Mi inicio sexual.
Esta serie de relatos ya la había subido en la página anterior, espero les agrade. .
Ire contando poco a poco mi vida sexual, no se, si es interesante para otras personas, pero para mi si, era el año 1978.
Mi papá siempre tuvo mamitis y se fue a vivir al lado de su mamá. En casa de la abuela vivián, los abuelos, 3 tías y mi primo de 9 años en ese momento, él era hijo de mi tía más joven, por temporadas vivía con ellos, una prima 6 años más grande que yo. En casa vivíamos mis papás, mi hermano mayor A en ese momento 12 años, María de 10, yo de 7, mi hermana Laura de 6, Mi hermana Ely de 4 y mi hermana Teresa de 2 y una recien nacida.
Obvíamente, mi primo al ser el único niño con la abuela era el consentido, era muy grosero y si algo no le gustaba hacía berrinche, con la abuela no, por que era muy violenta, pero con su mamá y mis otras 2 tías si, y le pasaban todo, el abuelo ni se metía. Por lo tanto, mi primo siempre estaba soló y como yo era 2 años más chico y era hombre, me obligaban a jugar con él, obviamente en la casa de la abuela, ya que no lo dejaban salir.
No me gustaba, por que todos en la casa me hacían caras de desprecio, mi abuela no nos quería, por que mi mamá salio embarazada de su hijo consentido y en ese tiempo se tuvieron que casar. Mi mamá solo había acabado el primer año de primaría y mi papá tuvo que dejar el segundo semestre de la carrera y ponerse a trabajar, por lo tanto mi mamá para no tener problemas con la abuela, me mandaba a jugar con mi primo y una tarde me propuso un nuevo juego.
Oye y si jugamos al doctor.
¿Comó es eso?.
Pues, nos metemos al baño juntos.
Estas loco, la abuela nos va a regañar.
No seas tonto, vamos a esperar a que la abuela se vaya al mercado y nos metemos.
Nunca habíamos jugado a eso y pensé que seria divertido y si era lógico lo que me dijo, mis 3 tías trabajaban, igual que el abuelo, aún que él trabajaba cerca, tenía un taller de carpintería, tenían a una señora que le ayudaba a la abuela con el quehacer, entonces las dos se iban al mercado y nos dejaban solos por 1/2 hora.
Y ¿cuándo se vaya la abuela que hacemos?
Pues nos metemos al baño y yo voy hacer el doctor y tú el paciente.
Y ¿luego?.
Pues yo te reviso y te mando medicina.
No me parecía muy divertido, pero acepte.
Bueno.
Llego el momento, salio la abuela y me jalo para el baño.
Orale.
¿Qué?
Pues bajate el pantalón.
¿Para qué?.
Pues para que te revise.
Pero eso, no esta bien.
¿Quieres que le diga a la abuela, que no querías jugar conmigo?
En ese momento no lo pensé bien, solo pensé en que mi papá me iba a regañar, cuando llegara, nunca nos pego, pero su maltrato era psicologico, nos castigaba o la tomaba con mi mamá.
Esta bien.
Me desabroche el pantalón y cayo al suelo, mi primo era blanco, delgado y chaparro, en cambio yo, era moreno, gordo y alto.
Ahora que hago.
Recargate en la taza del baño.
Lo hice, él se puso átras de mí y comenzó a tocarme las nalgas, sentí un escalofrío en el cuerpo, pero no me molesto, que lo hiciera, por lo tanto no dije nada, trataba de abrirme las nalgas, pero con una sola mano y obvio al ser gordo, las tenía muy carnosas y no podía, al parecer le llegó la idea de ocupar las dos manos y lo logro, solo sentí frescor en mi ano.
Viene muy mal, le voy a tomar la temperatura.
Yo me pare, vi que agarraba un cepillo de dientes, me alce la playera y levante el brazo.
No seas tonto.
¿Por qué?, vas a tomarme la temperatura.
Si, pero como a los bebés.
¿Cómo se la toman a los bebés?.
Por átras, no te acuerdas como se la tomaron a tu hermana Yolanda.
Tenía poco que había fallecido mi hermana Yola y si le tomaban la temperatura por átras, me recarge de nuevo en la taza del baño.
