Mi inicio sexual III(mi vecino).
Siguen mis experiencias con mi vecino. .
Pero empezó otra etapa de mi vida sexual, buscar sentirme igual que cuando jugaba con Enrique. Lo primero que hice fue tocarme los pechos, lo hacía en las noches cuando todos estaban en la cama, pasaba mis dedos sobre ellos se sentía muy rico, hasta llegar a mis pezones y apretarlos como lo hacía él, no lo hacía todos los días solo cuando me llegaban unas ganas de estar con él, y de repente no fue suficiente.
Pase a meterme cepillos de dientes en el culo, me metía al baño, los primeros días solo me metía uno, ya sabía como era, me recargaba en la taza, ensalivaba el cepillo y trataba de meterlo, al principio me costo, por que al no estar tan lubricado, me respaba las nalgas y mi ano, y me daba algo de asco chuparlo otra vez, opte por meter aceite de bebé que tenía mi mamá, eso me ayudo mucho, solo que siempre tiraba mucho aceite, la primera vez que lo logre fue fantastico, sentir un objeto extraño dentro de mí, lo sacaba y lo metí solo como 2 veces, ya que una de mis hermanas toco, por que ya le andaba del baño, rápido limpie el cepillo y limpie el lavabo por el aceite que había tirado, me acomode la ropa y salí.
Después de esa vez mis entradas al baño se hicieron más seguidas, lo malo es que al ser tantos en casa, era muy frustante, ya que a veces apenas iniciaba con el juego y ya alguien estaba tocando la puerta, que entrara al baño tan seguido fue notorio y se volvio un problema, llegaron a regañarme.
Entonces empecé a fijarme en que momento no estaba mucha gente en la casa, lo bueno fue que regresamos a la escuela, mi hermano ya estaba en la secundaría, mí mamá nos iba a recoger a la primaría y aprovechaba para pasar al mercado, con todos nosotros, pero llegabamos y se salía llevandose a mi hermana más pequeña, así que solo estabamos 4 a esa hora, tenía como 3/4 de hora para intentarlo mientra llegaba mi hermano.
Al notar eso mis entradas al baño eran a esa hora, no lo hacía diario, pero si una vez a la semana, fin de semana pues casi nunca, por que estabamos todos, llego un momento que meterme un cepillo no fue suficiente y intente meterme 2 cepillos, como gastaba mucho aceite mi mamá dejo de comprarlo, no sabía quien se lo gastaba, pero dejo de comprarlo, asi que la desesperación me llevo a buscar con que lubricar mis cepillos, después de varios intentos llegue al jabón de manos.
Al principio era muy tardado, mojar los cepillos enjabonarlos, acercarlos a mi culo, lubricar entre mis nalgas, otra vez enjabonarlos y que me entraran, luego limpiarme todo el jabón, limpiar los cepillos y limpiar todo el reguero que dejaba en el piso, pero valía la pena, la primera vez que me entraron si me sentí raro, no me lastime, pero si sentía un poco de ardor, a veces los dejaba adentro de mi y los movía con mi ano, era muy rico imaginarme como me veía así, llego fin de año y logre meterme 3 cepillos, pero ya era más dificíl, ya que los cepillos se resbalaban, a veces no los podían acomodar tan rápido, nunca pensé en amarrarlos.
Ya estabamos en vacaciones de diciembre, meterme al baño no fue tan facíl, me frustaba por no lograrlo, pero un día que me metí a bañar, ya casi acababa, me di cuenta que ahí podía tener más tiempo para intentarlo y tenía jabón a la mano y tenía que limpiarme al acabar, asi que pense, la siguiente vez que entre a bañarme, meto 2 cepillos de dientes conmigo
Estaba feliz, por haber encontrado un lugar donde podía estar más tiempo, sin interrupciones y sin ensuciar nada, como buen niño no me gustaba bañarme muy seguido, pero desde ese día me empecé hacerlo más seguido. Al siguiente día lo que hice fue agarrar 2 cepillos de dientes y llevarmelos al cuarto, me quite la ropa, me puse la toalla y meti los cepillos entre ella.
Esa primera vez fue esplendido, mi corazón latia muy rápido y hasta las manos me temblaban de la emoción, rápido me bañe y agarre los dos cepillos y los enjabone, los puse entre mis nalgas y empecé a empujar, por estar mojado, de inmediato resbalaron hasta mi ano, después de intentarlo un poco entraron en mí, me sentía lleno, sentir como resbalaban dentro de mí era muy rico y más al oir que pasaban mis hermanos por el pasillo, me ponía más deseoso de seguirlo haciendo, ese día me sentía como entre nubes, muy liviano, que podía hacer cualquier cosa, solo me quedo un dolorcillo, cuando apretaba mis nalgas, pero hasta sentir ese pequeño dolor, era muy rico.
