Mi amigo y yo conocemos a un señor con su hijo y jugamos con ellos

Ahí estábamos, mi amigo Ángel y yo, apenas unos chiquillos de 15 años en la computadora de mi hermano mayor cuando de pronto vemos algunas cosas prohibidas, pero ricas..
Era una tarde luego de clases, mi amigo a quien llamaremos Ángel y yo habíamos ido a mi casa para pasarla jugando videojuegos y comer algo.

Dos muchachos con los 15 recién cumplidos y apenas por salir de la secundaria, la etapa más cachonda en la vida de un hombre, nuestro despertar sexual, es cuando te empiezan a interesar las chicas, te llaman la atención sus tetas creciendo, sus ricas nalgas y una buena conchita en pleno florecimiento, eso era lo que normalmente hablábamos nosotros dos cuando nos reuníamos en casa, pasábamos unas horas pegados a la televisión con juegos de video y cuando nos aburríamos, poníamos uno que otro video en la computadora de mi hermano mayor de música o cosas así.

Pero ese día en especial nos disponíamos a ver videos de cosas de juegos, cuando noté una carpeta extraña en la computadora de mi hermano, se llamaba:

«Calditodebbs»

Al principio no entendíamos que era, creímos que se trataba de alguna carpeta de tonterías de mi hermano, pero al abrirla aparecieron cientos de videos de bebesit0s lindos y tiernos con hombres ya adultos haciendo cositas bien ricas, en el primero que pusimos, estaban dos señores con sus pitotes morenos y peludos, dándoselo al bebé como si fuera su biberón y riendo y gozando mientras las cabezas de sus miembros sacaban juguito dejandolas resbalosas.

Yo cerré el vídeo luego de unos segundos de verlo con Ángel, pero para mí sorpresa al voltear a ver a mi amigo, lo veo con una erección que tenía su pantalón a punto de estallar, se le veía ya unas gotas por encima de la tela y quizá vi mal, pero parecía palpitar su pinga de lo dura que estaba.

Quisiera decir que yo no estaba así, pero la verdad es otra, mi tolete estaba también palpitando y como yo traía un pants de tela suave, era más evidente que estaba duro.

Creo que ninguno de nosotros jamás habíamos visto algo así.

-¿Por qué tu hermano tiene eso en su computadora?-preguntó Ángel.

-No sé, no sabía que él veía eso.

-Será entonces que le gustan los niños así?

-Pues, eso parece

Estábamos algo tensos y sorprendidos, pero hay que aceptar que los hombres somos cachondos y machos por naturaleza, cuando vemos esas cosas tiernitas pidiendo verga, rápido reaccionamos y nos calentamos.

Miré de reojo a Ángel y noté que tenía su mano acariciando su pinga por encima del pantalón.

Me miró y yo lo miré también fijamente, unos segundos, puedo decir que tenía cierta…»conexión» con Ángel, por algo era mi mejor amigo.

En su mirada pude notar la picardía, como el deseo de seguir viendo esos videos.

Al día de hoy no sé si fue el instinto o qué cosa habrá sido, pero algo me hizo pararme de inmediato, ir hacía la puerta de mi habitación y poner el seguro de la puerta para que nadie pudiera entrar, ni mi madre o mi hermano mayor.

No me importó que mi hermano tuviera su secretito en su computadora, al final es mi hermano y como hombres que somos, nos apoyamos en todo y tomamos todo un poco más relajado.

Así que me senté de nuevo y le puse a otro video, Ángel no dijo nada, sólo siguió acariciando su pene poco a poco, dándole suaves movimientos y escurriendo un poco de pre cum.

Vimos un vídeo llamado «Mi hijito Noé y su querido papi»

Aparecía un señor como de unos 25 años aproximadamente, con una trusa solamente que dejaba a la vista un bultote enorme y con pelos sobresaliendo entre la tela.

Era delgado, moreno, velludo pero se veía algo fornido, estaba en una cama que parecía ser de su habitación y tenía a su lado al que obviamente debía ser Noé.

No sabíamos si era su hijo o no, pero era un pequeño bebé como de 2 o 3 añitos el nenito, con un pañal todavía, chuponcito y sin camisa, dejando a la vista unas tetitas inocentes y suavecitas de color cafecito claro.

