Mi hijo consigue otro cachero para nuestros juegos sexuales

Mi hijo ya me había hablado de un profesor de educación física, para su suerte en el 2022 lo asignaron como su profesor..
Ese marzo de 2022, mis dos hijos iniciaron nuevamente su vida escolar. El tercer día de estudios, pasé recogiendo a mi hijo mayor que estaba en turno tarde; al subir a la camioneta lo vi con una cara de felicidad, yo pensando que era por la niña con la que suele salir, no quise preguntar nada. Cuando ya estábamos camino a casa, baja el volumen de la música y me dice: Papá, recuerdas del profesor de educación física que te hablaba, que era docente el año pasado del 5 grado?. Yo recordaba que me había hablado que era un profesor agradable a la vista, de buen físico y joven. Le respondí que algo recordaba. El continúa: Papá, ese profesor, este año nos tocó a nuestro grado, le tengo ganas papá, tiene un culito bien rico y un buen paquete, ya quisiera ganarme su confianza. No me sorprendió lo que me decía, pues siempre andaba con ganas de coger, solo atiné a responderle: Ten cuidado, no hagas webadas, que luego te arrepientas y que haga que termines jodido en el colegio. Me respondió: Pierde cuidado viejo, no soy tan cojudo como piensas.

Los días pasaron y me olvidé de esa conversación, la mayo, luego de una cogida con el y su hermano, me dice solo a mi: Viejo, voy con buen pie con el profe Michael. Quien mierda es ese Michael, le respondí. Me responde: El profe de física pues papá. Le dije que me diga que había pasado, para lo cual me dice:  Le he estado preguntando sobre la adolescencia y los cambios, le dije que tú por tu trabajo no tienes tiempo de hablar de esos temas, hemos hablado de tener sexo de manera responsable, de respetar a la chica con quien salga y otras cosas; pero no sé que más hacer papá. Me di cuenta que el interés de mi hijo era más de lo que pensaba y pensar eso me dio mucho morbo. Le dije, que lo siguiente que podía hacer es decirle que querías saber si el tamaño de su verga estaba bien para su edad, que le pregunte si está bien que se rasure los pelos de abajo y que cuando le responda, le vuelva a preguntar que si cuando tenga la edad de el su verga cambiará de tamaño, que le diga que si puede darle su opinión, que si aceptaba quería decir que había futuro.

Aprovechando que ese bimestre correspondía a clases de natación, buscaría el momento para hacerlo. Un día del celular de mi hijo, me llego unas fotos del dichoso profesor, en la piscina del colegio; traía puesto un bañador, tipo boxer y una camiseta manga corta pegada; mi hijo tenía razón, tenía un culito paradito, cuerpo bien formado. Cuando llego a casa, le pregunté como le fue y me dice que aún no ha podido pues sus compañeros siempre están cerca. Habiendo pasado dos semanas, llegando del colegio, mediante señas me dice que vaya a su cuarto, ya que mi mujer estaba en casa. Me voy a su cuarto y me dice que ya lo hizo, que enseñó su pinga al profesor y él le enseñó la suya y lo dejó cogerla hasta que se le puso bien dura. Pero que se asusto y que le dijo que eso estaba mal, que no debían hacer eso y metió a un baño a cambiarse, mandándolo que se cambie, que ya era hora de salida. Me dice: Papá, si le gustó, voy a ver que más hace, puedo papá. Entonces pensé, que lo haga, para cuando vuelva a ocurrir lo llamaré al profesor y le diré que mi hijo me contó y así hacerlo que se integre a nosotros. Es así que le digo a mi hijo que lo haga con cuidado. Ya había pasado un mes más desde eso, mi hijo me iba contando que cuando podía masturbaba al profesor y el profesor a el. Para el mes de julio el colegio invito a todos los padres de familia al desfile interno, lo cual aproveche para ir. Ahí reconocí al profesor Michael, estaba acompañado de una linda señorita, que al parecer era su novia, a la vista tendría sus 27 o 28, y si, tenía talla y un cuerpo trabajado. Al terminar el evento, me acerqué con Andres, mi hijo, y le pedí un momento a solas; mi hijo se quedó a un costado y le dije: Profesor hay algo que necesito conversar con usted profesor, pero acá no, por favor necesito su número celular. Trate de poner mi cara de serio, pude ver en su cara miedo y preocupación. Me dio su número, me acerque a Andres y salimos del colegio. Le conté a Diego mi plan y estaba emocionado.

Antes que llegue mi mujer a casa, lo llamé y le dije que necesitaba que viniera mi casa al otro día (era feriado), a las 3 pm lo esperaba, le di mi dirección, siempre en tono de molesto. Al otro día, preparé todo en casa, mi hijo Diego se fue a casa de sus abuelos maternos y Andres que sabía del plan se preparó para la ocasión, de acuerdo a como habíamos conversado. Pasadas las 3 pm me llama Michael y me dice que estaba cerca, si podía salir a mi puerta, pues no se ubicaba bien, su voz era nerviosa y agitada. Salí a la puerta y llegó en su moto a mi casa, le abrí el portón de la cochera para que pase su moto, lo invité a pasar a mi sala, se sentó en el mueble y le dije que me espere. Traje dos cervezas, una le di a él, le invite a servirse diciendo: relájate, necesito hablar bien contigo, respondiendo: Si señor!