En esas vacaciones y parte de enero, logre meterme 3 cepillos de dientes, era muy rico, me recargaba en la pared y con una mano introducía los cepillos y con otra me tocaba los pezones.
El lunes 14 de enero de 1980, mientras jugaba con los cuates llego un camión con mi vecino y empezaron a sacar la máquina de las tortillas, nosotros hicimos las porterias más adelante y seguimos jugando, en ese medio año que ya no fui con mi vecino, no tuve comunicación con él, lo veía casi a diario, pero él estaba trabajando con su hermana, solo lo saludaba con la mano y eso cuando su hermana no me veía, cuando me mandaban por las tortillas prefería ir hasta el mercado por ellas, que ir con ellos a comprarlas.
Se aventaron como 2 días en sacar todas las cosas, esa semana ya no lo vi para nada, me imagino que estaban abriendo la tortillería en otra parte, ya hasta la otra semana salio a jugar, empezó a jugar más con nosotros en esa semana, cuando estabamos jugando se portaba normal, pero si nos quedabamos solos, me pedía que hablaramos, pero no le contestaba nada y seguía jugando.
Pero ese sábado los compadres organizaron una fiesta, por el cumpleaños de Enrique, por supuesto invitaron a la familia, el viernes en la tarde mi mamá nos dijo que el sábado iriamos a la fiesta, yo me puse muy nervioso, me asalto la duda de que si la hermana de Enrique, le diria a mis padres algo, me la pase un poco angustiado, llego el otro día, las fiestas de los compadres eran muy buenas, siempre había mucha comida, mucha gente y mucha bebida para los grandes.
Llegamos a las 7 pm., como el compadre no se llevaba muy bien con los vecinos, de la calle, solo nos invitaban nosotros, había muchos niños con quien jugar y me puse a jugar con ellos, la fiesta estuvo muy buena, mi vecino estaba ayudando a sus papás, llevando y trayendo cosas que se necesitaban, en ningún momento se me acerco, como a las 10:30 pm. mi mamá nos fue a dejar a la casa, cuando nos fuímos a despedir de los compadres, la mamá de mi vecino le dijo a mi mamá.
Oiga comadre, puede venir a jugar chava con Enrique, es que ya pusimos la nueva tortillería y se queda mucho tiempo solo y luego se sale y ya llega muy tarde, y se esta juntando con lo más grandes y no me gusta.
Pues si Chava quiere, no veo por que no.
Si vas a venir a jugar compadrito.
No le podía contestar otra cosa.
Si comadre, mañana vengo, ¿cómo a que horas vengo?.
Mira, él llega de la secundaría como a las 2 pm., solo le doy de comer y yo me voy con los niños, para alcanzar a mi hija en la nueva tortillería, entonces como a las 2:30.
Esta bien comadre.
Mi mamá nos llevo a la casa, nos encerro y se regreso a la fiesta. No sabía si sentirme feliz, por estar con él otra vez o preocuparme por su hermana, a la hora que le pidieron a mí mamá el favor, no estaba ninguno de los 2.
El domingo no salí para nada, seguía pensando en las cosas que podían pasar, si volveríamos a jugar igual, o ya no le gustaba jugar así, tenía claro, que yo si quería seguir jugando con él, me preocupaba un poco que él se diera cuenta, que me metía cosas en el culo, si decidi 2 cosas, ya no meterme nada en el culo y sacar provecho de que él siguiera jugando conmigo.
Llegué al otro día puntual a las 2:30 pm., él me abrio, vi en su cara felicidad, pero los ojos le brillaban, como si quisiera llorar.
Hola, pasate.
A ¿donde vamos? a tu cuarto o a la sala.
Vamos al patio a jugar.
Eso me descontrolo un poco, pensaba que iríamos directo a su cuarto, total nos fuímos al patio y saco un yoyo, yo obvio no llevaba uno, estuvimos como una hora jugando, él hacía suertes y me lo pasaba, yo no era tan ducho con el yoyo, y él me decía como hacerle, pero nunca se acerco a mí, ni me toco, como normalmente lo hacía, si me extraño mucho, pero al estar jugando con el yoyo se me olvido.
Oye, tengo que hacer mi tarea, nos vemos el miercoles.
