Mi "cuñado", un chileno encantador
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Los encuentros con mis amantes se fueron propagando y posteriorizando cada vez más, ya no se encontraba forma de organizar una cogida tranquila con alguno de ellos, los últimos eran ya muy rápidos ya que había que esperar algún que otro festejo para lograr vernos (recuerden que mis hombres eran familiares), y ahí desfogar nuestras calenturas. Por estos antecedentes yo andaba más caliente que nunca, llevaba ya 5 meses sin coger, la masturbación no me bastaba tampoco, hasta que Mamá llegó una tarde, después de trabajar, con una gran noticia.
M: -Hola hijo, adiviná quién llamó!
S: -Nose má, no estoy para adivinanzas ahora -(además de estar con abstinencia, estaba estudiando para mis exámenes de fin de año)
M: -Llamaron de Chile, te acordás que tu prima tuvo una hija con Hugo?- (Tengo a toda la familia de mi madre en Chile, la prima de la que habla es una hija de sus hermanas, y mantenemos bastante la comunicación con mis familiares de allá).
S: -Si, qué tiene?-
M: -La van a bautizar la semana que viene, asique nos invitaron que fueramos allá, el bautismo es el Domingo, pero tenía pensado ir el Viernes así pasamos de largo el fin de Semana-
S: -Nose má, yo para estos días tengo exámenes, no estoy para viajar-
M: -Pero hijo es un fin de semana nada más, ¿No era que el próximo exámen era el Jueves?-
S: -Está bien, dejame pensarlo-
Faltaban sólo cuatro días para que llegara ese viernes, estaba en mis exámenes asique no tenía programado, la mayoría de mis amigos estaban de vacaciones y si no iba estaría completamente sólo y aburrido, eran más las ganas de salir de mi casa que de compartir un momento familiar fuera del país, asique acepté la invitación, tenía que ver que tenía Chile para mí… resultó ser un viaje de aventuras… muy traviesas.
Llegado el día me dispuse a empacar mis cosas y emprender el viaje junto a mi madre, que fue quien recibió la invitación, fue un viajo como todos, aburrido y cansador, demoramos en llegar en cuestión de 7 horas (vivo en Mendoza, Argentina), una vez llegados allá fuimos muy bien recibidos, obviamente muy cansados nos fuimos a dormir a la habitación asigada para nosotros, un par de horas más llegarían más visitas a la casa de mi tía, esta visita fue bastante sorprendente…
Hacía bastante tiempo desde que no viajaba, recuerdo que yo era un niño de once años cuando viajé a Viña del Mar por última vez, por lo que no veía a mis familiares hacían ya 5 años. Estas visitas que estarían por llegar eran los protagonistas del evento, los padres de la niña en cuestión junto a ella, mi “sobrinita” de apenas 5 meses de nacida, al llegar fue algo impactante para mi, lo que pasa es que yo no recordaba muy bien a mi “cuñado” (no era cuñado al no ser novio de una hermana, pero le decía así por cariño), les cuento: Hugo es un hombre de piel blanca, pelo negro y ojos verdes claros, 1, 80 cm de altura, algo pelado a sus 30 años por herencia, pero eso no le quitaba la hermosura que cargaba como un hombre obrero de construcción que era, muy corpulento, su contextura física era grande, robusta con una espalda fuerte y unos músculos fuertes pero no definidos, es decir, era grande pero por su trabajo, no ejercitaba su torzo, sólo sus piernas practicando fútbol. Al ver a este hombre tuve que hacer malabares para que no se den cuenta de mi shok, mi prima, Claudia, tan linda como siempre, un poco gorda por lo que hacía meses había sido madre primeriza, castaña y ojos marrones claros, acompañada por su hija en brazos, una nena castaña de ojos verdes espectaculares como los de su padre, tenía dos padres a quien salir tan bella.
C: -Hooola Santi como estai? (perdón por tomar el acento chileno tal cual es, no es de burlesco)-
D: -Hey Claudita!, muy bien y vos? Que linda es tu hija!
C: -Viste? Gracias. Bien, oye que estai grande, y muy lindo, seguro tienes a todas las argentinas a tus pies!
