Mi hijo mayor y los albañiles, con mi consentimiento
Andres, mi hijo mayor, me confiesa que queria jugar con los albañiles que contratamos para remodelar la terraza. .
Mi mujer quería que remodelemos la terraza, para realizar su cumpleaños, ya había contratado un arquitecto para el diseño, quien a su vez envió dos albañiles (maestro y ayudante). Los trabajos estaban programados para 10 días, los primeros días fue mi esposa quien recibió a los albañiles en casa. El día sábado que no trabaja los conocí; el maestro era un hombre entre 45 o 47 años, trigueño, 1.70 cm aprox. de contextura normal, sin llegar a ser gordo; pero de espalda ancha y brazos gruesos. El ayudante era un joven de sus 27 o 30 años, de un físico envidiable, trigueño, de 1.75 cm aprox. bastante sociable (conversador). Estuve conversando de los avances de la obra, mientras se cambiaban con su ropa de trabajo, ahí fue que me percate que el ayudante, a quien llamaremos Alex, a parte de tener un buen físico, era un oso, peludo (me hizo recordar mi cuarto a mis 25 años). Cuando ya se habían cambiado llego mi hijo Andres, se sorprendió al verme ahí conversando con los trabajadores y los saludó con mucha confianza; es mi hijo y rápido me di cuenta del interés que tenía en los albañiles, sobre todo en Alex. Me retire y abrace a mi hijo para bajar a la planta baja de la casa. Ese sábado, mi mujer estaba turno noche, así que despertó a las 11 am a cocinar, para nosotros y para los albañiles, ellos no bajaban, preferían que subamos la comida y mis hijos eran quienes se encargaron de eso. A las 5 pm era su hora de salida; Andres a antes de esa hora subió a recoger los platos del almuerzo y demoró cerca de 20 minutos, lo cual ya me daba sospecha de algo. Por la noche cuando mi esposa se fue a trabajar, me acerqué a su cuarto, preguntando que pasaba con los trabajadores, que yo lo conocía muy bien y algo estaba pasando, que acaso ya no tenía confianza en mi. Andres me dice: Papá, tu estas en todas. Le tengo hambre a esos dos webones, antes ee las 5 pm subo a verlos lavarse y cambiarse, con cualquier pretexto, el más joven tiene un culo para chuparlo. Siempre se lavan solo en boxer. Cuando me dijo todo eso, hizo que me verga se ponga dura, y se lo hice saber: Mira pendejo, ya hiciste que se me ponga dura (enseñando por encima de mi short deportivo). Habiendo dicho eso, mi hijo se levantó de su cama, se acercó a mí y me bajo el short, me empezó a mamar mi verga y cuando la tuvo babeando de preseminal, se la puso en su culo, me lo cache bien rico, cuando iba a venirme hice que lo reciba todo con su boca.
Esa noche acordamos un plan para ver si esos dos entraban al morbo. El siguiente sábado a mi mujer le tocaba trabajar de día y aprovecharíamos para hacer una parrilla, llenar la piscina y ver que que pasaba. Por su parte mi hijo Andres, debería seguir ganándose su confianza, ayudado de Diego (mi hijo menor). Un día antes del día, saliendo del trabajo, pase por el supermercado comprando tres six pack de cervezas, carnes y embutidos; la idea era hacer una parrilla e invitar a los dos albañiles, que mis hijos se bañen calatos en la piscina y persuadir que ellos también se metan y así ver que sucede.
El sábado llegaron a las 8 am, subieron, se cambiaron, yo subí al rato y les dije que hoy haremos parrilla y que nos gustaría que nos acompañen, pero abajo en la casa, que avancen lo que puedan hasta las 12 del medio día y bajen. Como ya les habían contado en algún relato, en mi casa tenemos un patio interno, donde armamos una piscina y en ese espacio tenemos el espacio de parrillas y una pequeña mesa de 4 sillas.
Diego no sabía nada de los planes y ya había quedado con sus compañeros de clases reunirse para hacer unas tareas del colegio, por lo que comió y se retiró.
