Mi Historia y mi Hijito Inesperado. Parte IV, Sus inicios.
Sigo el relato de mi historia al conocer un hijo al que por años no conocí y ahora al hacerlo se desencadenan muchas cosas inesperadas..
Por primera vez Mikel y yo nos duchamos juntos, bajo el agua caliente me tomé el tiempo para enjabonar cada rincón de su cuerpito que ya sabía mío y que seguramente sería compartido con mi hermano. Mi hijo también se preocupaba de pasarme el jabón, pero principalmente lo hacía por mi pene y huevos, que ya señalé antes son de un buen tamaño (aprox. 18 cms) y mis huevos que cuelgan de forma contundente. Mi pelambrera rojiza no es abundante ya que más bien soy lampiño.
Una vez que nos desocupamos del baño, me preocupé de secarle, aplicarle crema en especial en su culito algo maltratado, y un poco de loción para el cuerpo. Nos sentamos a tomar té con sándwiches y pastelitos.
Mientras estábamos en esos menesteres le pregunte como se sentía y respondió “feliz” con una sonrisa amplia y sus ojos claros brillaron de alegría. Y, “¿Cómo te has llevado con tu tío?” “Pues bakan, es buena gente y le gano en el play, jajaja”, Mmmm, “pues ¿sabes? Tu tío va a venir a visir con nosotros ya que se separó de su mujer y como no tiene donde vivir se vendrá con nosotros, y ya sabes solo hay dos dormitorios así que tendremos que acomodarnos” “ Oh, y entonces¿ no podre dormir contigo?…..Claro que sí, y también dormirás con el cómo hiciste el otro día y hasta podemos dormir los tres juntos, ¿Qué te parece?….Wow, bacanisimo, dijo mientras se engullía un tercer pastelito.
Y como mis lectores podrán imaginar, cada día siguiente se transformó en un reconocimiento íntimo de ambos, probando nuevas posiciones, y sitios. No se escapaban las folladas en la ducha, en la tina, sobre la mesa del comedor, sobre un sillón. La alfombra de la sala, la cama, fuera en posición de 4 al lado de ella, o encima con las piernecitas al hombro las que eran lamidas mientras su culito era profanado e inundado de leche paterna, en espera de lo que ocurriría en unos días cuando Reiner llegara del trabajo. Por supuesto que en unas llamadas telefónicas que él hizo no mencioné nada de lo que ocurría en casa y le di especiales recomendaciones a Mikel de no hacerlo y así brindar una gran sorpresa a su tío (claro que la “gran sorpresa” seria para Mikel que ya referí la verga de mi hermano supera en tamaño a la mía).
Y así, día a día aumentando la confianza, le empecé a preguntar de sus inicios en la sexualidad. Ya antes comenté que soy psicólogo y por ende aplicando mis conocimientos empecé a inquirir con suavidad el relato de sus experiencias que paso a resumir.
Sus inicios fueron a los 4 o 5 años, cuando su madre (de la cual hace mucho no sé ni me interesa saber que le ocurrió) salía de juergas y dejaba a Mikel con un vecino, un hombre mayor y solitario que gustoso se ofrecía a cuidar al niño. Indudablemente no decía cuál sería el precio (y quizás la madre hasta lo sabía, pero no le importaba) y él empezó a iniciarlo tocándolo entero, desnudándolo para lamerlo, chupar sus partes íntimas y poco a poco metiendo su verga en la boca. Mikel recuerda que era más bien chica, arrugada y un poco negra y se ponía algo más grande, pero no tanto, con sus chupadas para terminar llenándole la boca de algo espeso blanco y un poco salado.
En la medida que estos encuentros avanzaban, el viejo empezó a introducir, además de la lengua, primero un dedo y luego dos dedos en el culito del niño, todo ello mientras le hacía mamar y tragar lo que él le decía era “vitamina humana”. Cada vez que ya terminaba le recalcaba que eso era un secreto y siempre le daba unos billetes o monedas para que se comprara caramelos.
Todo esto transcurrió un buen tiempo y el viejo cada vez iba tomando más confianza en lo que hacía, empezando a invitar a otros viejos (algunos no tanto) como él para que pudieran “jugar” y darle “vitamina humana” a Mikel, pero nunca pasó más allá de lo descrito.
Lo que si pasó y que yo creo hasta se transformó en fuente de ingresos para el famoso vecino, es que fueron variados los interesados en “conocer” a Mikel dado que en varias ocasiones salieron subiendo a distintos vehículos para ser llevado a sitios donde adultos lo esperaban para “alimentarlo”, lo que seguramente le significaba algún nivel de ingreso económico al vecino, quien con un par de billetes dejaba conforme al niño.
Lo que pasó después está un poco en la nebulosa, pero puedo decir que de acuerdo al expediente del tribunal hay un informa de un Asistente Social que recomienda que Mikel sea internado en un sitio de acogida para su seguridad dado que se encuentra en un estado de vulnerabilidad que así lo aconseja.
