Mi hijo mi macho, yo su padre soy su puta, su hembra, su mujer y su ama de casa 2
Se agarraba su bulto sobre el short que traía, yo lo veía con una cara de puta esperando que ese macho ahí parado me hiciera su hembra y puta de casa. Esta es la parte dos de mi experiencia con mi hijo y como me convertí con ayuda de el en una mujer completamente, esa noche con mi hijo ahí viéndome.
Sucedió mi primera relación sexual con un hombre, me desvirgaron por primera vez y descubrí que no era un hombre, era una mujer que quería tener a un macho como marido, que me poseyera y me pusiera a hacer las tareas de las casa.
Mi hijo se me acerca aún más y se pegó a mi, sentía su calor y sudor de un macho saliendo de trabajar y excitado a más no poder, me empezó a sobar mis muslos, yo solo traía una tanga y un sostén.
-Las mujeres como tú no solo se visten así
Se levantó y fue al cajón del mueble y saco primero una caja de castidad, una lencería preciosa, una falda, un top.
-Tu eres una mujer, no lo olvides primero quítate lo que traes y ponte está lencería frente de mi o sino te daré unas nalgas fuertes.
-Hare lo que me pidas. Lo dije con voz de mujer
Me saque lo que traía y así descubrió mi penecito.
-Tenia razón si que eres hembra, eso que tienes ahí no es un pene, es un clítoris y tú culo alberga lo que es tu vagina, no un ano sino una vagina hambrienta.
Dicho eso agarro la caja de castidad y me la puso, por las dimensiones de mi pene no me apretó nada.
-Esto lo pongo para que de verdad parezca un clítoris el lugar por dónde te vas a correr cuando chilles de placer.
Después de decir eso nada dejo ponerme la lencería y luego me puse la falda y el top.
-Bien, te ves preciosa sin ningún pelo, con cara de mujer y puta. Ahora acércate a mi.
Dijo eso y yo me acerque a él y con miedo y caliente. Me agarró de la cintura y me hizo verle a los ojos y me dijo
-Oye bien lo que te voy a decir quiero que te lo grabes ok , tu ahora eres una mujer, aquí está tu clítoris, en tú culo está tu vagina, tu ahora serás Alejandra, seras mía, te dirijiras a mi como macho, mi hombre, mi amor o Marco, y cuando termine de follar ese culote de mujer, te dedicaras a la casa y a cuidarme, ya no vas a trabajar y yo te mantendré.
-Si mi macho haré todo eso y más
-Bien por qué ahora eres mi esposa
Termino de decir eso, y empezó a besarme. Me besaba tan sensual, me agarraba mi culo,metía las manos en la falda y me daba nalgadas, me besaba el cuello, me recorría mi cuerpo con sus grandes manos morenas, me metía la lengua a la boca, me pasaba su saliva, me empezó a morder mi cuello y mientras me gemía en el oído, esto mismo hizo que empezara a temblar, sentía que me desmayaba, en mi vagina sentía una presión la cerraba y abría involuntariamente, sentía que iba a expulsar algo por ahi
Me seguía besando empezó a meter más mano en mi vagina empezó a empujar con sus dedos para abrir mi entrada, pasaba sus dedostes gordos por mi vagina y sentía que ya los necesitaba adentro.
-Ya necesitas que te la meta, siento como vibra tu vagina pidiendo mi traca.
Yo sabiendo que seguía me agache y empeze a morderle el bulto prominente sobre el short.
-Bueno ya sabes lo que sigue como buena putita que me comas mi verga por esa boca con esos labios carnosos.
- Empeze a bajarle el short sensualmente y como no tenía boxer su verga salió disparada. Una verga gruesa, venosa y de piel morena. Me le quede viendo con miedo y deseo de ponerla en mi boca y tragarla hasta el fondo de mi garganta.
-Te gusta verdad mi amor, es tuya 20 cm de carne morena para ti Alejandra
Sus palabras me excitaron y me pusieron a mil lo que hizo que tomara valentía y empezará a mamarle la verga.
Primero empeze a pasarle mi lengua sobre su glande hinchando y lleno de precum que saboreaba excitantemente
-Que rica tu lengua putita pásala, pásala por mi glande, ahhhhh
Y gemía a la vez que le volvía a pasar mi lengua, después de eso, me la metí a la boca una parte, la succionaba y la soltaba y seguía soltando saliva sobre su verga y igual pasaba mi lengua y volvía a gemir.
-Que rico, pero no solo me la chupes de una parte, metetela más adentro de esa boquita y succionamela con esos labiotes.
