Mi aventura con Don Alberto
Un señor que me viene partiendo el culo desde hace meses, me tiene una gran sorpresa en su casa.
El señor Alberto, es un don que tiene un pequeño super en nuestra cuadra. Es muy conocido por todos.
Pero aunque el señor Alberto se vea como un hombre hecho y derecho, hace cualquier cosa por encontrar a un wirro a quien meterse la.
Ese wirro claro que hiba ser yo. Ya habíamos tenido 2 rosadas ya. Una cuando ya estaba cerrando el supersito en la noche. Y otra cuando me lo encontré el la calle por la noche. Siempre era así, por la noche así nadie se daba cuenta que don Alberto era todo un mete pollas.
El plan que el realizó yo ya estaba medio enterado. Sólo que no con todos los detalles, el plan era que después de cerrar ese día una hora antes nos iríamos a su casa a tener una buena noche, ya que mi madre pensó que me quedaría en la casa de un amigo.
Yo ya estaba listo para esa noche, me puse mi mejor calzoncillo delgado para disfrutar de una buena polla. A cambio me ganaba cosas regaladas del minisuper muy seguido.
Don alberto es un hombre maduro ya de la tercera edad, por ahí de los 54 años. Gordo moreno, y muy velludo algo que me encantaba mucho de él en ocasiones. Canoso, ojos marrones y una sonrisa que me encantaba ya que este tenia un diente de oro. Que aunque no lo crean me eccitaba más.
Llegue al minisuper ya cuando ya estaba guardando todo. Al llegar me vi, si no había alguien más por ahí, y como ya estaba vacío me acerque a el y le di un beso en esos bellos labios que el tenia. Siempre su bigote y barba canosa me hacían cosquillas pero me encantaba.
Me pregunto si ya tenía todo listo. Y le dije que si, el me dijo que me esperará un momento mientras terminaba de cerrar.
Al cerrar todo nos dirigimos a su casa, la cual no quedaba muy lejos. Pero si era algo alejada. Por eso no le preocupaba que me vieran con el.
Al llegar a su casa. En los muebles estaban un hombre y un jovencito más delgado que yo. Al principio me preocupe pues pensé que tal ves el tenia visita o peor que tal si era mi último día de vida.
Pero ellos nos dijeron que esperaramos en la sala, mientras ellos ordenaban todo. Y ahí es cuando tuve una platica con ese otro chico.
El se llamaba Marcus, era muy delgado más que yo, piel blanca y con lentes. Al parecer era sobrino de el señor alberto y don Kristian. Siendo este hijo de la hermanastra de ellos, yo estaba sorprendido. No pensé que don Alberto tenia hermanastras. Pero Marcus me contó que el y don Kristian tenían sus roces y que ellos dos eran por así decirlo amantes. Marcos tenia la misma edad que yo 16. Al principio pensé que don Kristian y Marcus hiban a tener sexo en otra habitación. Pero después de que don Alberto salio nos hizo pasar a los dos.
La sala estaban 2 sofá cama. Cada uno pegado al la pared. Y en medio había una mesa en la cual habían cervezas y algunos dildos.
Al principio pensé que esto sería una locura. Pero después don alberto me dijo que me fuera preparando. Y el empezó a estarse quitando la camisa. Yo empecé a desnudar me igual. Y note que Marcus y don Kristian. Ya se estaban besando mientras que don Kristian le empezaba a bajar el pantalón a Marcus.
Yo como andaba ropa cómoda. Me quite la camisa y el short de prisa. Don alberto se quitó la camisa dejando esa barriga morena al descubierto, También se bajo los pantalones dejando ver esa rica verga morena de 22 cm. El se sentó en el sofá cama para más comodidad y me dijo que comenzará.
Y así hice, comence a estar le chupando esa rica verga, de arriba abajo. No me la podia meter toda pero el tener el placer de probarla era majestuoso. Se la chupaba y besaba esa cabecita roja que se cargaba que me encantaba.