D: -(Yo sólo reí, si supiera que a esa edad ni siquiera un beso le había dado a una mujer)-
C:- (A hugo) Oye Hugo, acércate, que te haces el tímido ahora si acá te conocen todos!-
H:- Hey Santino, cómo estai? Tanto tiempo, como hay crecido- ( Me estiró esa mano peluda con esos antebrazos tan marcados y lleno venas que se le notaban)
S:- (Respondí el apretón de manos) Jaja y bueno, no lo pude evitar- Reimos juntos.
En eso también saludan a mi madre y a mi tía, fue ahí donde mi tía nos invitó a tomar la “once” (merienda) como la conocen allá, y nos empezamos a poner al día entre todos con nuestras vidas, ya sabes como iban en el trabajo, como iba yo en la escuela, hablaron de otros familiares, etc. A todo esto aclaro que no podía ver a mi cuñado a los ojos, por lo que me conozco y soy tan estúpido que era evidente que se iba a dar cuenta de que me gustaba, asique todo lo hablé mirando las otras caras que habían en la mesa en ese momento.
Ellos también habían tenido un viaje mas o menos largo, vivían en Santiago, a 3 horas en bus aproximadamente. Por lo que terminamos de comer se dispusieron a dormir en la habitación de mi tía, no era una casa muy grande pero mi tía nos recibía siempre de todos modos. El bautismo se iba a realizar dentro de dos días, por lo que iban a estar de compras todo el tiempo y organizando para que todo saliera bien.
Al día siguiente quería aprovechar el día para irme a alguna playa que tanto me gustan, pero resultó que todos se me “prendieron” como decimos acá, con la escusa de que estábamos reunidos y había que aprovechar aunque sea un día juntos fuera de casa. Asique todos tendríamos un día de playa en familia y partimos temprano en la camioneta de mi tía. Si tengo que ser sincero quiero admitir que me ponía más felíz saber que iba a poder ver a mi cuñadito Hugo en cuero y ver cómo era y si me iba a seguir gustando después de ello, que seguramente iba a ser así. Una vez llegados ocupamos un lugar lejos de la orilla del mar por lo que “hay menos gente y es menos ruido para los oídos de la bebé”
En cuanto me quité mi remera quedando sólo en maya salí caminando hacia el agua, en lo que miro un poco hacia atrás venía mi cuñado sólo en short de baño, sí leyeron bien, SHORT, al verlo de lejos volteé de nuevo la vista y sonreí, sabía que vendría a hacerme compañía, asique decidí esperarlo con los pies sumergidos en el mar, él al llegar me hace un “BÚH” para asustarme y me empuja hacia adelante haciendo que tropezara ya que el agua me había enterrado los pies, pero no me caí, me agarró justo antes de hacerlo, sólo reímos y le dije que ya lo había visto, asique no me asustó. Por suerte llevaba mis lentes de sol puestos, por lo que el ni podía notar el festín que me estaba haciendo con su cuerpo casi desnudo, tenía puesto una gorra negra adidas que le contrastaba los ojos y esas cejas finas que tenía, unos pectorales totalmente definidos, esos hombros tan grandes que eran el doble que los míos, no tenía abdominales marcados, pero que más da, es difícil encontrar un tipo de 30 años que los tenga, sobretodo que esté tan bueno como este, sus brazos ya les dije trabajados por su trabajo en la construcción, bastante velludos por cierto, y sus piernas estaban bien trabajadas, ahí fue donde sí se dio cuenta de que lo estaba mirando.
H: -Que estai viendo?-
D: (Desconcertado y totalmente nervioso)-Nada me llaman la atención tus piernas, se ven bastante trabajadas, vas a un gimnasio?-
H: -Jaja, no nunca fui a uno, se mantienen así porque practico fútbol muy seguido, sabes, con mis amigos-
Obviamente cuando emprendimos camino hacia dentro del marlo dejé avanzar para poder apreciar y descubrir ese culo que tenía, no era la gran cosa, pero ya les he contado, no me interesan que sean culones, no se veía grande pero se veía bien durito por el deporte.