Dijo eso, me agarró mi cabeza y empezó a meter su verga más al fondo, me daban arqueadas y quería vomitar pero estaba tan perdida que me deje llevar y yo misma me la fui metiendo hasta el fondo.
–Ah así pinche puta hambreada, hasta el fondo sigue así y lograrás que te de lo que tanto deseas por ser mi hembra.
La metía hasta el fondo y después la sacaba, de manera lenta, cuando la tenía en la garganta le pasaba toda mi lengua, la sacaba y la succionaba.
Luego empeze a ir más rápido, la sacaba y me la metía de manera espectacular.
–Asi así ah me vas vaciar todos mis huevos.
Sus huevos se inchaban y se veían bien duros y colgantes.
–Bueno puta así déjale que me toca hacerte disfrutar por medio de tu vagina.
Me puso en 4 cómo zorra y me subió la falda y me bajo la lencería.
-Tu vagina es virgen?, Si es así seré yo el primer hombre y el único que pueda meterla por ahí en tu concha.
-Si si lo es para ti mi Marco
–Que bien esto me agrada demasiado pues tú eres mi esposa y nadie te ha desvirgado pero yo lo haré.
Me dió una nalgada y abrió mi culo de par en par, comenzó a chupar mi vaginita para dilatarla, la besaba, la succionaba, le metía su lengua y me daba un beso negro delicioso que me hacía temblar y chillar de placer, mis gemidos aumentaban, pienso que los vecinos oían a una gata en celo.
–Bien en celo estás putita, tu vagina sabe deliciosa, tiene un olor fresco y aparte la tienes rosada.
Me seguía chupando, no aguante y en eso empeze de nuevo a sentir esa presión en mi culo de querer hacer del baño, pero fue más intenso mi ano se abría y cerraba.
–Que te pasa eh puta ya se lo que quieres.
Y me metió los dedos en el culo, entraron con tanta facilidad por la excitación que tenia al principio uno y lo movía ahí, luego dos y me los expandía en la vagina, y al último tres y hacia lo mismo.
-Pinche puta estás empapada siento bien mojada tu concha, se siente viscosa y además huele muy rico aquí adentro.
Dijo eso y me metió la mano completa, su gorda mano morena entro, sintiendo un gran dolor y grite.
–Tranquila todo va a pasar, el dolor de una puta se transforma en placer que es de hembra en celo.
Me metía la mano y la sacaba, lo hacía rápido que me ardía la vagina, pero de un momento a otro volví a sentir la presión de mi culo demasiado fuerte, no aguantaba, en eso de que me mete y saca su mano, empiezo a soltar unos pedos fuertes involuntariamente, era demasiados seguidos, uno tras otro y aparte se oía un escándalo, mis gemidos que eran gritos, su mano que entraba y los pedos era una cosa demasiado excitante.
–Veo que como mujer sueltas pedos vaginales, eso me encanta, y además pienso que no solo eso.
Siguio con su plan, sacaba muy rápido su mano e igualmente así me la metía, ya no aguante, pedos y más pedos, y un último pedo sonó y con el un chorro abundante de un liquido viscoso y transparente salió de mi vagina, y justo cuando cuando tenía su mano bien adentro, que cuando la saco libero un montón de eso.
–Pinche puta te corriste como hembra y por la vagina, sentí tú culo abriste y cerrarse en mi mano, después senti ese líquido que tanto te había embarrado tu vagina pero que ahora sí salió de verdad, te lo dije tu eres una nenita de cuidado.
Después de decir eso vio mi penecito y se dió cuenta que no expulse nada por ahí.
–Jajaja, tu clítoris no sirve para nada, solo para que hagas tus orines, toda tu feminidad, tu punto débil está en tu vagina, por lo que tú pinche clítoris se quedará en la jaula siempre y lo sacaré cuando quieras hacer del baño.
Bueno, dicho eso me puso bien abierta de piernas y se me acercó y me pegó su verga a mi vagina bien abierta, caliente y húmeda, me la pasaba de arriba y abajo, me moría sentía otra ves que me saldría ese líquido y así fue, nuevamente me corrí por mi vagina.
–Ya te corriste 2 veces eso quiere decir que ya la necesitas ahí dentro, pues eso obtendrás por puta que se entregó a su macho con solo verlo.
Dijo eso y me metió su verga hasta el fondo, ya no me dolió, ya no sentí, ahora puro placer, solté un suspiro y el empezó a bombear, con su gruesa verga me tocaba mi punto débil de mi vagina poniéndome a Merced de que otra ves me correría por mi concha.
