Mi atracción por los gorditos 5
Un ensayo en la casa de un chavito amanerado, el gordito cholo del salón… La tarde de mi primera vez probando un culito..
La secundaria fue para mí un total cambio, se ser un chamaco extrovertido, poco a poco me fui aislando de los demás. Ya no tenía amigos, como antes, pero tuve dos amigos con ellos me lleve durante los tres años de la secundaria. Había un chavillo amanerado Nahum, el típico niño en un grupo de puras niñas, una de ellas era Ana, la que me gustaba.
Después de lo pasado con mi primo, había ciertas cosas que me excitaban, como que mis compañeros se quitaran la playera después de la clase de deportes, verlos sudados me causaba morbo. Para cuando ya estábamos en tercer grado, le tiraba la onda a Ana con más confianza y con las hormonas más alborotadas me la pasaba todos los días dedicándole unas jaladas y de vez en cuando pensaba en uno de mis compañeros, Roger, un chavito medio cholo y gordito. Un sábado, estaba ayudando a mi papa lavando el coche, cuando vi pasar a Roger en dirección de la casa de Nahum, salgo a la calle y efectivamente ahí se dirigía pensé, quizá era por algo de la escuela o algo se le había olvidado en el ensayo de ayer.
El lunes, en clase de taller teníamos que mostrar un avance de la obra a la maestra, tuvimos que cambiarnos con el vestuario. El tema era sobre una leyenda prehispánica, obviamente, el vestuario eran los típicos taparrabos de tela beige sobre la ropa interior; con el valemadrísmo que le caracteriza, estando en el baño Roger se baja lo pantalones quedando en bóxer de licra que le marcaba el paquete, le seguí la corriente al igual que Nahúm, en eso se inclina frente a Roger, este se ríe y le toca las nalgas a lo que él le dice “aquí no” y se ríe, Nahum me mira y me guiña el ojo. Presentamos la obra, la maestra nos hace las correcciones, ya para la salida Nahum nos dice que tenemos que ensayar más y quedamos ese día para ensayar ya que no había tareas por hacer.
Esperado el transporte para ir a mi casa, Nahum se acerca, me pide unas monedas prestadas para completar el pasaje, le digo tengo exacto pero que me dé la diferencia para pagar por los dos. En el trasporte se sienta conmigo cosa que nunca hacía, no hablamos, ya bajando en la esquina donde nos dejaba el transporte me dice que si quiero puedo llegar a las 5 para repasar mis partes y la parte del baile que hacía en la obra, le digo que sí, me recuerda que pase directo a la parte de atrás que ahí estaría. No encontré nada extraño en su sugerencia, pues si soy medio torpe en eso del baile que tenía que hacer. Llegando a la hora espere hasta 10 min para no llegar muy exacto a las 5, el portón estaba abierta, entre si avisar como me había dicho, estaba el auto se su papá, lo rodee y antes de llegar a terraza trasera de su casa, escucho unos gemidos.
– Sii, sii, no tan bruto… así, apriétame
Plash, plash (el sonido hueco de unas nalgadas)
Quede paralizado con lo que escuchaba, claramente era la voz de Nahum pero con quien estaría cogiendo, sus quejidos eran bajos y llenos de calentura.
– Ponte de cuatro, así como te gusta pinche golosa
No lo creí, me traje saliva, algo en mí se prendió y la calentura invadió mi cuerpo, haciendo reaccionar mi verga, marcándose en una carpa en mi short deportivo. Era la voz de Roger. De pronto deje de escuchar los quejidos, pensé que estarían acomodándose cuando al querer asomarme me encuentro con la cara de Nahúm frente a la mía, con una sonrisa de oreja a oreja, alarga su mano y me jala hacia donde estaban y quedo abobado cuando veo a Roger jalándose la verga morenita que se le salía de la mano que la tenía apretujado. Era morenita, el glande oscurito, con prepucio, tenía líquido seminal o saliva, de 16 cm quizá, gordita. Él se estaba riendo, tenía el short hasta las rodillas, sin camisa. Nahúm tenía su short hasta los pies, con la camisa a la altura de su pecho.
– Es cierto que tu también me quieres comer la verga? Me preguntó Roger
– Chale ni que fuera tupo. Le respondí mientras veía a Nahúm.
– Ay no te hagas mira como se lo estás viendo. Dijo Nahúm mientras se ponía de rodillas y agarraba el pene de Roger.