Esta bien.
Traes tu yoyo, para que juguemos los dos juntos.
Es quee, yo no tengo uno.
Bueno, si quieres te compro uno, te parece.
Bueno, nos vemos.
Llegué a mi casa extrañado por su comportamiento, no sabía que pensar, a lo mejor su hermana le había dicho a sus padres y lo habían castigado, o a él ya no le gustaba jugar así y lo peor fue pensar, que ya no le gustaba, que fueramos novios, me dieron ganas de jugar con mi culo, pero me aguante.
Ya el miercoles llegue a la hora indicada, me abrio y se fue rumbo a su cuarto, me quede quieto, pensando que hacer, pero me fui trás de él, cuando llegué al cuarto tenía un yoyo nuevo, pero todavía en su empaque.
Mira lo que te compre.
Guauu, esta bien padre gracias.
Avance hacía el para recogerlo, me lo acerco, pero cuando lo iba agarrar lo jalo hacía él.
Pero ya sabes que quiero.
¿Qué?.
No te hagas el tonto, ya sabes que quiero.
No, no se ¿qué quieres?.
Solo me hacía el tonto como el decía, yo ardia en deseos de seguir experimentando, pero tenía que ponerme difícil jajaja.
Si lo quieres, tenemos que seguir jugando como antes, aceptas.
Pero lo que me dijo tú hermana.
Esas son puras mentiras, ya te dije si a ti te gusta, no importa.
Pero dijo, que si seguiamos jugando a eso, nos ibamos a ir al infierno.
Ja ja ja, como crees, entonces todos nos iríamos al infiernos, si todos hacen eso.
Pero ella solo dijo que si dos ninos lo hacían.
Esta loca, si muchos niños lo hacen.
De verdad.
Si, entonces que si quieres el yoyo o no.
Pues si, pero no somos putos verdad.
No, por eso somos novios, pero solo cuando estemos juntos, te parece.
Bueno si.
Me dio el yoyo y se sento en la cama.
Vente vamos a jugar al caballito, puso su espalda en la cabecera de la cama y puso los pies en la colcha, y con el dedo me hizo señas para que me acercara.
Yo todavía con el yoyo en las manos, me subí a la cama, me acerque y me sente sobre él, de inmediato senti lo que tenía en el pantalón entre mis nalgas, se empezó a mover sin ritmo, metio sus manos entre mi playera y fueron hacía mis pechos, era delicioso, él ni me miraba, estaba concentrado en lo que hacía, deje el yoyo a un lado de nosotros, por que le estorbaba, él ni siquiera se dio cuenta.
Me jalo y tuve que poner mis manos en la cabecera, para no pegarme con ella, levanto mi playera y su boca fue a mis pezones, senti un esclofrio que recorrio todo mi cuerpo, era muy rico sentir como emanaba calor de su cuerpo, yo gemía quedito, pero él no escuchaba, aparte él si gemía muy fuerte.
Me chupaba los pechos con intensidad, iba de uno a otro, me mordia los pezones suave, pero a veces muy duro, sus manos me apretaban las nalgas, dejaba de moverse, solo sentía algo entre mis nalgas, yo no me movia para nada, solo lo dejaba hecer lo que quisiera, si nos aventamos como 20 min. en todo esto, escuchamos la camioneta de se papá, nos paramos rápido, agarramos los yoyos y nos fuímos a la sala, como si nada, su papá entro al ratito.
Hola compadre.
Hola.
Lo siento mucho pero Enrique se tiene que ir.
Esta bien compadre, nos vemos.
Orale, vienes el viernes.
Bueno.
Eso último ya no lo oyo su padre, cuando entre a mi casa, escuche como se iba la camioneta, me dolia un poco los pechos por chupetones que me había dado mi vecino, me metí al baño y esta un poco rojo en algunas partes, en ese día y al otro, trate de que mi familia no me los viera, para no levantar sospechas.
Tenía como 15 días que había llegado una prima a la casa de la abuela, era una prima segunda, estuvo como 1 año con la abuela, ella tenía 15 años, tuvo problemas con su mamá y la mando con la abuela, para que la educara, ella era muy alta y frondosa, para su edad.
Como no la dejaban salir, mandaban a mis hermanas a jugar con ella, a veces me mandaban a mi para jugar con mi primo, pero como yo solo esperaba estar con Enrique ponía cualquier pretexto para no ir, no se, si por lo que había pasado con mi primo, mi mamá no me insistía tanto, el jueves en la tarde nos mandaron y como sabía que no iba a ir con Enrique acepte ir.
