Mi amigo y yo nos cogimos a su hijo de 6 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Marco soy de México, tengo 27 años, delgado, 1.67 de estatura y soy pasivo.
Mi amigo se llama David, moreno tipo "chacal" (así le decimos en México, al macho heteroflexible de tez morena jaja), 1.
68 de estatura, con el cuerpo ligeramente marcado (practica mucho fútbol) y tiene 30 años; como buen macho versátil siempre dijo ser "heterosexual".
Es divorciado y tiene tres hijos, uno de ellos Valentin, el mayor, de 6 años.
Lo conocí hace cuatro años cuando ambos trabajábamos en un centro comercial como empleados de una tienda de servicios.
Era el típico macho que cuando no morboseaba una clienta, te platicaba de sus innumerables aventuras sexuales con sus novias, amantes y ex esposa; hacíamos buen equipo porque teníamos en común la afición por el fútbol y yo era algo así como el patiño de sus bromas y llevaderas, bebíamos cerveza y disfrutamos de una amistad común, incluso cuando de pura casualidad se me ocurrió confesarle mi homosexualidad.
Al principio pensé que su reacción seria de homofobia (era el prototipo de macho), pero lo tomo con relax, casi al punto de volverme su "patiño maricón".
Clásico en los amigos que descubren tu homosexualidad, siempre trató de llevarme "al camino del bien" jajaja, hablando de lo fantástico del sexo heterosexual.
Fuimos amigos sin ningún incidente hasta que dejo el trabajo; nos frecuentamos solo para tomar y hablar de fut, política y sus aventuras, pero un día.
La semana pasada, me llamó ya borracho para continuar la fiesta en su casa, fui y descubrí que además de tomado, estaba drogado con cocaina, por lo que andaba muy "activo y con energía".
Todo iba normal con nuestras platicas de siempre, hasta que llegamos al tema del sexo, que el solía evitar porque le daba asco saber lo que yo hacia.
-David: Wey, vamos por unas putas (vive cerca de una avenida con prostitutas), tu las pagas y yo me las cojo, jaja, bueno te coges a una.
-Yo: No mames, si ya sabes que lo que a mi me gusta es la verga, y ya no tengo dinero, y menos para putas.
-David: Ándale, no seas puto jaja, sirve que te haces hombre probando una rica panochita (vagina), invitame la puta.
-Yo: ¡Guacala, a mi me dan asco las vaginas!
-David: ¡No mames wey! neta no te da curiosidad ver una rica y jugosa panochita, y meterle la verga.
-Yo: No wey, neta, es más, nunca se me ha parado viendo porno hetero, solo se me para viendo porno gay o chavos que estén muy buenos en la tele o revistas.
Desvié el tema, porque ese wey casi siempre termina sacándome dinero para cualquier cosa, nunca para putas, pero no quería que fuera la primera vez.
Se metió más droga y yo me puse más pedo, y tocó el tema de sus ex, incluida una que lo cambio por otro.
-David: ¡No mames esa pinche vieja me cambio por un pendejo sin chiste! ¿o que, a poco no estoy bueno? (se desabotono la camisa, exponiendo lo bien trabajado que el futbol le estaba dejando su pecho y abdomen)
En ese momento al calor del alcohol, sentí como una corriente eléctrica de las piernas a la cabeza y de ahí de regreso a mi pene; nunca lo había visto con morbo (tengo "o tenia" como regla personal nunca meterme con amigos, casados u hombres con hijos)
-David: ¿A poco, no me pedirías que te coja cabrón?
-Yo (tratando de eludir): No como crees
-David: ¡Ya pendejo, no seas mamón e invítame una puta!
-Yo: ¡Que no cabrón!
