Mi encuentro con Rubén.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nuevamente me dirijo a los lectores de esta página. Soy Dan y quiero contarles mi encuentro con un hermanastro de unos amigos míos. Cuando contaba con 13 años yo tenía unos amigos que eran vecinos y uno de ellos estudiaba conmigo. Le describo a Rubén como lo llamaré, un joven de mi misma edad, color blanco de piel, medía 1,70, contextura delgada, cara no tan linda, pero agradable y con un mástil para su edad de unos 16cm, grueso y bastante venoso. Esta parte de mi vida trascurre en época de vacaciones.
Normalmente cuando estábamos de vacaciones escolares, acostumbrábamos a ir a las casas de nuestros amigos a realizar cualquier labor, ya fuese juegos o trabajos. Les cuento que esta familia estaba construyendo su casa en una urbanización por donde pasaba un pequeño rio que crecía cuando caían algunas gotas de lluvias. Cuando comenzamos a ir a aquella casa, nos hicimos famosos en la zona ya que la mayoría de nosotros tocábamos guitarra y cantábamos, éramos la sensación para las muchachas de la zona, cada uno de nosotros tenía una conquista.
Cuando comenzamos a hacer excavaciones para hacer un sótano, comenzaron a aparecer unas piedras muy grandes y la forma de sacarlas era picándolas para sacarlas por pedazos, el método que utilizábamos era prender fuego por debajo de las mismas y rociarles agua para que se rompieran y así extraerlas por pedazos más pequeños. Lógicamente esta práctica generaba mucho vapor de agua y los viejos siempre nos pedían que reposáramos bien nuestros cuerpos antes de poder ducharnos y retirarnos a nuestras casas.
Un buen día los que no estaban cerca del vapor decidieron y a bañarse al rio y fuimos todos, pero como Rubén y yo teníamos aún el calor del vapor y el agua del rio estaba muy fría, se nos aconsejó no bañarnos, entre todos los muchachos comenzaron a jugar sobre quien tenía la verga mas grande y quien botaba más leche, las edades de mis amigos estaban entre los 13 y 18 años. Bueno aquellos machos comenzaron a sacar sus vergas y a sobarlas y a hacerlas crecer para ver quién estaba mas dotado, fue una competencia algo pareja pues todos tenían casi los mismos diámetros. Cada uno fue haciéndose una paja y en el poso donde estaban metidos comenzaron a salir a la superficie los rastros de esperma, que flotaban y se iban con la corriente.
Aquel espectáculo a mí me hizo ponerme a millón y noté que Rubén apretaba sus piernas y se bajaba su pene para que los muchachos no notaran su erección. Luego de aquello regresamos a la casa y ya los padres de mis amigos se habían retirado a la casa donde vivían, dejando explicita la orden de que Rubén y yo nos bañáramos cuando nuestros cuerpos estuviesen frescos, los muchachos se prepararon y decidieron irse pues aun a nosotros nos faltaba como una hora para poder bañarnos.
Cuando los muchachos se habían ido, Rubén saca de unas cajas unas revistas porno y comenzamos a mirarlas, nos tocábamos nuestros penes por encima de nuestros chores, después de un rato Rubén se saca su verga y yo lo miro con el rabo del ojo, aquello me calentó más de lo que estaba, él por su parte se hacía una paja y me pregunta que si me gustaría hacerle la paja y al finalizar él me la hacía a mí, no lo pensé dos veces y tomé a aquella herramienta caliente demás y aquellas venas que se sentían por su alrededor y comienzo a hacer la paja a mi amigo, al rato de estar masturbando aquel miembro, él me pregunta que si lo puedo mamar, dude al y le pregunte si él me lo haría a mí, a lo que respondió que si, con aquella respuesta nos acostamos en la cama y él abrió sus piernas y yo me acosté en medio de ellas y comencé un juego con aquel pene que ya me tenía loco, si me lo hacía o no ya no importaba, comienzo a pasar mi lengua por aquella cabeza casi anaranjada, bajaba todo su prepucio y pasaba la lengua, yo sentía como a Rubén se le estiraban las piernas y sabía que estaba disfrutando aquello, luego fui metiendo su glande en mi boca toco con mucha lentitud y ya cuando aquella cabeza estaba en mi boca, pasaba la lengua a todo su alrededor y de vez en cuando volteaba a verle la cara a mi macho y solo veía sus ojos cerrados y sus labios entre abiertos y su lengua que pasaba por los mismos. Después de un buen rato él me pregunta que si nos podíamos ir al baño y nos levantamos y fuimos al baño, allí me agache frente a él y seguí mamando aquella tranca, sus bolas blancas con unos bellos delgados.
Luego Rubén me levanta y me besa en la boca y me hace girar sin decirme nada yo solo respondía a sus deseos, me hace poner una pierna en in tobo para que mi agujero quedara bien abierto y a su disposición. Rubén coloca saliva en su gran cabeza y pone en mi culo también. Se dispone a meter aquella tremenda tranca, claro yo no era virgen, pero al sentir aquello en la puerta de mi culo, de forma automática lo cerré y él le dio un empujón y logró meterlo a la mitad, mi pene estaba a estallar, tanto así que llegué a eyacular sin tocarme, mientras tanto mi sodomizador realizaba su mete y saca, me tomaba de la cintura y empujaba con todas sus fuerzas, me hizo pensar que me lo sacaría por la boca, era una locura de su parte y de la mía, aquel pene se apoderaba de mi espacio con gran fuerza, hasta que siento como se hincha y luego los chorros de su néctar cálido. No se cuento tiempo duró botando su líquido pero a mí me pareció un año, Rubén se recostaba en mi espalda cansado de su labor y yo respiraba agitado, cuando su pene se puso flácido salió solo de mi culo y con él unos chorros de semen bajaban por mis piernas, no le reclamé que me tocaba pues la intención mía era hacerlo mío.
Luego de aquel encuentro no volvimos a hacerlo más, ni lo comentamos, era como si no hubiese pasado, él se fue a estudiar fuera de nuestro estado y perdimos el contacto.
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