Llegamos y nos pusimos a jugar en el patio, ya que a la abuela no le gustaba que jugaramos adentro de su casa, jugamos a las traís, a los encantados, de repente las niñas quisieron jugar a las muñecas y nosotros dijimos que no, mi primo me jalo y nos metimos la casa.
Me sorprendio un poco, pero lo seguí nos fuimos a su cuarto, solo estaban los abuelos pero estaban dormidos en el cuarto de tele, saco sus cochecitos y nos pusimos a jugar.
Oye.
¿Que paso?.
Ya vi a Carmen (así se llamaba nnuestra prima) desnuda.
No manches.
Si tiene unos pechos bien grandes.
No te creo.
De verdad, ya hasta se los toque.
Eres un mentiroso.
No, de verdad, se había terminado de bañar, y se metio a vestir al cuarto de tele y yo llegue corriendo, ella se tapo, pero se los pude ver.
Y como eran.
Grandes y muy blancos y sus pezones eran muy grandes y rosados.
No te creo.
En serio, ya hasta se los chupe.
Pero ¿cómo?, eso no te lo puedo creer.
Al día siguiente que la vi desnuda, se quedo a dormir conmigo, me desperte a media noche y uno de sus pechos estaba a fuera de su camisón, ya no me pude dormir.
Y que más paso.
No, que no me creías.
Pues no, pero que más paso.
Acerque mis dedos y se los toque, son muy suavecitos, solo le pasaba los dedos y volteaba a ver si no despertaba, como vi que no se movía, acerque mi boca y me meti su pezón, estaba como duro.
Y a que sabe.
Pues a leche.
Eso es una mentira.
No de verdad, estuve succionando hasta que le saque leche.
A esa edad, yo no sabía, si eso era posible, pero sabía que lo que me decía era mentira, ya mi primo tenía 11 años, cuando me conto esto. Nunca supe que problema tuvo mi prima con su mamá, ya después si comprobe que era medio loquilla con los hombres, por que me agarro de su mensajero, para llevarle carta a dos de sus novios y una vez vi como se la fajaban, pero también vi como sufrio con la abuela, si la maltrataba mucho físicamente, por eso le ayudaba.
Y luego me agarro mi pajarito.
¿Cómo?, no te creo.
Bueno, no me lo agarro, tenía su mano medio cerrada y como mi pajarito estaba todo parado, pues se lo puse en la mano y lo movía.
¿Tu pajarito estaba parado?.
Si, ¿qué nunca se te ha parado?.
Si, pero lo que me dices es pura mentira.
Y luego me la cogí.
¿Qué es eso de coger?.
Pues le metí mi pajarito atrás, en su culo.
En eso se asomo mi hermana, la más grande.
Ya nos vamos, te quedas o te vas.
No, ya me voy.
Nos fuímos a despedir de los abuelos y nos salimos, llegue y me fui a mi cuarto, como siempre no estaba mi hermano, lo que me había dicho mi primo me dejo perplejo, a mi nunca se me había parado el pajarito, pero en ese momento entendi que era lo que estaba adentro del pantalón de Enrique, pero supuse, que lo que quería Enrique, era cogerme y para eso tenía que meter su pajarito en mi culo.
El viernes llegué con él.
Hola.
Hola pasate.
Nos fuímos a la sala.
Oye te quiero proponer otro juego.
¿Cuál?.
Vamos a jugar al doctor.
Yo me hice, como que no sabía.
Y ¿cómo se juega?.
Pues tú llegas del pasillo tocas y me dices que te sientes mal y yo te reviso.
Y ¿qué me revisas?.
Pueees, mejor jugamos y ves, no.
Orale.
Vamos a jugar aquí, así vemos si llega mi papá, si llega te metes al baño.
Bueno.
Me fui al pasillo y hacía como que tocaba.
Pasele, que le duele.
Pues, la panza.
A ver vamos a revisarlo, acuestese en el sillón.
Me acoste bocarriba, Enrique levanto mi playera y me empezó a tocar la panza, a mi medio muchas cosquillas, obviamente me empecé a mover de un lado a otro.
Ya estate quieto.
Me aguante las ganas de reír, subio más mi playera y dejo al descubierto mi pecho, llevo sus manos hacía ellos, los masajeaba delicadamente, primero uno y luego el otro, se me quitaron las ganas de reirme, me fije como mis pezones se ponían duros, él los jalaba un poco, note como se le paraba su pajarito, duro como 3 min. jugando con mis pechos.
