Mi jefe es un borracho
mis ojos estaban clavados en esa verga gorda y solo se detuvieron cuando escucho al jefe reírse “¿Que pasa? ¿Quieres?” Me dice mientras la sacude y me mira directamente con una sonrisa de oreja a oreja.
Hace unas semanas que estoy viviendo con mi ex madrastra y su familia, desde hace medio año mas o menos, el protagonista de mis otros relatos (el papá de mi hermano) y su familia están viviendo en estados unidos; la historia de hoy se remonta a mas o menos 1 semana de estar viviendo con ellos; mas allá de hablar del viaje o de la visa voy a ir directo a la historia, aunque me tomo la libertad de cambiar ciertos diálogos pues estos se hicieron en inglés por lo que no los recuerdo al pie de la letra
Como siempre les comento que mi nombre es Daniel, tengo 21 años y mido 1.68; delgado pero marcado por el gym, de piernas y brazos grandes y abdomen marcado; con 20 cm de verga y unas nalgas marcadas igual por el gym; de piel muy blanca, ojos café y cabello rizado y cobrizo.
Al tener buen nivel de inglés mi madrastra lo tuvo mas fácil para conseguirme trabajo, a los 3 días de estar aquí empecé a trabajar de mesero en el restaurante que era de un amigo de su amigo (o algo así) los dueños del restaurante eran una pareja de locales a los cual les dare un nombre latino solo por acostumbrarlos más, pero en realidad ad tienen nombres súper genéricos de estadounidenses, al jefe; protagonista de este relato, lo llamaremos Luis, un señor de unos 50 y tantos, muy amigable y vacilón; esta casado con una señora un poco mas joven que él de unos 48 aproximadamente que es muy querida.
Con el tiempo fui descubriendo muchas cosas de ellos y me han acogido como un hijo (o más 😉) pero esta historia da inicio a todo, una mañana como de costumbre me alisté y llegue unos 15 minutos antes al restaurante, me sorprendió ver que una de las cocineras estaba sentada en la banca de afuera del local “Buenos días Patty, ¿que haces aquí afuera?” Le pregunté mientras le saludaba con la mano “Buenos días Daniel, esperando a que llegue el jefe, no a llegado entonces el local esta cerrado” me responde “¿y eso? Pasó algo que retrasó al jefe?” Le pregunto “jajaja no creo, lo único que le habra pasado serán unas 10 botellas por encima” me dice patty con un tono algo molesto y riéndose. “Mira, al jefe le gusta mucho beber, y cada tanto no se puede despertar para abrir el local, toca esperar hasta quien sabe que hora para que venga a abrir” me dice “a mi me pagan las horas de igual forma, así que me da igual si esta o no abierto” añade “Pues si, pero yo me manejo por las propinas” le dije después de una pausa “entonces bien puedes ir a despertarlo tú” me dice “A mi me da igual, lo solía hacer al principio pero luego de la vez número mil uno ya se aburre” me añade
Patty me muestra donde queda la casa del jefe, pues es solo a unas cuadras del restaurante, con mucha prisa me dirijo hacía allá y toco su puerta… pasan unos minutos y nadie viene, decido tocar otra vez… luego de un rato siento movimiento dentro y toco nuevamente la puerta, de esta sale una chica mas o menos de mi edad con un bebé en brazos “Buenos días, esta el señor Luis?” Le pregunto “Si, esta arriba, llevas el uniforme del restaurante, pero no te había visto, ¿eres nuevo?” Me dice “Si, hace una semana que entré” le respondo “que bueno, mira es que ahora mismo ando enredada con el niño, y debo alistarlo para llevarlo al jardín, iba a pasar por el restaurante para abrir, pero no se donde dejó las llaves mi tio, si gustas puedes subir y despertarlo” me dice la chica, indicándome donde es la habitación “¿No esta la señora?” Le pregunto “No, salió a comprar unas cosas, llega en la tarde” me dice “Yo me tengo que ir, te encargo a mi tio” añade mientras rápidamente sale de la casa, dejándome mientras yo abro la puerta de la habitación
