Mi inocencia interrumpida (el inicio)
Hola, mi relato es cierto y real, ya estoy maduro y casado y con hijos, pero aún así sumergido en mi closet y que creo nunca salir, ya que tengo miedo y vergüenza al que dirán, sobre todo mi familia. Y asta ahora lo he podido disimular (creo)..
Hola amigos, espero que les agrade este relato que me llevo mucho tiempo en atreverme a sacar a la luz mi más grande secreto bien guardado en mi baúl de secretos y experiencias vividos en una doble vida sexual que celosamente he aprendido sobre llevar. Creo que es necesario hacer una pequeña reseña de como era para esos entonces, contextura normal de piel blanca ojos claros de cabello rizado y casi rubio, ósea en general muy bien parecido. Causaba mucha atracción. Vivía en un pueblo a tres horas de la capital de Colombia, mí padre era profesor en un colegio y mi madre estaba terminando sus estudios superiores y éramos tres hermanos, mi hermano mayor de 10, mi hermana de 8 y yo de seis, por lo consiguiente mi primer año de primaria. Como primer día de clases mí mamá nos llevó al colegio que estaba a unos cinco cuadras de casa y que era mixto pero con aulas solo para hombres y otras para mujeres. Ya en el colegio mis dos hermanos se dirigieron a sus aulas correspondientes ya ellos eran más antiguos y ya sabían su ubicación. Pero yo como nuevo no sabía dónde me tocaba y mi mamá preguntó y me llevó al salón donde me tocaba estar. Ya ai me escogió la primera carpeta y en la primera fila, por ser el más bajito. El salón era muy angosto donde solo cabía una carpeta doble (osea para dos alumnos) pero a la misma vez muy largo, que de carpeta a carpeta tenía un buen espacio, tenía el pupitre del profesor adelante a un costado u un enorme pizarrón al frente. Las carpetas estaban pegadas hacia el lado de las ventanas y al otro lado quedaba un espacio como pasadizo y la otra pared. Éramos 27 alumnos y teníamos 14 carpetas, por lo consiguiente que en la última carpeta solo se sentaría un solo alumno. (Cuento esto porque es relevante para lo sucedido). Bueno ya sentado junto a mí compañero de carpeta, mí madre se despidió de mí y se fue de prisa ya que tenía que ir a clases también a la universidad. En fin estando todos en sus respectivos lugares, solo esperábamos a conocer a nuestro profesor/a y sin más tiempo se hizo presente la directora y al lado un hombre alto bien fornido de piel morena y una apariencia de respeto y rectitud que infundia miedo. El era nuestro profesor que la directora nos los presentó diciendo: niños él va hacer su profesor este año, su nombre es Samuel y todos deben tenerlo obediencia y respeto, portense bien y sean buenos alumnos. Después de eso salió sin antes de decirle al profesor: son todos suyos. Ai estábamos de pie esperando que nuestro profesor se manifieste, muy atentos. Él nos comenzó a observar y nos dijo que El es la autoridad en el salón y que como dijo la directora deberíamos obedecerle en todo y así todo podía estar bien con él. Después comenzó a pasar por nuestro sitio y nos preguntó a cada uno nuestro nombre. Como yo estaba en primera fila se acercó y me observó de pie a cabeza el cual me dio un escalofrio y una corriente eléctrica recorrió mu cuerpo por la forma como lo hacía. Tímidamente y casi sumiso le dije: mi nombre es Nidio profesor, casi con voz temblorosa. Y así continuo su paso por todos hasta el último alumno que estaba solo en la última carpeta. Después nuevamente se dirigió adelante y lo que dijo me sacó de todo sentido y me quedé casi helado y desconcertado, ya que se dirigió a mi y me dijo: Tú Nidio vas a cambiar de sitio con tu compañero de atrás, porque ai debe ser tú sitio, obedece. No podía explicarme porque había tomado esa decisión, ya que yo era el más pequeño, y aún sin salir de mi estado de desconcierto opté sumisamente acatar la orden. Ya en mi nuevo sitio, no podía salir de mi asombro y una angustia se apoderaba de mí ya que no comprendía su decisión. Pero en fin sin darle más vuelta al asunto me dispuse a