Mi hermano descubrió mi secreto, y me dio un castigo
Continuación de mi primera historia.
Mientras Daniel y yo estábamos en plena acción escuchamos un ruido que hizo que diéramos por terminada la rutina de sexo, no le presté atención, podía ser cualquier cosa, el viento, algún animal, incluso nuestra imaginación.
Al regresar a casa encontré a mi hermano mayor Lucas de, en ese momento de 21 años, en la sala, lo noté un poco raro, pero pensé que era algo sin importancia.
Yo: Hola Lucas, ya regresaron papá y mamá de su viaje?.
L: No, me llamaron para decirme que regresarán la próxima semana, deben ir a Veracruz y ahí se demorarán.
Yo: está bien, iré a cambiarme para comer.
L: por cierto Andrés, Por qué llegas tan tarde hace 45 minutos debiste llegar, ni que viviéramos tan lejos de la secundaria.
Tenia razón, solo vivíamos a menos de 5 minutos a pie de mi colegio, literalmente a dos cuadras.
Yo: pues, hoy me tocaba la limpieza del aula, sí te lo dije.-Respondí con nervios.
L: Ahh, claro, la limpieza.- Lo sentí como sarcástico.
Salí corriendo a mi habitación me cambié de ropa y bajé a almorzar, en toda la comida Lucas no me dirigió la palabra y ni me miró, es más cuando le pedí que me pase una servilleta se levantó de la mesa muy molesto y se fue a su habitación. Luego de comer me dispuse a hacer mis tareas, sin poder olvidar lo rico que sentí cuando Daniel me azotaba en nuestra aula, me empecé a excitar pero un grito de Lucas me sacó de ese transe.
L: tengo que salir, regreso más tarde.
yo: Está bien.
La tarde y la noche pasaron con normalidad. Cuando me fui a dormir al rededor de las 9:30, mi hermano todavía no llegaba, a veces hacia eso, sobre todo cuando nuestros padres no estaban en la ciudad por sus viajes, en eso recibo un mensaje de Daniel, empezamos a hablar, y el chat se puso caliente, pero cuando estábamos en l0 mejor, escucho el sonido de la puerta de afuera abrirse, desde mi habitación me percaté que se trataba de mi hermano, estaba caminando un poco raro, sin control de si mismo, tuve que cortar la conversación con Daniel y bajé a ver a mi hermano.
Yo: Lucas, estás bien?.
L: Sí, ya vete a dormir.- Me dijo en un tono casi fuerte.
Yo: Estás borracho, el que debe ir a dormir eres tú.
Se enojó y me tomó de mi camiseta.
L: Mira Andrés, mejor vete, si no quieres que me enoje más contigo.
Yo: Enojado?, pero que hice?, desde que llegué del colegio me miras como si hubiera asesinado a alguien. Dime que te pasa.
L: te parece poco. Te fui a ver a la secundaria para ver si ya terminaste con la limpieza, porque tardaste mucho, y te vi mientras tu compañero te estaba follando.
Estaba sorprendido, él era el ruido que escuché. La puerta no estaba bien cerrada, diablos.
Yo: Lucas lo puedo explicar.-Ay claro la típica, pero era lo único que podía decir.
L: No tienes nada que explicar, todo está claro eres un putito.-Dijo mientras tomaba mi brazo con fuerza y me llevó hasta la sala, aventándome al sofá.
Temía lo peor, me iba a golpear.
Pero esa idea cambió cuando se acostó sobre mí y me agarró una de mis nalgas.
L: te voy a castigar por ser un mentiroso.
Se acercó demasiado a mí y me besó, a pesar de estar ebrio y olor a alcohol no era fuerte, más bien era ligero, hasta cierto punto era rico, igualmente no daba crédito a lo pasaba mi hermano estaba besándome con pasión y manoseándome. Nunca me había fijado en mi hermano como hombre, pero en ese momento vi lo atractivo que es. Su pelo rizado y castaño, y su sensual piel oliva, me enloquecieron, eso sin contar que cuando se sacó su camisa mostró un cuerpo bien trabajado.