Una vez dentro yo tenía bastante miedo por que hacía mucho no entraba al mar, por primera vez en 5 años me había metido bien profundo en él, esto se lo hice saber a Hugo por lo que sonrió burlesco, pero dijo –No pasa nada cuñado, cualquier cosa me gritas y yo te rescato al tiro- ese acento chileno era muy encantador y me hacía sonreir sin ningún motivo, quizás me causaba gracia, o me estaba gustando mucho este muchacho ajeno, que pertenecía a mi prima, que por suerte estaba bien lejos de nosotros.
En eso que viene una ola, me dijo -Húndete bien profundo- dicho esto él se sumergió, pero mi miedo fue mas fuerte, y cuando quise acordar ya era demasiado tarde y tenía la ola encima, me hundió de un solo golpe y me samarreó bien fuerte, asique entre risotadas Hugo me intentaba sacarme entre las aguas, era temprano y nadie había visto ese momento tan incómodo que fue para mí, tragué bastante agua y el golpeaba mi espalda, aún riéndose claro, me preguntaba -Ya estás bien? Y yo mientras tocía le respondía que sí, que hace mucho no enfrentaba una ola grande y por eso tuve tanto miedo, en eso las mujeres nos llaman para comer, les hicimos señas de que ya íbamos, interrumpían mi momento de estar a solas con él, pero en fin, él era 100% heterosexual, un macho definido, me di cuenta por cómo me golpeaba de bruto la espalda mientras yo tocía, y cómo se burlaba de mi miedo a las olas y al agua del mar, asique me dije a mi mismo que insinuármele sería en vano, ya que es un tipo seguro de sí y nunca querría estar con un pibe como yo.
Cuando llegamos no nos dejaron sentarnos a comer y nos dijeron que hacían falta refrescos y más pan para elaborar los sándwiches, asique nos vestimos y partimos a comprar a uno de los locales cercanos a la plaza, entramos a un almacén a preguntar si tenían lo que necesitábamos, estaba lleno de gente asique nos tocó esperar como 10 minutos, en eso me fijo en algo muy extraño que hacía, mientras él pensaba que yo no lo veía, el se tocaba la entrepierna, parecía que tenía comezón eso pensé, pero cada vez se tocaba más como haciendo presión y observé que ponía un gesto de dolor cada vez que lo hacía, me le acerqué y en voz baja le pregunto si le pasaba algo por lo que se tocaba ahí, me miró y me dijo disimulando que después me diría.
Mientras volvíamos del almacén le pregunté de nuevo, que qué le andaba pasando en la entrepierna, a lo que me contestó que es algo muy íntimo para contar pero me había ganado su confianza asique me lo diría; lo que pasaba es que con todo este tema del bautismo y la organización del evento como el alquiler del salón, etc, habían creado una situación de estrés en el matrimonio, por lo que no había tenido sexo durante más de 10 días y por eso le dolían los huevos, que mientras más piensa más caliente se pone, y más logra hacerse doler.
Al oír todo esto me causaba lástima, pobre macho que no tenía dónde descargar su hombría, y yo lo compadecía más que nunca por lo que yo llevaba mucho más tiempo que él sin tener sexo. En fin, eramos en ese momento dos frustados sexualmente hablando.
Cuando llegamos todo estaba tranquilo, aunque a la plaza seguía llegando gente, comimos tranquilos y estuvimos un par de horas más, las cuales me las pasé recostado sobre mi toallón porque me parecía todo muy aburrido. Cuando nos dispusimos a volver yo me senté en el asiento de acompañante, por lo que pude observar a Hugo agarrándose la entrepierna durante todo el viaje, a veces me causaba un poco de risa, pero después comprendía.