conformarme y adecuarme a la distancia hacia el pizarrón. Transcurría el tiempo ya en clases, el profesor puso unos apuntes en el pizarrón para copiar en nuestro cuaderno, y como era de esperar tenía dificultad de ver y por ratos me paraba para ver la pizarra que por cierto estaba lleno de apuntes. De vez en cuando el profesor me observaba y en algunas veces chocavamos la mirada y me daba la impresión de que me sonreía y eso me daba vergüenza y escalofríos. Transcurría el tiempo y de pronto sonó la campana del recreó y todos comenzamos a salir y como yo era el último, cuando pasé sentí que él me observaba y eso me hacia pasar con la cabeza agachada y tímidamente. Así pasó mi primer día de clases, con una sensación de desconcierto y angustia. Nada de todo lo que me paso en clase lo hice saber a mis padres y hermanos ya que tenía miedo y vergüenza. Después pasaron los días y ya casi más conforme a mi situación decidí olvidar y seguir mi rutina diaria de clases en normalidad. Hasta que un día lo que pasó me hizo de nuevo experimentar miedo y angustia del proceder de mi profesor, Él en un momento donde todos estábamos bien ocupados escribiendo lo que puso en el pizarrón, siento que se me acercó silencioso hasta mi sitio y se pero a mi costado y sin saber porqué comencé a sentir mi corazón palpitar más de prisa y me temblaban las piernas, su presencia a ésa distancia me producia todo eso, y lo peor es que nunca en mi vida me quedé estupefacto cuando mí vista giro como una fuerza inexplicables y se poso a la altura de su bragueta, ya que estaba frente a mi y por milésimas de segundos observé su enorme bulto que se notaba con facilidad. Luego como dándome fuerza giré mí cabeza y hice que nada vi, y es cuando me recorrió una corriente eléctrica al sentir una mano sobre mi cabeza que luego bajo hasta mí hombro y me daba suaves frotádas y me erizo mí cuerpo cuando siento que se agachó y me susurro al oído: tranquilo no me tengas miedo que él estaba para ayudarme en todo lo que quiera. Y después tomo mi barbilla y me giro para verle y me sonrío muy tierno y me hizo una señal de silencio con su dedo en su boca. Yo estaba extasiado y muy sonrojado y solo opté por bajar mi vista como señal de acepto. Luego se alejó de mí sitio y se fue al pupitre donde se sentó y desde ahí me observaba con una tierna y dulce sonrisa. No sabía que hacer, estaba en ese momento experimentado una nueva sensación de angustia pero diferente a lo de antes y nacía en mi una sensación de agrado que jamás había sentido. Paso ése día y ya sentía que estaba pasando por algo nuevo y desconocido, pero a la misma vez aún con miedo a lo desconocido. Había algo que no me dejaba tranquilo y me tenía como embobado y no salía de mi mente, era ese momento que tuve frente a mis ojos su enorme bulto. Todo eso me estaba llevando a una oscura sensación y curiosidad de saber mas hasta donde me llevaba todo lo que estaba viendo. Poco a poco sus rutinas de visitas a mi sitio se me hacía más normal y siempre me decía que no le tenga miedo y que también él se sentía atraído y le nacia tener un lindo sentimiento hacia mí , y eso fue ganando más mi confianza y un sentimiento que también ya crecía en mi. Un día pasó algo nuevo que para mí sirvió para darme cuenta cual fue su propósito desde el primer día en que me cambió de lugar. Teniendo que copiar mucha clase del pizarrón y estando todos bien ocupados él se me acercó y viendo que por ratos me parada para ver bien, lo de la pizarra me dijo: yo te voy ayudar. Hizo que me pare y él se sentó y luego me sentó en sus piernas para que así tener una altura suficiente para ver él pizarrón, sumiso y con pudor seguí sus instrucciones, pero es cuando me di cuenta lo que él quería, tenerme así para yo sentir su dureza y crecido bulto y él mi formadito y tierno culito, sin darme cuenta ya estaba en sus redes de que como de poco a poco se iba ganando mi confianza y mi curiosidad. De verdad que ya habría mordido el anzuelo porque inexplicablemente accedía a sus