-David: Andale y de paso contratas a un puto que te coja a ti
-Yo: No
-David: O si te quieres ahorrar una lana, la cojo a ella y luego a ti
Ahí, fue cuando me regreso el choque eléctrico, y pensé "No manches, este wey drogado y caliente, y yo me estoy calentando, pues algo podre sacar"
Fue entonces que se sentó al lado de mi y pude notar una gruesa erección en su pantalón, comprobando que ya estaba excitado, y me dijo:
-David: Mira todo lo que te vas comer (agarrando con su mano ese, no tan largo -17 cm- , pero si grueso miembro que clamaba por salir)
Entonces me decidí a tocarlo y pude sentir lo caliente que estaba, su cuerpo parecía contener un volcán por dentro a punto de hacer erupción; al principio se resistió volviéndome a decir puto y condicionándome con la contratación de una puta, a cambio de dejarme tocar.
Pero no pudo resistirse más mientras le tocaba la verga y me dijo:
-David: No mames cabrón, sabes que, ya me calentaste, a ver si es cierto que ustedes los putos la chupan mejor que una vieja.
Y dejó salir ese grueso y prieto pito que en su baja estatura se veía enorme y jugoso.
Comencé a recorrer su palo con mi lengua y estaba hirviendo, a pesar de ser una noche fría, casi podía oírse como mi saliva tibia hacia reacción con ese pito que parecía una sartén negro y humeante; lamí delicadamente la cabeza de su pene jugueteando con mi lengua para hacerlo desear que me tragara todo su miembro.
Luego me metí sus huevos, casi devorándolos, como si pudiera hacer gárgaras con ellos en mi garganta.
-David: ¡No mames pinche putito, que rico lo haces, uff que delicia cabrón!, ¡Cometela cabrón, cometela!
Entonces metí todo su pito en mi boca, devorando ese grueso y caliente miembro, al tiempo que el posaba sus manos sobre mi cabeza, como no queriendo que retirara mi garganta, a la que veía como una cubierta o una funda que le daba placer inmenso.
No se pudo contener más y se desvistió, me llevo a la cama dispuesto a cojerme.
Su calentura estaba mezclada con una rudeza que excitaba, sus palabras de dominio y posesión sobre mi me llenaban de un gozo que solo el grosor de su verga en mi culo superarían.
No lo creía, el más macho de mis amigos, me estaba cogiendo, era tal su desvarío (quizá por las drogas mezcladas con calentura) que no sabia si cogerme o hacer que se la chupara, porque alternaba un acto con otro.
En una de esas mamadas alternadas, se abrió la puerta (yo estaba en el entendido de que estabamos solos) y entro su pequeño hijo Valentín de seis años, vestido solo con un short y una camiseta sin mangas.
Inmediatamente me asuste y retire de su papa, quien sin embargo, parecía sustraido de este mundo, con la mirada perdida por la intoxicación y la lujuria, me puse rojo de la vergüenza y me cubrí con una sabana lleno de miedo.
Pero el niño no denotaba ningún gesto de sorpresa o pena y pregunto tímidamente:
-Valentín: ¿Que haces papi?
Saliendo de su letargo, David volteo a verme y me dijo,
-David: mi vieja me lo encargó porque sus hermanos están enfermos, y se me olvido que aquí estaba en su cuarto dormido jaja.
Vi mi vida en un segundo, tenia pavor de pensar en lo que el haría o su hijo por ese momento bochornoso, pero esa idea se modificó radicalmente con lo que ocurrió después y no explico aun.
David con la mirada perdida volteo a ver a su hijo y le dijo:
-David: Jugamos a darle amor a papi, ¿quieres jugar mi vida?
-Valentín: ¿Como la otra vez papi?
No existen adjetivos que describan lo que me paso por la cabeza, no podía creer que mi amigo hubiera tenido alguna experiencia sexual con su hijo y menos que yo fuera testigo de esas palabras.
Pero a la vez, el alcohol, el morbo, la calentura y una extraña fuerza que iba de mi cabeza a mi pene me prendió lo suficiente para no intimidarme por lo que vería.
El niño se acercó titubeante pero sin quitar la mirada de su papa, parecía extrañado más por mi presencia, que por la condición de su padre.
