Mi hermano el malcriado
Así comienza una historia caliente prohibida entre dos hermanos .
8 de la noche, mi estómago me ruge asi que bajo a la primer piso para preguntarle a mi hermano que quiere de comer.
Para que tengan una idea, me llamo Eddy, tengo 22 años, soy gay y estudio programación, mido mas o menos 1.72 de altura, tengo un poco de barba y cabello largo hasta los hombros. Mi hermano pequeño se llama Gerardo, tiene tan solo 14 años y está en toda su etapa de rebeldía y pubertad, debo decir que tengo mis sospechas de que no es hetero (creo que influye un poco que encontré su historial con algunas páginas de porno gay pero no le he confrontado).
Debo decir que me genera un poco de morbo saber que ya está con toda la calentura encima y que quizas fantasea conmigo o con uno de mis amigos hombres pero no he tenido el atrevimiento como para preguntarle o hacerle una propuesta.
«Oye, sirveme algo de comer» – me dice Gerardo a la mínima que bajo al primer piso. – «No quieres que me mueva de hambre no?»
«Pues con esa actitud preferiria que me ruegues a hacerlo por mis ganas» – Le respondo en tono burlón
G: Ay no me jodas, mira la hora, estoy seguro que tambien tienes hambre.
E: Si, tengo hambre. Solo por eso veré si hay algo de comer, ¿te respondió mamá sobre a que hora venían?
G: Ah, sí. Se van a quedar con la tía por lo menos una semana o más, parece que está muy enferma.
E: ¿Enserio? Ojalá nos hayan dejado suficiente para sobrevivir, tenemos suerte de que ya sea temporada de vacaciones.
G: Ya pero, apurate y dame de comer – tono imperativo
E: No hay nada preparado, ¿comemos pizza? – le digo para no tener que aguantar sus pedidos.
Sus ojos se iluminan – Pizza!! siii por favor Eddy.
E: Ok, de que sabor quieres?
G: Una de pepperoni
E: Ok pedire una hawaiana
G: Oye imbécil dije pepperoni
E: ¿Quién tiene la plata?
G: No me importa, una de pepperoni
E: Ok, pediré entonces de dos sabores
Gerardo aprueba la idea refunfuñando
G: Ok, pero no te comas mi lado de la pizza
Llamo a la pizzería a la que compramos siempre, hago el pedido y me indican que llegarán en un tiempo aproximado de 40 minutos, Gerardo escucha y sigue renegando pero no hay nada que pueda hacer al respecto.
E: Oye, puedo jugar contigo play mientras esperamos?
G: Si quieres, pero te advierto que vas a perder todos los versus.
E: Te siento muy confiado para alguien de tu edad, a ver pes, te reto.
Empezamos con unos duelos de crash team racing, en el cual quedamos empatados. El esfuerzo y empeño que le ponía Gerardo al juego me hacía verlo de manera muy dulce, por momentos me acordaba que había visto porno gay, me tentaba colocarme shorts mas reveladores, quizas aparecer en boxer para despertar su deseo, pero decidí solo continuar con mi rol de hermano cuidador y entreterlo hasta que llegue la pizza.
G: Ha! has tenido un golpe de suerte, en esta te gano.
E: ¿Tu crees? y que se va a llevar el ganador de la batalla
Gerardo se detuvo un poco, no había pensado en que tendría que haber un premio en primer lugar
G: Pues, la verdad no estoy seguro. ¿Qué se te ocurre a tí?
Contuve mis ganas de decir «Pues me vas a tocar la pinga» con todas mis fuerzas, y solo atiné a decir
E: El ganador come un pedazo extra de la pizza
G: Uy ya fuiste, ese pedazo es mío.
Como era de esperarse, logré la victoria en el ultimo duelo, Gerardo estaba furioso, yo solo gozaba de verlo renegar.
G: Hiciste trampa!
E: Cómo? si estoy a tu lado para que veas que no hago trampa
G: No me interes, ya me harté. ¿Donde está la pizza?
Sin darme cuenta, habían pasado más de 1 hora y la pizza no llegaba. Decidí llamar para ver que pasaba:
Restaurante: Hola gracias por llamar, cual su pedido?
E: Buenas noches, pedí una pizza hace más de una hora y no llega a mi domicilio, hay algún problema?
R: Oh disculpe, si tenemos registro de una pizza llegando tarde, pero debe estar a la vuelta de la esquina. Le damos las disculpas del caso.
E: Eso espero, si no llega en 5 minutos obtengo algun a cambio porq no me parece esperar tanto.
