Mi cumpleaños 17
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por EstebanG17.
En mi cumpleaños 17 mis amigos de la prepa decidieron hacerme una pequeña fiesta, mis amigos son 3 mujeres y 4 hombres, de entre los cuales está Carlos, me gusta desde que entramos a la prepa y jamás se lo había dicho, hasta ese día.
De mis tres amigas sólo una sabe que yo soy gay, es mi mejor amiga y a la que le tengo más confianza, por eso sólo ella lo sabe.
Carlos es un gran tipo,tiene 17 años, es muy gracioso, es guapo y siempre me hace reír con sus bromas, físicamente es algo alto, piel blanca, ojos café claro, una sonrisa hermosa y un cuerpo no muy musculoso pero si está marcado.
Yo soy Esteban, soy alto, un poco más que Carlos, piel morena clara, ojos café oscuro, soy buena onda (eso dicen) y no estoy marcado como Carlos, pero estoy trabajando en eso.
En fin, todo empezó ese día en la mañana, fue un sábado, así que mis amigos pasaron por mi para irnos a celebrar, Carlos era quien iba manejando, y al lado suyo , en el asiento del copiloto iba su novia. Yo la odio, lo trata muy mal y jamás nos ha caido bien a ninguno del grupo, pero es su novia y la respetamos.
Él fue el primero que se bajó de la camioneta y me abrazó y me felicito, saludo a mi madre y volvió conmigo, a mi madre le agrada mucho Carlos, es la clase de persona que le agrada a todo el mundo; volvió conmigo mientras mis demás amigos me abrazaban y felicitaban, incluso su novia lo hizo, nosotros tampoco le agradamos mucho a ella, al menos yo no, pero eso no me preocupaba en lo más mínimo.
Subimos a la camioneta y nos dirigimos hacia el rancho de los papás de Carlos, desde que murió su abuela ese rancho quedó a disposición de sus papás, pero a ellos no les gustaba ir, no eran gente de campo, ellos preferían la cuidad, y las comodidades que ofrece; entramos a la casa, sacamos el asador y nos pusimos a cocinar.
La tarde transcurrió normal, hasta que por accidente (lo juro, fue un accidente) yo me resbalé cuando caminaba por el pasillo de la casa al jardín y derramé una cerveza sobre Evelyn (la novia de Carlos) eso fue la literal gota que derramó el vaso, Evelyn se puso totalmente histérica y comenzó a gritarme por haber hecho eso, yo le dije que había sido un accidente y todo,pero a ella le valió madres y se puso a gritar como loca (otra vez), Carlos apareció y ella lo maltrató horrible y no sólo a él, también a mi, los demás entraron cuando escucharon los gritos y todo se estaba poniendo completamente mal.
Carlos me defendió de Evelyn y ella se puso aún peor por eso:
C- Ya Evelyn, fue un accidente, no tienes que armar todo este desastre.
E- No fue accidente! Estoy segura que me la tiró encima a propósito, TODOS SABEN QUE NO LE AGRADO!
C- FUE UN ACCIDENTE! ÉL NO TUVO LA CULPA!
E- ¡¿TE VAS A PONER DE SU LADO?!
C-NO ESTOY DEL LADO DE NADIE, PERO ME PARECE MAL LO QUE HACES!
E- ¿SABES QUÉ? QUÉDATE CON TUS AMIGOS IDIOTAS, YO ME LARGO DE AQUÍ, NO QUIERO VOLVER A SABER NADA DE TI O DE ALGUNO DE ESTOS IMBÉCILES! TERMINAMOS!
Todos nos quedamos muy sorprendidos mientras Evelyn salía de la casa y llamaba a un taxi, yo estaba totalmente paralizado por lo que había causado por un descuido, los demás salieron a alcanzar a Evelyn, mientras Carlos y yo permanecíamos en el lugar:
Yo- Perdón, te juro que fue un accidente, yo no quería que pasara nada de esto, perdó, de verdad lo sien…-Me abrazó.
C- Está bien, no fue tu culpa, no pasa nada, ya me tenía bastante harto soportar a Evelyn, no te preocupes, te quiero.
No era la primera vez que el me decía que me quería, pero esta vez lo sentí más real que otras veces.
Mis amigos volvieron y le pidieron a Carlos su camioneta para llevar a Evelyn a su casa y pasar a comprar algunas cosas extra para celebrar que al fin había terminado con esa bruja (eso lo dijo Elena, mi mejor amiga, y me guiñó un ojo al decirlo); Carlos les dió las llaves y se fueron. Nos quedamos solos en la casa y me dijo que subiera a buscar unas toallas, porque quería entrar a la piscina y después asolearse un poco, subí y encontré las toallas, estaban en un estante alto que no alcanzaba, así que me paré de puntillas y me estiré por ellas, cuando al estirame sentí dos manos en mi cintura que me alzaban para subir, giré la cabeza y era Carlos, me miró y con una sonrisa me dijo
-Dejame darte una mano con eso.