Empecé: Michael, mi hijo Andres me ha dicho que tu eres un gran maestro, que te has comportado como un padre con él, que has podido aconsejarle y hablarle de cosas que a veces lo padres no podemos, que has tenido paciencia en hablarle de temas que para su edad son importantes y que yo he descuidado por mi trabajo y más aún que mi mujer y los horarios que maneja lo hace más difícil.  Al escuchar eso, sentí que su estado de alerta bajo y se puso más tranquilo. Me dice: Señor Marcos, como docentes debemos estar preparados para todo, es nuestra misión. Yo por dentro, me decía a mi mismo: Si webon, a todo! El siguió con su discurso, le ofreció otra cerveza, interrumpiendo lo que hablaba. Le entregué la botella y tomé la palabra: Quizá piense que mi hijo es extraño por todo eso, pero usted sabe, por qué también pasó por esa etapa, que así son los adolescentes; pero lo bueno que usted es una persona confiable y estoy seguro que no dirá nada de lo que hicieron y tranquilo, yo no le recriminare nada, como le digo a esa edad uno experimenta muchas cosas. El profesor de lo que había estado sereno, vi que cambiaba de colores su cara. Me levante de mi sitio y le dije, ven acompáñame, lo lleve al cuarto de Andres, abrí la puerta y ahí estaba mi hijo solo en boxer, podía ver el nerviosismo del profesor, le pasé mi brazo por el cuello y le dije: Tranquilo, tengo que agradecerle lo bien que se ha portado con mi hijo.

Andres se acerco a su profesor y empezó a sacarle el pantalón y el boxer y yo la camiseta. Mi hijo se puso a mamarle la verga a su profesor y yo saque mi ropa, me puse a su costado y le pase mi brazo por su cintura, mi hijo empezó a mamar las dos vergas, para acomodarnos el paso su brazo por mi cuello. El profesor se cargaba una verga de unos 15 cm gruesa, con venas marcadas, cabezona, de color más clara que la mía. Me aparte de la mamada y comencé a lamer los pezones de Michael que se estremecía cada que le daba pequeños mordiscos. Levanté a mi hijo que estaba de rodillas y lo puse en cuadro en la cama, con la cabeza a la orilla para q siga mamando, Yó inicie a chuparle el culo, de pronto sentí la mano de Michael que me empujaba al culo de mi hijo y escuchaba como Andres se ahogaba con la verga en su boca. A los minutos, cambiamos de roles, el mamaba el ano de Andres y a mi me mamaba la verga. Estando metido en el culo de mi hijo, me acerque a chupar ese culo blanco y bien redondo de Michael, el de un salto se puso rodillas, diciendo que eso no. Le dije, tu solo deja hacerlo y si no te gusta no sigo, al parecer le gustó, por que comenzó a mover el culo buscando mi lengua. De repente mi hijo dijo, profe quiero que me la meta. Le levante a traer los condones y el lubricante, mi hijo le puso el condon y se pasó lubricante al culo. En cuatro empezó a meterle la verga a ni hijo, el cual se notaba que lo disfrutaba, estando al costado, tome la mano izquierda del profesor y la lleve a mi verga e instintivamente Michael empezó a pajearme, mientras que cogia el culo de mi hijo Andres, luego hice que me la lamiera mis pezones peludos y que acarice ni pecho. Yó estaba con mi verga bien dura y con ganas de culear y pedí mi turno, gire a Andres piernas al hombro y le enterré mi verga, le saque el condon al profesor y lo hice subir a la cama, estando de pie en la cama le comencé a chupar la verga. Estando así, escuché la puerta de la sala que se abrió, todos nos quedamos en silenció, yo entre en pánico, pensaba que era mi mujer, hasta que escuché la voz de mi otro hijo Diego, que llamaba a su hermano, mi erección había bajado un poco, salí a verlo y le dije: Habla chato te unes al juego, miro adentro y vio al profesor y entró al ruedo. Yo regresé a darle a Andres, mientras chupaba la verga al profesor y Diego le mamaba la verga a su hermano. Invite al profesor a darle en esa pose a mi hijo, mientras que Diego me chupaba la verga a un costado. Podía ver la cara de Andres y del profesor en un trance lujurioso.  Me levante, me puse lubricante en el culo y me acomodé sentándome en la verga de Andres, dando la espalda al profesor, quien a su vez me agarro de la cintura e iba siguiendo mi movimiento de subida y bajada en la verga de mi hijo mayor. Diego se había puesto al lado de su hermano para que le chupe su verga. Los gemidos de placer eran cada vez más profundos, ahora que lo pienso, quizá los vecinos de al lado escucharon. Yo me pajeaba mientras entraba la verga de mi hijo. Diego, el menor de mis hijos no aguantó y se corrió en la boca de su hermano. Yo al ver eso me excite y con fuertes gélidos terminé corriéndome por el pecho y cara de mi hijo. Y seguido el profesor empezó a suspirar y decir: Se me viene la leche, creo que por instinto saco la verga del culo de mi hijo y repartió la leche por el pecho de mi hijo, jugando con esa leche con la cabeza de su verga. Para inmortalizar el momento, usando mi celular tome una foto, con mi hijo menor arrodillado de espalda, Andres y yo a los costados, el profesor al frente del culo de mi hijo menor.

Luego de esos han habido más oportunidades, hasta que hoy el profesor ya chupa verga y se deja culear. Es más, soy testigo de su boda civil.