R: Si el repartidor no llega en 10 minutos la pizza es gratis.
E: Ok, gracias.
Cuelgo la llamada.
G: Más le vale a ese repartidor que llegue, me muero de hambre.
E: O que se demore y nos la den gratis.
G: Prefiero que llegue ahorita.
E: Bueno, una partida más para esperar?
G: Ya, pero de otro juego.
Gerardo sacó el estuche de un juego de peleas de naruto, esta vez sin un rato me deje ganar para pasar el tiempo, justo cuando acabó la partida escuchamos el timbre de la casa, Gerardo va a contestar corriendo y abre la puerta, yo me dirijo al segundo piso para agarrar el dinero de mi cuarto.
Gerardo abrió la puerta y, al hacerlo, no pudo evitar mirar al chico que tenía frente a él de arriba a abajo varias veces. Estaba sorprendido y, para ser honesto, bastante impresionado. Había algo en él que lo fascinaba: el tatuaje que decoraba su brazo, su cabellera perfectamente desordenada… era, simplemente, extremadamente atractivo.
Antes de que Gerardo pudiera procesar del todo lo que sentía, el repartidor habló con una sonrisa ladeada:
Repartidor: Hey, tú eres el que se estaba peleando por la pizza, ¿no?
La pregunta lo sacó de golpe de su nube. Volvió a la realidad, ahora, parado frente a ese chico, Gerardo se sentía chiquito, como si no pintara nada, y para rematar, sus mejillas empezaron a ponerse rojas como tomate.
G: Emm si fui yo, quería la pizza.
El repartidor solo le dedicó otra sonrisa y, por un instante, Gerardo deseó encontrar la forma de prolongar la conversación.
Disculpa, fui yo, se demoraron mucho y por eso tuve que reclamar – Le respondo al repartidor, bajando con el dinero en la mano.
El repartidor se rió y levantó la bolsa de la pizza, la pizza se veía recién hecha y recién salida del horno, emanando un delicioso olor a pepperoni y piña.
R: Tranquilo mano, está bien, no te preocupes… De hecho estoy acostumbrado a quejas del horario de entrega.
E: Y eso por que? tienes algun problema? – Pregunto curioso
R: Es que a veces me demoro por hablar con clientela que me parece muy linda, como tú por ejemplo – en tono pícaro
El repartidor me parecía demasiado atractivo pero no le veía momento para meterme con un hombre, peeeero me había percatado que ha Gerardo si le parecía muy lindo, podría notar que le había formado un pequeño bulto en su pantalón, así que decidí seguir el juego del repartidor por un momento.
E: A sí? fíjate que cuando llamé a la pizzería me dijeron que si llegabas más tarde me darían un cupón, ¿tu serías ese cupón?
El repartidor se echó a reír y se rasco la cabeza, su cabello se le cayó en un mechón y se le pegó en la frente
R: Oh vaya… Me atrapaste… Creo que soy yo el más grande descuento que has buscado nunca.
E: De verdad? y cuando quiera canjearlo debo llamar al número del restaurante o directamente a tu número?
R: Se podría decir que soy una gran tentación y un premio de alto costo… Para tener mi número personal vas a necesitar ofrecer mucho más que eso.
No me gustó su tono alzado, decidí cortar la conversación para que me dé la pizza de una vez.
E: Bueno, entonces creo que no tengo otra opcion, esperare a que este repartidor lujurioso me entregue otra pizza en otra ocasión.
El repartidor de repente volvió a centrarse y volvió a tomar la pizza, te la entrego con una sonrisa de lado
R: Aquí tienes, espero disfrutes esa pizza… Que te alimente y te llene – dice con un tono bastante malinterpretable
E: Faltara algo más que una pizza – le guiño un ojo, todo la pizza y me la llevo adentro, dandole el dinero y cerrando la puerta detrás mío.
Gerardo estaba hecho una bola de morbo, se notaba por el pantalón su erección y su cara erstaba roja, decidí no ser tan obvio y ordenar la mesa y colocar la pizza para comer, dejé que termine uno de sus pedazos para continuar con la conversación.
G: Ay la pizza está muy rica, por fin podemos comer, ese imbécil se demoró una eternidad.
E: Pero parecia que babeabas por el repartidor mas que la pizza.
Gerardo se puso más caliente que un tomate.
G: Esos comentarios de babear y no sé qué más solo están en tu imaginación. – murmuró en voz baja, como tratando de convencerse. – Estaba esperando la comida y nada más.
Se dejó caer en el sofá, poniendo la caja de pizza sobre la mesa, todavía sintiéndose algo incómodo.
