Mi Familia con Dos Papas, 15@, Porque el Título de los Relatos.
Y ya vamos en la entrega 15 y mis lectores podrán saber a que se debe este titulo, de los «Dos Papas»……
Mi hermano me sigue relatando sus aventuras en la zona minera junto a su colega Marcelo, aventuras por cierto con niños menores entre los 8 y 11 años, si bien el quedó prendado del negrito haitiano, Junior cuya historia ya relaté y me confesó que si bien trató de encontrarles ello no fue posible lo que no es de extrañar dado que muchos inmigrantes se trasladan de ciudad en ciudad buscando nuevas oportunidades. Me confesó que lo que el pretendía era pagarle para que su padre le incrustara esa tremenda verga, una anaconda negra, para disfrutar de la vista de 25 cms entrando en el estrecho culito de su propio hijo, pero como ya dije, ello nunca se concretó.
Y buenos, después que esos relatos terminaron, junto con varias copas de pisco, fue que Ismael se atrevió a preguntarme si había pensado en la posibilidad que mi hijo Matías conozca a otras personas, íntimamente hablando. Me señaló que ya está creciendo y en algún momento se ira independizando y tomando decisiones y quizás fuera posible que tuviera un poco más de experiencia en el tema sexual y así sepa elegir cuando llegue el momento.
Y debo reconocer, como imagino les pasa a muchos padres, que creemos que nuestros niños nunca crecerán, y no había pensado en ello. Obviamente entendí cuál era la idea de mi hermano y le pedí me hablara sin rodeos.
La propuesta era invitar a Marcelo, su amigo minero de múltiples aventuras, para que conozca a Matías y por supuesto disfrute de su compañía, junto a nosotros obviamente. Le respondí que, sí, era posible siempre que el niño estuviera de acuerdo, que es fundamental respetar su decisión, a lo que coincidió conmigo.
Así pues, que. en la noche, hable del tema con Matías, mencionando al amigo de su tío que le quería conocer y que el decidiera si lo invitamos o no, y que para ello le mostraríamos algunas fotos y alguna video llamada, lo cual realizamos en la siguiente subida al trabajo de mi hermano.
Uno de aquellos días en familia los tres, subimos al ascensor del edificio que ya he mencionado el apartamento está en el piso 24 y justo coincidimos con una anciana vecina que al vernos nos saludó cariñosamente e hizo un comentario “Que linda familia son ustedes, que suerte del niño de tener dos papás”….Nos miramos los 3 y lanzamos sendas carcajadas y le aclaramos a la vecina que somos hermanos mellizos, aunque no nos parecemos casi nada, pero que en todo caso, le aclaré yo, era como si Matías tuviera dos papas ya que Ismael lo quiere y se preocupa de él tanto como yo. Jajaja, esa es la anécdota al respecto y la razón del título de los relatos.
Y volviendo al tema de mi hermano y su amigo, ellos se las arreglaron para hacer la video llamada desde la faena y en especial mostrarse a Mati en toda su anatomía, especialmente la genital, la que tuvo una buena aceptación por mi hijo que estuvo de acuerdo en invitar a Marcelo. Mi condición fue que para venir debía traer una batería de exámenes de salud recientes, en especial las que refieren a las ITS.
Una tarde, estábamos los 3, Mati, Ismael y yo viendo una película cuando alguien toca el timbre. Abro la puerta y era Gerardo quien entro casi corriendo y me abrazó fuertemente a la vez se puso a llorar. Alarmados los tres le preguntamos qué pasaba y nos mencionó que su padre había recibido una asignación en una ciudad del sur de Chile, a casi mil kilómetros de Santiago y con efecto inmediato, por lo que debían mudarse en los próximos días.
Para aquellos lectores que no han leído mis relatos anteriores, el padre de Gerardo es oficial de la policía uniformada, carabinero, de ahí la urgencia de su traslado.
Y bueno, tranquilizamos a Gerardo, que ya con calma veríamos que hacer, que alguna solución encontraríamos, lo que lo dejo algo más tranquilo. Se despidió con un abrazo muy apretado y regresó a su casa, que salían al día siguiente a conocer su nueva locación y organizar todo para la partida.
El día en que Marcelo viajó a Santiago, Matías ansioso nos pidió ir a recibirlo al aeropuerto lo que hicimos, y apenas subimos al auto, que ya he mencionado es una van de cristales polarizados en la parte posterior, permitió que mi hermano, Matías y nuestra visita se saludaran más “efusivamente”, mi hijo al medio de ambos fue prodigado con caricias a cuatro manos, besos y de todo, yo por mi retrovisor miraba como las manos de mi niño se iban a la entrepierna de Marcelo, haciéndome entender que ya está más crecido, como me lo hizo ver mi hermano y buscar de inmediato el que sería su juguete de lujuria.