Y pude notar que Marcus estaba marturbando al señor Kristian. Pero me centre más en el señor alberto. Después de una chupada más en donde hasta la cabecita enroye con mi lengua. Se corrió. Yo me trague ese amargo y pegajoso semen que me encantaba de don alberto.
Yo me subí en el, dejando en su barriga mi pene, lo tome de la barba y empecé a besarle, con lo que quedaba de semen en mi boca, juntando mi lengua con la suya.
Don alberto me dijo que me volteara y me subiera en su verga, y es lo que hice. Esta estaba bien parada, me coloque la puntita en el ano y empecé a meterme la lentamente.
La verga de don Alberti sobresale por su tamaño de 22 cm. Ya que su barriga tapaba de su grosor.
Era mi primera vez metiéndome la sin Condon con el señor Alberto. El me tomo de las manos para así tener más equilibrio. Y así empece con la piernas levantando me y dejándome caer en aquella vergota que tanto me encantaba.
Dolió un poco pero gracias al lubricante entro rápido, y ahí estaba yo saltando enzima de esa hermosa polla que, que rica se sentía.
Marcus estaba en cuatro en el suelo, mientras que el señor Kris, estaba metiéndose la por detrás. Después de unas metidas más, el señor alberto me sostuvo un momento, juntando me más a el, dejando su polla completamente dentro de mi. Y me sostuvo con fuerza, después me levanto y el camino a la mesa que tenia los dos sofá cama enfrente.
Como si de un perro se tratara, Marcus camino en 4 patas a la mesa, apoyando sus dos manos en la mesa dejándolo con el torso levantado. Este seguía recibiendo aquellas tremendas folladas por parte del señor Kristian.
Cuando el señor alberto me coloco en la mesa, me dolió un poco ya que la verga aun seguía dura.
El señor Kristian dijo chupasela. Y Marcus empezó a estarme la mamando, la verdad que no entendía pero que bien se sentía tener una berga metida, y que te la estuvieran chupando.
De ahí el señor Kristian apoyo más su centro en Marcus escuchando un quejido por parte de él. De ahí el señor alberto me dijo que lo besara.
A lo que yo correspondi, cuando el señor Kristian me tomo del pelo y me empezó a estar metiendo la lengua en la boca.
Yo estaba al máximo de placer, con una berga, saliendo y entrando de mi culo, me la estaban chupando y me estaban metiendo la lengua con otro don.
La verdad que el señor Kristian besaba diferente a el señor alberto. Pero se sentía super bien en ese momento, tanto que no le pude aguantar y me corrí en la boca de Marcus.
De ahí, el señor alberto me bajo de la mesa y me hizo que yo también me apoyará en la mesa. Con mis dos manos, haciendo que me juntará más cerca de Marcus, de ahí el señor Kristian dijo. Besense.
A lo que yo y Marcus nos empezamos a besar, los dos bien calientes mientras recibíamos dos vergas maduras.
Se sentía tan bien, sentir como el señor alberto me la metía duro y besando me con Marcus.
De ahí el señor alberto y el señor Kristian nos cargaron a ambos. Levantandonos de las piernas y pengandonos más de lo que ya estábamos.
Tenia todo mi cuerpo pegado al pecho plano de Marcus, nuestras vergas chocando una con la otra. Y los pezones. Restregandose.
Estaba que a explotaba de si seguíamos besandonos, mientras que don Kristian y don alberto. Ya daban sus últimas metidas, que bien se sintió, aquel líquido caliente dentro de mi, yo grite y me corrí en el pecho de Marcus, al igual que el en el mio.
Después de unas respiraciones hondas. El señor alberto y el señor Kristian nos separaron. Nos dieron tuallas limpias para limpiarnos.
Y después de eso comimos un poco, después el señor Alberto me dijo si quería que nos fuéramos a relajar. Siendo yo en su cuarto y el señor Kristian con Marcus en el de visitas. Y ahí termino todo con ellos.
Cada uno agarrando hacia su habitación, claro que yo no había pedido permiso esa noche para dormir así que don alberto y yo jugamos lo que seguía de la noche. Pero esa será otro relato.
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