Mi mejor amigo, el mejor amante
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La imagen me saco de mi sueño, retirándome de aquel falo (que por cierto es muy parecido en dimensiones al mío -15cm-, salvo que el de él tiene un gran glande, es bastante cabezon digamos).
Me aleje interrogándolo por lo que hacía, él contestó pidiendo que se la chupara, me negué diciéndole que no era lo mío.
Ahí quedó, las cubrió porque llegaron algunas amigas ya en pijama, pero él se sentó junto a mí y mis amigas a nuestros lados en el sillón.
Platicamos todos hasta que volví a dormirme solo para despertar sin jeans, en bóxer, una amiga a mi lado borracha y dormida y mi amigo, quien tenía su mano dentro de mi bóxer, yo con mis piernas en las suyas, y él con sus dedos rozando mi ano tratando de dedearlo.
Le dije que basta y se retiró, le pregunté de porque estaba sin jeans, diciéndome que las chicas me habían quitado el pantalón porque estaba mojado.
Así pasó lo poco que quedaba d la madrugada, nos levantamos, limpiamos entre todos la casa y nos fuimos, yo ya no le dije nada y él tampoco.
Cuando llegue a mi casa, recuperándome de la borrachera, recordé el suceso de la noche previa y al hacerlo, tuve una ereccion de inmediato.
Imagine, más que recordar, aquel glande enorme en mis labios y sin saber por qué, empecé a fantasear.
De ahí en adelante, había momentos mientras me bañaba, que me masturbaba soñando que le chupaba aquel pene cabezon y que después de eso, me penetraba.
A todo esto, yo ya me empezaba a meter los dedos, uno, dos o tres en mi ano que ya no mostraba resistencia, por lo que progrese a usar el palo del destapacaños, y finalmente un desodorante de rol-on con tapa redonda, dichos actos terminaban siempre con la,salida de semen.
Obviamente veía a mi amigo, salíamos en grupo a tomar y a fiestas, pero por la misma carrera, nos alejábamos más.
Una ocasión quedamos de vernos en su casa, el ya se había casado.
Fui a su casa, su esoosa estaba de guardia en el hospital por lo que estábamos solos.
Estuvimos tomando, oyendo música y cantando, contándonos historias, actualizándonos hasta ya muy tarde.
Me dijo: te voy a dar a probar un mezcal que me regalaron, se paró, nos sirvió y lo tomamos de un golpe.
Entre la cerveza y el mezcal, al menos yo me crucé.
Se levanto a dejar los vasos y no sé por qué,le grite: ya saca el porno! Trayendo una película porno que puso en el dvd.
La empezamos a ver y él fue el primero en empezar a masturbarse, yo tardé un poco, cuando ya había empezado, se desnudó y me dijo: "quítate la ropa we, estamos en confianza" a lo que le respondí desnudándome.
Nos sentamos en el sillón masturbandonos hasta que él me tomo la mano y la puso en su pene y el tomando mi pene con su mano.
Me incomodó honestamente, pero no quise verme sangron, por lo que lo empece a mastrubar y el a mi.
De pronto el lo dejo de hacer y lo escuche gemir, lo voltee a ve y estaba con los ojos cerrados gimiendo mientras lo masturbaba.
Algo me hizo sentir no sólo excitado por la peli, me desinhibi y voltee a ver su pene cabezon en mi mano.
De súbito, me levante y le dije: ya, m vale madre.
Me hinque frente a su pene, y me lo lleve a la boca.
El estaba en shock, ya que no entendía lo que pasaba.
Héctor: que pedo wey, que haces?
Yo: (deje de mamarsela y lo empece a masturbar) te acuerdas de la fiesta en tu casa? Cuando me dijiste que la mamara y me querías culear con el dedo?
Héctor: si.
Yo: desde esa vez, me he arrepentido de no habértela mamado.
Desde esa vez fantaseo y tengo unas ganas enormes de que.
Héctor: .
De que te penetre?
Yo: (asenti y volví a chuparsela.
)
Se la estaba chupando como si hubiera comido mil vergas antes, no lo lastimaba, jugaba con su cabezota, lo masturbaba.
Estaba súper excitado, estaba desesperado chupando su pene que parecía una adición para mí.
Así me mantuve hasta que me dijo: Ponte en el sillón.
Quieres que te la meta? Pues te la voy a meter.
Ante eso me levante rapidísimo, me hinque en el sillón recargándome en el respaldo y le ofrecí mis nalgas lo más que pude.
Estaba desesperado, ansioso, ya lo quería en mi.
El se levanto, se puso detrás de mí y acercó su cabezota a mi ánito "virgen".
Apenas hubo resistencia, no sentí dolor, supongo de la excitacion que me embargaba, ya me había relajado.
Dio dls bombazos en mi, se salió y me dijo molesto: a quien más le has dado las nalgas? A nadie, por qué? Eres el único que me ha penetrado! Pues entro bien rápido y fácil! Pues así me tienes.
Es solo tuyo!
Ante esta frase, gimió, me dio una nalgada y me volvió a penetrar como loco.
