Mi atracción por los gorditos 2
Mi amigo Francisco, el gordito del se masturba frente a mi y mis demas amigos mientras jugábamos en la escuela. En mi casa aprovecho para jalarmela teniendo mi primera eyaculación.
Cuando uno descubre el placer en la primera masturbación cambia todo. Las hormonas se alborotan y nacen nuevas sensaciones el cuerpo y comienzan los cambios. Después de lo sucedido con el maestro, me ganó el impulso por empezar a explorar y conocer mi cuerpo, ya notaba que los bellos púbicos empezaban a salirme, delgados como los bellos de la ceja, estaban dispersos. Yo aprovechaba el tiempo a la hora de bañarme, imitaba como había visto al maestro, las primeras veces no lograba concluir, por lo tanto no sabía si ya eyaculaba, pero si tenía hilillos de líquido pre seminal y me emocionaba por ello.
El último día antes de las vacaciones de invierno, se suele hacer un convivio por la navidad en día éramos libres de jugar por toda la escuela el tiempo que quisiéramos. Éramos un grupito de 5 niños, nos llevábamos con casi todo el salón, le habíamos agarrado gusto a jugar a las escondidas pero aventándonos un balón cuando se encontraba a alguien.
En la parte trasera de la escuela, por los últimos salones había un árbol grande con una rama torcida hacia abajo donde los más aventados subían a jugar, no muchos iban a aquella zona pues se decía que por la forma del árbol este era la casa de la llorona. En fin, buscábamos un lugar donde escondernos pues el perdedor daría sus dulces al que lo encontrara. Uno de mis amigos nos dice que fuéramos ahí donde estaba el árbol y fuimos.
Nos escondimos, subiendo a la rama. Mi amigo Francisco era un año mas grande, ya tenia 12 ya casi 13 y también era mas alto y gordito, de esos que ya empiezan a estirar el cuerpo y la ropa les empieza a quedar pegado marcandose más el paquete y las nalgas cuando habia deporte. Al subir resbaló de la rama jalando a mi otro amigo Elmer por el pantalón bajándoselo; pero no cayo al suelo, nos burlamos de mi amigo pues había queda solo en trusa de dibujitos y nos reímod, se sube el pantalón todo apenado y diciendo que ya nos escondiéramos. En una distracción, Elmer le baja el short a Francisco llevándose también sus calzoncillos hacia abajo, este se vira y se molesta con Elmer y los demás nos reíamos, pero nos callamos cuando vimos que ya tenía bellos en la base del pene, más gruesos que los míos; se tapó, diciendo que le veíamos, en la natural forma de hablar de un chavillo le dije que ya tenía pelos en pito, respondiéndome que si porque ya era un hombre, nos pregunta si nosotros no teníamos. Yo le dije que sí que ya me estaban saliendo pero estaban pequeños, Elmer y Joel dijeron que no, solo Licho dijo que igual que yo ya le están saliendo. A lo que Elmer nos dice que mostremos para ver si es verdad, me invadió la pena y le dije que no pero Licho se desabrocha el pantalón, baja el cierre y se baja el pantalón con todo y trusa mostrando su pene, tenía más bellos que yo pero igual de delgados, a lo que me dice que yo también lo haga, muerto de la pena, me bajo el short luego me bajo la trusa mostrando mis genitales unos segundos y me tapo con las manos.
Francisco se ríe y le dice a mis otros amigos que muestren su pito, y sin pena se bajan el pantalón, mostrando sus penes lampiños. En eso Francisco dice a ver quien la tiene más grande, nos acercamos en un círculo riéndonos y mirándonos el pene a cada uno. Francisco la tenía más grande, con el prepucio a mitad del glande. Le seguía Elmer con pene circuncidado blanquito, parecía un dedo gordo; luego yo con pene sin circuncidar, moreno pero con pequitas. Después Licho, con un pene claro sin circuncidar, estaba hacia un lado. Y Joel de pene morenito que contrasta con el resto de su cuerpo por ser el más güerito.
No mirábamos riendo, entonces Francisco lanzo la pregunta del millón, si ya nos hacíamos la paja y nos salía leche, los demás dijeron que no, yo dije que si me masturbaba pero aun no sabía cómo hacer que salga leche. Se rio y nos dijo que el sí y que es algo padre, de pronto empezó con los movimientos de la mano que yo ya conocía, se estaba masturbando.
