Mi Historia y mi Hijito Inesperado VI, Continua la iniciacion en el centro de acogida con un anuncio….¿que será?
Sigo relatando las aventuras de mi hijito Mikel, quien es muy llamativo dado su cabellera roja intensa, igual a la mia que me hizo entender es mi hijo sin necesidad de examenes de adn u otros..
El día sábado fue algo diferente. Como ya he señalado el fin de semana hay mayor relajo dado que la mayoría de las personas que apoyan el funcionamiento del centro tienen días libres, tanto así que por la tarde Juan llamó a Mikel mientras los demás se iban a dormir y lo llevó solo al cuarto del placer, como yo lo bauticé. Al entrar se encontró que les esperaba otro de los integrantes del staff del centro, un moreno grande, caribeño, de nombre Jairo, a quien Mikel había visto haciendo múltiples labores, quien con una amplia sonrisa los esperaba. Juan cerró la puerta apenas entraron y empujó suavemente al niño hacia el moreno hombre que era bastante musculoso, muy moreno como ya dije, en los 50 años, quien apenas tuvo al niño al alcance lo abrazó empezando a besarle y lamerle la cara besándole en la boca introduciendo su larga lengua en ella anunciando lo que ya vendría en otra parte de la anatomía infantil. Mientras hace esto con ambas manos amasa las nalgas del niño e introduce sus manos bajando el pantaloncito que vestía para así tener a plena disposición el duro culito del niño y de un tamaño respetable considerando su edad, metiendo un dedo y luego dos en la caliente cuevita del chico, convenientemente lubricada con saliva. “Uffff, no sabes cuanto deseaba esto” dijo dirigiéndose a Juan, “y ya verás como ganaremos buen dinero con esta cabecita roja”, refiriéndose al cobrizo color del pelo de mi hijo, que como antes expliqué tiene el mismo color rojizo que yo (único sitio donde tiene pelos).
Sin esperar más tiempo, Jairo se despojó de su ropa y Mikel pudo observar, por primera vez en la vida, un pene completamente negro que nace de un montón de pelos ensortijados, y por supuesto muy negros como su dueño. Lo que llamó la atención del niño fue la longitud de dicho instrumento, que, si bien no era extremadamente grueso si bastante largo, más que todo lo conocido hasta ese instante y que según el relato que me hizo medía alrededor de 20 cms. con un prepucio que no solamente cubría el glande, sino que sobraba un poco más.
Al mirar la cara de asombro de Mikel ante la vista de aquel monstruo negro (hay que considerar que Mikel andaba por los 6-7 años), le acercó y se lo puso en la entrada de su boquita la que abrió inmediatamente sintiendo en su lengua el trozo de piel que sobraba al pene que ya completamente erecto empezó a ser succionado, retrayendo el prepucio con la boca produciéndole una gran sensación de placer al negro violador, quien así lo hacía ver con los gemidos y exclamaciones de gozo que emitía, y todo ello a vista de Juan quien también se había desnudado y se masturbaba lentamente excitado al observar la escena.
Jairo ubicó a Mikel sobre la mesa, de espalda, pidiéndole a Juan que le afirmara las piernas a lo alto mientras el lujuriosamente empezó a meter su larga lengua en la culito del niño quien al sentir la humedad de dicho órgano lingual emitió un gemido disfrutando como ella se introducía poco a poco en su interior, con las nalgas convenientemente separadas por ambas manos del negro, se retorcía intensamente gimiendo ya más sonoramente dando cuenta del efecto morboso que aquella acción ocasionaba en él. Juan se ubicó convenientemente al costado de la mesa y acercó la cabeza del niño hacia su verga húmeda a lo que el niño no se hizo de rogar y se la metió en la boca iniciando una sonora succión que fue advertida por Jairo quien aumentó el ritmo de la comida de culito mientras con una mano se masturbaba retrayendo totalmente el prepucio lo que le producía un gran placer, lo que acompañado con la humedad del precum le indicaba que ya estaba pronto el momento de poder disfrutar introduciéndolo en aquel rosado agujero, que ya dije está completamente peladito (aun hoy).
