Mi cuñado me folló a la fuerza
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cambiaré los nombres para mantener las discresión. Desde que Osvaldo era novio de mi hermana, me hacía acercamientos, que yo esquivaba o me hacía el que no me daba cuenta. Y aunque es un hombre guapísimo, le tenía como repelillo (miedo) a estar solo con él. Soy el menor de mis hermanos y siempre he sido muy consentido por ellos. Cuando estabamos en familia antes de casarse, no dejaba pasar oportunidad, para rosarme su guebo por las nalgas. No lo niego, me éxcitaba esa actitud, pero la rechazaba, se trataba de el novio de mi hermana! Nunca había sentido yo inclinación por ningún varón y él despertó en mi ese morbo, esa inquietud. Tenía 14 años y fisícamente no estaba muy fuerte aún, pero mi trasero sobresalía de mi estrecha cintura y deliniado cuerpo, por que como atleta de pista y campo, en mi escuela, me mantenía en la línea.
Días antes de la boda me enviaron a ayudarlo a acomodar una furnitura (muebles) en la casa que ellos iban a vivir. Fui con mucho temor, mi papá iba también, pero luego se iría a seguir haciendo sus cosas. Osvaldo estaba muy serio y formal…hasta que papá se marchó. Al fin solos me dijo y yo nerviosamente le respondí que, que era lo que pasaba. Sabes que te lo quiero meter hace tiempo me respondió, frescamente, sin ningún reparo. Mira Osvaldo yo no soy gay, dejáme quieto o se lo digo a Migdalia, que así se llama mi hermana. Es tu palabra contra la mía, no te van a creer, me dijo. Me asuste y le dije que me llevara a mi casa, que me quería ir. Eso son bromas Paul, me contestó, no me hagas caso. Pues seguimos acomodando las cosas y la calor era horrible. Él había llevado unas cervezas que colocó en el refrigerador, que tenía la casa ya conectadv y cuando estubieron bién frias me ofreció. Yo no bebo Osvaldo tu lo sabes. Bebete una es por la calor, dale. Me tentó y por la calor me llegué a beber dos cervezas, me sentía como mareado, pero más relajado y perdí, que se yo, el miedo a Osvaldo. Era la primera ves en beber, me quite el T-shirt y me quedé solo en mis short, el igual se quitó la camisa y yo pude contemplar su abdomen bien trabajado y su pecho belludo, pero que le daba un atractivo a sus anchos hombros.
Yo estoy en mi casa, dijo Osvaldo y dicho esto se quedó solo en los boxers, por su abertura se notaba aquella mata de vellos, que no pude evitar mirar y una fuerte erección en su entrepierna, un gran guebo que se le marcaba en la tela del blanco boxer. Quitate el short que nadie viene para acá, estamos solos y somos hombres, vamos hace mucho calor. En mi ingenuidad y el efecto de las cervezas, yo no pensaba que él tramaba, lo que me haría. Me despojé de los short, quedando en un jockie blanco ajustadísimo, que se me metía por la raja del culo, la tela del calzoncillo. Seguimos acomodando las cosas y en una que yo me acerqué a la cama, me tumbó boca abajo, y antes de tratar de levantarme; su cuerpo ya dominaba al mio, acostandose encima de mi. Frenéticamente me frotaba el guebo contra mi culo. Yo luché por salirme de abajo de él y no podía. Me tapaba la boca, él era mas fuerte que yo. Comenzó a decirme mil cosas: así te quería tener, este culo me tiene loco, te voy a coger, verás lo que te va a gustar. No puede más luchar y el muy canalla me rompió los calzoncilllos encima, se bajo los de él , hasta dónde pudo, pues yo miraba hacia abajo y lo veía. Entonces la mano que me tenía en la boca, la sacó, y le pedí que me dejara ya, que me soltara, su duro bicho me apuntalaba y el miedo se apoderó de mi. Me llenó de saliva el culo, con sus dedos y se mojaba su bicho con más saliva. En su calentura se transformó en alguien violento. Forcejeaba con él, cuando me la metió de cantanzo, no se si entera, no se si solo la cabeza o la midad…solo se que grité duro, pedí auxilio, su manos ya no me tapaban lo boca, creo que se exitaba más al oirme chillar. Ese ha sido el dolor más horrible que he sentido en mi vida, mi cuñado me estaba violando a la fuerza y creía que me estaba partiendo en dos por el culo, un culo virgen, que ni un supositorio de bebé se había tragado nunca, que yo recordara. Lloraba a lágrima viva, me trincaba y con su rodilla, Osvaldo me abría más. No te trinques, cuñadito que te duele mas, vamos Paul, ya entro casi, tránquilizate me gritaba con voz excitada, como entrecortada por su fuerte respiración.