Empezó a desnudarme, y simultáneamente, él lo hacía también, hasta que estuvimos completamente desnudos.
L: me vas a mostrar que tal la chupas, tal como se lo hiciste a tu compañero.
Dios, esa verga era riquísima, como de unos 22 cm, gruesa y velluda, no estaba seguro si podría con ella, a duras penas aguanté con Daniel, no sabia con ese monstruo que babeaba líquido pre seminal por montones.
Yo: Lucas, no sé si pueda, la tienes muy grande.
L: ahora no te vas a hacer el santo, si con lo que vi me di cuenta de lo zorra que eres, además si no lo haces le cuento todo a nuestros padres.
Sin opción lleve ese pene a mi boca, con miedo pero a la vez con gusto, empecé lamiendo despacio, pero mi hermano tiró con fuerza haciendo que me trague su gran falo en un solo intento, casi vomito pero resistí.
L: Vamos chúpala toda, también mis bolas, anda.-Decía entre gemidos.
Así lo hacía, se sentía tan bien, ya me había entregado a la pasión.
L: Wow, eres tan bueno, ya casi me vengo, ven levántate, todavía falta mucho.-Me llevó a mi habitación, me recostó en la cama mirando hacia él.
L: espérame un rato .
Me dejó ahí, luego de unos segundo regresó con un condón, el cual se lo puso.
L: no creo que necesite lubricante más que mi saliva, se nota lo bien que te follaron.
Empezó a penetrarme, lo hizo de un solo tirón, no pude evitar gemir y gritar por el dolor.
Yo: despacio Lucas, me duele.
L: No te quejes, este es tu castigo por putita, ahora te aguantas.
Lo hizo más rápido, y pronto el dolor se fue y empecé a gozar.
Yo: Sí dame más, he sido muy malo, debes castigarme.
L: Así me gusta ya entendiste.-Me respondió y me empezó a nalguear.-Eso te encanta, gimes igual que cuando ese wey hacía lo mismo contigo, siempre supe que a mi hermanito le mamaba la verga.
La cogida siguió por al menos una hora, la verdad mi hermano me follaba mejor que Daniel, era un experto, con cuantos más tendría sexo?.
Me volteo para cogerme de perrito, mi pose favorita, la excitación estaba a flor de piel en ambos, por lo salió de mi culito.
L: toma tu lechita zorrita, y te la tomas toda.
Yo: sí Lucas, dame tu leche.
Su semen entro por mi boca y sin desperdiciar una gota lo tomé todo, sabia rico como un néctar de Dios.
Rendidos nos acostamos uno junto a otro y ahí me confeso el por qué de su enojo.
Yo: Lucas, si no te molesta que sea gay, Por qué lo estabas?
L: es que no soporté saber que alguien más se me adelantó a desvirgarte, siempre me había gustado tu culito y me moría por hacerte mío.-Dijo mientras me acariciaba las nalgas.
Yo: ya no te enojes conmigo, mi culito también es para ti.-respondí acompañando mi respuesta con un beso.
El resto de la noche se resumió en cogidas, y deslechadas. Al rededor de las 5 nos dormimos, afortunadamente ya era fin de semana, así que dormimos toda la mañana juntos, él con su verga dentro de mí.
Toda la semana en que mis padres no estaban allí, ambos tuvimos grandes sesiones de sexo, en la que incluso invitó a sus amigos un día para compartirme con ellos, una historia que si me animo le contaré luego,
Así fue como recibí dos veces polla en el mismo día, y descubrí lo putita que soy, jajaj.
Gracias por haber leído mi relato, ojalá les haya gustado y se la hayan jalado con gusto, jajaj.
como sigue
Excelente relato. Me gusta mucho el desarrollo de la trama. Espero la segunda parte. Saludos.