Se puso de pie y se ubicó en la posición adecuada para iniciar el ataque. Sabiendo su sensibilidad se corrió el prepucio completamente hacia adelante con el fin que, al empezar a introducir el pene, este se retraiga naturalmente al ir abriendo el culito del chico, que ardiente lo esperaba muy cerradito, pero esperando que aquel trozo de carne hirviente se encargara de abrirlo gozosamente.
Y así fue que aquel carbón hirviente empezó a horadar la estrecha cavidad de Mikel, quien ansioso antes su primera verga negra y de gran tamaño, se movía buscando facilitar la penetración, ante el placer del moreno al comprobar la colaboración que daba su pequeño objeto de placer. Así, centímetro a centímetro se fue clavando cual saeta empaladora, convenientemente lubricada con saliva y una crema que el negro precavidamente había llevado, hasta completar casi ¾ de ella (unos 15 cms) en donde el chico emitió algunos quejidos pues estaba llegando a profundidades que ningún pene había alcanzado. “¿Te duele?….Si, un poquito” se detuvo un poco esperando que el culo del niño se adaptara al tamaño del negro garrote, lo sacó un poco y volvió a poner un poco más de saliva y el contenido del frasco con la crema antes mencionada, para retomar la clavada, con lo cual consiguió meter un par de centímetros más. Le comentó a Juan que no seguiría metiéndolo ya que “lo necesitaba en óptimas condiciones para mañana” algo que Mikel no entendió y que sería su sorpresa en el día siguiente.
Y así fue que Jairo con el 90% del pene incrustado en el niño inicio un bombeo íntimo, mete y saca de modo cadencioso, gimiendo él y haciendo gemir al niño que por primera vez tenía invadida buena parte de su intimidad, dado el tamaño de aquella verga. Juan seguía alternando entre masturbarse y hacer mamar al chico alcanzando con una mano el culo profanado para sentir como el hirviente pene de Jairo entra y sale del niño.
La expertiz del moreno celador en culear niños está a la vista, en todo momento supo tratar al chico con calidez buscando no dañarle mayormente dado el tamaño de su instrumento sexual, más aun al detenerse antes de tenerlo completamente empalado, con el fin de no producir lesiones, si bien como ya algo se dijo había una segunda intención a dilucidar el día siguiente. Luego de un largo rato en esa posición, empezó a acelerar el proceso, lo que indicaba su cercanía al clímax, lo que también fue advertido e imitado por Juan. Mikel también entendió lo que venía dada la experiencia que ha ido adquiriendo, y fue así que sin aviso Jairo dio un berrido antinatural para empezar a lanzar chorros de su néctar masculino, todo dentro del culo del chico quien sentía como el espeso liquido se derramaba dentro suyo produciéndole una sensación inefable, acrecentado por el palpitar del pene y de su propio culo dada la intensa sensación de profundo placer producida. Por su parte Juan hizo lo propio al ver las reacciones de los otros dos y empezó a lanzar su semen acumulado en la garganta del pequeño, produciéndole un ligero ahogo que le hizo toser, pero que al final paso por la garganta hacia el estómago mientras otra buena parte se derramaba por las comisuras de los labios y en su cara, al no poder ser tragada en su totalidad por la cantidad de la eyaculación.
Una vez que toda la acción terminó, los penes volvieron a su tamaño natural lo que implica abandonar la boca y culo recién llenados, Jairo en una expresión de morbo le da un beso en el culo del niño, metiendo la lengua lo que le permite saborear su propio elixir, acción imitada por Juan en la boca, luego proceden a vestirse y llevar al niño al baño a asearlo. En ese instante Jairo le dice, “lávate bien y descansa, que mañana saldremos a pasear”. Mikel lo miro con cara de interrogación, pero no obtuvo mayor información. Hizo lo ordenado y se fue a dormir con la curiosidad sobre lo que ocurriría al día siguiente.
Les recuerdo evaluar mi relato con las estrellitas y al que me quiera comentar algo al correo de mi amigo [email protected] quien gentilmente me publica. Gracias por leerme.


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