Mi insaciable primo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Narro este relato en pasado, por que fue hace algunos años y en mi adolescencia. Me animé a hacerlo, al leer tantos relatos de primos aquí. Pues vamos para encima, que también tuve el mio. Mi primito era unos cuatro años menor que yo. A sus nueve yo tenía 13 años. Siempre me di cuenta de su amaneramiento y que se me pegaba mucho, que por cualquier tontería se me sentaba en mi falda. Al jugar a esconder, siempre me ponía sus nalgas pegadas a mis genitales, por que pretendía esconderse conmigo. Para aquel entonces, yo no tenía mucha malicia, ni sabía nada del sexo entre hombres, o sea homosexual; pero sentía mi pene crecer y endurecerse, al tacto de sus nalgas erguídas. Ya para entonces yo me masturbaba y esos avances me dejaban muy caliente.
Una Semana Santa, yo fui a quedarme en su casa. Ya a punto de cumplir mis 14, era espigado, alto y de ancho pecho, muchas chicas me asediaban y tenía mis novias en la escuela. Cuando le contaba a Junior de estas novias, él me cambiaba el tema. Yo le preguntaba si él tenía alguna noviecilla, y él se molestaba. En mi mente yo me decía, que a mi primo no le gustaban las chicas, que podía ser por su edad ya casi en los diez, pero a la vez pensaba; que como entonces ya le gustaba sentir mi pene bien parado entre sus nalgas, por encima de nuestras ropas. Todo era muy confuso para mi, más se acercaba el momento de salir de dudas.
Uno de esos días en su casa, mi tía salió con mi prima a hacer unas compras y Junior y yo no fuimos, preferimos quedarnos en la casa. Aquella tarde era muy calurosa y yo me metí a bañarme. Sorpresa sentí, cuando ya bajo la regadera, escuché que me abrieron la puerta del baño. Era él, Junior y desnudito se me metió bajo el agua conmigo. Pero que haces le pregunté y él bien alegre me dijo, pues como no hay nadie, vamos a bañarnos juntos. Demás está decir que mi pene se puso a reventar, al ver las paradas y lindas, que tenia las nalgas mi primito, el culo por el cual, tantas pajas me había echo, lo tenía ahora mi merced.
Pero podía más mi pudor y mi crianza, no tomé yo iniciativas. Seguimos enjabonándonos, cuando él como que resbaló en el piso y se aferró a mi pene que estaba como el hierro, para no caer. Yo lo levánte por el brazo y el no soltaba mi pene. Junior sueltame el guebo, que no respondo de mi le dije, riéndome. Por toda respuesta, él me pidió que lo levantara por atrás, para ver si tocaba la ducha. Yo mismo no me daba cuenta, que mi primo me estaba sonsacando, buscando que yo lo cogiera y se lo metiera. Lo levánte y mi guebo quedó en su culo, por el jabón se resbaló entre sus ricas nalgas. Fue un rato largo, corto…no se… pero pareció que el tiempo se detuvo, mi pene entraba y salía de entre sus nalgas, como frotándose contra ellas, pero sin penetrar, el virgen hoyito de mi primo. Yo estaba fuera de control, Junior me había provocado y lo salvaje despertó en mi. Eso es lo que quieres que te lo meta, eh? Sí, sí hazme "ëso" me pedía suplicante. Lo bajé y lo acomodé en cuatro en el piso, le puse mucho jabón en el culito y con mi dedo me puse a dilatarlo. No podía creerlo mi primo era un puto, me ordenaba que siguiera, que le metiera mejor el guebo. Metéme el guebo, por favor, metémelo. En mi calentura, pense, será que ya alguien lo clavó? Por que quien no conoce el sexo no actúa así. Le pregunté, mientras seguía con dos dedos ya, en su hoyito y me confesó, que él lo hacía con Jorgito su vecinito, pero que mi pene si era en verdad grande y gordo, y él lo quería dentro de él, y que se la clavara ya, aunque le doliera.
Lo acomodé, y le asomé mi cabezón, él respingó el culo hacia atrás y yo presioné, la cabezota se fue, Junior gimió un, ayyyy, me duele, ayyyy. Me quedé quietecito un ratico, y cuando lo créi prudente, seguí penetrándolo. Cuando la mitad estaba ya adentro se lo saqué, para que dejara de quejarse, pero le restregaba la cabeza de mi guebo por todo su hoyo, que estaba ya abierto y bien colorado… Ay primo sigue, sigue, ya casi no me duele, es que es muy grande y ancha, pero movía su culo vertiginosamente sobre me pene, cuyas juveniles venas parecían estallar. No esperé más y se la metí de cantazo, toda de un viaje, gritó, trató de salirse de mi, yo lo sujetaba fuertemente y le decía, "esto es lo que tu querías, aguanta ahora como un machito, que te tengo totalmente clavado. El ruido del agua acallaba sus gemidos y gritos, "ay me duele mucho, me duele, sácamelo, sácamelo"…
Pero yo lo ignoraba, me provocó, se lo buscó y ese día iba a saber, lo que es gozar, al igual que yo, era mi primera vez teniendo sexo con alguien y ese era mi primo Junior. Seguí entrándosela hasta la mitad y volvía y arremetía contra su culo en pompa, con mis manos abría sus nalgas, para ver como mi guebo se perdía en ese boquete y volvía a salir. Dejó de gritar y quejarse fuerte, solo gemía muy quedo, echó sus manos hacia atrás y se comenzó a abrir las nalgas él mismo, entonces yo lo podía agarrar por la cintura y arrodillado como estaba, detrás de él lo ensartaba fuertemente, sonaba mi piel al pegarse a la de él, y minetras más rápido yo entraba y salía, mi primo Junior gemía y gemía, diciéndome entonces, así, así, que rico tu haces eso primo, que rico, ay que me muero, me muero. Yo me asusté y le dije como que te mueres? Ayy primo, es que no te se explicar, es las sensación que siento, ya no me duele y me gusta, me encanta…me muero pero de gusto, sigue, sigue, así, comeme el culo así, siempre, siempre…
De repente me vine, echándole toda mi leche adentro. Se la dejé un buen rato adentro, y la erección no se me bajaba, pero hasta que no voté la última gota no se la saqué…salió limpiecita, tal y como la metí, era como si hubiera estado dentro de una vagina caliente y estrecha. Siempre vive en mi ese recuerdo, de ese rico hoyito, que yo rompí. Junior me dijo que su amigo Jorgito, se lo hacía por encima pero nunca logró penetrarlo, que yo fuí él que lo logró, que por eso le dolía tanto al principio. Y el muy insaciable al verme mi pene, todavía parado se lo metió en la boca, chupando, chupando. Le dije que terminaramos y salieramos, para que me diera tiempo a reponerme y cogerlo de nuevo, más tarde, él aceptó de buena gana.