Todo cambiaría la noche del evento, ese mismo día como organizadores debíamos estar más temprano que todos, asique nos vestimos para la ocación (muy formales) aquí es donde comienza a pasar todo lo que pasó durante ese día, como nunca solía vestirme formalmente porque nunca tenía la ocación, la ropa me la compró mi madre, me compró una camisa, un chaleco, un partalón y un par de zapatos, el tema es que mi madre llevaba mucho sin comprarme ropa, por lo que me compró todo de dos talles más chicos exceptuando los zapatos, el chaleco ajustaba mucho mi cintura, remarcando más mi casi cuerpo de mujer (tengo una cintura bastante angosta) y el pantalón me apretaba sutilmente, ajustándose más en mi gran trasero, peor aún, no me había comprano un saco por lo que era verano y dijo que ”me iba a acalorar demasiado”, asique no tenía como tapar mi culo tan marcado, asique anduve todo incómodo durante toda la misa, sentía muchísimas miradas y comentarios de cómo se veía mi culo y lo ajustado que era mi chaleco, por parte tanto de familiares hombres como mujeres. Terminada la ceremonia nos trasladamos al salón de un hotel donde estaba todo listo para la celebración del bautismo, transcurrió todo normal hasta la hora del postre, era una copa helada con Champagne, por lo que no le hicieron ningún asco a ese Champagne y le entraron como sedientos de alcohol.
De lejos veía a Hugo que estaba muy hermoso me olvidaba decirles, tenía un traje color gris con camisa y corbata blanca, ese saco le resaltaba la espalda de una forma impecable, estaba usando un perfume bastante rico y tenía gel en el pelo, todo un hombre deseable, él por alguna extraña razón me devolvía la mirada, pero esta vez sonreía más, y los ojos se le achicaban cada vez que me veía, estaba tomando mucho, era evidente que la vista ya le estaba fallando. Pido permiso para ir al baño y cuando doy vuelta para ver como estaba todo veo que detrás de mí venía él, Hugo, así como sucedió en la playa, me coloqué en uno de los urinales y atrás, donde estaba el lavamanos estaba sentado él, con su cara de borracho y los ojos bien caídos, me puse incómodo asique dejé de orinar y me subí el pantalón, le pregunto que qué le pasaba que estaba tan quieto, en lo que entre palabras inentendibles me dice que tiene sueño, pero también muchas ganas de coger, yo me reí.
S: -Jaja está bien, Hugo te ayudo a llevarte hasta tu lugar en la mesa.
H: -No, no me quiero ir a ningún lado, me quiero quedar aquí contigo, me miraba con esos ojazos a los míos y me apoya una mano en mi hombro derecho-
S: Yo me sorprendí al escuchar eso, no sabía qué decirle, asique de nuevo lo tomé por los hombros y quería llevarlo hasta el salón –No, Hugo tu familia te está esperando y se van a preocupar-. En realidad yo era consciente de que me podía aprovechar de él, pero nunca había abusado de alguien ebrio, asique no quería.
H: -Te dije que no- En eso me agarra de mi culo y acerca su cara a mi cuello – Que culote tan rico que tienes, y yo ando con estas ganas de culiar, mira como me pones-
La verdad la situación me estaba gustando, pero a la vez me daba algo de pudor abusarme de él. Al final tomé coraje y le dije que podríamos irnos al hotel del salón “para que él se acostara y pasara la noche allí tranquilo” la verdad era la escusa perfecta para poder hacerlo mío, este tipo estaba muy bueno y por lo visto yo le gustaba también. Así que lo cargué sobre mi hombro, lo llevé con el cuidado de que nadie nos viera hasta la recepción del hotel donde pedí una habitación, y obviamente pagó él pasándome la billetera. Ya una vez dentro lo ayudé a desvestirse, a cada rato me manoseaba el culo y me decía que era una delicia, que por favor aceptara hacerlo con él, yo me divertía, sabía que no lo decía consciente, asique empecé quitándole los zapatos, los calcetines, pero cuando estaba a punto de quitarle el pantalón me agarró la mano bruscamente y la llevó hasta su paquete, noté algo muy grande y me sorprendí, no me lo esperaba, estaba durísimo, este hombre sí hacía mucho que no se cogía a nadie, se me quedó viendo.
H: -Te gusta? Yo sé que a ti te gusta el pico, desde que te vi lo sabía, estai de suerte aquí conmigo, sabes?
S: -Porqué tengo suerte?
H: Mira (se trató de desprender por sí mismo el pantalón y fue inútil, lo tuve que ayudar)
Me sorprendió bastante porque ni siquiera había notado un bulto grande ni nada, pero esa verga medía mínimo 18 cm, gruesa muy peluda y le resaltaban muchas venas, como en sus brazos, deliciosa, al ver este espectáculo se me dibujó una sonrisa automáticamente, ¡Hacían 5 meses que no veía una verga! Y ahora tenía una bien grande toda para mí, nada me iba a detener ahora, me había convencido totalmente y mi morbo subió en cuestión de segundos, no me importó nadie, ni mi prima, ni la sobrinita de la fiesta, este hombre iba a ser mío esa noche sí o sí.