Al abrir la puerta mis ojos se abrillantaron por completo; ante mi yacía una forma muy voluptuosa, durmiendo boca arriba en el centro de la cama, con las piernas abiertas hacia ambos lados y las manos también, con un cuerpo muy gordo y peludo, vistiendo únicamente unos calzoncillos de tela, calcetines y una camiseta que apenas y podia cubrir su gran barriga, este hombre de 50 y tantos años, con su cabello corto y negro, con bigote y barba tipo perilla estaba completamente dormido, desde donde estaba podia ver de frente todo el cuerpo de este, mirando minuciosamente antes de despertarlo, miro a su cara varias veces para confirmar que este durmiendo, bajando por su apretada camiseta puedo notar como tiene medio estomago destapado, dejándome ver sus vellos negros por toda su barriga, haciendo un camino hasta su entrepierna, sobre su ropa interior puedo ver mucho pelo en la zona de su ingle, se nota que tiene mucho vello púbico, no sin antes dirigir completamente mi mirada a su erección mañanera, se le marcaba una tienda bastante grande, sus calzoncillos holgados y grandes no le hacían mucha resistencia y mis ganas de agarrarla y comerla se incrementaban, sin embargo no podía sucumbir a mi lujuria, estaba aquí para despertarlo y poder iniciar mi día de trabajo.
Les mentiría si les digo que lo desperté enseguida, primero mire alrededor de su habitación pensando en como podia despertarlo todo esto mientras yo seguía en la puerta de la habitación, podia ver una botella en el suelo casi a la mitad, su ropa tirada sobre una silla a un lado de la habitación y en el otro lado su closet con la puerta que va al baño, me acerqué al señor luis lentamente mientras mis ojos no se despegaban de su entrepierna, podia sentir el olor a alcohol conforme me acercaba; mi mano se postra sobre su barriga en la parte que esta destapada y lo mueve de un lado a otro “Señor Luis, despierte” le digo mientras paso mi mano por su barriga y lo zarandeo lentamente repitiendo todo hasta que finalmente se despierta “eh? Daniel? Que haces aquí?” Me pregunta con los ojos medio abiertos y rascándose la cabeza hablando muy torpemente por la resaca “No fue a abrir el restaurante” le dije “y mi sobrina no fue a abrir?” Me dice “ella me pidió que lo despierte, no encuentra las llaves” le respondo “las llaves? Mmm no se, deben estar por aquí en algún lugar” me dice.
La verdad es que doble intenciones o no, siempre soy muy servicial, “Venga le ayudo a ponerse de pie” le digo “jeje no estoy tan viejo todavía” me dice riéndose, aunque no lo decía por lo viejo, mas bien por el hecho de no poder ni levantarse por lo mareado que estaba, el señor intentó ponerse de pie pero inmediatamente se volvió a sentar sobre la cama “ay, me duele la cabeza” me dice “pues si, que tanto bebió anoche?” Le pregunté mientras me reía un poco “¿anoche? Yo dejé de tomar hace unas 2 horas” me dice “pero si son las 8 ya” le respondo “jeje pues por eso” me dice, “hagamos algo, arréglese y yo voy buscando las llaves” le digo, el señor Luis se levanta y abre la puerta del baño, entra caminando torpemente y se dirige a orinar. Desde la puerta del baño se puede ver el retrete y mas al fondo la ducha, del lado contrario esta el lavamanos y un espejo bastante grande, por lo que desde la cama donde estaba podrías mirar dentro del baño y ver directamente a la ducha o al retrete; en este caso Luis no cierra la puerta y una vez esta frente al inodoro se baja completamente sus calzoncillos pues con solo bajarlos de su cintura estos caen al piso.