Alex y el maestro (a quien llamaremos Gerardo) no bajaban, por lo que mandé a Andres a llamarlos, demoraron unos cinco minutos y bajaron, estaban cambiados con la ropa que habían llegado, los invité a sentarse y mandé a Andres a traerles una cerveza a cada uno. Recibieron la cerveza, Gerardo se levantó y me dice para que me ayude en algo, le indiqué que vaya poniendo las papas y los embutidos en los.platos y que me alcance para ir sirviendo las carnes. Ya estando todos con sus platos empezamos a comer y conversar. Gerardo era un hombre separado, tenía tres hijos, una en la universidad, otro en un instituto y el menor culminando la secundaria. Por su parte Alex, era conviviente, con una niña que estaba en primero de primaria y vivía en la cass de sus padres, en un espacio que les habian dado; ambos eran vecinos y vivían en La Esperanza. Terminamos de comer, para no estar yendo cada rato al refrigerador, en un tazón de aluminio puse hielo y metí 6 cervezas, mi hijo me pide una cerveza, se que a sus 14 años no debería beber, pero prefiero que lo haga en casa, que fuera, le di una, con la indicación que solo sería esa y ni una más. Gerardo y Alex nos contaban donde habían trabajado, sobre su familia. Eran dos personas muy interesantes, Alex era el más conversador y quien se animó a poner música en su celular, mi hijo dejó su cerveza y nos dice, traeré mi parlante para la música, así que la música tuvo más fuerza de sonido. Para ser las 3 pm ya habíamos acabado los tres six pack de cerveza; pero yo siempre tengo en casa, así que seguimos bebiendo. Mi hijo me dice: Papá, me voy a meter a la piscina, la música y el sol ponen. Le moví la cabeza afirmando. Es así que Andres se saca la camiseta, luego el short y finalmente el boxer, de espalda a nosotros; Gerardo y Alex, se quedaron mirando y se cagaron de risa. Alex dice: Andrea si que sabe disfrutar la piscina y sigue riendo. Yo les respondo: En ocasiones nos metemos en pelotas a la piscina. Andres se paraba cada cierto rato y dejaba ver su culo y su verga; podia ver como los albañiles miraban de reojo a mi hijo. Aprovechando que Alex se fue al baño, le hice señas a Andres para que nos invite a la piscina. Andres se para y nos dice a Gerardo y a mi: Papá, señor Gerardo vengan a la piscina con su chelita. Miro a Gerardo y le digo: No es mala idea, vamos con las cervezas para la piscina. Lo vi dudoso, como avergonzado y es ahi que llega Alex. Mi hijo nuevamente dice que vayamos a la piscina. Alex, me.mira y dice: Se puede señor Marcos. Claro Alex, eso le estoy diciendo a Gerardo. Es así que Gerardo, dice: Vamos, vamos. Me saque mi camiseta, el short y mi boxer, quedando calato frente a ellos, cogi una silla con el tazón con cervezas y la acerque a la pisicna, seguido me meti al agua. Ya dentro vi entrar a Alex, tenía la verga rasurada, pero de la cintura para arriba sus pelos sin rasurar, pude ver iluminar los ojos de mi hijo. Seguido entro Gerardo, en comparación de su Alex, tenía poco vello, su verga tenía los pelos crecidos, pero solo posicionados en una sola zona, sin expandirse mucho. Alex tenía una verga morena, chica a simple vista, por su parte Gerardo una verga gorda y la cabeza más pequeña.
Habíamos tomado 5 six pack entre los tres, ya se sentían los estragos, mi hijo a propósito se ponía de espaldas y se inclinaba y podía ver como los albañiles lo miraban. Se apago el celular de Alex, se bajo su batería y mi hijo se fue a traer un cargador para prestarle. Alex salió de la piscina y conectó su celular, cuando ingresa a la piscina, Gerardo palmea el trasero de Alex y se caga de risa. El sol ya estaba cayendo, para lo que les digo que salgamos de la piscina, así lo hicimos los cuatro. Saliendo de la piscina, mi hijo dice: Papá te has dado cuenta que Alex es bien peludo como tú, parece que fuera tu hermano. Gerardo interviene y dice: Aunque este webon tiene la pinga más chica. Alex responde rápidamente: Tienes que verla parada, viejito que si la vez así te asustas; tu a tu edad ya ni pararla podrás. Yo me cagaba de risa de ver a los dos borrachos tocandose sus vergas y hablando de ellas. Entonces mi hijo les dice: Pongan duras sus vergas y asunto se sabrá, al menos a mi edad yo creo que esta de buen tamaño; enseñamdo su verga que ya la tenia dura. Gerardo dice, no es tan fácil, no tengo motivación. Mi hijo se mueve