El asunto es que llega al hogar y lo instalan en un dormitorio con muchas literas. El queda en la última que estaba desocupada completa por lo que se instaló en la parte inferior. Les dieron una cena y a dormir, que era invierno y se oscurece temprano. Apenas el celador se fue y apagó las luces, 4 de sus compañeros se acercaron a la cama de Mikel, todos con sus vergas en las manos, eran dos adolescentes de unos 14 o 15 años y dos menores de unos diez. El que hacía de jefe uno de los mayores le dijo, “ya, a pagar la incorporación o te las damos”, Mikel que ya sabía del tema les agarro los penes a los mayores, y los empezó a mamar de modo alternado. Los de las camas más cercanas observaban atentos, dado que justo frente a una ventana un poste del alumbrado público iluminaba esa parte de la habitación, permitiendo observar lo que ocurría. El que llevaba la voz cantante que además era el del pene más grande y peludo estaba feliz “vaya vaya si el putito sabe comer vergas” dijo, y los demás celebraron. Luego de algún rato, el chico de nombre Tomás alejó a su compañero e inicio una follada bucal en Mikel hasta que por fin derramó el contenido de sus huevos, lo que mi hijo tragó y mientras el segundo adolescente ocupaba su sitio iniciando el mismo procedimiento hasta eyacular, luego los dos más pequeños que reclamaban su parte pero que no obstante los esfuerzos no llegaban a acabar, probablemente por su edad. Una vez satisfechos cada uno se fue a sus camas y a dormir.
Lo señalado se repitió noche tras noche toda la semana, e incluso se unieron otros dos de los mas grandes (era hasta 15 años dicho dormitorio) así que Mikel recibía variadas raciones de leche juvenil. Y así se hizo famoso entre la muchachada que le prometían algo especial para el día sábado en que la guardia se relajaba. La curiosidad lo embargaba y por fin llegó el sábado y a la hora acostumbrada los chicos llegaron a su cama, y como siempre Tomás que era el líder puso su verga en la boca de mi hijo y le dijo, “prepáralo bien que hoy te voy a comer el culo” lo que excitó de sobremanera al grupo que ya con sus miembros en las manos se masturbaban cadenciosamente, esperando el desarrollo de los acontecimientos.
Luego de algunos minutos de mamar (otros dos jóvenes se habían puesto a los costados y recibían lamidas y chupadas alternadas) Tomás dijo, “ya, ponte boca abajo y sácate toda la ropa” lo que Mikel hizo sin chistar. Una vez en esa posición Tomas, quien también estaba desnudo, se subió a la cama ubicándose de rodillas sobre las piernas del niño, le abrió las nalgas y escupió un par de veces, y con sus dedos esparció la saliva tanto en el culito como en su miembro y procedió a acercar la punta del glande al infantil agujero e hizo presión en el empezando a penetrarlo, todo ello ante los ojos y expectación de los demás, imagen que era alumbrada, como antes referí, por la luz del poste callejero. Tomas se acostó encima de Mikel completando la penetración arrancándole un leve quejido e iniciando un movimiento de bombeo mete y saca.
Con lo que Mikel me relata y en base a mi experiencia, creo que lo relatado no le implicó un mayor sufrimiento dado que el adolescente no era especialmente dotado y además que como antes ya señalé, mi hijo cuando era abusado por el vecino y compañía no le follaban, pero si le metían dedos en el culo, e incluso algunos «juguetes» de vez en cuando, con lo cual incentivaban la dilatación anal lo que favoreció que lo relatado mas que sufrimiento le significaba un gozo.
Y siguiendo la historia de ese primer encuentro, Tomas le culió un buen rato, todo en el mayor silencio posible, no obstante que el celador se encuentra en otra habitación, hasta que en algún momento y sin aviso Mikel sintió que se vació dentro suyo, algo tibio y el palpitar del pene del jovencito fue la mejor señal de ello. Tomas se levantó y su lugar fue ocupado por aquel que oficiaba de “mano derecha” quien no necesitó lubricar dado que la deslechada de su compinche era suficiente, y procedió a clavar su miembro, el que según Mikel era algo mas grande que el anterior, tanto en longitud como grosor por lo que lo sintió de forma distinta, y resbaló hasta el fondo sin complicaciones. El mismo procedimiento, cogerle durante unos minutos hasta eyacular abundantemente dentro de Mikel, y así luego siguieron dos adolescentes más. Cuando los dos pequeños de 9 o 10 años pidieron su parte, Mikel le dijo que no quería mas y simplemente los despachó.
Quiero agradecer las estrellitas que me han regalado los lectores de mis relatos anteriores, asi como los correos recibidos que me dan ánimo para seguir el relato que aún quedan bastantes cosas para que ustedes disfruten como yo lo hago al recordarlo y escribirlo. De vez en cuando debo preguntar detalles a Mikel para que el relato sea lo mas fidedigno posible. Espero sus correos, [email protected] los que de seguro recibo que mi amigo Sergio me los reenvia. Saludos


(24 votos)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!