El que parecía ser su papá le daba besitos en la mejilla, despacito y disfrutando, luego poco a poco bajaba, y se los daba en la boquita, un besito y el bebé se reía, parecía que lo tomaba como un jueguito, un juego entré papá e hijo.

Ángel y yo estábamos casi a estallar con nuestros pitos por todo lo que estábamos viendo.

A ese punto, yo no aguanté y me bajé el pantalón y mi trusa dejando que Angel viera mi pinga negra y con pelos, tenía mis huevos colgando por el calor que había en mi ciudad y ya tenía pelos en ellos también.

Cómo mencioné él era mi mejor amigo y en una que otra ocasión habíamos ido al baño juntos a orinar y nos habíamos visto de reojo las pijas, pero nunca de esta manera, nunca se la había mostrado tan de cerca.

Al verme así Angel entró en más confianza y se bajó el cierre de su pantalón y luego también se sacó su pito, un pito un poco más blanco que el mío y con algo más de pelos en sus huevos.

Nos la comenzamos a jalar, subiendo y bajando nuestra piel de nuestras vergas, dejando ver las cabezotas que teníamos, hinchadas y relucientes de precum por tanta calentura.

El bebé del vídeo reía con cada cosita que le hacía su papá, le empezó a lamer sus tetitas y hacer soniditos graciosos para que el nene no se asustara y bajó poco a poco hasta su pañal, se lo estaba quitando.

Poco…a poco…

Podíamos empezar a verle las nalguitas a esa preciosura, cuando de pronto…

Y sin esperarlo…

Le llega un mensaje a mi hermano desde su computadora, ya que tenía abierto una sección de chats que no habíamos notado.

Ahí decía:

Vendrás hoy? Tengo casa sóla y hoy me toca cuidar a Danielito, podemos divertirnos con él como la otra vez, avísame.

Ángel y yo paramos en seco nuestra jalada de vergotas y nuevamente nos vimos fijamente.

¿Quién era el que mandó el mensaje y quién era Danielito?

Se me ocurrió entrar a la conversación y leer los mensajes anteriores para darnos una idea.

«Fue muy rico todo mi hermano, esa deslechada que me di en la boquita de tu hijo fue deliciosa»

«Me encanta cuando te sientas en el sofá y miras como disfruto con tu bebé y cómo el disfruta con la pinga de un verdadero macho».

Había decenas de mensajes así de ese chat, Tal parece mi hermano mayor se había estado viendo con un señor llamado Ricardo que tenía a un hijo de 4 añitos llamado Danielito.

Ángel y yo discutíamos sobre lo que estaba pasando, cuando llegó otro mensaje del mismo tipo

Era una fotografía de su vergota erecta y un lindo bebé blanquito dándole un besito a la cabeza de la pija.

-Esos deben ser Daniel y Ricardo- le dije a Ángel.

-Pero, entonces ya se habrán visto varias veces, porque hay chats desde hace meses.

-Ahora que lo pienso-respondi- mi hermano casi siempre se va por las noches a sus «prácticas de fútbol» pero en ocasiones regresa más tarde y no sabíamos por qué.

Ahora entiendo a dónde va y porque siempre regresa tan contento.

-Quien no regresaría contentó luego de montar a un nenito asi- dijo Ángel y se puso nervioso, abrió los ojos en grande pues quizá lo que dijo se le escapó, o pensó en voz alta.

-perdon, no quise decir eso, fue una tontería- dijo enseguida Angel para intentar ocultar lo que había dicho.

-jajajaja, no te preocupes loco, somos mejores amigos Bro y créeme, pienso exactamente lo mismo que tú.

Ángel sonrió.

-¿A poco no estaría delicioso tener a un bebito como ese para jugar a diario, darle de comer verga por su anito y llenarle las tripitas de leche?

Ambos queríamos saber que se sentía algo así.

-Si viejo, imagínate, mi tolete ensartado en la cola de ese nenito?- respondió Ángel

-Y por qué no lo hacemos?-dije en mi momento más caliente.