El pene se le erecto poco a poco quedando hacia abajo, algo extraño para mí, pues el mío se erecta hacia arriba y como había visto igual al del maestro. Se estaba concentrado en su faena, se tensaba el cuerpo pegando las piernas, poniéndose de puntillas, curveando leve la espalda hacia atrás. Después de unos minutos estaba sudando, los demás ya nos habíamos puesto la ropa, hasta que empezó a bufar, aflojo las piernas, alzó su cabeza hacia el cielo con los ojos cerrados, apretando la cara, hizo un largo ahhh, mientras de su pene salía un líquido blanco y transparente que cayó en el suelo, en su mano y algo en su pito, agito su mano para quitarse lo que tenía y luego apretó con su dedos el cuerpo de su pene como exprimiéndolo, salió un poco más del líquido viscoso, lo recogió con su dedo lo olio para luego aventarlo al suelo.
Nos vimos con la cara de sorprendidos y el riéndose nuevamente nos dijo eso era jalarse la verga y sacar leche. Joel le pregunto si no dolía, nos dijo que no que la primera vez que le salió fue algo chingon con un calambre en el cuerpo. Yo le pregunte que como aprendio a hacerlo, a lo que dijo que descubrió a su hermano haciéndolo y después él le explico que era y como se hace porque ese cosa de hombres y debe aprender, para cuando él sea más grande se pueda coger a una mujer, nos reímos todos. Mientras se subía la ropa me quedé viendo a este gordito recordando el librito de mi tio, su pene como había erectado como 13-14 cm con la base mas ancha que la cabeza, sonó la campana su mirada quedó con la mia y me guiñó el ojo, se limpió su mano con su calcetín, nos acomodamos la ropa y fuimos al salón riéndonos, antes de llegar al salón nos dijo que no podiamos decirle a los demás porque es un secreto de hombres, así le había dicho su hermano y si lo hacemos tenemos que escondernos en el baño o nuestro cuarto. Ya para cuando nos íbamos a nuestras casas, Licho dijo que lo iba hacer y que regresando de vacaciones nos iba a contar y todos dijimos que también lo haríamos.
Los primeros días de las vacaciones buscaba el momento para masturbarme pero nomás no había el chance. Al vivir 4 personas entre 4 paredes no hay espacio para estar escondido, ni se cómo le hacían mis padres para tener sexo. Una tarde, por el frio a mi hermanita se le complicó su asma, mis papas la llevaron al médico, dejándome solo en el cuarto pero vigilado por mi tía. Estaba entretenido en un rompecabezas, cuando mi tía me grita desde afuera que se va con la vecina porque haría rosario con ella. Seguí con mi labor, cayendo en cuenta que estaba solo y era mi oportunidad para jalarmela, me bajo el short frente al espejo de mi mamá y comienzo, pero nomás no conseguía una erección, subo mi ropa y voy al cuarto de mis tíos, justo a la caja de beisbol de mi tío Kike y lo encontré, el librito, lo metí bajo mi ropa y de regreso al cuarto me bajo la ropa pero atento a la historia, me detengo en los dibujos donde la chica le hace un oral al señor y se muestra el dibujo de su verga a todo explendor, recuerdo como lo hacia Francisco, tensé las piernas, subí la intensidad del sube y baja, aunque mi mano cubría exacto mi pene me entregue a mi sensaciones, la piel se me erizaba, apretaba mis nalgas, me ponía de puntillas pero viendo las imágenes, sacaba algo de saliva para tener el pene mojadito y sonaba, de pronto siento un calor que viene de los pies a la cabeza, un calambre, siento más duro mi verguita, mis testículos se contraen y en una explosión de sensaciones mi pene aventa los primeros chorros de semen que caen sobre en el espejo, el piso y mi mano, jadeando siento perder las fuerzas de las piernas y se doblan, pero no caigo, mi respiración esta agitada, estoy sudando, toco de nuevo mi pene y siento como palpita y se desprenden residuos de semen del orificio.
Me llevo mi mano con semen para olerlo, un olor como hierro parecido a la sangre, la curiosidad de tocar algo viscoso que parece ser convertirse más líquido, lo pruebo me da algo de asco y no, no sabe a leche, entendí que le dicen así por el color mas no por el sabor. Veo el libro mojado con un chorro de semen, me subo la ropa, estoy sudando, busco como limpiar el espejo y el piso, en lo que pienso que el libro mojado se dará cuenta mi tío si lo regreso, limpio las hojas con mi ropa y lo meto a mi mochila de la escuela tratando de esconderlo bajo mis libros. Me metí al baño a limpiarme, observo mi pene, el glande está cubierto con un líquido baboso como saliva, me lo lavo y salgo del baño en lo que veo a mis papas llegar.
Hasta aquí con el relato de hoy, como les comentaba en el primer relato, cuento mis vivencias poco a poco, espero no ser tan aburrido, mientras disfruto y revivo en mi mente mis experiencias. Gracias.
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