A ver, pongase bocabajo, me di la vuelta, me agarro las nalgas, pero sobre el pantalón, como que a él no le gusto tanto.
A ver desabrochese el pantalón, como pude me lo desabroche así como estaba, él bajo mi pantalón con todo y calzón, lo dejo abajo de mis nalgas, solo pasaba sus dedos por mis nalgas, yo solo pensaba cuando me iba a decir que me quería tomar la temperatura, como mi primo.
No mames, que ricas nalgas tienes, hasta parecen de niña.
Pero, yo no soy una niña.
No, ya lo se, pero estas muy rico.
No dije nada, no sabía que responder, cada que pasaba sus dedos por mis nalgas me daban escalofrios, poco a poco empezó a masajearlas con sus dos manos, yo estaba disfrutando mucho.
No pues si viene muy malo.
De verdad.
Si vamos a otro cuarto, para tomarle la temperatura.
Me pare, se me bajo la playera y me subi los pantalones.
No te lo abroches.
Hice caso y solo los agarre para que no se me cayeran y lo seguí, pensaba que nos ibamos a ir a su cuarto, pero cuando pasamos por el baño se metio, y yo detrás de él.
Bueno, bajese todo y recarguese en la silla, la silla era el wc., hice como lo hacía con mi primo, esperando sentir el cepillo dental, él paso sus dedos entre mis nalgas, intentaba entrar entre ellas, pero no podía, naturalmente faltaba lubricación, escuchaba como se enojaba, yo me reía por dentro, pero no le dije, que necesitaba crema, aceite o por lo menos agua y jabón.
Enrique siguio intentandolo, pero ya me estaba lastimando un poco.
Oye y si lo intentas con crema o un aceite para que resbale.
No lo creo, pero lo voy a intentar.
Salio del baño y trajo un aceite para bebé, se echo en la mano y lo esparcio en mis nalgas.
No manches te brillan un monton y se ve muy padre, se echo más aceite y lo puso entre mis nalga, su dedo por fin llegó a mi culo.
No juegues, estas muy caliente.
De repente dejo de pasar sus dedos por mi ano y se hizo un poco para atrás, pensé que iba agarrar el cepillo para introducirlo en mi culo, pero para mi sorpresa fue un dedo lo que me entro, por la sorpresa aprete, se sentía muy diferente, su dedo era caliente, y lo que yo me metía estaba frio.
No manches, estas muy apretado.
No supe que decir, lo bueno fue que no se dio cuenta que ya me metía cosas en el ano, siguio intentando meter sus dedo un buen rato, a veces aflojaba un poco y entraba algo de su dedo, pero volvía apretar y él lo sacaba, de un momento a otro se pego a mí, puso su pajarito entre mis nalgas y se comenzó a mover, Enrique se había bajado solo el pantalón, estaba con su truza puesta.
Era muy rico sentir su pajarito entre mis nalgas, me agarro de las caderas y se movía sin ningún ritmo, me tuve que agarrar bien de la taza, para no caerme, se tranquilizaba y luego volvía otra vez a moverse, de repente se paro.
Salte ahorita te alcanzo.
Se tardo como como 3 min. mientras me acomode la ropa, ni me limpie todo el aceite que traía en las nalgas, salio del baño con un botecito, era algo blanco, baboso, no era mucho.
Aquí tiene, es su medicina.
Y me lo dio, la agarre.
¿Qué quieres que haga con esto?.
Pues tomatela.
¿Queeeeé?, pero ¿qué es?.
Pues tu medicina, tomatela o no te compro nada.
Me lo acerque a la nariz, tenía un olor que nunca había olido, ya al verlo de cerca note, que si era un poco espeso, sin pensarlo mucho me lo eche a la boca y me lo pase rápido.
Aghhh, no manches que era eso.
No lo sabes.
No, sabe asqueroso.
Bueno ya luego te gustara, bueno ahora vete, que tengo que hacer tarea.
Y como si nada me corrio, mientras iba a mi casa, si me senti mal, no se por que, pero si me dolio que me corriera, me enoje y decidi no ir hasta dentro de 8 días, el fin de semana ni me pelo, pero el martes salio a jugar con nosotros, cada que teníamos un momento solos, me preguntaba, por que no había ido el día anterior, yo no le hacía caso y seguía jugando.
Y eso se repitio, los 2 días siguientes, él me hablaba y yo me alejaba de él, nunca supe si era muy notorio esto, que Enrique jugara con nosotros, antes jugaba muy de vez en cuando, pero desde que empezamos a ser novios, jugaba más. Total el viernes llegué a su casa.