Salimos del baño, nos cambiamos de ropa y nos fuimos a la sala a ver TV, en lo que mi tía y mi prima llegaban. Enseguida mi primo se sentó en el Love Seat, bien pegado a mi y ya con toda confianza, volvió a masajarme el guebo por encima de mis shorts. Rápido se me paró y le dije, que no me cucara, que yo estaba cansado, me dolían las rodillas y el pene lo sentía como adormido, me ardía por tanto entrar y salir de su estrecho hoyito. No le importó y lo sacó, empezó a jugar con él, a mirarlo a lamerlo y me puso a cien. Chico nos van a descubrir, deja que pueden llegar y él no me escuchaba. Deja un momento, me paré, puse el seguro a la puerta y como vi que nadie venía le dije, quitate la ropa, y yo hize lo mismo. Lo senté hacia atrás, poniendo un cojín de los muebles abajo de su culo y le abrí las piernas, le pedí que se las sujetara, que hermosa vista, su boquetito quedó a mi vista todo rojo, abierto como una deliciosa fruta, que pedía que se la volvieran a comer. Metémelo, metémelo, me pedía mi primo y así lo hice. Se le fue todo adentro, por que estaba recien entrenado, gimió pero de placer, un ahhhhh, así…se la comenzé a entrar y a sacar bien duro, y él muy caliente gemiá y gemía, gozando aquel otro polvazo. Me tardé un poco, pero me vine más rápido esta vez. Mi primo a su vez decía palabras incoherentes, que aún retumban en mis oidos, que me amaba, que su culo era mio y de nadie más, me emocione y lo besé en sus labios virginales, le di su primer beso de pasión y gozo, al principo no sabía besar, pero luego me comía la lengua y labio inferior, te amo, te amo mi vida repetía, como si fuera una mujer. Yo corté su inspiración diciéndole, que veía muchas novelas y nos reimos ambos.
Desde esa vez comenzaron nuestras relaciones sexuales, por muchas años. No había oportunidad, que no la aprovecharamos. Yo tenía novia, él seguía solito, nunca tuvo novia y ya más al tanto de su condición, me decía que él era gay y yo su primo…su marido. Que mucho me hizo gozar, con aquel rico culo, que nunca olviradaré. Aun me pregunto, hoy día, que él hacía que nunca mi pene salió sucio o con mal olor de él. Era tan limpio, le mamaba el culo por minutos largos, se me rompía el frenillo bajo la lengua, de tanto enterrarsela por ahí y era delicioso, arrancándole gritos de placer, gemidos hondos y suspiros hasta con lágrimas.
Luego al pasar los años yo me casé, él se fue a vivir lejos, pues se hizo decorador y tuvo mucho éxito es su carrera en la capital de mi país. Siempre nos mantuvimos en contacto, pero ya como lo que eramos: primos-hermanos. Ya no había sexo, solo respeto y cariño, más siempre me decía, que me amaba que yo fui su único amor. Un día enfermó y yo estaba fuera del país. Al regresar corrí a verlo con mis hijos. Hablamos, nos reimos, pero lo vi muy débil, en su lecho de enfermo. Sospeché que había adquirido alguna muy mala ETS y aparentemente asi, fue. Un domingo me llamó de su casa, me mintió diciendo que se sentía bien, que había mejorado. Prometí ir a verlo el próximo fin de samana. ..pero murió dos días luego. Esa fue nuestra última convesación. Que mucho lo he llorado desde entonces, no puedo contener este dolor, que aun su muerte me ha causado.
Fue una de las personas, que más me ha amado en esta vida. Nunca tuvimos una diferencia, un enojo, un que sentir….solo cariño, pasión y respeto mutuo. El llanto me ahoga, ahora escribiendo el fin de este relato. Perdonénme. A ti Junior dónde quiera que estés descanza en paz, espero nos volvamos a ver cuando me toque a mi… mi querido pichonsillo, como te decía cariñosamente. Esta fue nuestra historia y hoy la di a conocer, para que los demás… supieran de ti, de tu amor insaciable por mi, de tu tu bondad…más de mi cariño eterno hacia a ti. Hasta luego primo, te quiero!
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