Mi jefe me enseñó a satisfacer a los hombres 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alejo17.
Yo tenía 14 años, iba en 3ero de secundaria y al tener mucho tiempo libre fui a pedirle trabajo a el señor de la tienda.
Me llamo Alex, vivo en Guadalajara, jalisco, México y pues soy más alto que el promedio, moreno claro, delgado y nalgoncito de nacimiento jaja.
El dueño de la tienda se llama Jesus, tiene aprox 40, es velludo, con algo de panza, y con un aparato que calculo unos 18cm.
Cuando fui a pedirle trabajo el no tardo en aceptar, ya me conocía y hasta se podía decir que eramos amigos, me pidió q fuera ese mismo día en la tarde para empezar.
Cuando llegue el me explico y dejo cobrando pero al ser el mostrador y caja muy angostos siempre que pasaba terminaba rozandolo y aunque al principio lo hacía accidentalmente y le pedía disculpas poco a poco empecé a disfrutar de como sentía en mis nalgas a veces su celular (que tenía guardado en su bolsillo) o la hebilla de su cinturón.
Así fueron los primeros 3 días, él atrás checando como lo hacía y yo sintiendo cada roce más excitante y lleno de tensión sexual.
A la semana siguiente me aviso q por las mañanas haríamos limpieza profunda por lo que no abririamos al público.
Yo empecé por los anaqueles de los pasillos y el en el mostrador, fueron esos días en los que mi jefe agarro confianza y ya no solo me albureaba sino que también daba nalgadas e invitaba a tener sexo bromeando hasta ese momento.
El asunto se salió de control cuando una tarde, después de algunas semanas, y al estar solos, Jesús me volvió a invitar a chuparcela:
-hey muñeco (así era como el me decía al tener cara de niñito) porque no vienes y me la chupas un ratito? Mi vieja no me la exprimio bien!- esto acompañado de una carcajada a la que yo contestaba con una cara de placer y le respondía
-jefe no me diga eso que se me hace agua la boca y no podemos, que van a decir los clientes!
-cierra y hasta te la meto muñequito, que se antojan ese par de nalgas para una buena cogida.
Eso último me dejo en extremo caliente y lleno de morbo.
Y no lo pensé mucho cuando lleno de adrenalina corrí a una de las cortinas y mirándolo a la cara como retandolo la baje para luego asegurarla.
Los ojos de Jesús se encendieron y en 5 segundos ya habia el cerrado el otro extremo de la tienda.
Tardo unos segundos más en hablarme:
-we ven, mira lo que tengo!.
Camine muy nervioso hasta llegar a donde el se encontraba y lo que vi me dejó temblando.
Estaba Jesús sin camisa y con los pantalones abajo meneandose una verga bastante gruesa y morena q se me antojo al instante.
– comemela pues!.
Yo aún temblando me acerque, y con titubeos me inque para luego mirarlo a la cara:
-de esto ni una palabra a nadie.
– me dijo para luego pasarme el glande por los labios, olía un poco fuerte y me calentó todavia más por lo que sin pensarlo más tiempo abrí un poco la boca y permití que entrará.
El sabor me encanto, saboree todo el glande con la lengua y traté de meterme toda la verga de una, cosa que solo me provocó una gran arcada.
-tranquilo chiquito, tenemos tiempo para que te diviertas con ella.
Me susurro mientras me quitaba su polla de la boca y me daba pequeños golpes con ella por toda la cara.
Ahí fue donde aprecie ese par de huevos, gordos y con algunos vellos que colgaban tambaleantes y no pude resistir pegarme a ellos y lamerlos con devoción.
Yo solo escuchaba el sonido de esa verga cuando la masturbaba Jesús y sus suaves gemidos mismos que me alentaban a seguir.
Al poco tiempo de estar lamiendole y chupando casi toda su verga Jesús empezó a ponerse más bruto y tomándome la cabeza con una mano y la quijada con la otra me empezó a coger literalmente de la boca, cuando yo pensaba que ya no cabía más verga en mi boca, que ya había llegado a mi límite, el hacía fuerza y presionaba a tal grado que todavía me metía un poco más y me mantenía ahí hasta que a punto de desmayarme a falta de aire me la sacaba un poco.
Por mi parte no hacía más que emitir leves gemidos, saborear más todos los jugos que salían de esa verga y masturbarme.
Así siguió Hasta que aceleró y haciendo ese mete y saca más rápido me dijo en medio de gemidos.
-te quieres comer mi lechita?! Yo por respuesta solo chupe con más ganas hasta que sentí como su cuerpo se convulsionaba, el emitía una especie de gemido/rugido y de su verga salían disparados directamente a mi garganta varios chorros de potente y rico semen.
Yo traté de mantenerlos todos en mi boca pero los últimos ya no cupieron y se me escurrieron por entre los labios bajando hasta mi cuello.
-ahhh que rico la chupar Alex!- me celebró Jesús mientras yo seguía tragando y a la vez dejándole bien limpia esa verga morena.
A los pocos segundos Jesús me alejo un poco y acariciandome la mejilla me retiro su ya un poco flácida verga de la boca, se subió el bóxer y pantalones y señalandome el baño me susurro
-limpiate un poco y ya vete a descansar-
Mientras el se dirigía a subir la cortina nuevamente.
Cuando salí del baño traté de hacerle conversación a Jesús pero sus respuestas fueron muy tajantes y cortantes por lo que mejor me retire.
En la noche, ya en mi cama estaba a punto de dormir cuando recibo un mensaje a mi celular de mi jefe que decía lo siguiente: "mañana te espero a las 6am en el local, si te preguntan tus padres les dices que necesito acomodes mercancía, ten ese culito bien lavado" toda esa noche la emoción y nervios no permitieron que pudiera dormir.
Continuará
Dejen sus comentarios.
Es mi primer relato así que critiquen sin piedad jajaja gracias por leerme y si hay hombres de Guadalajara que quieran pasarla bien manden mensaje 😉
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