Cuando el dolor fue cediendo y mi ano se acostumbro a su guebo, dejé de sufrir, para comezar a sentir un gustazo, que me hacía gozar a pesar de mi coraje y frustración. Mientras pensaba al principio… denunciarlo a la policía, a mis padres, pero esos pensamientos fueron quedando atrás. Y Osvaldo notó mi silencio y que yo solo emitía debíles gemidos. Metió sus brazos por debajo de los mios y me sujetaba, como si me fuera a escapar, mientras su bicho parecía salirse por mi boca. El consabido mete y saca era perpetuo y solo se ecuchaba un plah, plash, plash, eran sus bolas contra mu culo. Dejé de llorar y me sentiá tan raro, una mezcla de odio, rencor, placer y gozo. No saben lo que es sentirse así! Quería gritar que me gustaba, que me diera bien duro, pero mi dignidad pudo mas. De repente se quedó quieto y gimió, como si lo hubieran herido de muerte, se estaba viniendo en mi, dejándome su semen en mis adentros.
Cuando terminó y me lo sacó, estabamos ambos empapados de sudor. Su bicho tenía rastros de sangre, al parecer me rompió los plieguez del culo, por que saben que el culo no tiene hímen, para romper y sangrar. Me pidió perdón, me dijo que se dejó llevar por lo que me deseaba hace tiempo, que lo ardiente que estaba pudo más que la razón. Me dijo que él no era gay y sabía que yo tampoco, pero que eso eran cosas de hombres. Mientras yo no le contesté nada! El seguía con su rosario, de que no le hiciera daño. Le hubiera dicho tantas cosas en esos momentos, pero opté por callar.
Pasaron los días, fue la boda. Y yo estaba tan distante. Miraba a mi hermana y no me atrevía mirarla de frente. Estaba en una encrucijada terrible, descubría las delicias del sexo, pero me sentía sucio, traidor. Despreciaba a mi cuñado pero no se…ansiaba que me volviera a coger . Pensaba en lo que iba a gozar mi hermanita en su matrimonio con Osvaldo, todas las noches.
No le conté a nadie lo ocurrido. Osvaldo trataba de hacerme reir, buscaba una reacción mia y yo no le hablaba, mas que lo necesario. Pero había un fenómeno: yo me había dado por masturbarme reviviendo el momento de mi violación y me venía a chorros, al ver pasar las imagenes de mi cuñado entrando y saliendo de mi estrecho ojal. Una tarde él entró a mi habitación, yo estaba solo en mi casa, Osvaldo fue a recoger unas pertenencias de Migdalia. Yo me quedé acostado en la cama y me quité los headfones, pues estaba ecuchando mi Ipod, hablamos. Me preguntó que si nunca lo iba a perdonar. Le dije que ya lo habia perdonado, y diciéndolo me viré boca abajo en la cama, parando mi culo lo más que pude. Osvaldo entendió el mensaje y se encaramó asi vestido encima mio, comenzando a cabalgarme por encima de la ropa, de la cual nos fuimos despojando poco a poco…se imaginan el resto. Que puedo hacer, lo deseaba y él a mi, pues que sea lo que el destino quiera. Por favor diganme opiniones.
Me gustaría que me cojan así yo uso shorts pegados se me marca la raya en la raja encima del short y me gusta parar el culo y que me vean