“MI MEJOR AMIGO DE LA UNIVERSIDAD”
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SantiVic95.
"VIERNES 1 JULIO 2016"
Por fin vacaciones, era lo único que mi mente podía procesar en ese momento.
Estresado por los exámenes del curso intensivo que estaba tomando, decidí relajarme y acepté la invitación de ir a comer y pistear un rato a casa de Orlando, un amigo al cuál quería mucho.
Orlando es un chico sonriente, inteligente y muy querido, ya que, era el promedio más alto de la generación; físicamente lo único que me gusta de él, era su nariz y que siempre sonreía, de lo demás pues se podría decir que era un niño de piel clara, cabello castaño claro, un poco más chaparro que yo y llenito.
Rápidamente me despedí del profesor de clases, el tan famosos Dr.
Herrera, tratando de no hacer notar mi nerviosismo, ya que, como había mencionado anteriormente, ese doctor me imponía mucho.
Una vez saliendo de la universidad Orlando y yo decidimos ir a tomar un café al centro, porque días atrás Orlando me insistía en salir para poder platicar de algo muy importante, así que aceptando su invitación, llegamos a “Cabaña corazón”, una vez ahí empecé a notar que mi amigo estaba algo nervioso, y en mi mente sabía que por fin Orlando me iba a confesar que era gay.
Y tal cual como lo pensé sucedieron las cosas; en aquel momento no sabía si reír o hacerme el pendejo para no incomodar a mi amigo.
Hubo un silencio algo incómodo por lo menos de 5 segundos, pero como buen amigo que soy, le di un abrazo y un beso en su mejilla, para que no se sintiera tan presionado, pasando ese momento la plática empezó a fluir y empezamos a mencionar cuales eran los chicos que nos gustaban del salón, hasta que por pendejo, le dije a Orlando que me sentía atraído por el Dr.
Herrera, gran error por mi parte, y por poco se me sale decirle lo que había ocurrido días atrás en la casa del doctor.
Una vez saliendo de la cafetería, fuimos a casa de Orlando, a ver una película.
Que sorpresa, el muchacho tenia casa sola, esto ya me olía algo raro, pero no le di importancia.
Entramos a su cuarto, él ya tenía la película lista, apagamos la luz y nos sentamos en su cama.
Era de esperar, pasaron 10 minutos y ya sentía la mano de Orlando acariciando la mía en el tazón de palomitas, yo solo me reí y le seguí el juego, pero era una situación muy extraña, ya que, Orlando era mi mejor amigo en ese momento, a parte él era muy tímido en cosas relacionadas al sexo.
Rápidamente giré mi cabeza hacia él y me acerque lo suficiente para darle un beso en los labios, pero simplemente roce mi nariz junto a la suya y fue el mínimo contacto entre nuestras bocas, lo quería hacer sufrir un poco.
Lentamente metí mi mano bajo su playera, quería sentir su piel lampiña y sus pezones, pero el amigo se ponía muy difícil, así que solo lo abrace, pero no fue un abrazo cualquiera, traté de pegar mi cuerpo lo más que se pudo al suyo, sentía su pecho sobre el mío, con mis brazos rodeaba toda su espalda, nuestros penes erectos estaban rasándose mutuamente a través de la ropa, y nuestras piernas entrelazadas; lo mire a los ojos y poco a poco me acerque a él para poder darle un pequeño beso de piquito en los labios, un beso se convirtió en dos, dos en cuatro, cuatro en seis , hasta que por fin tenía mi lengua dentro de su boca, por Dios!, no podía creer lo que estaba pasando en ese momento, los besos eran muy apasionados, no podía despegarme de él, hasta parecía que mi cuerpo ya tenía ganas de que esto pasara.
Ya era inevitable seguir con ropa, así que de un segundo a otro nos quitamos todo y completamente desnudos, nos miramos mutuamente, contemplando cada parte de nuestro cuerpo, valla sorpresa me lleve al ver sus testículos, eran grandes, redondos, lampiños y hermosos, como para jugar con ellos todo el día, así que fue lo primero que agarre, con mis manos tibias, empecé a acariciar sus enormes bolas, jugando también con su pene, noté que escurría un líquido transparente de él, Orlando ya estaba excitado al 100, por lo que lo aventé a la cama, me senté arriba de él, acomodando mi pene sobre el suyo, y proseguí a hacer una masturbación doble, era excitante sentir como nuestros penen chocaban uno con el otro, como nuestros glandes se acariciaban, y nuestros escrotos se rozaban, creí que en ese momento iba a eyacular, pero pare por un momento para poder hacerle sexo oral a Orlando, con la punta de mi lengua humedecí primero sus testículos, quería sentir ese sabor a hombre que me encanta; el calor ya era demasiado, la excitación era full, así que no me la pensé dos veces y me metí por completo su testículo derecho a la boca, y no sé cómo fue que me entraron los dos después, el sabor saldado era exquisito, yo solo veía la cara de placer de mi amigo, y para emocionarlo aún más, con mi mano tome su pene y lo empecé a estimular, él quería que parara porque estaba a punto de venirse, pero le hice caso nulo y me metí su gran pollon a la boca, mi lengua no dejaba de jugar con su glande, en lo que mi boca humedecía el cuerpo de su pene, y mi mano lo masturbaba.
No tardamos mucho haciendo eso porque a los segundos se vino en mi boca.
Orlando: -Santiago, ya no aguanto más, penétrame.
–
Yo: -Que rico, crees que aguantes mi verga.
–
Orlando: -Si, no sabes las ganas que ya tenía de poder sentir tu cuerpo.
–
En cuestión de segundos mi amigo ya estaba en cuatro ante mí, yo solo veía su culo, era grande, redondo y se veía muy rico, así que rápido me puse un condón y con mi verga azotaba sus nalgas, como si fuera un látigo, yo solo sentía como arrimaba sus nalgas ante mi pelvis, el suplicaba porque se la metiera, así que no lo hice esperar más y de una embestida se la metí por completo, el placer era enorme, el sentir su culo cerradito y caliente, me di cuenta que era virgen, eso me prendía aún más.
Iniciamos lento, ya que le dolía mucho, pero podía ver en su cara que lo disfrutaba, de repente me dice que le diera más fuerte, por lo que lo cambie de posición, lo recosté en la cama, puse sus piernas en mis hombros y así lo penetre, una embestida tras otra, el sonido que hacia mis testículos en sus nalgas era excitante y cuando estaba a punto de venirme, se escucha una puerta, ¡Qué mierda!, alguien había llegado, así que por las prisas se la saque pero era tanta la sensibilidad que tenía en mi pene que al sacársela y quitarme el condón me vine encima de él, fue muy chistoso, y más porque ya no le dio tiempo de limpiarse y así nos tuvimos que poner la ropa.
De repente vemos que la puerta de su cuarto se abre, era su hermano gemelo Oscar, básicamente éste era igualito a su hermano Orlando pero más gordito.
Tratamos de ser discretos pero el olor que había en el cuarto era muy evidente.
El hermano solo se rio y se fue a la Sala.
A los pocos minutos recibo un texto de mi amiga Selena, quien me invitaba a “Cabaña Corazón” a una bienvenida de un chico de Hungría que había llegado de intercambio; tremenda sorpresa me lleve al ver a ese chico, literalmente era la descripción del chicho europeo perfecto.
Pero esa es otra historia.
PRIMERA PARTE: MI DOCTOR FAVORITO
LINK PRIMERA PARTE: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-37412.html
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!