-Valentin: Tengo pena papi, ¿quien es el?
-David: Es un puto que me quiere mucho
No sabia que decir, algo me detenía para hablar y salir de ahí.
Valentin se acerco a su papa, el le acaricio la cabeza y la mejilla y le dio un tremendo beso, no de piquito, sino introduciendo su lengua y entrelazándola con la de su hijo, quien torpe y tímidamente respondió con intensidad, a ese momento tan erótico.
Al terminar el beso:
-David: Dale un besito a la verga de papi, como a ti te gusta, para saber que me quieres mucho
-Valentin: Si papi, quiero de tu lechita
El niño tomo el palo de su papa y lo introdujo lentamente en su boca, al tiempo que David se tomaba los cabellos, alzaba la cabeza y sonreía con placer, La garganta del niño se llenaba y sus cachetes mostraban el delicioso bulto que paseaba por su garganta.
Yo estaba inmovil y morbosamente atento a lo que veía, no lo pude evitar y comencé a jalarmela, convencido de que era lo más caliente que jamas hubiera visto.
Despues David me pidió que me acercara y me beso, para luego decirme:
-David: ya se quien te gana a esto
-Yo: No mames cabron, ¿que pedo?
-David: Pues ya ves wey, desde un día cuando lo cuidaba siendo bebe de un año, estaba bien pinche caliente y drogado como hoy, su mama no estaba y yo me la estaba jalando en mi cuarto.
Lo escuche llorar en su cuna, corrí a verlo, lo tranquilice, olvidándome que traía la verga de fuera y todavía dura.
Lo recoste y me estire para alcanzar su juguete en el buro, quedando mi pito sobre su cara, el lo tomó y lo dirigió a su boca.
Me entro el pinche morbo y le puse la punta de la verga en la boquita, ¡uuffff no mames cabron!, esa pinche sensación de sus labios suaves y su saliva tibia en mi pito, succionado como si fuera un chupón o la teta de su mama me volvieron loco; me acabe viniendo en su boquita y desde entonces me dedique a cuidarlo más, para tener otros momento como ese.
Cuando tenia dos años, estando solo otra vez, me desnude con el y me hice una chaqueta (masturbación) fantástica con sus nalgas hasta venirme.
Ya más grandecito lo acostumbre a jugar conmigo durante el baño, chupandome la reata o jalandomela, eso si besandolo muy rico para que vea que es con amor jajaja; y el año pasado me lo estrene cogiendomelo, una noche que su pinche madre no quiso reconciliación.
No daba crédito a lo que había escuchado y me termine por calentar, voltee a ver al niño, y con una mirada cómplice y morbosa el me dijo:
-David: ¿Que pedo puto, me los cojo a los dos, o quieres probar?
-Yo: No se wey, y.
(me callo con un beso y poniéndome el dedo en el culo)
Retiró de su verga al niño y le pidió que me la chupara, y en efecto, esa sensación de una lengua pequeña, una boca con labios suaves y una saliva tibia y clara recorriendo tu verga son mágicas.
Al mismo tiempo David, con una cara de total morbo nos empezó a tocar alternadamente a lo dos en el culo con una mano y a jalarsela con la otra.
El niño pasaba mientras, de una verga a la otra, y cuando me acercaba a besar a su papa el me retiraba como si estuviera celoso; entonces David se recostó y dijo
-David: ¡Orale cabrones, mamenla!
Era deliciosamente excitante la escena, la pequeña boca de Valentin y la mía compartiendo el grueso y venoso miembro viril de su padre, el mismo que le había dado vida (cosa que me calentaba más)
-David: ¡Eso putitos, eso, comancela toda, es suya hijos de la chingada, saquenme la leche, ufff, que rico, mmm, ahhh, ahhh, si, si, a huevo cabrones, a huevo! (sus expresiones eran un motor más para excitarme)
David estaba entregado a un frenesí de lujuria que yo no quería desaprovechar y asumí la situación, me fui hacia su boca, lo bese y el me respondió el beso, me volvió a poner el dedo en el culo y yo me regrese a su parte baja, esta vez para mostrarle la mejor herramienta para volver loco a un heteroflexible, le mame su zona prostatica (entre el culo y lo huevos pues) y masajearla levemente.