-¿Qué cosa?- dijo él

-Podriamos averiguar dónde es el lugar donde va mi hermano e ir también, quizá sólo a ver o quién sabe.

-Estas seguro de Loque dices viejo?, No sabemos si sea peligroso o si sea enserio todo esto.

Al principio noté a Ángel algo nervioso, pero tras dejarlo ver unos segundos más del vídeo del papá con su hijo aceptó.

Cómo dije, los hombres somos calientes.

Esa tarde le pedimos permiso a los papás de ángel para que se quedara a dormir con nosotros.

De este modo nuestro plan podría empezar.

Ángel y yo guardamos nuestros pitos para no desperdiciar la leche que se tomaría el bebé.

Pasamos la siguiente hora planeando como haríamos las cosas, hasta que entró mi hermano mayor a la habitación, parecía recién duchado, estaba semidesnudo solamente con una toalla por abajo.

Aunque no tardo ni 1 minuto y la dejó caer para tomar un bóxer que estaba en el armario, eso era normal entre nosotros, como hermanos y más aún como varones no sentimos pena al estar desnudos entre nosotros.

Mi hermano tenía ya sus 25, era alto, delgado pero atlético, velludo y nalgon, tenía una verga flácida como de 18cm que se convertian como en 22 parada, al verla me pregunté si ya se había follado a ese nene y si la respuesta era sí, cómo le había entrado todo eso.

Mi hermano a quien llamaré Pablo tomó su boxer y se lo puso, se acomodó sus huevos y se recostó en la cama.

Obviamente antes de que el viniera, yo ya había escondido todo de su computadora, para que no sospeche.

-Que andaban haciendo aquí encerraditos?- preguntó mi hermano Pablo

-Nada, aquí con los videojuegos

-Y qué hace la computadora encendida?

(Rayos, había olvidado apagarla)

-seguro andaban viendo unas buenas tetonas verdad? -dijo Pablo en tono picarón- no pasa nada,yo desde más chico ya me la jalaba viendo maduras y rajitas de las putas-dijo él mientras se ponía su camisa de fútbol.

-Hoy vas a jugar partido?

-Si, pero creo que llegaré un poco tarde, avísale a mamá porfavor

«Llegaré un poco tarde», era definitivamente voy a ir a romperle sus nalguitas a ese bebesito un par de horas».

Era nuestra oportunidad para seguirlo.

Apenas salió Pablo y se encaminó hacia su «partido de fútbol»

Nosotros salimos por la ventana con mucho cuidado de que no nos vieran en casa y comenzamos a seguirlo.

Fueron como 20 minutos de caminata cuando vimos que no fue al partido, nisiquiera pasamos por un campo de fútbol, fue directo a una casa algo alejada de todo, era una pequeña choza con rejas y pintura desgastada, rodeada de un montón de arbustos y árboles, se veía como un lugar habitable, pero no muy cómodo y muchos por fuera pensarían incluso que está abandonada.

Quizá ese era el secreto de que sea el lugar perfecto para jugar padre e hijo

Ángel y yo estuvimos todo el trayecto con nuestros pitos parados por las ganas.

Mi hermano entró y vimos que lo dejó pasar otro chavo, quizá ese era el papá de Danielito, se veía casi de la edad de mi hermano, tal vez unos años más.

Ángel y yo nos acercamos en silencio y rodeamos algunos arbustos para poder observar en la ventana.

Vimos a mi hermano saludando a este tipo, que estaba solamente con una trusa.

-¿Cómo has estado Pablo?…Danielito no deja de hablar de ti y pedir que vengas, jajaja a mi bebé le fascina que venga su tío Pablito a jugar con él, lo hace muy feliz.

-Me encanta hacerlo feliz hermano, por algo estoy en esto.

-Y hoy vienes caliente?-le pregunto el tipo a Pablo.

-Si, vengo con leche de sobra para mi nene consentido Danielito.

En un principio Ángel y yo creímos que se trataba sólo de un fetiche de mi hermano y ese tipo, algo como un juego donde fingían hablar de un bebé, pero que realmente no tenían uno.