G: Maldita sea… La próxima vez mejor pido en una pizzería más rápida.
E: O, no sé, un repartidor que no sea tan lento
G: Aunque… el repartidor era… algo peculiar… especialmente su tatuaje.
E: Su tatuaje me parecía bien chevere, sobretodo como le subía hasta el hombro, me parecía un poco sexy.
Gerardo intentó ignorar lo que había dicho pero sabía que era verdad, ese repartidor era demasiado sexy y había despertado algún tipo de deseo en él.
E: Oye, Gerardo, ¿Te puedo preguntar algo?
G: Ahora que quieres, dilo rápido y dejame comer.
Gerardo se había llevado su parte de la pizza al sofa y estaba comiendo sentado allí, para poder hablarle del tema sexual quería sacar, llevé lo que quedaba de la pizza y me senté junto a él.
E: Oye, tu eres gay?
Gerardo se puso demasiado nervioso, no sabía donde meter su cabeza.
G: Pero que huevadas dices!! de verdad cada día hablas pura mierda.
E: Vi tu historial Gerardo, así que te gustan los gangbang gays y las preñadas, buenas categorías eh.
Los ojos de Gerardo se abrieron como platos.
G: y tu que haces viendo mis cosas!!
E: Solo cosas de hermanos mayores.
Gerardo se quedó callado, poco a poco empezó a decirme lo que sentía.
G: Sentía curiosidad, en el colegio siempre usan el término gay para insultar pero yo sabía que tu eras gay, me puse a investigar y llegue a esos lugares…empecé a sentirme extraño.
E: Extraño aquí? – Sin pensarlo bien, coloque mi mano y toque su pene, seguía duro como lo había visto, por supuesto que Gerardo se sobresaltó.
G: Que mierda! por que chucha me tocas!
E: Hey hey tranquilo, estamos en confianza, quiero ayudarte a entender lo que sientes. Mira – No se que pasó por mi mente pero le enseñe la erección que traiga en los pantalones, no digo que tengo la pinga más grande pero unos 17cm para un adolescente que esta empezando en el mundo gay es más que suficiente. Gerardo solo atinó a ponerse más nervioso.
Lleno de morbo, me acerqué a él una vez más, coloque mi mano en su bulto y empecé a masajearlo encima de su short, él solo atinaba a soltar pequeños gemidos que me prendían a mil.
E: Estoy seguro que te preguntas como se siente lo que viste en esas películas, no se si ya lo hiciste con alguien, en todo caso dejame enseñarte algunas cosas.
Gerardo no dijo ni una palabra, pero me miró y asintió, lo que me dio luz verde a continuar con ese momento de placer.
Me arrodillé ante él y baje su short y su calzoncillo, dejando en evidencia su pinga, debía tener mas o menos unos 10 cm, se notaba de que ya había empezado a desarollarse. Empecé a masturbarlo de manera suave, sentía como la temperatura de Gerardo aumentaba, sin previo aviso empecé a lamer su glande haciendo que los gemidos de gerardo se puedan escuchar y no sea capaz de controlarlo,
G: Her- hermano que haces.
E: Esto es sexo oral, tu solo relajate y siente.
Luego de decir eso me metí toda su verga en la boca, había mamado mas grande pero en ese momento no me importaba el tamaño, el morbo que me daba sentir esa pinga casi que llegaba a mi garganta era extraordinario, le di una mamada como debe de ser, garganta profunda, chupada de huevos, pasar mi lengua por todo el miembro. Gerardo estaba en las nubes, su cuerpo no dejaba de estremecerse cada que sentía mi lengua pasar por todo su miembro.
G: Ah- her- ah quiero orinar eddy.
No pude decirle nada porque estaba ahora más enfocado en sacarle la leche, cuando sentí que se estrmecía más de lo que estaba haciendo le hice una última garganta profunda, luego sentí, uno…dos….tres…cuatro chorros de semen chocar con mi garganta, su sabor era tan característico que me puse a mil, pero entendí que era el momento para detenerme.
E: Hey, como te sientes – le digo acelerado luego de lo que acabamos de ahcer.
G: No se como sentirme, pero la pasé bien.
E: Que bueno, me iré a limpiarme, espera aqui.
Antes de qe entre al baño del primer piso, escuche a Gerardo llamarme, por lo que me di la vuelta para saber que querá.
G: Eddy, ahora que estamos solos una semana….espero que se repita.
CONTINUARÁ
Uufff… Acabo de leer el relato y gracias a ti me he hecho tremenda paja 💧💧 espero que sigas con la historia.