Mi gran día en el sauna
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gordoarrecho.
Es el primer miércoles del 2017, he amanecido muy excitado.
Soy un colombiano más, ya tengo 38 años, nunca voy al gym, mi pene no tiene proporciones de actor porno.
Soy alguien calmado, no soy de ir a beber o de salir en plan fiesta.
En efecto soy una persona aburrida.
He trabajado hasta tarde, llevo varios días con esa sensación de querer sexo, hacerme la paja no me es suficiente, quiero más.
Así que apenas me levanto, sobre las 10 a.
m.
desayuno algo, me ducho bien y pido un taxi, lo tengo decidido, me iré a Ulises, un sauna, quiero culeo.
Llego sobre las 2:20 p.
m.
, hace muy poco que han abierto; me quito la ropa, me pongo la toalla y entro al área de vapor, por ahora solo quiero descansar, ya hay algunas personas, pero no me fijo mucho.
Ya son casi las 3:30 de la tarde, me he relajado bastante en el vapor.
Así que casi por inercia salgo del vapor y voy al segundo piso.
Instintivamente al finalizar las escaleras, a mano derecha, entro sin dudar al cuarto oscuro.
Hay gente, esta oscuro, pero oigo el ruido y respiración.
Nadie está haciendo nada, solo están esperando a que algo pase, debe haber como 4 o 5 personas.
Me siento en un rincón, en una banca, agacho la cabeza, quizás no es mi día de suerte, pero igual esperare.
Levanto la cabeza y me doy cuenta que alguien se ha hecho muy cerca de mí, está de pie, solo veo la toalla blanca que es lo único que lo cubre, no tengo idea de cómo sea, ni de qué edad sea.
No me importa.
Él empieza a tocarse la verga por encima de la toalla.
Esa es mi señal, sin dudar pongo mi mano sobre sus genitales.
Él no se aleja, indicativo suficiente.
Retiro su toalla y me pongo a mamar, es gruesa, de unos 16 o 17 cms de largo esa verga.
Sabe a limpio, asumo que hace poco se ha duchado en el primer piso.
Mamo y sigo mamando.
Asumo que le gusta, ha puesto su mano sobre mi nuca para marcar el ritmo, yo solo sigo en mi tarea, luego de unos minutos, de mi nuca su mano baja por mi espalda buscando mi culo.
Por ahora estoy concentrado en mamar.
Luego de insistir, yo suelto mi toalla, así él tiene vía libre a mi culo.
Sin esperar, él busca mi ano y empieza a jugar, duele algo, hace ya un par de meses que no tengo sexo.
Pero no me importa el dolor, yo estoy entretenido mamando esa verga.
Él me hace levantar de la banca, estoy inclinado mamándole la verga y él tiene mejor acceso a mi culo.
Hay gente alrededor, no me importa, estoy ocupado mamando.
Asumo que está muy excitado, sin esperar mucho, me da la vuelta, quedo dándole la cara a una pared.
Sin dar alargues innecesarios, me lo mete, duele, así que trato de relajarme, para que entre bien y no me incomode.
Lo logro, él logra clavarme bien.
Me empieza a dar verga sin pausa.
Alguno de los mirones me ha empezado a acariciar las nalgas y otro le está acariciando las huevas a mi culiador.
En menos de 3 minutos, mi activo termina, me ha llenado el culo.
Me siento muy excitado.
Mi culiador anónimo me da una palmada suave en la espalda, asumo que es un gracias y una despedida.
En mi mente, supongo, que ha llegado la hora de ducharme y tomar un descanso y quizás con suerte en algún rato pueda conseguir alguna otra verga para mamar.
Pero para mi sorpresa, uno de los mirones, sin darme tiempo ni de darme vuelta, se ha puesto a mi espalda y sin preguntar me ha metido su verga, entra fácil mi culo esta ya abierto y lubricado con el semen del primero.
Me da con muchas ganas, siento esa verga entrar y salir muy rápido, en menos de nada, quizás 4 o menos minutos, mi segundo follador, descarga en mi culo su semen.
Estoy muy excitado, sin pensarlo me estoy haciendo la paja.
Mientras el segundo me daba verga, aprovechando que mis ojos se han adaptado a la oscuridad, mi fijo en un hombre de asumo entre 35 a 40 años, no delgado, no gordo, está muy cerca de mí, en plan morbo con alguien más.
Él me está mirando también, al parecer le gusta ver como otros culean.
Apenas el segundo termina en mi culo, el que me ha estado mirando y a quien yo he mirado se me acerca, toca mi espalda, intento ponerme a mamarle la verga, pero él tiene sus propios planes, me detiene, me hace inclinar más, estoy de pie, pero bien agachado, así mi culo está más expuesto, tiene la verga gruesa, me doy cuenta cuando entra en mi culo, pone sus manos sobre mis hombros, así se asegura de que me entra bien su verga.
Yo solo puedo gemir, no soy escandaloso, así que mis gemidos solo son suaves gruñidos, duele, pero me gusta mucho hijueputa.
Ese clavador estaba muy excitado, me da con ganas, eyacula, me ha dejado ese semen bien adentro.
Me tiemblan las piernas, me pongo la toalla, la ato a mi cintura, alguien intenta acariciarme, no lo dejo, me siento cansado, necesito algo de aire.
Antes de salir me ubico en una esquina, al otro extremo del cuarto.
Mis piernas no me responden del todo.
Ubico mi espalda contra la pared.
Sin pedir permiso, alguien más bajo que yo, me empieza a tocar el pecho y me ha besado.
No suelo besar, pero lo dejo, no está mal ese beso.
Le quito la toalla y empiezo hacerle una mamada.
Tiene bonita verga, no es gruesa, pero si cabezona, parece un champiñón, se siente bien en la boca.
Me levanta me da la vuelta, me mete la verga.
Me abre el culo, apartando mis nalgas, se está asegurando que me entre bien.
Se esmera en que este bien adentro, y ahí si empieza con el mete y saca, sin violencia, sin afán, pero si con firmeza, dura más que los otros; me he seguido masturbando, tengo esa sensación indescriptible de un orgasmo acumulado, eyaculo, lo hago con ganas, cierro mi culo en el proceso y mi culiador aprovecha para hundir más.
Me sigue dando verga por un par de minutos más.
Siento su respiración acelerase.
Y un sutil mugido escucho a mi espalda, me ha llenado.
La cuarta descarga en mi culo y no han pasado ni 20 minutos desde que entre a ese cuarto oscuro.
Salgo del cuarto oscuro, ni me he puesto la toalla, las piernas apenas me responden y siento mi culo muy abierto y obviamente muy húmedo.
Lo he disfrutado y mucho.
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