Mi mejor amigo, el mejor amante
Una vez más, nos encontramos Héctor y yo….
Hector es mi mejor amigo, está casado, al igual que yo. Con el tuve todas mis primeras fantasías con hombres y también todas mis experiencias. Es guapo, creo que tiene algo de árabe en los ojos. Ha hecho ejercicio por lo que tiene unos bíceps enormes, abdomen plano con cuadros y piernas Fuertes. Su pene en ereccion de unos 15-16cm, delgado pero con un enorme glande.
Yo vivo en provincia, el en la capital. Una vez fui a ver a mis padres que también viven en la capital. Estando con ellos, me entro esa ansiedad que me ocasiona pensar en el pene de Héctor, por lo que le hable y quedamos de vernos, aunque nunca decimos que es para que me haga suyo. Me emociono verlo, me excité tanto que mi culito de inmediato se distiende para el. Decidí darle una sorpresa por lo que fui al súper a comprar una tanga sexy, de mujer, la elegí, la pague y corrí a casa. Ya en casa, me metí a bañar y empecé a rasurar mis muslos, mi escroto, pero principalmente mis nalguitas, pequeñas y rdonditas. Me aseguré de no dejarme ni un pelo cerca de mi culito deseoso. Salí de bañarme ya rasurado, me puse la tanga y encima ropa normal. Corriendo fui al transporte y llegue al sitio acordado con Héctor. Me recogió en su auto, nos saludamos y platicamos de cualquier tontería. De pronto me dijo: mi esposa está en casa, dime si vamos a coger o no?. Para esto de inmediato le respondí que si, por lo que nos dirigimos a un motel cercano.
Al llegar al lugar, se bajó y pagó. Yo me bajé de inmediato sin importarme que me vieran. Subimos al cuarto, abrimos un par de cervezas y platicamos un poco. Yo estaba muy caliente, pero no sabia como iniciar el juego, siempre lo inicia el. Estando en mi pensamiento, se acercó a mí mientras le daba la espalda, me tomó la cadera y acercó su pene duro a mis nalgas. Al sentirlo, gemí leve, sonreí y le dije: «Tengo algo para ti», bajándome el pantalón y el bóxer, dejando ver mis nalgas separadas por el hilo de la tanga. «Pensé que te gustaría».
«Se ve riquísimo, quítate la ropa» Nos desnudamos, yo en tanga. Se acostó y de inmediato me fui a devorar su pene. Me encanta su olor, me excita en demasía y hace que mi esfínter se relaje. Se la chupe hincado, y luego me subí a la cama, poniendo mis nalgas en su cara, me empezó a masajear mis glúteos y a meter un dedo. Se la seguí mamando y jugando con sus testiculos Dignos de un bárbaro. De pronto me dijo: en donde te los echo? En la cara, n las nalgas o en el pecho?. Siempre se viene en mi boca o en mi culo, por lo qu solo conteste: en el pecho.
Me recostó, se masturbó un poco y me llenó los pezones de leche caliente.
Volvimos a tomar algo de cerveza y vimos porno en la tele. En unos minutos él ya estaba al 100 y me dijo: cómo quieres que te la meta?
Solo me acomodé de perrito, levanté mis nalgas y sentí que ponía su glande en mi hoyito. Escupió en el y en su glande y me la metió empezando sus embestidas de toro. Tan Fuertes eran que me obligó a ponerme totalmente boca abajo solo pudiendo levantar mis nalgas, el acompañó mi movimiento acostándose sobre mí besando mi espalda y cuello y embistiéndome una y otra vez. Había un espejo enfrente por lo que veía su cuerpo de gladiador musculoso mientras atacaba mis nalgas. Levante más mi culo y lo ofrecí , por lo que se tuvo que levantar, sacó su enorme glande, escupió a mi culo y a su glande una vez más y volvió a embestirme durísimo. Es un animal mi hombre. Así estuvimos largo rato mientras lo veía por el espejo, yo gemía como enfermo a cada metida de verga qu me hacía. De pronto se posicionó sobre mi nuevamente, me empezó a besar la espalda y me mordió la oreja, diciéndome, te voy a llenar el culo de semen. Aumentó la intensidad y la fuerza de sus embestidas y me jalaba de la cintura hacia su pelvis. Sentía que quería romperme el culo aún más, no dudo que así como estaba ya mi culito, habrían entrado dos penes. Finalmente sentí sus espasmos y se vino en mi. Se vació y se fue a la regadera. Yo no había terminado, por lo que m puse boca arriba, lo voltee a ver en la regadera mientras se enjuagaba su tronco riquísimo y empecé a mover la cadera haciendo que mis nalgas mojadas se frotaran entre ellas, a la vez que m masturbaba y termine echando mi semen a la cama. Luego de eso me bañe y nos fuimos.
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