Mi infancia en Buenos Aires – Cap 3: Diego, busqué a mi primo adulto hasta que me cogió
Diego era callado, rústico, un hombre serio, diría que tímido también pero masculino. Empezó trabajando en un supermercado cerca de casa, volvía a veces a dormir una siesta y en la tarde volvía a trabajar hasta la noche. En casa por suerte nunca había nadie.
Hola, les traigo la 3era parte de los relatos de mi infancia.
1era parte: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/mi-infancia-en-buenos-aires-cap-1-dario-el-novio-de-mama/
Pasó un año desde que nos mudamos a un nuevo departamento, mucho más grande y con más habitaciones. Corría el año 2001, plena crisis en Argentina, seguían viniendo primos y primas a Buenos Aires a intentar conseguir trabajo, en el interior las cosas estaban peor.
Para este momento yo ya tenía 10 años, en casa ya éramos varios. Mi hermana había vuelto a vivir con nosotros, también estaba mi hermano, una prima y un primo de 19 años. Su nombre era Diego, el hermano de Victor. Diego era callado, rústico, un hombre serio, diría que tímido también pero masculino. Empezó trabajando en un supermercado cerca de casa, volvía a veces a dormir una siesta y en la tarde volvía a trabajar hasta la noche. En casa por suerte nunca había nadie, mis hermanos que eran más grandes así que se la pasaban todo el día afuera. Mi hermana con su novio y mi hermano andá a saber donde.
Mis ganas de volver a relacionarme con un hombre eran muy grandes, y yo siendo tan chico no media mucho lo que hacía o las consecuencias que podía tener. Una mañana mi prima me mandó a despertar a Diego, le hable varias veces pero no se despertaba. Se emborrachaba cualquier día de la semana. Siempre andaba con resaca en la mañana o le costaba despertarse. Estaba durmiendo boca arriba y para poder despertarlo me senté arriba de él, justo a la altura de su pija, y empecé a moverme gritando su nombre, a forma de «juego» claro. Al rato se despertó y me bajó. Esa misma tarde, cuando no había nadie en casa, llegó del trabajo y se acostó a dormir una siesta. Me acerqué a mirarlo mientras dormía y me gustó. Era atractivo, tenía buenos labios, era muy alto, morocho, de cuerpo delgado pero fuerte. Me subí arriba de el y seguia dormido, le di un beso y no se movió, asi que segui besandolo y hasta que me respondio el beso, nos besamos un rato hasta que abrió la bragueta de su jean y sacó su verga y me empujó para abajo para que se la chupara. Su verga era linda, curva y la cabeza bien roja. La tenía gomosa y se la chupe hasta que se puso bien dura, se la chupe con muchas ganas porque hace un año no estaba con nadie. Cada tanto me subía a su boca para besarlo pero él me volvía a bajar rápido. Me gustaba que tenga olor a cigarrillo en la boca y a cerveza, el olor a tabaco en lengua me hacía acordar a Darío. Ya tenia experiencia y también había crecido un poco así que las vergas me entraban mejor en la boca, creo que le abre hecho el mejor sexo oral a Diego porque mientras que intentaba metérmela entera a la boca y me la volvía a sacar veía como él temblaba hasta que se empezó a masturbar y acabó, lo vía sacudirse, temblar y dar gemidos secos de placer. Me acuerdo que le salió un montón esa vez, y manchó todo, mientras terminaba de largar las últimas gotas me acerque a seguir chupando y limpiar lo que quedaba, le había agarrado un gusto al semen, y el de diego era mas liquido, sabía mejor y largaba más.
Sin mirarme a la cara Diego me sacó de encima y busco una toalla para limpiar todo, me limpio la cara, me agarró del brazo y sin decir nada me sacó del cuarto como echándome y cerró la puerta.
La cosa con Diego era rara pero fácil, él se emborrachaba seguido e incluso durante el día a veces, así que era común agarrarlo dormido. Cuando podía aprovechaba y me metía a su cama a chuparsela, no se si por inercia, por ganas o lo que sea, Diego se dejaba y a veces me ganaba algunos besos, otras veces me sacaba de una sin chances a nada. Y otras veces me llevaba una buena ración de leche. A él le gustaba, de eso estaba seguro. Cuando estaba consciente e intentaba algo no había chance de nada, ni me miraba, me sacaba de encima o ni se le paraba.
Una mañana temprano cuando todos se habían ido nos quedamos solos con Diego, él estaba dormido ebrio, por supuesto, así que me metí en su cama a besarlo, no le gusto mucho asi que me saco, y volví pero directo a chuparsela, y me bajo de la cama a los empujones, insistí tanto que se la chupe un poco hasta que me sacó de nuevo. La ultima vez que intenté se enojó conmigo, se destapó, me puso de costado, me bajó los pantalones y con la verga bien parada me dijo «esto querés? esto es lo que querés?» lo recuerdo claramente porque no me olvidé más de ese día y de esas palabras. Me bajó los pantalones y con la verga bien parada intentó metérmela, escupía y apuntaba a mi culo. Yo quedé asustado porque no buscaba eso, todavía no entendía muy bien lo que era el sexo anal ni sabia si me gustaba, me agarró totalmente por sorpresa, así que me quede quieto sin moverme sin decir nada, entregado a lo que el iba a hacer. Me la metió un poco apenas y dolió bastante, me quise zafar pero Diego me abrazó con un brazo y con la otra mano seguía intentando meterla. Me entró solo la cabeza, me dolió bastante y me hizo gritar le pedí que la saque y que pare, pero no me hacía caso e intentó meterla mas pero cuando empecé a gritar y pedir por favor que la saque me hizo caso y la saco, se masturbo en mis nalgas hasta acabar, me subió los pantalones y me pidió que me vaya.