cometidos. Estaba ahí sentado sintiendo con mís nalgitas su miembro que me rozaba mi anito virgen que no se porque latía sin cesar y nacía mi primera exitacion. Con sus manos pe apretaba hacia él y daba unos movimientos pelvicos que me hacía acelerarse mi respiración y corazón. No podía creer, que eso me gustaba y mi anito me lo dejaba ver. A la misma vez me susurraba al oído: que él me comenzó a querer y que yo le gustaba mucho, eso me encantaba y quería que nunca se acabe lo que estaba sintiendo. Pero como estábamos en el salón de clases no podíamos ir a más, sin darme cuenta sabia también que todo lo que estábamos haciendo era prohibido y peligroso ya que él siempre me lo hacia ver y saber, que debería ser nuestro secreto. Duro poco ésa felicidad porque se levanto y sé puso de pie y como siempre haciendo la señal de silencio se alejó y me quedé muy exitado, pero en fin no podía pedir más , ya que las sircunstancias y el sitio donde estábamos no daba para más. Por las noches en mi dormitorio precosmente comencé a experimentar ereccion y me masturbaba tocándome mí ansioso anito pensando en todo lo que me estaba pasando. Estuvimos así con nuestros osados y cortos encuentros. Y él a propósito escribía muchas tareas en el pizarrón para que así tengamos un momento para nosotros, sin antes de dar con dureza y firmeza las órdenes de que nadies se movía antes de terminar de copiar todo. Un día fue más osado su visita porque se sentó al costado mio y por vez primera me hizo ver y tocar y hasta darle besos su enorme verga que para mí era tremendamentre salvaje su grosor y tamaño con unas venas que parecían surcos, de verdad era moustrosa su verga negra que asta brillaba de majestuosidad. No podía creer como un hombre podía tener semejante verga y que eso debería caver en un agujero tan cerrado y chiquito. Como en mi caso, por mí anito virgen, ya que él me veria como una hembra, y que de verdad me mataría por mi corta edad. Pero eso sin saber por qué, me exitaba. Después en una ocasión disimulo un castigo hacia mi, para quedarme sin recreo y esta vez me condujo a la parte de adelante donde estaba la puerta de ingreso y cerrando por dentro y recostandoce en ella me tomó de espalda y me also de la cintura hacia su verga, y comenzó hacer como si estuviera dandome de penetradas, pero por encima de la ropa. Igual yo sentía como su enorme bulto me llegaba apretar mi anito y eso también me éxito mucho. Todo estás cosas que a lo largo del año escolar me pasó, no tuvo más consecuencias alguna ya que de eso no pasó a algo serio o al sexo real o penetrada de verdad. No se si tuve suerte a no llegar a eso ya que quien sabe lo que hubiera pasado. Mi inocencia a esa edad fue interrumpida ya que experimenté cosas de adultos. Y me acondicionó mí vida sexual para el futuro. Nunca más lo volví a ver a mí profesor ya que por razones de trabajo mi familia nos fuimos a vivir a otra ciudad donde nos radicamos por mucho tiempo. Me quedé a ésa edad con muchas interrogantes, como: porque mi profesor se fijó en mi si yo también soy hombre? y porque en algún momento no hice nada por detenerlo o avisarle a mis padres lo que me estaba sucediendo?. Porque sentía que me gustaba el acoso de mi profesor, si soy hombre? Quedé muy confundido pero aún así en algunas veces me quitaba el sueño al recordar lo vivido: su olor a verga, su dureza y su enorme tamaño, su aroma varonil, su calidez de sus labios, sus fuertes manos amasando mis nalgitas y su dedo juguetón que me lo pasaba por mi anito, etc. A la media que pasaba mís años iba dándome las respuestas. Espero les haya gustado mi relato o mí secreto que por vez primera lo saco a la luz por este medio. Espero sus comentarios y asi darme el tiempo para seguir compartiendo mis aventuras que a raíz de lo que me paso, me cambió mi vida sexual.
No
Fue excitante leerlo. Gracias por compartirlo.
Muy lindo relato me dio ternura y me dejó super caliente
Muy excitante tu relato amigo, oye me dejaste babeando, seguiré leyendo, saludos 😁 😁 😁