El niño haciendo gala de su experiencia se sentó en las piernas de nuestra visita, abrazándole y besándolo, mientras sus nalgas eran amasadas y las fuertes manos del minero se fueron metiendo entre la ropa para, bajando un poco el short del niño, agarrar la carne y pasar sus dedos recorriendo en especial la raya del culito infantil, metiendo seguramente sus dedos ya que a ratos los llevaba a su boca para humedecerlos con saliva.
Mi hermano haciendo gala de su morbo, grababa con su celular aquella escena, un primer recuerdo para Mati de un adulto aparte de nosotros que disfrutara de su intimidad.
Llegados al apartamento, Marcelo se duchó y al salir ya lo esperábamos en el dormitorio, los 3 desnudos, el venía con una toalla cubriéndole la parte baja, pero al vernos la dejó caer mostrando en plenitud su pene de 18 cms aproximado, algo grueso y muy blanco, con las venas muy notorias. Se acercó y mi hijo sin hacerse de rogar la agarró y se la metió a la boca, dado el grosor de aquel trozo de carne le entraba justo lo que sacó el primer gemido del nuevo amigo.
Matías amasaba los huevos que colgaban con algunos pelos castaños, nosotros empezamos a lamer y acariciar el cuerpo de nuestro niño, nuestro hijo como dijo la vecina, quien se retorcía de placer, en especial cuando sintió una boca comiendo su culito y la otra chupando su pene completamente erecto, con sus huevos muy firmes, en loque ya sabíamos le excitaba al máximo.
Invité a Marcelo a que se acostara en la cama, y Matías se acomodó encima suyo, mirándole a la cara, y agarró la blanca estaca de carne hirviente, para acomodarla en su culito. Mi hermano le aplicó abundante lubricante en el hoyito aprovechando de meter su dedo medio lo más al fondo posible preparándolo para el asalto que sufriría en seguida.
Y así fue, como Matías se empezó a clavar aquella mole de carne, Marcelo solo gemía con un ¡Ohhh! prolongado que no requería mayor explicación. Mati salía y volvía a clavarse un par de centímetros extras, y así hasta quedar completamente ensartado, ante lo cual Ismael y yo aplaudimos y por supuesto tomamos más fotos junto a la grabación que no podía faltar.
Matías alcanzo a saltar no más de 5 veces sacando y metiendo todo el pene del amigo cuando éste no aguantó tanta lujuria y sin mayor aviso empezó a eyacular dentro del niño, emitiendo todo tipo de exclamaciones y gemidos junto a una maldición por no haber aguantado más.
Por supuesto que Matías no quedó conforme con tan breve follada, pero ya su tío estaba preparado y lo puso de piernas al hombro junto a su amigo y lo penetró sin preámbulo, dado que ya estaba suficientemente dilatado y lubricado.
Nuestro visitante miraba extasiado la incestuosa follada de tío a sobrino esperando ver la de padre hijo que pronto también llegó, que mi hermano tampoco duró demasiado en aquella profunda culiada de 20 cms. dado que la noche anterior no follamos al niño para que estuviera a plenitud para el invitado. Yo tuve que secar un poco el culito de mi hijo dado que estaba prácticamente inundado en semen de su tío y de Marcelo, quien después confesó que se abstuvo de sexo varios días fingiendo algún malestar ante su mujer, jajajaja, el hombre con dolor de cabeza para no tener sexo. Así que, ya retirado el exceso, procedí a penetrarlo suavemente, mete y saca, mete y saca, ¿eres feliz hijito? Si papi.
Aquella tarde y noche Matías fue cogido en múltiples ocasiones por Marcelo y también por nosotros, todas las posiciones imaginables que tres adultos pueden acomodar a un niño menudito como es mi hijo. Varias veces lo penetramos en el aire, dos lo afirmaban en alto y el otro lo clavaba, y así cambiando de posición para turnarnos. Por supuesto él encantado y divertido.
El fin de semana no salimos y ya imaginarán mis lectores a que nos dedicamos todo el tiempo, Marcelo quedó más que satisfecho con su viaje y nosotros también con Matías feliz de haber conocido a una persona ajena a la familia e iniciando una nueva etapa dentro del placer sexual.
Por la noche del día domingo, cuando ya Marcelo se hacía el ánimo de retornar a casa nos contó de su inicio con chicos muy jovencitos, y nos mencionó algo especial, que conoce a un matrimonio gay ( en Chile es legal el matrimonio del mismo sexo) a quienes conoció casualmente en el extranjero, específicamente en Brasil donde un personaje les facilitó jovencitos bien dispuestos, y al solo hablar se reconocieron como chilenos. Una cosa lleva a la otra y recibió una invitación a visitarles en su campito a pocos kilómetros de Santiago, con todas las comodidades para atender visitas. Marcelo ha seguido en contacto con ellos sin compartir aventuras, quizás ésta lo sea-
Lo analizaremos en familia y veremos. Ustedes lectores serán de los primeros en saberlo……
Estuve esperando y actualizando la página no sabes cuanto jeje me gustó eso que en la zona minera se de eso.. No sabía. Me gustaría saber más 🤭