¿Quieres jugar?.
Si, pasate.
Rápido cerro la puerta, me alcanzo antes de llegar a la puerta y me abrazo por atrás, me pegaba su pajarito entre mis nalgas y me sobaba las chichis, era muy intenso, a mi me gustaba, pero solo para hacerlo enojar me trate de soltar.
Esperate cabrón, no te muevas.
Y me jalo, hacía él otra vez, fue un poco brusco, mejor me quede quieto, empezó a caminar hacía dentro de su casa, así como estabamos, ya todo fue muy explicíto, ya ni jugar al doctor, ni nada. Me llevo al sillón que estaba detrás de un ventanal, que ocupaba casi toda la pared de enfrente de su casa, desde ese sillón se podía ver la casa de mi primo y la de los lados, la mía y la Jorge, si era mejor, por que, si su papá llegaba rápido nos ibamos para adentro para acomodarnos la ropa.
Me giro para quedar de frente y me avento al sillón, se hinco, levanto mi playera y se puso a mamarme los pechos, de forma desesperada.
No mames cabrón, que ricas tetas tienes.
Oye, nadie nos ve por la ventana.
Como crees, si esta la cortina.
No vaya ser la de malas y nos vea alguien.
Alzó la cabeza, la giro para los dos lados.
No hay nadie en la calle, ¿cómo nos puede ver alguien?.
Bueno, yo solo digo.
Se levanto.
Haber asomate, para que veas, que no hay nadie en la calle.
Me levante del sillón y me asome, pero quede hincado en el sillón, él lo aprovecho y recargo todo su cuerpo en mí, se levanto un poco y acomodo su pajarito entre mis nalgas y empezó a restregarse en mí, su boca fue a mi cuello, empezó a besarme el cuello, yo sentí un tremendo escalofrio, toda mi piel se puso chinita, sentir su aliento al lado de mi oreja, me gusto mucho, se agarro del respaldo del sillón y empezó a moverse a un mejor ritmo, su pajarito se sentía más entre mis nalgas.
Duramos un buen rato así, iba de un lado de mi cuello al otro, se soltaba y apretaba mis pecho y pezones, se acomodaba su pajarito, gemía en mi oido, según yo estaba viendo si pasaba alguien, pero ya tenía tiempo, que solo estaba disfrutando la sensación que me producía, lo que él me hacía, sus movimientos se hicieron más intensos y se quedo quieto un momento.
Recargo todo su cuerpo en mí, su boca quedo al lado de mi oreja y resoplaba, eso me gustaba mucho, sentí que su pajarito se bajo, agarro y se paro, se fue corriendo a su cuarto, yo me quede en el sillón, pensando y ahora que le paso, mejor me espero, a los 5 min. llego.
Oye cabrón, te quiero coger.
Yo haciendo me el tonto le dije.
Y ¿qué es eso?.
Pues, te quiero meter la verga dentro de tu culo.
Y ¿qué es la verga?.
Nunca había escuchado esa palabra.
Pues esto.
Y se agarro adelante, yo solo conocía esa parte como pajarito o el tilin, por que asi le decía mi mamá.
Pero eso si sería un pecado y nos iríamos al infierno.
Ya deja de decir pendejadas, eso es una tontería, dime ¿qué quieres?, para que me dejes cogerte.
En ese momento me espante un poco, por la forma en que me hablo, yo solo quería irme, asi que pensé, si le pido algo caro, ya no podra comprarmelo y ya no me va a querer coger, yo quería unos muñecos que me habían gustado, pero los reyes no me los habían traido.
Bueno si me quieres coger, tienes que comprarme alguno de estos muñecos.
Le explique cuales.
Esta bien, pero si te compro uno, me dejas meterte la verga, en tú culo, estamos.
Si, esta bien.
En eso llego su papá, de las pocas veces, que no corrimos para arreglarnos la ropa, entro su papá, nos saludo y le dijo a Enrique, que lo acompañara a comprar unas cosas, se despidio de mi y se metio.
Ya quedamos eh, sin echarse para atrás.
Si, ya te dije que sí.
Excelente serie. MUY honesta! Gracias por compartir tus vivencias pues me hiciste recordar algunas cosas que tenia por ahi olvidadas.
Muchas gracias por el comentario, saludos 😃.
Me encanta…
Buen relato ya casi llega la primera penetración sigo con el morbo y pues no quiero perderme ningún relato sobre la continuacion de la serie
Saludos