MI FAMILIA CON DOS PAPAS
De como la vida nos lleva por caminos increibles……
Empezaré presentándome, Ricardo, chileno de 38 años, profesional de la construcción, mellizo con mi hermano Ismael, padre de Matías, actualmente 10 años.
Me considero bisexual, soy un tipo tranquilo, no promiscuo. Mi hermano también bisex, aunque ha llevado una vida mas disipada. De hecho, el me llevó a iniciarme sexualmente en la época de estudiantes, a los 14 años ya se cogía algunos chicos de cursos inferiores, algunos manifiestamente femeninos y otros no, y por ahí empecé a experimentar. Mas adelante tuve algunas novias o “pololas” como decimos en Chile, y asi de vez en cuando alternaba.
Ya un poco más adulto me enamoré de una chica muy guapa, rubia de ojos claros, con quien iniciamos una relación de convivencia lo que nos trajo el nacimiento de Matías.
Todo funcionaba perfectamente, por mi parte habiendo terminado la universidad, conseguí un buen puesto en una gran empresa de construcción. Como dije mi hermano no estudió y se dedicó a vivir la vida loca como dice alguna canción, trabajando en lo que se presentara.
Pero como nuestra vida no siempre es de hojuelas, mi querida Susana, tuvo un terrible accidente de tráfico que la llevo a la muerte a los pocos dias por la gravedad de sus heridas, quedándome yo con mi hijito de solo 4 años y además de desolado por la partida de mi gran amor, con un niño pequeño.
Afortunadamente vino a mi ayuda mi madre, que afortunadamente tenia buena relación con el niño igual que mi padre asi que acordamos que Matías estaría con ellos de lunes a viernes para ir al colegio y el fin de semana conmigo.
Asi todo empezó a caminar sin problemas, pero pasado un par de años de nuevo la mala suerte, dado que mi padre tuvo un ACV, accidente cerebro vascular que le dejo varias secuelas que deben ser atendidas por mi madre, lo que imposibilitaba que atendiera de buena forma a Mati, por lo que ya, habiendo casi cumplido los 7 años decidimos que se fuera a vivir conmigo y adaptarnos a esa convivencia. El niño se iba conmigo al colegio en la mañana, por la tarde lo retiraba un transporte escolar y en nuestro departamento el se atendía solo hasta mi llegada que normalmente no tardaba mucho. Además, contraté una señora que atiende a algunos vecinos y asi iba tres dias a la semana asear, ocuparse de la ropa sucia y cocinar algo para que Mati tuviera comida fresca.
Así todo funcionaba sin problemas, la adaptación no fue complicada y vivíamos felices.
Una tarde en que salí temprano de la oficina, me voy a casa y me extraño de no encontrar a Matías viendo televisión como normalmente ocurre. Estaba su mochila del colegio lo que me decía que había llegado, pero ahí no estaba.
Bajo al subterráneo a la bodega a dejar unos planos que ya no ocupaba, pero al acercarme noto que estaba encendida la luz por lo que me acerco silenciosamente y apego mi oído a la puerta que se escuchaban voces, una de ellas de Mati y otra que no reconocí.
Introduzco la llave a la cerradura silenciosamente y abro la puerta para mirar lo que ocurría. Esto me sorprendió de sobremanera, dado que lo que vi casi me desmaya pues había una persona que se notaba era un chico joven, quien tenia los pantalones en los tobillos, mostrando un culo blanco y bien formado, y que se movía de atrás adelante en un movimiento a las claras de tipo sexual.
Lo otro que vi fue un par de pies no muy grandes que asomaban en los hombros del chico, y unos gemidos y otros ruidos afines que reconocí salían de la garganta de mi hijo, además de algunos comentarios como ¿te gusta asi? y la voz de mi hijo diciendo “si, si que rico”.
Me quedé estupefacto, no obstante, no puedo negar que la visión era bastante excitante lo que se manifestó en una erección que se me produjo casi de inmediato.
Entre sin hacer ruidos y me quede observando la escena, sintiendo los gemidos y vocecillas de ambos, viendo como ese culo blanco se movía en lo que claramente era una clavada en el culo de mi hijo, y ya pasados algunos segundos o quizás un par de minutos, cerré con violencia la puerta a mi espalda, lo que hizo que el chico se volteara con su pene erecto a la vista (de un tamaño bastante interesante) y reconocí en él a un vecinito de un par de pisos mas abajo que nosotros al que yo calcule unos 14 o 15 años, indudablemente con una cara de espanto como para enmarcar, y mi hijo cuando me vio se puso a llorar ahí mismo sobre las cajas en que estaba recostado, y yo me deleitaba con un aire de morbosidad que me nació, seguramente recordando algunas escenas de mi adolescencia en el liceo junto a mi hermano…….
Continuará.
Ojalá pronto nos cuentes más. Apenas me estaba empezando a calentar cuando se terminó.
Que rico
Ojalá no tardes en actualizar.
Saludos desde chile hermoso relto
ufff mano soy de mexico uffff que rico me gusta esa historia candentes chidas…. cuentamas pronto bor ek paso sigue asi
Ufff, buen relato, ya que estaba pajeando se terminó buscaré los siguientes
Saludos