Mi hijo su profesor y yo (parte 2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Tenochti.
Después de haberme corrido en la boca de mi hijo y haberme sentido tan avergonzado, Carlitos, solo me abrazó y me dijo que le había gustado tanto el sabor de mi semen en su boca, pero que lo que el más deseaba es poderse tragar toda mi polla hasta el fondo. Ya que le había gustado mucho. Aún algo sorprendido por toda esa escena, me quede mucho más preocupado porque no lograba entender de donde aprendió lo que me había hecho. Al ver la cara de mi hijo sin tanta preocupación lo abracé, nos terminamos de bañar, lo vestí, preparé el lonch y desayunamos a la carrera, yo evitaba cualquier tipo de comentario o charla con Carlos, nos metimos al coche y lo llevé a la escuela. Pako, el profesor de Carlitos estaba en la puerta del colegio esperando a que entrasen todos los alumnos, encaminé a mi hijo pero en esta ocasión me quede observando detalladamente cualquier tipo de situación entre el profesor y mi hijo, sin embargo, no vi nada inusual. Carlitos se despidió levantando la mano y curiosamente vi al profesor que lo tomó en brazos lo alzó para que se despidiera de mi mejor, pero el profesor sin dejarme de mirar, le planto un beso a mi hijo en la mejilla y me guiñó el ojo. Pasaron muchas cosas en mi cabeza y no dejaba de de pensar, llegue a la oficina, cheque y le dije a mi jefe que tenía un asunto muy urgente en la escuela de mi hijo y me dio permiso para salir. Cuando llegue a la escuela, el prefecto me dejó entrar y me dijo que el grupo del profesor Pako estaba haciendo deportes pero el Profesor estaba en el salón atendiendo a uno de sus alumnos que se había raspado la rodilla. Me dirigí al salón y cuando llegué hasta la puerta, me detuve un momento ya que se lograban escuchar murmullos del profesor y la risa de un niño, me asomé y me quedé asombradísimo. Pako tenía a mi hijo sentado en sus piernas y tenía su mano dentro del pantaloncito de mi hijo. Quise interrumpir molesto y queriéndome ir sobre el profesor de mi hijo y romperle la cara pero la voz de mi hijo me detuvo y dejó petrificado. -Profe Pako, hoy en la mañana, mientras me bañaba con mi papaito, le hice lo que me has enseñado cuando todos se van a deportes y vi como le gustaba mucho como a ti te gusta. Yo quiero mucho a mi papito como te quiero a ti y quiero que seamos felices. – El profesor le dio un beso en la boca a mi hijo y mi hijo lo empezó a abrazar y se bajó de sus piernas y rápido se subió al escritorio, se bajo los pantaloncillos y tenia su pollita rosadita y bien parada, entonces tomo la cabeza de el profesor y acercó su diminuto miembro en su boca y le pidió que lo succionara como él lo había hecho conmigo. La boca del Profesor de Carlitos, succionaba suavemente el pequeño pene de mi hijo, mientras que mi hijo tomaba su cabeza y la empujaba para que se la chupara toda y le decía quedito, CHUPAMELA TODA, QUIERO QUE ME SAQUES LA LECHE Y TE LA TRAGUES TODA. El va y ven de la cabeza del profesor y la escena me hicieron hervir la sangre, en un principio estaba muy molesto pero al ver que mi hijo lo disfrutaba, por alguna razón empece a sentir como mi verga crecía y se ponía tan dura como la primera noche que mi hijo tragó parte de mi semen. Comencé a sentir dolor de lo tan apretado que estaba mi pantalón y tuve la necesidad de sacarme mi grueso miembro y empecé a friccionarlo contra unos peluches que estaban en la entrada del salón. Mientras tanto el profesor de mi hijo de tan solo 6 años de edad, se desprendió de la pollita de mi hijo y bajó su cremallera y sacó su fierro y mi hijo rápido lo tomó entre sus dos manitas y empezó a chuparlo desesperadamente ya que temía que alguien llegara, el profesor, le dijo que mejor se metiera bajo el