Entre sus piernas peludas se carga una verga algo pequeña, de unos 12 centímetros mas o menos pero muy gorda, con una mata de pelos arriba de esta y con muchas venas recorriéndola por completo, con su mano la sostiene en dirección al toilet y comienza a orinar sin pasar tanto tiempo; yo desde que sus calzoncillos se bajaron no pude despegar la mirada y la verdad es que no disimule para nada, no me importaba que pensara, a la final no estaba haciendo nada mas que ver, mis ojos estaban clavados en esa verga gorda y solo se detuvieron cuando escucho al jefe reírse “¿Que pasa? ¿Quieres?” Me dice mientras la sacude y me mira directamente con una sonrisa de oreja a oreja; yo no supe que responder así que simplemente le mire y me reí también.
Finalmente se gira mirando en mi dirección aún con la verga en su mano apuntando a mi “¿Te gusta?” Me dice, a lo que yo finalmente asiento con mi cabeza de manera involuntaria, no se qué pasó dentro de mi que simplemente no tuve ningún filtro y asentí, lo miro nuevamente y suelta otra sonrisa, se suelta su verga y comienza a caminar hacia mi, esta vez dejando su ropa interior en el piso mientras da pasos a la cama, luego se da la vuelta y finalmente cae sobre la cama sentándose a mi lado, su mano derecha agarra su verga mientras su mano izquierda se postra sobre mi pierna, tocando cerca de la rodilla y subiendo hacia mi verga de manera muy gentil; yo no sabia que hacer, lo miraba a sus ojos mientras mi cuerpo latía fuertemente y mi entrepierna comenzaba a crecer un poco; inmediatamente su mano derecha soltó su verga y agarró la mitad de mi cara, volteándola hacia él para luego darme un beso, su boca sabia a trago, su bigote me acariciaba mi nariz mientras sus labios y lengua me besaban de manera algo bruzo.
Finalmente luego de unos segundos su mano pasa de mi mejilla a la parte de arriba de mi cabeza, y con un solo movimiento me dirige la cabeza a su verga, claro que yo no puse nada de resistencia y al momento de estar cerca de esta y sentir como el olor a sudor me atacaba, comencé a chuparle la verga como me gusta complacer a los machos, al ser tan gruesa me llenaba la boca completamente; para estar mas cómodo me bajé de la cama y me arrodillé frente a él, mi boca lo daba todo por esa verga, la cual entraba y salía por completo, me dedicaba a jugar con la cabeza unos segundos y luego bajaba hasta la base de esta introduciéndola completamente, en ocasiones sus manos sujetaban mi cabeza por ambos lados y comenzaba a follarse mi boca, “Ohh si, te gusta verdad?” Me decía mientras yo seguía trabajando su verga, mis ojos miraban hacia arriba donde casi no podia ver su cara, pues su gran barriga cubría parte de esta, el vello de su entrepierna se mezclaba con mi nariz y los sonidos de mi garganta eran cada vez mas rápidos.
Lo bueno de las vergas pequeñas es que puedes jugar con ellas mas fácil, pues las puedes introducir completamente sin que estes peleando por aire o con arcadas, su verga era perfecta, la lamía completamente y no me la saque de la boca en ningún momento, mis manos jugaban con sus bolas mientras yo no paraba de chupar; él por su parte no hacia mas que disfrutar, constantemente gemía y me decía lo delicioso que se sentía y de como quería que siguiera, pero lo que mas me ponía era cuando me preguntaba “¿Te gusta?” O “¿te encanta mi verga verdad?” Al escuchar eso comenzaba a esforzarme mucho mas en lo que estaba haciendo, tal era el punto que mi jefe no podia agarrarme más, para entonces se había acostado sobre la cama, dejándome a mi haciendo todo el trabajo, aunque claro yo no tenia ningún problema con esto.
Mi barbilla se golpeaba con sus gigantescas bolas mientras mi nariz lo hacia con sus vellos, me comía esa verga como ningún otra y mis manos acariciaban sus piernas y su barriga, finalmente sus manos volvieron a agarrar mi cabeza, no dejándome mover o separarme de su ingle tragándomela toda, en reacción a esto mis manos sujetaban sus rodillas para darme estabilidad mientras sus manos me apretaban hacia él, su pelvis también daba movimientos a mi boca, follandosela de manera salvaje, pude notar como sus movimientos ya eran un poco lentos, pues cada cierto tiempo se detenía y me dejaba respirar unos segundos para luego continuar; como era evidente que se estaba conteniendo para no venirse y ya mi mandíbula se estaba cansando un poco, decidí seguir ferozmente la próxima vez.