-David: ¡Ah, no chingues cabrón, que rico! siguele ufff
Valentín seguía chupando la verga y huevos de su papa, y David empezó a dilatarle el culo con su dedo,.
-David: (Dirigiendoe a mi) checate esto, este pinche culito (el mio) y este otro (el de Valentin) son míos cabrón, mios pinches putos! Ahora si perros, les llego el momento (parándose, se dirigió hacía su hijo y le paseó la verga por las nalgas, como recordando las chaqueta que se hacia en lo viejos tiempos, la intensidad y lo bien que embonaban las nalguitas en su miembro, eran la cuspide de lo excitante)
-David: Valentin, mi amor, papá te ama y quiere que cuide dentro de ti a tus hermanitos otra vez
-Valentin: (con alegria) ¡si papi si, quiero que me metas el pito otra vez!
-David: Tu chupame los huevos mientras Marquito
Una nueva escena para volar, el comenzó a penetrar a su hijo, un hoyito que se veía ya entrenado y yo le chupaba sus negras y jugosas bolas, no necesitaba hacer esfuerzo, pues el movimiento penetrando a su hijo, producía el vaivén que mi boca necesitaba para darle una mamada espectacular.
-David: ¡Oh si, ahh, mi vida, chiquito, tu papi te ama, toma su verga, toma la verga de papa mi amor, ufff, ah, uuhhh, aggg.
-Valentin: ¡Papi, te quiero ayyy, te quiero mucho ah aha, ayy! ¡me gusta que cojas!
-Yo: Ah, no mames cabron, te amo, es la pinche experiencia más rica de mi vida
-David: Viene lo mejor putos
Después de uno minutos, David se retiro de su hijo y me dijo:
-David:Cogetelo cabron, vamos a hacer trenesito.
Decidido, me puse el condón (su papa lo cogió a pelo) y fue mágico, ese culito rosita y apretadito parecía succionar poco a poco mi miembro en un éxtasis indescriptible, al tiempo que David penetraba también mi culo con dureza.
Una vez más los movimientos de David producían el vaivén que yo necesitaba, esta vez para coger a su hijo.
-David: eso putito eso, chingate a mi morrito cabrón, que yo me chingo tu rico culo, eso así puto, así mi putito!
Luego de unos minutos, David decidió regresar a la que quizá fue la posición que mas le gustó, cogerse a su hijo, mientras yo chupaba sus bolas estimuladas con el movimiento de su verga entrando y saliendo del culito.
-David: ¡Ah cabrones, como los amo pinche par de putos, ah, ahh, ahggg, así, así, perros, se entregan con madre, son unas maquinas, uuhhh, uufff, ah, ah, si, si, si.
-Yo: ¡Que huevos tan rico tienes cabron!
-David: ¡son tuyos cabron, cometelos ah aha!
-Valentín: Ah, ah, papa, te amo, te amo, quiero ser tuyo siempre, quiero que.
ah ah ay ay!
-David: Si mi vida, si cabronsito, tu papi esta para darte verga, uufff, ah, ahh, aggg
El cenit del momento llegó, David se corrió dentro de u hijo, al tiempo que dirigía el cuerpo del infante hacia un beso que sello el glorioso orgasmo, mismo que excitantemente pude sentir cuando mi boca, pegada a sus bolas, sintió el chorro de leche conducirse por el el rico conducto que yo mamaba.
Se tiro sobre la cama, y nos beso apasionadamente a ambos, y exhausto exclamo
-David: No mamen, que buena cogida.
Alguien hoy activo leyendo éste relato ?
Yo, hola