a su lado y le agarra la verga, Gerardo da un salto para atrás y me mira a mi. Lo que atiné a decirle fue: Deja que te ayude Gerardo, por mi no hay problema. Así Andres empieza a masturbar la verga de Gerardo, la cual se va poniendo dura, Alex miraba la escena y como pidiendo permiso con la mirada me mira, yo hago con mi cabeza un gesto que se acerque a ellos. Mi hijo se arrodilla y teniendo dos vergas duras frente a él comienza a mamarlas. Yo cerca a ellos miraba la escena y me daba una rica paja. Andres me llama que me una y eso hago, ahí estaba mi hijo mamando tres vergas morenas, la de Gerardo, morena de sus 15 cm, gruesa, de cabeza delgada, de Alex, una verga del mismo tamaño, morena, más delgada y con una curvatura ligera al costado, con una bolas grandes que colgaban, bien rasuradas. Di la iniciativa y los invité a pasar a mi cuarto, estando ahí, hice que mi hijo se arrodille nuevamente y que nos siga chupando las vergas; pero esta vez, estando al centro, cogi la verga de Gerardo y Alex metiendolas a la boca de Andres, golpeaba con sus vergas la cara de mi hijo. Y derrepente, Gerardo agarra mi verga con una mano y con la otra agarra la cabeza de mi hijo y hace que me la mame; Alex dice: Uy carajo esto se pone bueno. Comienza a acariciarme mi pecho y abdomen, mientras mi hijo me mamaba la verga. Levante a mi hijo del piso y lo puse en cuatro, le comencé a mamar el culo y veía como Gerardo y Alex me miraban excitados, se mojaban con saliva las cabezas de sus vergas. Les invite a probar del culo de Andres, Alex me siguió y luego Gerardo, estando el culo de mi hijo bien mojado, le comencé a meter mi verga, hice que Alex se pare en la cama frente a mi y que Gerardo se arrodille frente a mí hijo. Mientras culeaba a mi hijo, le comencé a chupar la verga a Alex, que rico se sentía, verlo como gozaba, parecía que me daba una chupada a mi mismo, si bien era de menor estatura que Yo, físicamente éramos caso parecidos. Por otro lado, Gerardo gozaba con la mamada que le estaba haciendo mi hijo. Saqué mi verga del culo de mi hijo, acosté a Alex, le alcancé un condon, se lo puso e hice que Andres se siente, mirándolo a la cara, cogi la mano de Alex y la puse en la verga de mi hijo, mientras mi hijo lo montaba, Alex lo pajeaba. Por mi parte, trataba de convercen a Gerardo me mame la verga y a tanta insistencia lo logré. Alex miró la escena y con el pulgar arriba y con una sonrisa morbosa me dijo que estaba bien. Me acerque más a Alex y Andres, y puse mi verga en la cara de Alex y este con su mano la llevó a su boca y al igual que Gerardo chupo torpemente mi verga. Gerardo que culear a mi hijo y pidió su turno, puse piernas al hombro a mi hijo y le di un condon a Gerardo y le metió la verga.
Alex y yo mirábamos, el me pajeaba a mi y yo a él. Cuando Alex estaba a punto de venirse hice que se pegue a Gerardo por atrás y que le deje su leche en los glúteos, fue tanta la leche que se escurrió por sus piernas. Yo seguidamente me acerque y deje toda mi leche en la verga de Gerardo y el ano de mi hijo, usándolo como lubricante, la leche se torno como una especie de espuma de jabón de forma inmediata, para que así Gerardo gimiendo termine sacando su leche.
Alex estaba tirado a los pies de la cama, Gerardo se acostó a su lado se sacó el condon (parecía que tenía la leche acumulada de años, sacó bastante). Mi hijo no se había corridos, por lo cual como buen padre, lo ayude, cuando estuvo por venirse, hice que lo dejara en los pechos de Alex y Gerardo, cayendo más en el pecho peludo de Alex.
Los deje dormir un rato, cuando dieron las 6 pm, los desperté. Alex me dice: Que rico estuvo Marcos, te puedo llamar por tu nombre? A lo cual respondí: Si, ya tenemos bastante confianza. Por su parte Gerardo, lo note callado. Lo di un abrazo por el cuello y le pregunté que le pareció, para lo que respondió: Estuvo bien, nunca había hecho esto, así que es extraño para mi; espero que no se comente nada de lo sucedido.
Entraron a la ducha de mi cuarto, se bañaron, cada quien en su turno, se cambiaron y Gerardo me indicó que el martes en la mañana entregaban la obra al arquitecto, para que el continúe con los muebles y otros enseres.
Después de eso no los he vuelto a ver, pero ellos conocen mi casa, supongo que si quieren repetir vendrán a vernos
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