Como había estado haciendo, justo cuando estaba a punto de venirse me soltaba la cabeza y su pelvis se dejaba de mover, pero para su sorpresa yo no me dejaba de mover, a pesar de que me soltó yo seguía haciendo que follara mi boca y dando chupadas en su verga, Luis intentaba separarme, pero yo no me dejaba, si intentaba agarrar mi cabeza y llevarla para atrás yo le quitaba la mano y seguía mamandole la verga, finalmente entre gemidos suelta un “me voy a correr” lo cual me dio luz verde para seguir chupando, ayudándome un poco con mi mano lo masturbaba mientras mi boca trabajaba su verga “¿Te lo vas a tragar?” Me pregunta a lo que yo le respondo con un “Mjum” en forma de afirmación, de un momento a otro siento como su mano se vuelve a postrar arriba de mi cabeza, pero esta vez para empujarla hacía el fondo, introduciendo completamente su verga en mi boca, su cuerpo se estremecía y sus piernas se endurecen, su cuerpo comienza a temblar mientras puedo sentir como comienza a disparar su leche directamente a mi garganta, unos 4 o 5 chorros caen mientras todo su cuerpo se tensa y me sujeta la cabeza.
Así estuvimos como por un minuto hasta que finalmente me soltó, mi cabeza salió disparada hacia atrás dejándome respirar, por primera vez en casi 40 minutos me saque la verga de la boca, y dejándola a solo unos centímetros de esta formando un camino de mi boca a su verga de saliva y semen, respire y luego volví a chupar su verga, para escurrirla al máximo y no dejar ni rastro de su leche “Eres toda una puta” me dice mientras yo le doy lamidas a su verga conforme se va poniendo suave “¿Te gustó?” Le pregunto “Me encantó” me dice mientras me pellizca mi mejilla y recupera el aliento.
“Creo que ya se donde están las llaves” me dice mientras mete la mano en su mesa de noche y las saca “espérame mientras me arreglo y así nos vamos a abrir el local” me dice mientras camina nuevamente al baño, quitándose su camiseta y dejándome ver su cuerpo al desnudo, de espalda ancha y unas nalgas marcadas pero pequeñas, cubierto de pelo desde la nuca hasta su culo y piernas, con sus gruesas piernas y su gran cuerpo se introduce en la ducha, la cual como dije se puede ver desde la cama donde yo estoy sentado; sin cerrar la puerta yo tenia una vista completa del señor Luis bañándose, ese cuerpo mojado y sus vellos que se peinaban con el agua, podia ver como agarraba el jabón y se lavaba sus axilas, su pecho y barriga, finalmente se echaba jabón en el culo y en la verga, masturbandola ante mi mientras lo hacía.
Al terminar de bañarse se cambió frente a mi y luego nos fuimos al restaurante, desde ahi fue todo como siempre a sido, abrimos, atendimos clientes y finalmente cerramos el local, a lo largo del día el jefe y yo cruzábamos miradas y simplemente nos sonreíamos recordando lo que había pasado, pero con un sentimiento de querer más, el día acabó y al cerrar me pagó un extra por la “ayuda” de esa mañana, aunque al principio le rechacé diciendo que no tenía porque pagar, que si lo hacia entonces no querría hacerlo otra vez, aunque al final me convenció diciendo que si lo haríamos en otra ocasión.
Y ya; eso es todo por este relato, de momento solo es una mamada, pero como dije fue gracias a este momento en el que forjamos esta “confianza” el jefe y yo; les recuerdo que si gustan enviarme fotos lo pueden hacer en mi x @LDGhost28 varios me han mandado una que otra foto y a mi me encanta, ojo solo gordos y/o maduros, delgados no jajaja. Si les gusta este relato sigo subiéndoles más. 😉
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