Le terminé de sacar el pantalón y me prendí directo a su verga, un olor esquisito, se había bañado hace unas horas, asique no había ninguna peste en su cuerpo, empecé dándole besitos –Vas a gozar como nunca, sé que te cargas unas ganas bárbaras- dicho esto comencé a pasarle la lengua, a todo esto él estaba echado sobre una cama matrimonial que tenía la habitación, desnudo de la cintura para abajo y conmigo arrodillado entre sus piernas ordeñando ese pene enorme que se cargaba, comenzó a gemir y decir bizarreadas de macho sucio como –Hijo de puta que bien lo haces, sigue maraco culiao, se ve que te gusta maricón- eso siempre me disgustó asique como hacía siempre lo hice callar –Shh tranquilo cuñado esto recién empieza- recorría centímetro a centímetro todo su pene con la lengua, hasta que lo empecé a sumergir en la boca, esta sensación de tener una verga en la boca hacía mucho no la sentía, había perdido un poco la práctica, había pasado mucho tiempo, pero iba a recobrar en cuestión de minutos, pero era claro que lo estab haciendo gozar, en una de esas gimió tan fuerte que me agarró los pelos –Que rico, Santino, así, me encanta.. aah, ya te has comido muchas se ve, es bacán como lo haces- todo eso era música para mis oídos, seguía chupando o mejor y más profundo que podía, me detuve y me fui a sus huevos, grandes y peludos, no les hice asco a los pelos y me los mandé de una a la boca, – Chaaa que riicoo, como no hay más argentinos así de ricos como tú, aah- volvía a su pene y lo empecé a torturar como loco, succionaba hasta el fondo, no se había ido la práctica de mandármela hasta el fondo, él estaba como loco, me agarraba los pelos, los tiraba y me hacía doler, pero esa verga estaba muy rica, no le iba a decir nada.
Llevaba unos 15 minutos así y ya no aguantábamos más, mi culo pedía a gritos una buena verga, y este macho sólo quería algo dónde meterla, sus huevos estaban tiesos, bien cargados y todos para mí, que bien que lo estábamos pasando. –Ya vente pa acá que te voy a coger bien rico amariconao, me voy a desquitar contigo nomás, maldita zorra de tu prima que se puso tan frígida- me desvestí lo más rápido que pude, me desesperaba no poder quitarme el pantalón tan apretado que me habían comprado, al chaleco lo tuve que romper porque sino no lo iba a sacar más, me desprendí toda la camisa y dejé que me la quitara él, me acostó con él en su cama ya que él no se podía levantar para nada, asíque desde ahí comprendí que yo debía manejar toda la situación, me chupo todo el cuerpo desde el cuello, las axilas, mi pecho, abdomen y se detuvo en mi ombligo, que rico que movía la lengua –Date la vuelta, que quiero deborar ese culote- sin pensarlo me puse boca abajo y paré bien la cola, hundió toda su cara de inmediato entre mis nalgas y me dio uno de los mejores besos negros que me han dado, esa lengua no me la olvido más! –Santino que rico culo, el de tu prima no se compara con este culazo que te cargai- Aaah.. aahh… de mi boca no salía nada más, como lo hacía, que rico…
No resistí más y me desprendí, lo puse boca arriba y lo besé, le comí toda la boca, estaba muy rico, gusto a champagne, no había nada más para tomar asique… seguí por su cuello hasta llegar a su verga de nuevo, lo empecé a chupar y agitar bien fuerte, él comenzó a gritar, -AAAH sii, Santino maricon culiao, que rico weon, ya te quiero coger- entonces solté su verga y ya con mi ano todo ensalivado me dispuse a sentarme en ese pedazo de verga que tenía Hugo, que bien se sentía en la entrada de culo, comencé a sentarme en él entró la cabeza y sí, dolió, pero no me importó, descansé unos segundos y sentí sus manos rodearme la cintura, -Déjame a mi- con esa voz ronca obviamente le obedecí, como toda una sumisa que soy en la cama, de a poquito me fue enterrando y él fue empujando su pene