“Me encanta chupar pezoncitos” me dijo entre jadeos al tiempo que me entregaba completamente al placer. Se levantó y me llevó a la habitación, antes de entrar a la cama se colocó detrás de mi y me sacó la playera y comenzó a besar mi cuello mientras desabrochaba mi pantalón para dejarlo caer y bajar mi bóxer, luego me giro, se sacó la playera y me sentó en la cama. Cuando se arrimó a mi cara supe que era lo que él quería, quería que yo liberara su verga igual que su primo lo hacia en el video, así que lo hice.
Saltó ante mí ese pene que aunque no era desconocido, no había visto en vivo todavía, un mástil gordo de carne de poco más de 18 cm de largo que ya tenía liquido preseminal en la punta, lo tome con mi mano y juguetonamente mire hacia arriba mientras me daba golpecitos con ella en la mejilla. Mario me sonrió, pero sin mediar palabra tomó mi cabeza y su verga y me la apuntó hacia la boca, así que sin más juegos comencé a chupar.
Los gemidos de placer de Mario inundaron la pieza, mientras tomaba mi cabeza con las dos manos y me comenzaba a follar la boca, primero lento y con movimientos cortos, luego más rápidos y mas profundos. Mientras lo hacia yo me masturbaba frenéticamente, el cuarto era un templo de placer para dos jóvenes calientes.
Me sacó su verga dura de la boca y me levanto para seguirnos besando con todo gasto de lujuria. Me comenzó a besar el cuello mientras apretaba mis nalgas y frotaba su verga dura contra la mí y me preguntó al oído: “Te puso caliente ver a mi primito comiéndome la verga ¿cierto?” a lo que solo asentí con la cabeza. Se separó de mí, tomo su teléfono y me puso de nuevo el video que me acaba de mostrar, tomé su teléfono con mis dos manos, me giró para quedar detrás de mi y besar mi cuello mientras yo lo miraba.
El frotaba su verga dura contra mis nalgas y entre ellas sin tratar de meterlo al tiempo que me comia el cuello y los hombros y con una de sus manos comenzó a masturbarme. Me gimió fuerte al oído mientras se corría al frotarse contra mi parte trasera y eso fue el detonante para que yo soltara mi propio semen derramándolo en la alfombra de su pieza.
Al terminar nuestro orgasmo nos miramos, reímos y me dijo que esperara que me traería una toalla para limpiarme.
Perdón por la longitud del relato, quería ser lo mas detallado posible para ustedes. Acepto sugerencias ya que es la primera historia que les cuento y por supuesto hay más que contar.
Que rico pero si rolo al primo?
gran realto con ganas de leer la siguiente parte
Como sigue?
Excelente relato… como sigue?
Que delicia de relato… me encanta que sea así de largo, ya que me das pie a que me pueda hacer una buena paja.
Excelente relato… me encanta como inicia esta historia. Ojala la continúes, ya que me has enganchado a ella 😋
Muy buen relato… me encanta tu forma de escribir y de narrar.
Pdt: A mi me encantan que los relatos sean largos.
Me encanto tu relato y espero que David llegue a ser parte de la historia entre tu y Mario. Espero con ansias la segunda parte. Saludos!
Como sigue?
Uufff… Después de masturbarme, aun tengo la verga dura de lo cachondo que me he puesto 💦💦 Que gran relato.
Muy bueno, me re calento tu relato,
Tremendo relato gracias 🤜🤛
Ahora mí mente
👉🔥👈
estas muy bueno porque te adentra a la imaginacion a la realidad ufffffff
Mmmm linda historia amigo… por lo visto somos varios los pervs que disfrutamos de esta onda ….. si quieres conversar de estos morbos mi tgm es @Albanib