Bueno.
Trato de introducir el cepillo entre mis nalgas, pero al no estar lubricado, solo me las picaba y me dolia.
Oye, me duele.
No se, por que no entra.
¿Adondé?.
Tú solo volteate.
Estuvo intentando otro rato pero nada, hasta que me canse y me agache por mi pantalón, me lo puse y me salí, gracias a esto nos salvamos, por que la abuela iba entrando a la casa, me salí y me fui a la casa; la semana paso normal, esa semana ya no fui con mi primo, pero no por lo que me había hecho, sino por que no se dio la ocasión.
El viernes de la siguiente semana, salimos a jugar con los cuates un rato y empezó a llover.
Vamos a mi casa a jugar con mis carritos.
Como la abuela iba cada año a los Angeles California, le traían ropa, tenis, juguetes y dulces, a nosotros solo nos traía algunos dulces; por lo tanto tenía una gran colección de carritos y a mí me gustaba ver su colección y jugar con ellos.
Bueno vamos.
Entramos a la casa y nos fuimos a su cuarto a jugar, después de un rato se salio del cuarto, regreso.
Oye quieres jugar al doctor otra vez.
Pero estamos jugando con los carritos.
Pues si quieres que te los preste, vamos al baño.
Pero esta la abuela y nos va a regañar.
No esta con Jovita y esta platicando; no se va a dar cuenta, vente.
A mi pesar me pare y nos fuimos al baño.
Rápido bajate los pantalones y recargate en la taza.
Lo hice, otra vez senti un escalofrio, pero nada más, por querer hacerlo rápido, solo me picaba las nalgas con el cepillo de dientes, solo que esta vez era mas fuerte y me dolia más.
Oye, me duele.
Pues, ¿cómo le hago?.
Pues no se, pero si no te apuras, nos va agarrar la abuela aquí adentro y nos va a ir mal a los dos; y si le echas algo para que resbale.
¿Cómo que, agua?.
No seas tonto, vas a mojarme todo.
Como buen baño de los 70’s, estaba un mueble repleto de cosas, encontramos una crema de mis tías, metio el cepillo y lo saco lleno de crema.
A ver ponte en posición.
Lo hice, se puso detrás de mi y lo imtento, me estremeci, por el frio de la crema en la nalga, pero sirvio, se metio entre mis nalgas, yo todo inocente, pense que era todo, el seguia empujando, hasta que nos grito la abuela, mi primo avento todo y se salio.
Yo recogi las cosas, me limpie la crema y me acomode la ropa y me fui al cuarto a seguir jugando, llego la abuela y se puso a revisar todo, bueno eso era normal cuando ibamos, siempre decia que nos robabamos algo; agarre me pare y me fui.
Pasaron 15 días y no vi a mi primo, hasta que mi mamá me mando a jugar con él, yo le invente varias excusas para no ir, pero no era por lo del juego, ya que se me había olvidado, pero mi mamá me obligo a ir.
Llegué y la abuela ya se iba al mercado, estabamos solos, me jalo para el baño.
Orale, bajate los pantalones.
Pero me prestas tus carritos después, va.
Bueno, esta bien.
Rápido lo hice, me acomode mis manos alrededor de la taza del wc, mi primo agarro un cepillo dental, lo metio al frasco de la crema y se fue detras de mi, con una mano agarro mi nalga y trato de abrir un poco, por falta de experiencia no logro lo que quería, pero si le sirvio, para ver por donde trataría de meter el cepillo, lo intento y llego a mi ano, yo estaba sin hacer nada, no pensaba que era lo que quería hacer él, hasta que el mango del cepillo se puso en la entrada de mi ano y me hice para adelante; no esperaba sentir algo parecido, no me lastimo, pero senti extraño, no se como explicarlo.
Oye, eso no esta bien.
Si, si solo estamos jugando.
Es que, siento extraño.
Pues si no te dejas, ya no te presto los carritos.
Esta bien, pero solo un rato, si no va a llegar la abuela y nos va a matar si nos encuentra aquí adentro.
Orale, ya volteate.