escritorio para disimular si se llegara asomar alguien y Carlitos, asintiendo con la cabeza se desprendió de la enorme olla del profesor y se metió bajo el escritorio, justo en ese momento, el muñeco de peluche con el que me estaba masturbando viendo la escena, se me cayó al piso sobre unas fichas que habían cerca haciendo estas un ruido. El profesor se puso pálido porque pensó que alguien ya los había descubierto y en efecto, así era, Solo metió la mano bajo el escritorio para decirle a -Carlitos con señas que no saliera, y al mismo tiempo intentara guardarle la verga y subirle el cierre de su pantalón, sin que nadie lo notara. Sin embargo, la cara de vergüenza mía fue tan evidente cuando el profesor Pako me dijo. – Señor Eduardo, que sorpresa tenerlo por aquí, que gusto poder atenderlo y sobre todo con esa enorme polla que escurre líquido, tal parece que hay algo que sé, que puedo hacer por usted. En ese momento, en verdad quería romperle el hocico, pero era tanto mi morbo y la forma tan cálida y tan sexosa con la que se llevaba tan bien con mi hijo, que pudo más mi morbo y sobre todo por tanto tiempo de no coger con nadie. Y es que a ver bien el profesor se veía tan varonil, tan macho, velludo, que no se que fue lo que me hizo hacer un click con él, en mi cabeza pasaban miles de pensamientos en segundos (lo que sucedía entre mi hijo y él , el morbo, el haber dejado de coger con mujeres, el imaginarme la verga del profesor y la mía dentro de la boca de mi hijo). Todo so me pasaba por la cabeza, y sin darme cuenta el profesor estaba de rodillas frente a mi y empezó a succionar profundamente apretando con sus labios mi enorme polla y comenzó las embestidas tragando profundamente y con señas pidió a Carlitos saliera del escritorio para que se uniera chupándome las bolas. Sentí, como si le elevara al cielo, por primera vez pude sentir realmente a una boca experta ordeñándome la polla y luego se la sacaba de la boca y se la metía en la pequeña boca de mi hijo, y me apretaba mas al querer metérsela toda en la garganta. En un breve instante ya no pude más y por primera vez pude ver como mi cuerpo y mi excitación hacía que estallara en tremenda marejada de leche inundando la boca de mi hijo e inflándole las mejillas de semen y el profesor también abría la boca para no desperdiciar ni una sola gota. Carlitos sacó mi verga de su boca y se la puso en la boca del profesor, éste terminándome de ordeñar. Fue una experiencia realmente inimaginable, rápidamente, el profesor saco toallitas húmedas y entre los tres nos limpiamos y limpiamos todo lo que había sucedido. Me quede callado, el profesor sonreía y mi hijo Carlitos alegre entre los dos, miraba de un lado la cara de su profesor y del otro mi cara. Tomó nuestras manos y las unió como señal de que él quería que entre los tres formáramos una especie de club o familia. En ese momento se escuchó que todos los niños de la clase regresaban de la clase de deportes en compañía de la profesora Estelita que era la de Deportes en compañía también de la Directora del plantel. Todos los niños tomaron su lugar, la profesora Estela le dijo a Carlitos que ahora entendía el porqué de su ausencia, me estrechó la mano diciéndome _ Tiene un hijo excepcional, le gusta mucho jugar las bolas de bolibol. La Directora interrumpió y me preguntó El motivo de mi visita, si había algún problema con el profesor o mi hijo. A lo que le respondí. -ES UN PRIVILEGIO TENER PROFESORES DE LA TALLA E EL MAESTRO PAKO, ME SIENTO MUY SATISFECHO DE SU TRABAJO. Me despedí de mi hijo, y el profesor y le pedí a Carlitos que le dijera al profesor Pako, que lo esperábamos el fin de semana para pasarlo genial en la alberca de la casa. . CONTINUARA.
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