Mi infancia en Buenos Aires – Cap 1: Darío el novio de mamá
A los 8 años mi madre de unos 30 y algo, luego de separarse de mi papá, se puso de novia con un hombre de unos 35 años. Dario, él era alto, robusto pero no gordo, rubio con rulos, de piel media rojiza. Viéndolo con ojos de hoy en día era un hombre rústico, usaba jeans claros siempre y una campera .
Hola, hace mucho tiempo soy lector de sexosintabues y siempre quise contar mis experiencias.
Hoy en día tengo 33 años y aun sigo fantaseando con señores grandes alrededor de 40 o 50 años, si son casados mejor, si son padres de familia mucho mas, es mi eterna fantasía. Veo hombres heteros casados en la calle y lo único que pienso y deseo es volver a ser un niño y ser seducido por hombres mas grandes como estos. Quisiera tener 8 o 10 años de nuevo y aprovechar todas las oportunidades que perdí en aquel momento por inocente, o por no animarme y aunque sabia ya en aquel momento que me gustaba no entendía la dinámica del sexo o de las relaciones.
Empecemos por el principio. Soy argentino, nací en 1991 en el norte del país pero desde mi primer año viví en Buenos Aires. Soy morocho o moreno, pelo negro, contextura normal tirando a delgado normal, siempre tuve buen culo, desde muy chico siempre escuche comentarios sobre eso, nunca fui afeminado ni nada, tampoco muy masculino, normal. Desde que tengo memoria recuerdo que me sentí atraído por los hombres, recuerdo incluso que el eje principal de mi vida siempre fue el sexo. No se de donde viene y como aprendí de estas cosas. En 1996 cuando tenía 5 años recuerdo tener un amiguito de la misma edad que era vecino del edificio, a veces venía a casa cuando no había nadie jugabamos a los power rangers, recuerdo de decirle que quería enseñarle un juego y lo acosté boca arriba y me subí arriba de él y me excitaba estar en esa posición. Juegos de este estilo. En fin, esto no fue lo principal de mis inicios, solo un pedacito de mi inexplicable deseo desde pequeño.
A los 8 años mi madre de unos 30 y algo, luego de separarse de mi papá, se puso de novia con un hombre de unos 35 años. Dario, él era alto, robusto pero no gordo, rubio con rulos, de piel media rojiza. Viéndolo con ojos de hoy en día era un hombre rústico, usaba jeans claros siempre y una campera (Jacketa) Bomber. El era de la provincia de Santa Fe, cerca del centro de Argentina.
No vivía con nosotros pero pasaba mucho tiempo en casa, salíamos a pasear y era muy bueno conmigo y mi hermano. Mi mama tenía horarios de trabajo rotativos así que algunas veces no estaba y nos quedabamos con el.
Una noche tuvimos que quedarnos con Darío porque mi mamá tenía que trabajar la noche entera y volver al día siguiente en la mañana. Yo no entiendo bien cómo sucedió esto, pero cada vez que me paso con un hombre grande cuando yo era niño, sentí un código preestablecido donde ambos sabíamos que pasaría esto. Yo tenía la costumbre a mitad de la noche o en la madrugada ir a la cama de mi mama y quedarme a dormir allí hasta la mañana. Y esa noche sabía que si iba como siempre iba a dormir con Darío, me desperté en la noche, más temprano que de costumbre, quizás entusiasmado por la situación, y me fui directo a dormir a la cama con Darío. Me metí dentro de las sabanas dándole la espalda. Al rato sentí como algo gigante, tremendamente enorme estaba entre mis nalgas. Darío había bajado mis pantalones y estaba totalmente pegado a mi intentando penetrarme o más bien masturbándose con mi culo. Cuando vio que me desperté me dijo despacito «sh sh» y me quede duro sin saber que hacer, me gustaba lo que me estaba haciendo pero no entendía qué era lo que intentaba hacer, claramente no intento penetrarme realmente porque no sentí dolor, si hubiera querido realmente me hubiera dolido porque aquello era gigante, pero excitante. Recuerdo que estuvo un rato largo así tocándome las nalgas y el cuerpo mientras refregaba su pija con mi culo. Ese momento lo he tenido presente siempre, sentir algo y alguien tan gigante atrás mío. Dario se dio vuelta, se masturbo y acabó. Desde ese día empezaron un montón de aventuras con Dario. Uno de los mejores recuerdos de mi juventud.