Lo hice, le echo mas crema al mango y lo intento otra vez, esta vez lo consiguio más rápido, no senti dolor, ni placer, solo era raro tener un objeto extraño dentro de mi ano, comenzó a sacarlo y a meterlo, pero el cepillo completo.
Esperate, me estan dando ganas de hacer del dos y me duele un poco, y si lo dejamos para otro día.
Bueno, vienes mañana y lo intentamos otra vez, no a de tardar la abuela, él se salio y yo tuve que acomodar todo y lavar el cepillo, fue la primera vez que senti, que lo que hacíamos no estaba bien, pero yo también quería seguir experimentando.
Al siguiente día era sábado, aun que tratamos de meternos al baño, no se pudo, mis tías descansaban sábado y domingo y el abuelo también, él estaba frustado, pero me dijo que me esperaba el lunes y me corrio de su casa.
Nos aventamos como mes y medio en lo de jugar al doctor, en algún momento nos quitaron la crema del baño, por que mi primo gastaba mucha, y entonces lo llenaba de saliva y me lo metia así, me seguía sintiendo extraño, pero me empezó a gustar también, un día me dijo.
Oye y si te meto dos cepillos de dientes.
Bueno, intentalo.
Nos tardamos un poco, en encontrar la manera de que me entraran los dos, pero lo logramos, en ese momento volvi a tener la sensación de estarla regando, pero segui experimentendo con él, en algún momento de ese mes y medio, me entraron 3 cepillos, nunca sentí dolor, debo aclarar, era emocionante hacerlo a escondidas, un día me dijo que metieramos a mi hermana Laura, la convencí, nos metimos los 3, pero no fue una buena experiencia, ya que a mi hermana no le gusto y grito y nos encontraron dentro del baño a los 3, antes de abrir la puerta logramos convencer a mi hermana que no dijiera nada de lo que hicimos, y abrimos la puerta.
Nos dieron la regañada del año, pero nunca nos dijieron, que lo que haciamos estaba mal, bueno también no sabían que haciamos, ese día fue el último día en que estuvimos juntos y solos, me quede a dormir ese día con mi primo, obvio no paso nada en la noche, pero a la mañana siguiente, mi primo me desperto temprano.
Oye y si te toco las chichis (en esos años a si conociamos a los pechos).
Bueno, si quieres.
Nos sentamos en la cama, obvio, yo no traía nada, solo mi calzón y mi primo siempre usaba pijamas, cuando estiro su mano rumbo a mis pechos, su mano temblaba, yo no sabía que esperar o que iba a sentir, hasta que llegaron sus dedos mi pezón, de inmediato se puso duro y senti algo extraño en mi panza, el con más confianza empezó a estrujar mis pechos, que por ser gordo tenía bastante, se acerco mas a mí, yo no hice nada, por que no sabía que hacer, solo disfrutaba el momento.
Oímos que una de mis tías, ya estaba trapeando el pasillo, nos separamos por instinto, y nos quedamos callados, no se oía que iba a entrar al cuarto, así que mi primo se acerco nuevamente y empezó a tocarme otra vez.
Te gusta.
Pues no se, no me desagrada y me siento extraño, pero no se explicarlo.
Y ¿si te beso?.
En ¿dondé?.
Pues, en tus chichis.
Pero, no esta bien, los dos somos hombres.
No ¿quieres?.
Pues si, pero no se, es extraño, no.
No si tu quieres.
Bueno intentalo.
Acerco su cara a mis pechos, sentía su aliento en mi pezón, y solo paso la lengua por el, fue lo maximo, senti un nudo en la panza, pero rápido paso la emoción, ya que mi tía nos toco y entro, ya estabamos cada quien en un lado, nos dijo que nos pararamos, con los años llegué a la conclusión de que mi abuela ya sospechaba algo, de lo que hacíamos mi primo y yo, pero al ser mi primo más grande de edad no dijo nada, pero desde esa mañana, nunca más estuvimos solos y ya no me obligaban a ir a jugar con él.
Muy buen relato me dejaste muy prendido
Gracias GusGus por el comentario, espero te hayas masturbado en mi honor, saludos 😊.
Morboso e inocente
Espero seguir leyendo las continuaciónes de este relato me imagino que irán en aumento hasta llegar a tu primera cogida
Me gustó mucho este relato
Saludos