Mi confesion
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Fernando.
Les cuento mi historia, es real y me paso hace un tiempo, edad 45 años pelo castaño con algo de canas, 1,79 de estatura, 85 kilos de peso, profesional universitario, casado tres hijos, heterosexual, hasta que me sucedio lo que paso a narrarles.
Un dia de esos en que andaba en un estado de excitacion decidi calmar mi calentura visitando una casa de masajes, andaba con ganas de algo especial, no sabia que, pedi que me atendiera un varon, su atencion fue muy buena, me hizo un masaje manual muy erotico, muy placentero que me produjo un gran relajo y me dejo muy caliente.
Luego me ofrecio un baño de relajacion para lo cual pasamos a una pileta que tenia agua tibia y espuma, nos sentamos juntos uno frente a otro y el me empezo a acariciar entre las piernas, los testiculos y el ano, me sentia muy excitado, le tome el pene que lo tenia totalmente duro, nunca en mi vida habia sentido lo que es tener un miembro ajeno en mi mano, realmente fue muy agradable.
En estos toques ya estaba apunto de acabar, pero yo queria sentir en ese momento otras sensaciones, y le pedi a que cambiaramos de posicion y que me abrazara por detras, para sentir como es ser tomado por alguien desnudo y caliente como estabamos. Me di vuelta afirmandome en el borde de la pileta y me agarro con fuerza de los
hombros se pego a mi y se movio como si me estuviera penetrando, la
sensacion de que alguien me estaba tomando de esa forma me hizo terminar casi de inmediato.
Luego de eso nos secamos y vestimos, pero el parece que quedo muy caliente y me pedia que me quedara un rato y le permitiera penetrarme, yo le dije que no, pues ademas de tener un pene muy grande yo nunca lo habia hecho y no queria tener problemas posteriores. Esa noche, con mi mujer tuvimos las relaciones sexuales mas intensas de los 20 años de casados que llevabamos a esa fecha.
La cosa me quedo gustando y en otra oportunidad en que andaba con las mismas calenturas fui nuevamente a una casa de masajes, pedi como la vez anterior que me atendiera un muchacho, este resulto ser mucho mas varonil y atento que el de mi primera experiencia, se llamaba Antonio y era bastante buen mozo y con muy bello cuerpo.
Le indique que tipo de atencion queria, le pedi un masaje erotico pero sin contacto, el me dijo que no me preocupara que me atenderia con mucha delicadeza y que quedaria satisfecho. Asi fue, me hizo un masaje exquisito que me dejo muy excitado. Al terminar el masaje yo esperaba que me acariciara en forma mas erotica a fin de poder acabar pero
en vez de eso estando yo de espaldas me levanta las piernas y me besa
profundamente el ano, me introduce la punta de la lengua en el, lo que en un instante me hace acabar con una fuerza increible, esa sensacion fue realmente de otro mundo.
Despues de eso me lavo, me acaricio un rato y luego me fui.
Ya parecia que esto no terminaria hasta que se consumara todo, asi que
pasado un tiempo fui nuevamente a visitar a Antonio, en esa portunidad
avanzamos un poco mas, me hizo un masaje en una especie de camilla con agua tibia y espumas, esta vez el desnudo me efectuo un masaje con su cuerpo frotandose contra el mio, primero de frente, luego me pidio que me diera vuelta y lo hizo por atras.
Asi estuvimos un buen rato, yo en ese momento estaba excitadisimo, se retiro de encima de mi, se alejo a buscar algo y luego senti como lentamente me introducia un dedo lubricado en mi ano y lo movia lentamente en un movimiento de entrar y sacar, esa nueva sensacion para mi me hizo eyacular con una fuerza increible. Luego de eso nos duchamos, el me seco cariñosamente, yo le agradeci lo bien que me habia hecho sentir, y realmente durante varios dias no pude de dejar de pensar en esta aventura sin volver a calentarme a full.
Hasta que al fin me decidi, un dia, 7 de Octubre de 1994, fecha que no se me va olvidar, me dirigi nuevamente donde Antonio, y le solicite lo que ya no podia aguantar mas, ser penetrado por un verdadero pene, yo estaba muy excitado con esta posibilidad y a la vez estaba muy nervioso, el se dio cuenta de eso, me tranquilizo diciendome que seria muy cuidadoso y que en cualquier momento si yo no estaba en agrado, lo suspenderiamos.
Nos desvestimos, yo me tendi boca abajo en una camilla y el empezo un masaje de relajacion exquisito, lo que rapidamente me tranquilizo, cuando el noto esto, me hizo abrir un poco las piernas y se puso entre ellas para seguir su masaje, ahi senti por primera vez su pene ya bastante duro, que golpeaba contra mis piernas y nalgas.
Fue variando su masaje a uno mas erotico, se puso una crema en sus manos y me la empezo a pasar entre las nalgas acercandose cada vez mas a mi agujero, el que luego alcanzo y comenzo a lubricar, primero por fuera, luego introdujo un dedo y lubrico por dentro, luego introdujo un segundo dedo e inicio un trabajo de dilatacion del esfinter, realmente exquisito, yo ya a esa altura estaba con una calentura maxima.
Como todo en la vida, lo que yo habia venido a buscar empezo a suceder, me puso un almohadon bajo mi vientre para levantar mi trasero, me abrio un poco mas las piernas y empezo a introducir lentamente su miembro en mi hasta ahora virgen ano.
Al principio me parecio que un fierro caliente se trataba de introducir, pero lentamente y con gran paciencia me fue dilatando y penetrando hasta que estuvo todo dentro de mi.
Me pidio que me relajara y nos mantuvimos un largo rato en
esa posicion, yo sintiendome totalmente penetrado y dominado, una sensacion que es indescriptible, luego empezo a moverse al principio lentamente y luego un poco mas rapido, yo trataba de estirar mis manos para atras y tomarlo para sentirlo lo mas cerca posible, al poco rato ya no daba mas y termine con una profunda y gran intensidad, a pesar de no tener ereccion.
Al sentir el que yo habia terminado, se detuvo con su pene profundamente enterrado en mi abrazandome, acariciandome y besandome el cuello, luego empece a sentir como acababa sin moverse, lo que me permitio sentir sus contracciones dentro de mi y sentir su semen caliente y abundante.
Se retiro lentamente, nos quedamos abrazados un rato, me duche me despedi de el y ahi termino mi aventura.
Este hecho real se los cuento a fin de que me conozcan y sepan de mis
gustos, me ha excitado mucho solo el hecho de estar contandolo.
Luego de esa vez, principalmente por el asunto del SIDA, y que ya habia satisfecho mi curiosidad al respecto no he vuelto a tener este tipo de experiencias.
¿Que tal les perecio esta historia? Escriban me sus comentarios a
Fernando044@hotmail.com.
Atte. Fernando
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