Mi increíble, triste y sexosa historia parte 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por guasinay50.
Aproximadamente ya había pasado como un año desde que mi hermanastro tenía sexo conmigo, aunque hasta ese momento no había podido penetrarme porque no le había crecido aun, siendo honestos nunca fue tan grande.
Ya cuando yo tenía 12 años y el 13, las cosas empezaron a ponerse interesantes de nuevo.
Nosotros 2 y el otro hermano que tenía 10 en esos días nos poníamos a ver televisión en la sala sentados los 3 en el mismo sofá.
Una de tantas veces, cada quien había sacado su sábana y se la había puesto encima, porque era de mañana y estaba un poco frío, y entonces de la nada me doy cuenta que se la estaba volando debajo de la sábana y me la enseña así como quien no quiere la cosa, y me dice:
– Todavía se acuerda?
– si
– tóquemela
y en eso meto las manos debajo de su sábana y me pongo a tocársela, la tenía bien parada y ya le había crecido un poco más, era como doblada hacia un lado y algo cabezoncita, pero no muy grande, la mía si era un poco más grande y más gruesa que la de él y como yo había cambiado la voz un par de meses de cumpir los 12 años, me veía unos 3 años mayor.
Esa tarde él me la tocaba y yo se la tocaba, nada extraordinario, hasta que el otro hermano se fue a bañar y nos dejó solos, entonces aprovechamos para irnos al cuarto y ahí me dijo que se la mamara, lo hice un par de minutos nada más porque el otro salió del baño y quedamos de hacerlo en la noche.
A media noche le toqué los pies y me hizo señal que me pasara a su cama, ya a estas altura habíamos cambiado de casa y ya no dormíamos en la misma cama.
El se la dejaba mamar y yo estaba aun aprendiendo a hacerlo, recuerdo que estuve así un buen rato hasta que sentí que se le puso bien dura y de repente sentí que se le movía como se ve en las caricaturas una manguera que le va pasando agua y sentí mi boca llenarse de lo que yo en ese momento pensé que eran orines y que se había orinado en mi boca, así que abrí la boca y dejé caer todo encima, él se la agarró como evitando que le siguiera saliendo y tanto él como yo nos asustamos porque pensamos que él se había orinado, aunque ahora que lo pienso fue excitante sacarle a alguien su primer orgasmo.
Pasamos un par de meses así, a veces me la ponía atrás, pero nunca había entrado, hasta una noche que lo íbamos a hacer y me puso en 4, la dejó ir de un solo y me dolió horrible, por instinto lo que hice fue quitármelo de encima y sentarme, él se enojó y se quiso ir y me puse a mamársela, pero me quitó y me dijo que así no tenía chiste y se fué a dormir.
La noche siguiente lo intentamos, pero lo hicimos a mi ritmo y logramos que entrara, de ahí en adelante habíamos hasta hecho un sistema de señales con los dedos cuando él quería que se la mamara o me la quería meter.
A veces solo quería que se la mamara y si se excitaba un poco más, me decía que me la iba a meter.
No duraba mucho, era eyaculador precoz, pero ya al ratito de estarmela metiendo se venía dentro de mi y solo se iba a su cama y me tocaba jalármela nada más.
Después de todo eso, más o menos a finales del año, un compañero me hizo una propuesta que no podía rehusar, y ese será el próximo capítulo
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