Mi Familia con Dos Papas (11@ parte)
Finaliza el primer fin de semana largo en familia.
Y así llegamos al sábado de nuestro primer fin de semana largo en familia, mi hermano Ismael, mi hijito Matías de 8 años, el vecinito Gerardo, adolescente en los 15 años y yo.
Como era esperable, nos levantamos tarde tomamos desayuno y salimos a casa de nuestros padres que viven en una comuna cercana, las Rocas de Santo Domingo, donde nos esperan para un almuerzo familiar. Disfrutamos toda la tarde, los abuelos con su único nieto y Gerardo que ya los conocía del cumpleaños 8 de Matías y que ya era parte de la familia (era que no, jejeje). Ya avanzada la tarde regresamos al departamento en la que sería la última noche de los 4 dado que mi hermano Ismael saldría temprano rumbo al aeropuerto para retornar a su trabajo en el norte de Chile en una mina de cobre como ya antes referí.
Como era esperable mi hermano me pidió una “despedida especial” para él que consistía en que él tendría la exclusividad para cogerse a ambos chicos alternadamente mientras yo solo miraba, haciendo gala de un exhibicionismo que iría acorde con mi voyerismo, una nueva faceta a explorar dentro de nuestra sexualidad.
Así fue que les comentamos a los chicos y estuvieron de acuerdo, así que tan pronto llegamos a nuestro sitio, los chicos se fueron cada uno a un baño a asearse adecuadamente y mi hermano y yo nos fuimos al dormitorio donde ubique una silla de forma estratégica en un rincón y esperamos a los muchachos. Ambos ya estábamos desnudos haciéndonos una suave paja para ir preparando el ambiente.
Cuando Gerardo y Matías llegaron al dormitorio, ambos desnudos y fragantes a perfume, se fueron sin dilación a mamar la negra verga de mi hermano, y cual terneritos se alternaban chupando y lamiendo, además de masajear la bolsa de huevos que le cuelgan, y de vez en cuando chupándola uno mientras el otro succiona su verga. Mi hermano agarraba por la nuca a cada chico y los acercaba lo más posible produciendo de vez en cuando alguna arcada y accesos de tos a los golosos jóvenes.
Ya transcurridos algunos minutos en estas funciones, mi hermano los puso en posición de 4 en la cama, uno al lado del otro y empezó una comida de culo alternadas, los chicos lo disfrutaban y se besaban golosamente, mientras mi hermano introducía su larga lengua en uno y otro joven culo para delicia de todos incluyéndome que ya estaba sufriendo dado que según nuestro acuerdo yo solo podía mirar desde mi posición y pajearme.
Luego de una jugosa comida de culo a ambos sobrinos, se aprontó para iniciar las cogidas, para lo cual se embardunó con abundante crema lubricante mientras los chicos hacían lo mismo en sus culitos, preparándose para el primer asalto. Ismael lanzó una moneda para elegir con cual iniciaba y resultó Gerardo, quien puso su cara en la cama para así dejar más en pompa su culito, abrió las piernas lo mejor que pudo mientras Ismael puso la punta de su negra tranca (si bien su glande es muy rojo) en la entrada de aquella gruta y empezó a presionar. La rosada carne del joven abrió paso al invasor dejando entrar más de la mitad de un solo impulso, lo que fue acompañado por un gemido. Mi hermano me miraba con ojos lujuriosos, mi hijo sentado a pocos centímetros observaba como su amigo era empalado placenteramente.
Ismael dirigiéndose a Matías le pidió que se pusiera en la misma posición que ya llegaba su turno a lo que mi hijo obedeció prontamente, Ismael ya tenía el 90% de sus 20 cms incrustados en el culo del vecino, y en un último empuje lo clavo en su totalidad. Se quedó unos instantes en esa posición esperando que la joven carne de Gera se acostumbrara y de golpe y sin aviso lo sacó para dirigirse al culo de mi hijo que ya lo esperaba ansioso, metiéndole sin contemplaciones más de la mitad de la húmeda verga en el trasero del niño quien dio un salto y un gemido mezclado con un reclamo, pero no había compasión y en dos empujes ya estaba completamente empalado, mientras mi hermano se saboreaba preso de la lujuria.
Esta vez inició una follada intensa, sacando casi en su totalidad la húmeda verga para incrustarla hasta el fondo, acción que repitió unas 4 veces para cambiarse al culo del vecino y hacer lo mismo, de nuevo arrancando un gemido-reclamo por la violencia de la primera metida, iniciando así un ritual de 4 o 5 estocadas a cada uno para cambiarse, lo que se repitió por varios minutos.
Luego de aquella posición les hizo ponerse de espaldas con sus piernas levantadas y muy abiertas, para así iniciar la follada de piernas al hombro a mi hijo mientras Gerardo esperaba su turno. Los chicos viciosos se besaban y se agarraban las manos y yo, pfsss que decir que hervía y debía a ratos ni tocarme para así alargar el tiempo antes de eyacular, pero la imagen que tenía en frente no ayudaba ya que era más caliente la escena que cualquier película porno que haya visto.
La orgía domestica continuó, esta vez los chicos de espaldas recibían alternadamente la verga de Ismael, quien a ratos me miraba con sus ojos lujuriosos fijando sus ojos en mi tremenda erección que ya dije ni me tocaba para no acabar y rogando con la mirada a mi hermano que me dejara participar.
La situación se mantuvo varios minutos más hasta que el follador de mi hermano lanzó un aullido mientras tenía empalado a Gerardo, y empezó a presionarlo como queriendo que su pene saliera por la boca, en una clara señal de que estaba llenando los intestinos del jovencito con su hirviente semen. Siguió unos instantes y sacó el chorreante pene de aquel culo y rápidamente lo introdujo en el de su sobrino, momento en que yo aproveché para clavar mi virilidad en el inundado ano del vecinito, que rebosaba de semen lo que me permitió llegar hasta el fondo de una sola clavada, y lamentablemente para mí fue todo lo que pude hacer ya que empecé a lanzar chorros de esperma en su interior, que la calentura era máxima y no pude aguantarme más.
Mi hermano en tanto también vaciaba sus últimas gotas dentro de Matías y nos miramos sonrientes y satisfechos del morbo que compartíamos. Los chicos también sonreían, mientras ambos sentían como nuestros miembros perdían la rigidez y se iban retirando de sus culitos llevándose en ello una buena cantidad del semen que los inundaba.
Luego de tremenda “despedida especial” correspondió asearnos, el último pedido de pizzas del fin de semana y a dormir, todos satisfechos con un primer fin de semana familiar.
En la madrugada mi hermano salió silenciosamente rumbo a la capital a tomar el avión que lo lleve de retorno a su trabajo, me despertó para despedirse mientras los niños dormían “a pata suelta”, yo seguí durmiendo hasta más tarde.
Ya cerca del mediodía nos preparamos a regresar a casa, los chicos tomaron algo liviano de desayuno y salimos, paramos a almorzar en la carretera y al final de la tarde, atascos de fin de semana largo en carretera de por medio, llegamos a casa. Pasé a dejar con sus padres a Gerardo que les relató lo bien que lo había pasado y nosotros a nuestro departamento a preparar las cosas para el día lunes que ya una nueva semana se nos avecina…..
Continuará….
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