Eso pensábamos hasta que el tipo entró en su habitación y salió nuevamente con Pablo trayéndole un bebito lindo de cabellos castaños, ojitos marrones y piel blanquita, se veía medio adormilado pero apenas vio a Pablo se le hizo una sonrisa que puso a mi hermano igual de feliz.

-Hola Daniel, soy tu tío Pablito, me recuerdas?

Pablo abrazo a Daniel mientras el que era el padre se sentaba en el sofá frente a ellos.

-Ha estado pidiendo su biberón sin parar hermano- dijo el tipo.

-Aaah bueno, es que desde bebés ya son bien putitos, verdad mi niño?

-Si loco, ahora desde nenes ya les encantan los hombres como nosotros, y pues no les queda de otra que complacernos, porque para eso están.

-Si cabron, ahora le voy a llenar de semen sus tripitas a tu hijo-dijo Pablo mientras sacaba su vergota de su pantalón.

-Has que disfrute mi niño-respondio el tipo

Mi hermano Pablo comenzó a poner el dedo justo en el ano del bb, mientras lo masajeaba como si se tratara de una conchita de mujer.

Se lamía el dedo y volvía a masajear.

El otro tipo también se sacó su pija para hacerse una paja mientras disfrutaba del show.

Por nuestra parte Ángel y yo también estábamos tan cachondos que nos dejamos llevar, ambos nos quitamos el pantalón y las trusas y nos quedamos con las bolas al aire mientras nos pajeabamos.

Imaginense, 4 vergotas de cabrones disfrutando de ver cómo jugaban con ese niño.

Pablo le quitó su ropita al bb y comenzó a chuparle todo como en los videos que vimos en su computadora, parecía ya tener experiencia en ello.

Jugaba con el penesito del nene, lo lamía, se lo metía en la boca y luego sus nalguitas.

Todos estábamos eufóricos y lanzando precum de ver esas escenas en persona tan deliciosas.

Pablo puso mucha saliva en la cabeza de su pitote y poco a poco comenzó a ponerlo en el hoyo de Danielito, quién al principio se reía.

Pero cuando sintió que comenzó a abrirle su ano rosita y apretadito, soltó un llanto inocente mientras su papá sólo veía orgulloso, veía cómo su hijito aguantaba a un macho vergon destroza culos.

Ya cuando iba a la mitad de la verga de Pablo, estaba chillando más fuerte, me imagino que sus tripitas están moviéndose de tremenda cogida y tremendo palo que tiene atorado en su ano.

Realmente Pablo por más que intentaba meterla entera, no se podía, quizá el hoyito del bebé aún no podía soportar tanto.

Pasamos unos minutos así hasta que escuchamos unos gemidos de parte de Pablo y el otro tipo, habían lanzado unos lechazos dignos de película porno, cremosos y abundantes, El pequeño Danielito quedó tan repleto de leche de macho que cuando lo dejaron a un lado del sofá, todo le escurría por las nalgas.

Ángel y yo no pudimos evitar también sacar unos ricos chorros de leche caliente, Ángel me salpicó a mi y yo a él, pero no tuvimos problemas con eso

Esa fue una de las pajas más increíbles y llenas de éxtasis del mundo.

-Y te gustó esta vez darte a mi nene?-le preguntó el tipo a Pablo

-Siempre me gusta dejar bien satisfechos a los bbitos.

-Hablando de eso, te tengo una buena noticia-dijo el tipo mientras sacudía su vergota ya deslechada- en unos días un amigo que vive fuera de la ciudad tendrá su casa sóla un par de días, por qué no vamos y llevo a Danielito par que juegue con 4 pijas?

-pero seríamos sólo 3 no? Por qué dices que 4 pijas?- dijo Pablo

-Pensaba que ya es hora que traigas a tu hermanito y le enseñemos lo rico que es jugar con un bebito, no crees?

-Tu crees que él quiera?-preguntó Pablo

-Pues querrá cuando sienta lo caliente y mojadito de las tripitas de un bb- respondió el tipo.

-Si, está bien- dijo mi hermano- Qué buena orgía ped0fila haremos.

Yo estaba viendo a Ángel en shock

En unos días me llevarían a conocer toda esta maravilla de ser el macho de un nenesito.

Continuará…