Mi cáncer terminal me llevo a follarme a mi papa de 73 años
Tengo cáncer terminal, a mis 40 me dieron 5 años de vida. Todos sufrimos, pero mi papa me ayudo a darle la vuelta al asunto..
Tengo cáncer terminal, a mis 40 me dieron 5 años de vida. Todos sufrimos, pero mi papa me ayudo a darle la vuelta al asunto.
Ese día me vino a ver papa y trajo unas botellas de ron para que compartiéramos el sábado por la tarde, antes me había dicho que tenía que venir un día solo, sin mi madre, para hablar entre hombres mi tema, el cáncer, y no con mujeres cerca, que no era lo mismo y llego el día en que vino a mi casa.
Nos servimos unos tragos y nos empezamos a entonar y a conversar temas más subidos de tono, el me quería contar que hace 3 años atrás cuando cumplió 70 años y ya con la muerte acercándose, de echo sus amigos estaban falleciendo de a poco, el antes de que lo pillara la muerte quiso hacer todo lo que nunca hiso, ya le daba lo mismo, mientras no hiciera daño a otros estaba bien, él quería pasarla bien antes de morir de un de repente, no quería perderse algo bueno en la vida por alguna creencia ajena, me recomendó que gastara en putas, drogas y fiestas, el a esa edad lo hiso y fue de lo mejor, me conto que le cambio la vida, que hiso cosas extrañas y salvajes y que no se arrepiente de nada.
Bajándole el perfil le comenté que había tomado algunas drogas y había estado con algunas putas, y que lo había pasado bastante bien, y me corto diciéndome que me fijara bien, no valla a ser que luego me fuera a arrepentir, le dije que me aclarara, que no le entendía, me conto que el en una ocasión se había acostado con un travesti. Eso me impresiono, era mi papa, o sea el tan varonil siempre muy recto y serio, y ahora me sale que se había acostado con un travesti. Le Conte que yo aun no había hecho eso, él me dijo que no me lo perdiera, que fue de lo mejor que hiso, que ese día probo la verga.
Woooo, estaba impactado, impactado y con una erección, mi papa diciéndome que había probado una verga travesti a los 70 años, era algo que nunca hubiese imaginado, se rio por mi cara de asombro y sonrisa nerviosa, o sea papa, tu… me interrumpió para decirme que más joven se la había metido por el culo a otro travesti, pero a los 70 se decidió y esa vez fue pasivo, me conto que partió el dándole una mamada, hasta atragantarse la garganta con su verga.
Ahí ya se me había parado, me sentía raro, excitado, mi papa me estaba contando como se había comido una verga y su noche de pasión con un travesti, me tenía muy caliente, de alguna manera mi papa se soltó y se le veía más relajado, mientras nos servía otro baso de ron, y de a poco, no sé, empecé a verlo como un amigo o como un ser humano más, con defectos y virtudes, con deseos y pasiones, con sus morbos.
Me conto que el travesti se la metió por el culo y nunca nadie se la había metido antes, pero el travesti astuto saco un frasquito de algo se llamaba popper, y eso lo dejo loco, cuando de repente saliendo de la embriaguez estaba el travesti metiéndole la verga hasta el fondo repetidas veces con fuerza, y que eso le dio un placer tremendo, el hecho de sentir la verga del travesti en sus entrañas, entrar y salir, penetrándolo sin consideración…
El ya no era mi papa, era un hombre más, le interrumpí diciéndole que yo si tenía una fantasía y no era con un travesti, él se alegró viendo que yo cooperaba en la conversación. Le comenté que mi fantasía era hacerlo con un hombre mayor, aunque sea una vez quería hacerlo con él. Ups se me había salido, maldito ron, no pensé bien lo que dije, no quería ser tan directo, pero a lo más me llevaba un regañón. Al contrario, él se asombró, luego sonrió y dijo, que le vamos a hacer caso a idiotas hijo, nosotros seamos felices a nuestra manera y los demás que se pudran, se tomó el resto de su vaso y se me acerco, y me bajo el buso con el boxer a la vez y salió mi verga totalmente erecta el me miro a los ojos, con un brillo especial, con amor, me dijo, yo te cambiaba los pañales y ahora mira tremenda verga que le pones a tu viejo en la cara.