Si bien me dolió bastante me gustó sentirlo detrás mío dominandome, Diego era muy alto y se sentia bien tener algo tan gigante detrás mío abrazandome y yo siendo tan pequeño. Entre nosotros no había mucho contacto físico más que el de su verga con mi boca y muy pocas veces algunos besos, así que tenerlo tan cerca y sentir todo su cuerpo pegado al mío me gustó. Y la sensación que me quedó en el culo adolorido también me gustó, recuerdo que unas horas después sentí que me latía el ano y empecé a tocarmelo de vez en cuando. La idea ya había entrado en mi cabeza, entendía más o menos de que iba lo que intentaba hacerme, aunque no del todo porque no había entrado su pija entera. La próxima vez estaría más preparado mental y físicamente para entregarme a Diego.
Nuestro próximo encuentro fue el fin de semana siguiente, donde nos quedamos solos nuevamente. Mi mamá tenía novio así que a veces se iba una noche el fin de semana, mis hermanos también salían de noche. Así que habían noches que estábamos solos con Diego.
Ese día él se quedó en casa tomando con un amigo toda la noche, me había quedado despierto esperando el momento en que su amigo se fuera y Diego se vaya a su cama.
Cuando vi que estaba medio dormido me acerqué y metí mis manos debajo de las sábanas tocando su pija por arriba del jean, él siempre se dormía vestido como todo borracho. Diego se despertó, me miró y tiró la sábana a un costado, como vencido a la situación desabrochó su cinturón, se abrió la bragueta y se acostó mirando para arriba. Me lo dejó servido, él quería que lo hiciera. Me acerqué a su verga y se la empecé a chupar aunque estaba dormida y tenia un poco de olor, pero no me importó, se la chupé hasta que se le paró, saqué los huevos de su slip y contemplé todo ese vergón de pija que tenia. Me gustaba mucho y Diego también, se la chupé un largo rato, recorrí toda su verga con mi lengua e intenté meter todo lo que pude dentro de mi boca. Diego no se movía ni decía nada, me subí arriba de el y lo empecé a besar, esta vez me respondió el beso, me bajo un poco los pantalones y metió sus dos manos para masajearme las nalgas, su respiración empezó a agitarse y agarrarme más fuerte, me apretaba fuerte y tocaba mis piernas de arriba a abajo. Me puso de costado y rápido me saque los pantalones completamente y apunté mi cola a su pija, él se dio cuenta de inmediato que estaba listo para ser cogido.
Se mojó un dedo con saliva y me buscó el agujero, me lo masajeó un poco sin meterme nada. Luego me separó las nalgas y apuntó con su verga, me dolió bastante cuando entró la cabeza, me lo hizo lento e igual sentí una puntada fuertísima adentro. Empezó a moverse e intentar meter mas, a mi realmente me dolía bastante pero lo quería adentro mio, disfrutaba el momento pero no el dolor. Me gustaba sentir su mano en mi cadera y su otro brazo abrazándome por el pecho, su respiración atrás mio. Hasta que finalmente me entró toda y quedé duro del dolor mientras el me decía «sh sh ya está, ya entró, tranquilo» mi respiración iba bajando de a poco y me iba acomodando a su verga. Diego empezó aumentar su ritmo y ya me entraba bien, con dolor pero bien. Me tuvo un rato largo asi, a mi me dolia pero yo estaba entregado a el, disfrutando su cuerpo pegado con el mío, el olor a cerveza que salía de su boca, sus manos con olor a cigarrillo, él me giró la cabeza para que lo mire y me besó mientras me cogia. La verdad que hasta ese momento fue Diego el que mejor me trató. Mientras su lengua me invadía toda la boca e intentaba llegar lo mas adentro que podía, me abrió la nalgas con las dos manos y empezó a acelerar su movimiento. Luego me puso boca abajo y me pidió que levante la cola, así lo hice para él. Fue ahí cuando sentí la verga bien adentro, vino un dolor fuerte y pegué un grito. Diego me decía «ya casi, ya casi, quieto un ratito» me abrió las piernas y se acostó arriba mío, me gustó sentir su cuerpo arriba así que dejé que haga lo que quiera aunque me dolía. Me tuvo un rato así hasta que empezó a acelerar la respiración, así me acabó adentro por primera vez un hombre, su verga se hinchó y se puso más dura haciéndome gemir un poco del dolor. Diego me puso de costado, me abrazó y se quedó así con la pija adentro mio hasta que se durmió. Yo sentía como me salía semen por atrás mojándonos a los dos, era bastante. La sensación era hermosa.
Desde aquel momento me trató diferente, me daba atención incluso cuando no estaba ebrio. Empezamos a probar diferentes posiciones. Aprovechamos los momentos cuando estabamos solos. Incluso un par de veces nos vimos fuera de casa cuando no se podía.
Mis aventuras siguieron con él un tiempo. Luego cuando ya no vivía con nosotros encontré diversión en otro lugar. Se los voy a contar en la próxima entrega.
Saludos
Loquede
Qué buena experiencia
Me encanta tu estilo. My natural y realístico.
gran realto con ganas de leerla siguiente parte
🥵
ufff ke rico en verdad