Yo estaba extasiado, me dejaba llevar por sus embestidas, me sentía en la gloria! Me estaba oenetrando luego de tanto tiempo fantaseando.
Volvió a salirse de mí y me dijo, vamos a la cama.
Fuimos a su cuarto, me puso en cuatro en la cama y volvieron sus embestidas, cada vez más intensas.
Yo incluso estaba gimiendo, creerán que es exageración, pero me sentía una puta dominada.
Ofrecía más mis nalgas y el más me daba.
Me retire de el, me recosté en el colchón boca abajo y levante mis nalgas, él entendió la invitación y me empezó a penetrar así.
Me di cuenta que podía controlar mi esfínter anal, por lo que quise ver si el notaba si lo apretaba y lo aflojaba.
Mi sorpresa y excitacion aumentaron cuando me dijo: se siente riquísimo, pero deja flojito tu culito para que entre mejor!
Así continuo mucho tiempo, supongo el alcohol fue la causa, pero me estuvo bombeando por lo menos una hora hasta que le dije: tendrás una tanga? Mi esposa, ve y saca una de su cajón.
Se quitó de mi, también era delicioso cuando se salía su cabezota.
Corrí por una tanga de hilo dental, me la puse y me pus nuevamente en cuatro, pero antes, me lleve su pene a mi boca, me aseguré qu se volviera loco, yo estaba disfrutando su falo en mi boca, solo me detenía para pasar mi lengua por su escroto con sus dos huevazos que tiene.
Deje bien salivado el pene y me coloqué ante el, me hice la tanga a un lado y volvió a arremeter contra mi culito que ya lo recibía con gusto.
El me tomaba de la cadera y me jalaba a el, una y otra vez, jugaba con mis nalgas, yo era su puta! Me quité nuevamente, la tanga quedo sobre una de mis nalgas y volví a mamarsela el hincado y yo en cuatro, le pedí que me metiera los dedos mientras se la chupaba.
Jugó con mis nalgas un poco y me metió un dedo.
Supongo que la escena lo excito de más: yo en cuatro con mis nalgas paradas, la tanga de lado, su dedo en mi culo y su pene en mi boca, por lo que me jaló la cabeza, me penetro la boca hasta el fondo y se vino en mi garganta! Se vació en mí y se fue al baño!
Yo aún estaba xcitadisimo, quería más de él.
Volvió con la ereccion y el pene aún durísimo.
Le dije que se acostara, lo hizo y lo monté.
Al manejar loa situación, era el amo y señor de cómo su pene entraba en mi.
Era riquísimo, sentía centímetro a centímetro su pene, solo me quitaba para darle unas mamadas a su pene cabezon y me volvía a sentar en el.
Estaba a mil.
Le dije que quería un 69, le supliqué por qué me metiera la lengua en el culo, él accedió, me coloqué ofreciendo mis nalgas a su boca y yo se la empece a mamar nuevamente.
Él no me hacía nada,,por lo que le,dije que quería su lengua en mi.
Apenas puso sus manos en mis nalgas para separarlas cuando no pude más.
Termine con la tanga puesta, lo que evitó que lo manchara.
Corrí al baño, me quite la tanga, la enjuague y la guarde en mis jeans.
Se levanto al baño conmigo, abrió la regadera y se metió a bañar.
Lo acompañe en el baño.
Noté que la tenía aún súper dura, por lo que me hinque y se la volví a mamar, me levante y l se empezó a enjabonar el peneduro.
Imagine que lo hacía para que resbalara al metérmela, por lo que no perdí el tiempo y solo me recargue en la pared, dándole mis nalgas, se enjuago el jabón y me volvió a penetrar en la regadera.
Estuvimos así hasta que nos fuimos al cuarto nuevamente.
Ahí se sentó en la orilla d su cama y yo solo me voltee para darle las nalgas, me las separe y me senté en su champiñón.
Me empece a dar sentones con intensidad, el gemía y yo también.
Me quito y me puso n cuatro, pero solo recargado en la cama y me la volvió a meter.
Su mete saca era delicioso.
Empezó a acelerar el ritmo, yo no paraba de gemir.
Otra vez estaba en el cielo del placer con ese pene delicioso y duro.
Así estuvo un buen rato hasta que por fin, su leche lleno mi recto! Era delicioso.
Salió de mí y yo sentí escurrir algo por mis nalgas.
Mi esfínter ya no tenía fuerza, así que corrí al baño, me senté en la taza y empezó a salir su semen.
Nos bañamos otra vez y nos fuimos a dormír.
Nos despertamos dos horas después, su esposa llenaba pronto y no quería que me encontrara ahí.
Estaba por versarme cuando me dijo: chupamela otra vez.
No me dijo dos veces, ya estaba su pene en el fondo de mi garganta y mis labios rodeando su tronco.
Mientras él me acariciaba las nalgas desnudas y me deseaba.
Así estuve como 20 minutos hasta que me detuvo la cabeza y se vino en mi boca.
Literal, lo deje seco.
Me vestí y me fui.
Esa fue la primera vez que tuve su pene en mi.
Mi mejor amante, mi mejor amigo.
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