Mi cuñado me dijo con refiriéndose a mi hermana. Cuñadito ojos que no ven corazón que no siente.
Un tipo cuando regresa a su casa despues de estar bebiendo con unos amigos, se encuentra a su cuñado vestido de mujer en la puerta, y aprovechando que su esposa no se encuentra se clava al cuñado. .
Mi cuñado me dijo con refiriéndose a mi hermana. Cuñadito ojos que no ven corazón que no siente.
Justo en la madrugada, cuando estaba por entrar a la casa de mis padres, que apareció mi cuñado que venía de su trabajo.
Ya que mi hermana y su marido, al igual que yo, viven en un pequeño apartamento, dentro de la propiedad de mis viejos.
Por unos momentos me dio la impresión de que mi cuñado, no me había reconocido, lo digo por la manera en que se me quedó viendo, aunque en otras ocasiones me había visto vestido de mujer.
No fue hasta que le dije mientras metía la llave en la cerradura. “A ver cuñado, déjese de hacerse cerebro conmigo, que si mi hermana, lo ve como me mira, él que va a salir perdiendo soy yo”
En ese instante, de seguro que mi cuñado se dio cuenta de quien yo era, realmente.
Y sonriendo maliciosamente, me dijo. “Ojos que no ven corazón que no siente, acuérdate que tu hermana, se encuentra con tus sobrinos, pasando el fin de semana, en la casa de mis viejos.”
Yo como si eso no me interesara, seguí caminando a mi apartamento, sintiendo que mi cuñado venía tras de mí, con sus ojos clavados en mis nalgas.
Así que apenas abrí la puerta de mi apartamento, sin él decirme nada, entró tras de mí, y apenas cerró la puerta, me tomó entre sus brazos, y sin que yo me lo esperase me ha plantado un tremendo beso, con todo y lengua, diciéndome nuevamente. “Ojos que no ven corazón que no siente, ella no está en casa”
A mí eso, me dio mucha gracia, ya que él ignoraba que más temprano, había estado mamado muchas vergas.
Al sentir su aliento, supe que de seguro que mi cuñado, había estado tomado algo después de salir de su trabajo.
Por lo que, en lugar de rechazarlo, se puede decir que, sin esfuerzo alguno, me entregué entre sus fuertes brazos.
Él continúo besándome de manera ardiente, y comencé a sentir como sus manos acariciaban mis muslos, y mis nalgas.
Lo cierto es que desde que mi hermanita me presentó a su ahora esposo, siempre estuve enamorado de él, aunque claro eso jamás se lo comenté a nadie, y mucho menos a mi hermana.
Por otra parte, no sé si fue lo mucho que yo había bebido, pero en esos momentos, la verdad es que poco me importó que él fuera el marido de mi hermana, por lo que apenas pude, lo tomé de la mano, y lo conduje a mi dormitorio.
Después de que me quité casi toda la ropa, quedándome en pantis y sostén apenas me coloqué sobre la cama, y le mostré mis paradas nalgas.
Mi cuñado actuó de inmediato, extrayendo su verga del pantalón, y dirigiéndola directamente a mi abierto culo.
Casi de inmediato sentí sus ensalivados dedos, como acariciaban mi esfínter, y a los pocos segundos, como la cabeza de su venosa y dura verga comenzaba a penetrarme.
Sus manos las colocó sobre mis caderas, y sabrosamente fui sintiendo como aquella cosa, me se iba introduciendo dentro de mi cuerpo, a medida que mi cuñado me iba apretando contra el suyo.
Por lo que yo comencé a menear mi culo, con un gran gusto y placer, así fui sintiendo como entraba, y salía casi por completo todo el miembro de mi cuñado de entre mis nalgas.
Al tiempo que él mordisqueaba mis orejas, y mi nuca, produciéndome un gran placer, para disfrutar más de todo lo que mi cuñado me estaba haciendo, apretaba y soltaba mi esfínter, a medida que él seguía metiendo y sacando su verga de mi culo.
Por un largo rato seguí disfrutando de todo eso sin parar, hasta que se vino por completo dentro de mí.
Después de un buen rato él extrajo su poderosa verga de mi culo, y sin exagerarles les juro que sonó, como si descorchara una botella de champan.
Yo dando tumbos, y con mi culo bien abierto me dirigí al baño, me senté en mi bidet, y tras expulsar todo lo que él me había dejado dentro, procedí a lavar mis nalgas con agua, y jabón.
Mientras que él, se dedicó a lavar su verga en el lavamanos, tras lo cual, como yo aún estaba sentado en el bidet lavándome las nalgas, dirigió su mojada verga a mi boca.
La que yo sin pérdida de tiempo me dedique a mamar, chupándola, lamiéndosela, y hasta mordisqueándosela suavemente, a medida que su verga se fue poniendo bien dura, nuevamente.
Así yo seguí chupa que chupa, mama que, mama, hasta que nuevamente se vino, pero dentro de mi boca y garganta, por lo que gustosamente en esos momentos me tragué gran parte de su leche.
Después de eso, mi cuñado se volvió a lavar su verga en el lavamanos, la guardó dentro de su pantalón, con cara de felicidad, se retiró de mi apartamento, sin decir nada.
Yo terminé de desnudarme, y de inmediato me di una buena ducha, y luego me acosté en mi cama, para soñar con todos aquellos que sabrosamente me dieron por el culo, incluyendo a mi cuñado.
Al día siguiente, cuando me dirigía a mi trabajo en la tienda, me lo encontré en la escalera, me saludó como de costumbre, como si nada hubiera pasado entre nosotros dos.
Pero desde los carnavales, cada vez que mi hermana visita a sus suegros, mi cuñado me visita a mí.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!