Mi hermano, la perra del vecino y yo
Relato de cómo fue que tuvimos un trío incestuoso y zoofilico. .
Hola espero estén bien. Hoy les vengo a contar la historia de la primera vez que hice un trío zoo. Mi hermano, la perra de mi vecino y yo. Cómo les conté en el relato anterior tuve una semana en la que pude usar la perra de mi vecino a mi gusto. Fue una semana de muchas primeras veces que hasta el día de hoy me pone caliente recordarlo. Como les conté, la perra de mi vecino era la putita personal que él tenía y que ahora yo la estaba usando tanto como podía. Un día me acuerdo que la llené de leche por lo menos 5 veces. Estaba muy acostumbrada a que se la follaran y esa putita estoy seguro que hasta lo disfrutaba pq se ensartaba solita en mi verga para que se la metiera más profundo.
Yo solo tenía 11 años y mi verga no era tan grande como la de mi vecino, quien era su macho de planta y se la follaba siempre, pero era más grande que la de mis compañeros de escuela y ya bastante gruesa para esa edad, algo que era de familia. Toda esa semana me encargué de que no le faltara ni comida ni verga en su vagina ningún día. Siempre traté de ser cauteloso de todos modos con esto y me fijaba bien antes de entrar a la casa de mi vecino para que nadie me siguiera a pesar que solo supuestamente iba a ver qué todo estuviera en orden con la perra de mi vecino pero en realidad todas las veces que entraba a esa casa ya iba con la verga dura para follarme a esa putita. Un día iba tan caliente que no miré nada y entré directo a meterle la verga a la perra sin fijarme que atrás mío venía mi hermano mayor quien me siguió, sabiendo que yo andaba ya en algo raro.
Se acercó a mirar desde la ventana y ahí estaba yo bajándome los pantalones en frente de la perra la cual ya estaba ansiosa puesta para que me la culiara. Mi hermano al ver esto se le empezó a poner dura su verga y se empezó a tocar por sobre el pantalón y no aguantó más y sigilosamente abrió la puerta principal de la casa yo estaba a escasos metros de ahí pero estaba tan concentrado dandole verga a la perra que no escuché cuando mi hermano entró. Él ya se había quitado los pantalones igual y se sentó en el sillón a ver el espectáculo mientras se masturbaba su gran verga de 20cm. Asombrado de como yo a mis 11 años ya era un experto en culiar animales. De un momento a otro me detuve y miré hacia atrás pq sentí una presencia… muy tarde era para detenerme por supuesto, y ahí ví a mi hermano mayor haciéndose la paja mientras me veía con la verga ensartada en la perra de mi vecino. Yo me quedé helado y no supe que decir y él rompió el silencio diciendo “ No te detengas, hay que llenar de lefa a esa putita” a lo que yo sonreí porque sabía que él aprobaba lo que hacía y que podía seguir sin problema.
En eso mi hermano se puso de pie y se acercó a mí mientras yo seguía dándole duro a la perra. Y yo pensé que iba a tocar a la perra, pero él tenía otros planes, en eso siento como con su mano izquierda me toca mi culo redondo mientras que con su mano derecha seguía masturbándose. “Yo sabía que hoy nos la íbamos a pasar muy bien” dijo en lo que siento su dedo con algo frío incursionar en mi culo. Él sabía a lo que venía, había traído lubricante y me lo estaba poniendo en mi culito apretado, yo pensé que él al haberme dicho antes que había que llenar de lefa a esa putita se refería a la perra pero resultó que iba a ser yo quien también iba a terminar con el culo abierto y bien culeado. Yo estaba tan caliente que no me importó, solo pensaba que mi hermano , a quien yo veía siempre muy macho hetero con sus novias, a quien yo había escuchado y a veces espiado mientras se culiaba a esas mujeres, hoy iba a cruzar la línea de culear a otro hombre, y no a cualquier hombre, sino a su hermanito menor. Sentí un escalofrío cuando sacó su dedo de mi culo y lo reemplazó con su gruesa y larga verga y me empezó a puntear mi agujero de manera suave al principio, yo seguía con mi verga ensartada en la vagina de la perra así que yo al igual que esa putita hacía conmigo me empecé a mover solo y en el movimiento de sacar la verga de la perra me iba enterrando de a poquito la verga de mi hermano en mi culo. Se sentía mucho mejor que la verga de mi perro porque esta era aún más grande y mi hermano me la iba metiendo de a poco y más lento que mi perro, mientras me besaba mis hombros y cuello de manera muy sensual, estableciendo su dominancia haciendo saber que él era el macho más vergón en la habitación. Así estuvimos alrededor de media hora yo ya tenía más de media verga ensartada en mi culo y el placer era incomparable que ya no podía aguantar más y le dije a mi hermano que ya no aguantaba más y que quería eyacular, mi hermano al escuchar esto no se pudo contener más y dejó de ser suave conmigo y termino por ensartar sus 20cm en mi culo de una sola vez y eso fue tanto placer que me dió que empecé a llenar de leche la vagina de mi perra al mismo tiempo mi hermano al sentir las contracciones de mi culo apretando su gruesa verga empezó a acabar adentro mío. Saqué mi verga de un solo golpe de la vagina de la perra y mi hermano fue sacando su verga de mi culo. Mi hermano era un verdadero macho, mucho más alto que yo, bien musculoso y viril, a pesar de haberme llenado mi culo de su abundante leche, seguía con su gran verga erecta, quería culiar más para terminar de sacar todo el semen que tenía acumulado en sus grandes y pesadas bolas.
En eso me dice que me mueva y le deje mi lugar atrás de la perra y aprovechando que yo había dejado mi leche dentro de su vagina, la cual sirvió de lubricante para que mi hermano introdujera su verga rápidamente. La perra chilló porque mi hermano se la metió rápido y por la diferencia de tamaño entre mi verga y la de él. Todo lo duro que no me culió a mí, se lo hizo a esa putita, se escuchaba por toda la casa lo duro que se la culiaba y como rebotaban sus bolas contra la perra como a los 10 minutos de darle verga así en 4, la dió vuelta y la puso de misionero y nuevamente volvió a darle duro por unos 10 minutos más. Yo mientras tanto no perdía tiempo de admirar como ese macho tan viril se culiaba a la que hasta ahora era mi putita. Yo no perdía oportunidad de acariciar su espalda, bajar por encima de su musculoso culo y piernas para luego continuar acariciando sus pechos y abdomen, todo mientras él seguía dándole verga a la perra. A mí hermano le encantaba sentirse admirado y más aún cuando estaba demostrando frente a mí lo macho que era.
Era tanto el morbo que estaba sintiendo que sus embestidas se hicieron más rápidas y más duras, señal clara que ya estaba a punto de preñar a esa putita tal como me preñó a mí minutos antes. Y con un fuerte gemido empezó a rellenar de semen a esa perra, era tan excitante ver cómo mi hermano contraía ese culo con cada chorro de lefa que inyectaba dentro de esa usada vagina.
Ahora sí, ya habiendo quedado satisfecho, su verga se fue saliendo sola de la vagina y acto seguido toda la leche en grandes cantidades empieza a escurrir desde el interior de la perra lo cual empezó a lamerse a sí misma de inmediato. Ahí estábamos ambos desnudos después de más de una hora de sexo incestuoso y zoofilico. Que suerte poder hacer realidad ambos morbos al mismo tiempo.
Luego nos vestimos y nos fuimos a casa como si nada hubiese pasado.
Escríbanme al telegram @Stellarium96 para que hablemos
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