Se acerco y se clavó su cara en mi entrepierna sin meterse mi verga, se la empezó a pasar por toda la cara con los ojos cerrados la iba sintiendo. Verlo así me calentaba, su cara tan mayor y arrugada ahora disfrutando la verga adulta de su hijo en su propia cara, me excitaba un motón. El me miraba mientras su cara arrugada se movía entera por el rose de mi dura verga, el en eso abrió su boca y la busco, metiéndose la cabeza en su jugosa boca y así empezó a succionar como un experto, cerro los ojos y se puso a chupar, se la metía a la boca en lo profundo y se lo sacaba, se la metía me movía el glande con fuerza con su lengua y se la sacaba, y se la comía de nuevo hasta esta vez tratar de tragársela, golpeando su nariz en mi pelvis, enredándose en mis bellos púbicos, aguantaba un rato y se la sacaba.
Me tenía sorprendido, la chupaba muy rico, sabía hacerlo y lo disfrutaba, se le notaba. Le tomé su cabeza con ambas manos y me lo empecé a follar a mi ritmo, se la sacaba de la boca llena de saliva que la unía en un hilo con mi pene, y se la pasaba por la cara, por la nariz, por los ojos, por sus mejillas, le daba golpes con mi pene en su cara como cachetadas, por la izquierda, por la derecha otros golpecitos, y se la volvía a meter súbitamente hasta la garganta, y volvía al mete, saca, mete, saca, …
Ya había olvidado que quien estaba colgado en mi pene era mi padre, el ahora anciano era el hombre que me había dado a la vida, y luego de un tiempo en nuestra etapa adulta nos encontramos para hacer esto, me tenía enamorado y caliente, y mis embestidas en su boca eran cada vez más fuerte, en eso saque mi celular y grabe como se la metía por la boca y se la sacaba llena de saliva y liquido preseminal para esparcírselo por la cara dejándolo todo pegajoso con mi verga, grabe un poco y lo deje al lado, de algo me serviría.
Estaba subiendo las revoluciones y decidí parar, se la saque de la boca, el jadeando recobro el aliento y me dijo, hijo me gusta tu pene, eso me hirvió la sangre y me puso a mil, le dije que se parara, me había entrado una euforia que lo dejo helado, le baje los pantalones, él solo se agacho poniéndose en cuatro mientras con su mano llevaba sus dedos escupidos a su culo. Me sorprendió ver cuan experimentado se veía, así que saque de una mesa que tengo al costado un lubricante íntimo, me embetune el miembro, el orificio del ano arrugado y lampiño de mi papa, y le metí dentro un dedo con lubricante, el jadeo, se la saque y le heche más lubricante con 2 dedos, lo fui abriendo de a poco mientras el lubricante ayudaba.
Puse mi pene en la entrada de su culo, el me tomo una mano, y me apretó con fuerza y me dijo «chuléame como un hombre hijo», y con fuerza se la metí y dio un fuerte grito, que me llego a asustar mientras sentía las entrañas de mi padre aprisionar mi virilidad, no debí seguirle la corriente con la fuerza pensé, él es anciano, debo tratarlo con más cuidado.
Lo agarre de la cintura y se lo fui sacando del culo, sentí la rica sensación donde al final de su recto antes de sacarlo su trasero escupe mi pene, fue muy rico y excitante, tan íntimo, se la metí de nuevo dejándosela adentro un momento, para que me abrigara con su calor y así lo hacía, era una conexión mística, el me abrazaba con su ano mi verga clavada en lo más profundo de ese culo viejo y arrugado, era tan blandito y caliente que dentro me sentía en calma abrazándolo por la cadera.
Al final de mí, en mi hombría, estaba el ano abierto de mi padre dándome placer, debiese ser visto hermoso pensaba mientras contemplaba como se tragaba mi pene. Se la metía y sacaba, de a poco se resbalaba en el recto de mi padre con facilidad, mi liquido preseminal, la vaselina y su dilatación estaban permitiendo que el grosor y el tamaño de la verga de su propio hijo se pudiera clavar en el culo de su anciano padre.
Saque el celular para grabar un poco más, mientras sentía los apretones de la entrada de su ano y movimientos internos que el hacía y me excitaban mucho. Mi padre lo estaba disfrutando, se tocaba el pene y el escroto y gemía, no le importaba nada a ese señor, el solo disfrutaba estando ensartado por su hijo.
Se la metía y sacaba, y gemíamos y gemíamos, el ritmo iba en aumento, el latido iba aumentado, los golpes que le deba en cada embestida a su trasero empezaron a ser un fuerte aplauso, cada vez a mejor ritmo, igual que los gemidos, entre gemidos le dije ¿papa te gusta el semen?, y me respondió déjame comerte los mocos hijo mío, él siempre fue un poco vulgar, pero eso ahora me calentaba, se la saca de golpe de su ano dejándolo todo abierto, y vi su interior carnosos y rozado bien abierto, su ano se veía lindo al medio del trasero arrugado, caído y pálido del viejo.