El hacia una mamada que el otro parecía disfrutar mientras cerraba los ojos, se la traga casi completo, le mordía el glande, subía y bajaba, lento luego rápido. Se la sacaba y se metía un testículo en la boca, este chavo tenía una buena práctica. Yo me sobaba la verga sobre la ropa, Nahúm se volta a verme, me pide acércame, de un jalón me baja el short con todo y bóxer, se mete mi verga en la boca y me pierdo en su mamada. Deberás este chavo tenía un nivel de experiencia, su lengua hacia círculos sobre la cabeza, sentía como absorbía mi verga como tratando de sacar lo que tuviera dentro, agarraba mis testículo y los jalaba. Era una sensación completamente nueva. En eso Roger le hace parar el culo, quedando en 4, se escupe la verga y se la manda adentro sin titubear, provocando que se meta toda mi verga en su boca. El ritmo se su mamada iba con el bombeo que le hacía Roger. Aprieto su cabeza para pegarse a mí, haciendo un mete saca en su boca.
Nahúm quejándose y Roger mordiéndose los labios, verlo así me entró una ganas de estar en el lugar de Nahúm para que estuviera metiéndome su verga en mi culo casi virgen. Se sale de su culo y le dice que se la chupe para que se trague su leche, Nahúm obedece, se vira a él mientras Roger se sienta, así en 4 patas Nahúm me ofrece su culo abierto. Aunque mi verga es pequeña por uno o dos cm a la de Roger pero del mismo grosor, me pongo de rodillas para acomodarme a la atura de su trasero, escupo en mi verga y se la pongo en la entrada, sentir su esfínter rojo y caliente con la cabeza de mi pene me da un escalofrío, agarro su cintura y se la dejo ir, más caliente que la entrada y apretando mi verga. Comienzo el bombeo, un ritmo torpe por mi inexperiencia, solo empujando, sin el movimiento de cadera; Roger viendo mi torpeza…
– Sácate la verga pero deja la punta dentro y se la metes de golpe, lo aguanta.
– Hay que enseñarte, creo que es su primera vez, que emoción. Dice Nahúm con voz de niña
Hago lo que Roger me dice y lo repito unas 4 veces, me caso de estar arrodillado, me paro, abro las piernas y flexiono para alcanzar a meterle de nuevo la verga, agarro un ritmo mejor y bombeo el culito de Nahúm con gusto, hasta que escucho sus quejidos más fuertes, obligando a mamarle con más fuerza la verga de Roger. De pronto, siento como aprieta con más ganas su culo, escucho como se queja Roger y por su expresión veo que está echándose en la boca de Nahúm, ver como este chavo sudando llega a su orgasmo aumenta mi excitación haciéndome venir dentro de Nahúm, quien siente mis líquidos dentro suyo, mirándome a ver y diciendo que no le avisé que ya me corría. Se acomoda, haciendo salir mi pene que perdía su rigidez con un sonido de plop…
– Te pasas, no me dijiste que ya ibas a terminar
– Es que no me aguante, perdón, no sé qué me paso
– Voy a tener que lavarme otra vez, ahorita venga, pónganse su ropa.
Sin subirse la ropa, entra a su casa, dejándome con Roger que se estaba poniendo su playera primero, yo me subí el bóxer acomodando mi verga que sentía crecer por estar viendo a Roger con verga flácida menearse junto con sus testículos grandes. Sin darme cuenta me estaba viendo y me dice:
– Chale wey tu también me la quieres comer, eso me dice Nahúm que me ves mucho, que pedo cabrón, quieres que te coja también.
– No wey… solo no había visto otra verga (mintiendo) no digas mamadas.
– Mamadas me das jajaja sacudiéndose la verga que estaba reaccionado otra vez
– Cállate wey
– Tons para que me sigues viendo
– Nada… me di la vuela y me jala
– Una chupadita nomas wey se ve que quieres, me estás viendo como Nahúm me veía, sino ya le digo a lo cabrones que eres puto.
– No mames no digas mamandas wey…
– Tu sabes… me jala para agarrar su verga.
No dije nada y se la agarré, el mismo se movía en mi mano. Solo me incliné y me le di un lengüetazo, le chupe la cabeza, le lamí de nuevo y casi para chupársela me la mete con fuerza en la boca, me aparte le dije ya wey…
En eso alguien hablo desde la calle, eran los demás. Nos separamos, se subió la ropa, me puse nervioso, me di la vuelta y me volvió a agarrar…
– Tu no dices nada y yo tampoco, no me conviene men que se te suelte la boca, sino te la surto.
– Ni madres wey, le dije.
Fueron llegando los demás, ensayamos, como si nada. Ya cuando iba a ir para mi casa, Nahum me dice que cuando quiera solo le avise y que a cambio me iba a ayudar con Ana. Le dije que sí y me fui. Solo lo fui a ver tres veces más hasta que salimos de la secundaria, la última vez fue como pago por ayudarme a andar con Anita. Sabía que Roger se lo seguía cogiendo también porque muchas veces lo vi salir de su casa, no nos hablamos desde ese día en casa de Nahúm, yo por pena y el por orgullo.
Hasta aquí la 5 parte, disculpa si es largo, recordar este momento fue emocionarme otra vez, en la siguiente ya les hablare de como conocí a mi mejor amigo y sus secretos. Gracias
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