–Ah, puta me aprieta la verga tu vagina y eso que la abrí de más, se siente bien rico te voy a preñar, te dejare con mis chamacos, de esa manera tendrás tu descendencia verdadera, por qué te vas a embarazar y vas a cuidar a los niños, mientras yo trabajo y luego regresaré en la noche y te daré lo que te mereces por hembra y si tenemos un hijo varón el te follara cuando crezca y tendrá un pene similar al mío y si es hembra tu la enseñarás a hacer como tú , y luego haremos una orgía en la que padre e hijo se follen a las putas de la casa.
–Ah ah, si eso es lo que quiero, si no te molesta puedes pedirle a alguien que se imseminize con tu semen y así tendremos lo que deseamos, por qué no me puedo embarazar.
-Pues así le haremos, aunque tú serás su madre y yo tu esposo tu macho cógelon.
-Cumplelo, por favor.
-Si estoy de acuerdo.
Dicho eso me siguió penetrando, de suave paso a más rápido, en toda esa cogida de solo en cuatro patas me corrí otras dos veces, por las palabras y su verga sobretodo su vergota.
-Ahora puta ponte boca arriba y pon tus patas en mi hombro para ver tu cara de puta mientras te cojo.
Así lo hize y me siguió cogiendo de una manera increíble, y volvía a correrme, la cama estaba mojadisima por los fluidos de ambos y aún no acabábamos.
Luego me puso a que lo montará.
–Quiero ver cómo mueves esa vagina, sobre mi quiero ver qué tal cabalgas a tu macho.
-Si mi hombre.
Dije eso y me puse a saltar como una loca, succionaba su verga con mi concha, nunca se me salio, quería que ya me preñara sentir su nectar, su leche de macho que tanto necesitaba para calmar mi celo y entonces empeze a ir aún más rápido.
Me detuvo y por última vez me puso en cuatro patas para terminar como empezamos.
–Si quieres que te preñe lo haremos a mi modo.
Me la metió y ni muy rápido ni lento seguía con el vaiven, chocaban sus huevos enormes y peludos contra mi vagina. Seguimos por otra hora así hasta que realmente explotó después una bombeada en la que se escuchaban mis gemidos, los suyos, las nalgadas que me daba, lo pedos que me echaba, el líquido saliendo de mi culo y sus huevos sonando fuerte contra mi culazo.
–Me vengo Alejandra, ya no aguanto mira lo que provocas con todo tu cuerpo.
Sentí su verga hincharse y seguido varios tallazos soltaron lo que tanto esperaba, su leche se postraba en mi culo.
Cuando me saco su verga, sucedió algo demasiado caliente.
Sonó un pedo más sonoro que todos los que hize antes, seguido de varios pedos que expulsaban la leche de Marco y que con la falda y el top me hacían ver como una hembra, pasaba mientras eso y Marco me empezó a orinar.
–Ya estás marcada, por mi leche y por mi orina, eres mía ahora, no te quiero con nadie más.
-No te preocupes soy tuya, por qué tú eres mi esposo y yo no soy infiel.
-Bien dicho, ahora qué horas son, ya son las 2 de la mañana y empezamos a las 10 de la noche, si que fue una buena sesión, aguantaste puta, bueno a dormir tengo que trabajar en unas horas a las 6.
-Y así vamos a dormir?
-Si con tus fluidos y los míos recordarás que aqui te hize mi hembra.
-Ok, y en qué trabajas?
-No sabes? pero si ya te había dicho.
-Es que tú le contaste a tu papá, no a mi tu esposa.
–Me pones calientes con lo que dices puta, bueno voy de obrero mañana a chambear para formar este cuerpo que te gusta, después voy a ir a robar unas tiendas con unos amigos, voy a vender droga y en la noche antes de llegar voy a mi partido de fútbol para ganar mi premio.
-Mi esposo todo un malandro, te voy a cuidar a partir de mañana, me voy a parar temprano para arreglarme y hacerte tu desayuno, te voy a esperar y mientras ordenare la casa, te daré tu comida cuando vuelvas y si me permites quiero ir a tu partido para echarte porras y si ganas lo celebramos como hoy lo que hicimos.
-Me parece bien todo lo que dices, ahora acuéstate.
Me acosté de cucharita, el se pegó a mi me agarró la cintura y me empujó su verga algo flácido pero gruesa al fondo.
–Toda la noche tendrás mi verga adentro.
-Ok
Y así fue el con su verga en mi vagina chorreando de semen, algo de orina y mis fluidos, en la noche oía como tiraba unos pedos y seguía expulsando lo que había enamorado a mi esposo, seguí con la caja de castidad toda la noche y dormimos abrazados muy felices y satisfechos y yo estaba ansiosa de mañana cuando está experiencia se repetiría pero de otra forma totalmente diferente.
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