Él se agacho para ponerse frente de mi verga y yo con el morbo que tenía desenfrenado, lo agarre de la cabeza y se la metí tan fuerte como pude en su boca entrando de un golpe hasta su garganta, el levanto los hombros en señal de arcada, lo aprete fuerte contra mi entrepierna y me corrí, me corrí y me corrí, él ni siquiera tubo que tragar, se la deje ya un poco mas allá de su garganta, el recibía con los ojos cerrados, agarrándose con sus manos en mi cadera, no me apuro, al parecer igual podía respirar, con verga en la garganta y todo.
Se la fui sacando de a poco, el abrió los ojos y me miro, hasta que la verga salió por completo de su boca, con un cordón de semen desde la punta del glande hasta su garganta, él le dio un beso a mi glande llevándose los restos de semen y tragándoselos por completo.
Me dijo, ahora que te corriste no te arrepientas hijo, no seas idiota, quiero que me la vuelvas a meter, sigue culeandome, quiero que te corras de nuevo, pero ahora en el culo de tu padre, quiero sentirte profundo en mí.
Me dijo eso y me encendió de nuevo, estaba pidiéndome sexo, al frente de mi polla y recién habiéndose comido mis mocos, eso sí es cariño y a mi padre no le iba a decir que no.
Me lo follé a lo misionero, le puse un cojín en la espalda para levantarle el culo y se la clave de frente. Me recibió en la primera muy bien, ya estaba dilatado, era como una vagina, jugosa y abierta, tierna y caliente, pero no era una vagina, era el ano de mi papa. Se la metí y se la saque, ya al ritmo que fuese, el recibía y gemía, lo había subestimado, podía recibir vergazos con ganas, ese culo viejo aun podía dar placer, pero por lo que veía su culo funcionaba mejor que su verga, que estaba ahí, muerta, colgado y saltando por cada embestida que su ano recibía.
Volví a grabar un poco más, le grabé su cara roja y distorsionada gimiendo, patas arriba y sus manos tocándose las bolas, y abajo su ano dilatado, abierto recibiendo tremendo pene, el pene de su hijo, también me grabe a la cara, para inmortalizar más el momento y seguí mintiéndosela con todas mis fuerzas.
Si fuese por mi nuevamente se la hubiese dado de comer en la garganta, pero era mi papa y el quería que llenara su ano con mi semen, me quería sentir.
Y así fue, aumente mis embestidas y le advertí que me quería correr, él me dijo que me corriera en lo más profundo de su ano, y así fue, le levante las piernas, las separe y le metí mi verga en lo más profundo que pude, ocupe todas mis fuerzas y me corrí, me corrí gritando, me daba lo mismo el ruido, tenía un orgasmo bestial, con cada palpitación le estaba llenando el ano a mi padre con semen, semen de hombre, semen de su hijo, era hermoso. El apretó el ano mientras yo latía en su interior, era mágico, él ya sabía culear, y me sentía muy agradecido que lo compartiera conmigo, con su hijo.
Caí a su lado sin sacarle la verga del culo, pegados, sentía su latido a través de mi pene, el también lo había disfrutado, mi papa disfrutaba del pene, de la verga como me había dicho, y no miro para otro lado cuando se lo propuse. Sin sacarle la verga lo abrace fuerte y nos quedamos dormidos.
Desperté y todavía estaba pegado con mi pene flácido al año de papa, amos ya más secos, cuando se lo saque de un tirón, hiso un pequeño ruido en su liberación, clap, el despertó, me miro y sonrió, yo le devolví una sonrisa cómplice. Para romper el hielo, le dije que me había gustado, a él también, me respondió, me dijo que teníamos que repetirlo, que si me quedaban 5 años de vida por el maldito cáncer, que viera en él una puta, una puta que me quiere mucho, me crio y me lo daría todo.
Yo le dije que nunca seria mi puta, pero si me gustaría volver a metérselo a mi padre, el me dio un beso en la cara, nunca había sido muy afectivo, se vistió, se despidió y se fue a su casa, con todo mi semen en su interior. Me imagine que debió haber llegado a la casa con mi madre con sus boxer todos manchados con mi semen, me calentaba pensar que quizá hasta los lamería al llegar…
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