Mi hermano era varios años mas grande que yo así que por lo general salía de casa con amigos y no volvía en toda la tarde. Mi mama a veces trabajaba así que nos quedabamos solos con Darío. El segundo encuentro íntimo que tuvimos fue una vez que estábamos solos y nos acostamos a mirar televisión; Darío me besó, y me encantó. Me enseñó a besar con lengua desde el primer momento y eso me volvió loco, desde entonces siempre me han gustado los besos fogosos con lengua. Darío metía su lengua gigante dentro de mi boca, agarraba mi lengua y la succionaba. Metía su lengua lo más profundo que le era posible. Me encantaba. Podíamos estar varios minutos solo besándonos. Ese día también me enseño a masturbarlo, a tocar esa verga gigante que al lado de mis pequeñas manos se veía incluso más grande, tengo grabado en mi mente el contraste de mis manos morenas y su pija rosada, los vellos rubios de sus huevos. Después de masturbarlo un rato Darío me pidió que le diera un beso a su pija, bajé y se lo dí pero realmente no me gusto mucho, pero me dijo que le de varios besitos y así lo hice, hacia todo lo que me pedía porque era todo nuevo y realmente me llevaba por un camino que me gustaba. Luego me pidió que lo chupe que abra la boca y me lo meta, obviamente solo entraba la cabeza pero tanto no me gusto pero siguió así mientras se masturbaba con su glande dentro mi boca hasta que acabó, no tragué ni me cayó adentro pero si en mis labios y lo saboree, su semen estaba muy caliente y agrio. Me limpió bien y me hizo lavarme la boca. Luego volvimos a ver tele como si nada.
Aprovechábamos cada momento, apenas nos quedabamos solos me prendía a su pija o su boca. Le gustaba sentarse en el sofá y llamarme para que me sube arriba de el y ahí nos prendíamos a besos y luego bajaba a chupársela hasta que acabara. Las primeras veces me daba arcadas tragarme su leche, al tiempo fui acostumbrándome y me gusto, nunca me entró su verga entera pero si me acababa adentro de la boca y me hacía tragarme todo. A veces me pedía que escupiera su semen mientras lo miraba a los ojos.
Intuyo que él sabía que jamás iba a poder penetrarme sin lastimarme mucho. Su verga era realmente grande. Aunque le gustaba jugar con mis nalgas. Una de las tantas noches que mi mamá tuvo que trabajar de noche fui a ver tele con Darío a su cuarto hasta que me quedé dormido. A media noche me despertó bajándome los pantalones mientras yo estaba boca abajo, se subió arriba mío y puso su verga en medio de mis piernas, y se movió como simulando cogerme, sentir su peso arriba mio fue una de las cosas más excitante, aunque algo asfixiante porque era mucho mas alto y pesado, lo disfrute mucho y fue una de las poses que solíamos hacer desde entonces. Luego me puso de costado sin sacarme la pija del medio de las piernas y me pedía que apriete fuerte mientras me abrazaba desde el abdomen y con su otra mano me metía un dedo dentro de la boca. Así lo hicimos hasta que acabó, luego agarró un poco de su semen y me lo puso en el agujero diciendo «Un día vas a ser mío» y volvimos a dormir.
Duramos varios meses haciendo esto pero no duró mucho mas. No se como pero creo que empezaron a sospechar de nosotros. Al lado de nuestro departamento vivían unos primos que vinieron de provincia. Una tarde que estábamos jugando con Darío en el sillón entró un primo que tenía en ese entonces 19 años. Me vio arriba de Darío besándolo y apenas me di cuenta me baje rápido. Esa misma noche mi primo le contó a mi mamá y todo se acabó. A Darío no lo volví a ver más. Aunque negamos todo nadie nos creyó. A los días por fortuna, o quizás no, mis aventuras siguieron con alguien mas.
Seguiré escribiendo y contando cada una de mis experiencias hasta llegada la adolescencia.
Saludos!
Loqe100.
Qué ricas experiencias. Aunque que triste que Darío no haya tenido la oportunidad de ser el primero también en lo demás.
que lindo tener un padrastro así!!
Ojalá que te llene de leche pronto!!!
Qué rico relato, a mi me pasó algo muy parecido pero a los nueve años, y eso de los besos me ponía mi pichulita súper dura
Que delicia de relato 🫦🔥