hasta entrar casi todo, una vez sentado en él, Hugo también se sentó y me entró a manosear mi abdomen, mi verga y los huevos, con su boca me chupó todo el cuello (al otro día descubrí un chupón en él) esta vez me decía cosas lindas, como –Que rico culo que tienes, tan cerradito, hace cuanto no te dan verga, eh? Que rico la estoy pasando conchetumadre- Todo con una voz ronca que rajaba la tierra, entonces de un espaldazo lo eché de espaldas, al estar él indefenso cayó como una pluma, entonces comencé a darme sentones en él , lo hacía desesperado, recordé que hacía ya una hora habíamos desaparecido y seguro nos andaban buscando, asique quise acelerar las cosas, y me movía como todo un profesional, cosa que a los tipos les encanta, que cabalguen sobre su verga bien fuerte, así durante unos diez minutos, hasta que me cansé y me desprendí , me di vuelta quedando frente a él y lo besé –Hijo de puta que bien coges, tienes mucha verga encima se te nota, tan chiquito y tan maricón, podía sentir sus suspiros bien fuertes, lo estaba destruyendo al pobre borrachito, en eso que lo beso él se tira encima, separa mis piernas y me la mete de una sola embestida, un AAAY salió de mi boca, sí que me dolió, su verga no era nada chica, la sentí toda y la sentí topar con algo dentro, pero no me preocupe,
Me relajé y se subió sobre pecho succionando mis tetillas, y comenzó a embestir, Aah… Siii que rico, no pares Hugo, que delicia, él se había enmudecido, sólo se escucha sus gruñidos, en esta parte recuerdo que espezó a ser más bruto, se estaba desquitando esos días de asbtinencia conmigo, y de la mejor forma, había encontrado un culo donde ponerla y qué mejor para mí que un macho hambriento de culo, lo abracé por la espalda, aah si, lo rasguñé todo, (nose si habrá tenido problemas por eso con su mujer, jaja) se empezó a escuchar el Plas plas que tanto me gusta escuchar, señal de que la tenía bien adentro y me estaba haciendo delirar como nadie, pobre su espalda, lo escuché quejarse que le dolía pero no me importó, lo mismo hice con esos hombros de hombre trabajador , le chuponeé todo el cuello, me volvió muy loco su forma de coger, la cama empezó a crujir bien fuerte, sus gritos se empezaron a escuchar, AAAH si me vengo santino que rico SIIIII, yo lo estaba aguantando asique me solté y empecé a acabar en mi abdomen, manchandolo a él consecuentemente, le mordí bien fuerte la verga como gusta hacerlo, hasta que acabó muy adentro de mí, no era todo, mientras acababa me seguía embistiendo, queriendo decir que tenía demasiada leche acumulada en sus huevos, me mordió toda la pera y el cuello, ooh si, si que sabía lo que hacía, hasta que se cansó y cayó rendido sobre mí, su respiración agitada era algo muy placentero de escuchar, no le gustaban los besos entre hombres parecía, pero lo seguí besando hasta que me los empezó a responder, no dijimos ni una sola palabra, era obvio que una vez que acabó se iba a dormir, por lo que le puse sus bóxers de nuevo antes de salir de la habitación.
Misión cumplida, me fui a lavar al baño el resto de semen que tenía entre mis nalgas, que por cierto estaba bastante espeso, me costó sacarlo todo, al emprender viaje al salón nuevamente no podía caminar bien, tuve que disimular mucho la cogida que me habían propicionado.
Llegué al salón y como pude y lleno de dolor me senté, lo primero que hicieron fue preguntarme por Hugo, les dije que lo ayudé a cargarlo hasta una habitación ya que estaba muy borracho, a lo que Claudia me dice:
C: Pero que raro no te quiso pegar o algo, él se pone así de tonto cuando está curao, pero con las personas que le agradan es muy encantador.
PD= Sé que demoré bastante en volver a escribir, espero que sepan disculpar, otro día les escribo como sigue todo esto!
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