Tomé las toallas y cuando me bajó sólo giré y le sonreí algo nervioso, y él lo notó. Asomó una ligera sonrisa y dijo:
-Tienes una cintura muy linda.
-¿Eh?
-Que tu cintura es, amm, linda… me gusta.
-Ah jeje, bueno, amm, aquí están las toallas.- le di las toallas mientras giraba la cabeza para no verlo a los ojos. Sus ojos me encantaban.
Tomó las toallas y las puso a un lado- Quisiera decirte algo… hace mucho que nos conocemos, y, bueno, desde ese día yo… bueno, emm, es algo difícil… -suspiró- Esteban, me gustas, no puedo dejar de pensar en ti, cada noche pienso en ti, y cuando despierto lo único que pienso es en verte, estoy realmente enamorado de ti…
Me quedé totalmente frío, sólo sentía mi corazón palpitar muy rápidamente y mis mejillas tornarse rojas – Carlos… tú también me gustas.- Fue lo único que atiné a decir.
-Sonrió- eso creí.- se acercó y me besó.
Fue el mejor beso de mi vida, no lo podía creer, había soñado por años con eso y ahora estaba pasando!
Fui levantando lentamente su camisa y tocando su torso, era perfecto. Quité su camisa y él hizo lo mismo.
Lo miré y asintió con la cabeza. Bajé hasta su pantalón y palpé su pene sobre su bermuda, la desabroché y la bajé, estaba sólo en boxers, y pude notar la silueta de su miembro, era de 18 cm, bajé sus boxers y su pene saltó a mi cara, era hermoso, circuncidado, su glande rosita y sus vellos color café claro, era perfecto y olía a menta, él siempre olía a menta. Recorrí su pene con mi mano y lo metí en mi boca, lo chupé como nunca había chupado un pene, escuchaba sus gemidos y eso me ponía a mil, tomó mi cabeza y marcó el ritmo, era genial, me sacó su pene de la boca y me besó.
-Vamos a la habitación.- me dijo, obedecí y me levante y lo seguí. Tenía un trasero perfecto, levantado, duro y firme. Amo su trasero.
Entramos a la habitación y me tumbó sobre la cama, besó mis tetillas, mi cuello y lamió mis axilas, estaba totalmente excitado, Carlos metió su mano dentro de mis pantalones y comenzó a tocar mi pene y mi trasero, jugando con mi ano, tocándolo y recorriendolo.
Desabrochó mis pantalones y bajó mis boxers. Me puso boca abajo y lamió mi ano, lubricandolo y jugando con el, metía sus dedos y me hacía gemir del placer.
Después de un rato de jugar con mi ano se levantó y sacó un condón de su pantalón, lo abrió y se lo puso.
-Ten cuidado por favor- le dije
-No te lastimaré, lo prometo, lo haré lo más cuidadoso que pueda.
Comenzó a introducir su pene en mi ano, lentamente fue empujando, y aunque dolía era soportable, cuando entró el glande completo no pude evitar dejar escapar un grito de dolor y me besó para que no gritara, siguió intruduciendolo y cuando iba por la mitad comenzó con el mete-saca, lo hacía lento y yo gemía porque aún me dolía un poco, pero pronto, conforme aumentaba la velocidad el dolor se fue convirtiendo en placer.
-Ahhh! Carlos, que rico, ahh!
-¿Te gusta bebé?- dijo entre gemidos
-Me encantaaah!
Me puso en cuatro y siguió penetrándome más fuerte, me hacía gozar como loco, todo lo que yo había querido estaba ocurriendo ahora!
-Me voy a venir!! AHHH!
Me sacó su miembro, se quitó el condón y comenzó a masturbarse en mi cara, yo hice lo mismo y me vine primero que él, salieron disparados de aquél miembro cinco chorros de semen, lo que la mayoría aterrizaron en mi cara.
Le chupé el pene de nuevo hasta dejarlo limpio, se tumbó sobre mi y me besó apasionadamente por un largo rato, se retiró y se acostó junto a mi.
-Esteban, quiero que seas mi novio.
-¿Qué?
-Te amo, te amo desde hace mucho tiempo, y quiero que seas mi novio, quiero que esto jamás se acabe.
Se levantó y se inclino en el piso y me dijo:
– Esteban ¿quieres ser mi novio?
-Si.- Le dije
Sonrió y me besó, besaba como los dioses, nunca he besado a un Dios, pero si lo hiciera, estoy seguro que Carlos lo dejaría en vergüenza.
De pronto escuchamos la camioneta estacionar frente a la entrada de la casa, nos apresuramos a vestirnos y limpiarnos y bajamos a recibir a los demás.
Elena me miró y pronto notó algo diferente y me sonrió, se acerco a mi y me dijo al oído
-Ya era hora, creí que iba a morir antes de que ustedes estuvieran juntos.
Sólo me reí y seguimos con el festejo, fue mi mejor cumpleaños, y desde ese día ha sido lo mejor, pronto les contaré otras cosas que pasaron durante el fin de semana.
Es mi primer relato, así que acepto sus comentarios positivos o negativos.
Gracias por leerlo.
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