Mi mejor amigo me dio su cuerpo desde niños.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Armando, con buenas piernas y buen culo, tengo piel bronceada, ojos cafer claros y cabello lacio.
Mi mejor amigo llamado Carlos es bastante delgado pero con muy buen cuerpo, no tiene tan buen trasero, tiene piel clara, ojos cafés claros y cabello castaño.
Él era nuevo en el colegio, aun recuerdo cuando entro al salón y tuve mucha suerte cuando él se sentó al lado mio, pasaban días y días y nos fuimos haciendo amigos muy cercanos, entonces un día me dijo que fuera a su casa ya que habían dejado mucha tarea y nos pareció buena idea hacerla juntos, yo pedí permiso y fui a su cas, al llegar vi a su mamá, me saludo y después se fue corriendo hacia la calle, Carlos me dijo que tenia una emergencia y no llegaría hasta más tarde.
Comenzó la tarde muy normal hicimos unos ejercicios de matemáticas y terminamos la tarea de biologia pero decidimos descansar un rato así que nos acostamos en la cama y vimos la televisión. Cuando empiezo a sentir que él me abraza, a mi no me molesto pues ya hacia tiempo que nos abrazabamos y a mi me gustaba. Sus brazos bajaron hasta la mi cintura y se pego mucho a mi, pide sentir su bulto en mis nalgas pero no se notaba muy editado, pasamos un rato así y Carlos comenzó la platica
-te quiero.
-jajaja yo también amigo. ‹‹¿Por qué me dice esto?››.
-en serio te quiero mucho… ¡me gustas! ¡te amo!
En ese momento no supe que decir pero… La verdad es que yo también lo amaba. Él no espero y me volteó y ahí en la cama me da un beso, no puse resistencia tenia los labios dulces y me gustaba mucho.
-Yo también te amo Carlos.
Lo agarre del cuello de su camisa y le di otro beso largo, estuvimos un buen rato besándonos, él metía su lengua y era muy lindo… Pero sobre todo excitante. Entonces le dije:
-se me está parando la verga
-a mi igual, besas muy rico.
-tú también, quiero que me la mames.
– pero… ¿aquí?.. No estoy seguro.
– vamos Carlos, quiero que lo hagas.
Lo tomé por la cabeza y le di otro beso. Él accedió y me bajo el pantalón que llevaba, me quito el bóxer, y comenzó a lamer, con esa boca tan perfecta que tiene.
(A esa edad mi pene era algo no mayor a 14 cm tal vez o menos, pero ya me masturbaba)
Siguió lamiendo, después comenzó a chupar y metía todo mi pene en su boca. Siguió así hasta que le dije:
-yo también quiero mamartela.
-sí, como quieras.
Se bajo su short y pude ver su pene era pequeño, correspondiente a nuestra edad, blanco y con una bolas pequeñas pero muy lindas igual. Comencé a chupar y él también (hicimos la pose del 69 sin siquiera saber que así se llamaba)
Él chupaba muy fuerte y me daban ganas de de correrme, pero creí que si lo hacia a él no le gustaría entonces me retiro y le dije:
– perdón es que ya casi me vengo en tu boca
– oh, que bien que no lo hiciste, yo no quiero tu leche en mi boca.
– sí, lo sé.
-yo lo quiero en mis nalgas.
‹‹¿De qué esta hablando?››
-Armando quiero que me cojas, quiero sentirte.
Se puso de perrito en la cama y la palabra que me dijo me calentó mucho.
– Metemela
Él en esa misma pose abrió sus nalgas, yo fui hacia él y le empecé a morder y besar sus nalgas y su anito rosado, él gemía cada que pasaba mi legua en su ano lo que me calentaba más y más, le metí un dedo lo cual resulto muy fácil al igual que con el segundo, estaba todo sudado y lamido por eso no le dolió.
-Ya metemelo, quiero ser tuyo, quiero tu leche.
No pude más y trate de meter mi pene cuando lo logré, él se sujeto de las cobijas junto con un grito mezclado con un gemido, empecé a meter y sacar, Dios era tan excitante esa escena, el gemia y sus pequeñas nalgas eran tan suaves.
Se separo de mí y me dijo que me acostará, lo hice, viendo hacia arriba, él se fue sentendo poco a poco en mi pene, entonces seguimos el bajaba y subia, yo ya no podía aguantar más y le dije:
– ya, ya me voy a venir
-pues hazlo, hazlo adentro de mí.
Solté un pequeño gemido de mucho placer al igual que él, el gemido que hizo él fue fuerte y muy lindo, pero muy fuerte. Termine dentro de él y antes de separarnos le di un beso.
Yo estaba agotado pero él seguía masturbándose hasta que se corrió en mis piernas, nos vestimos, nos abrazamos y nos besamos hasta que quedamos dormidos ahí en la cama.
Desperté…
-¿Que hora es?
Alguien me contesto, era el hermano de mi amigo (Rodrigo un muchacho 4 años mayor que nosotros)
-son las 9:30 deberías irte a casa
Volteé y mi amado amigo seguía durmiendo
– sí, ya… Ya me voy.
Rodrigo me dejo hasta la puerta y antes de irme se acerco a mi oído y me susurro
-sus gritos se oían hasta mi cuarto, tú seras mi nueva putita.
Yo solo me quede paralizado y me fui, sin decir nada.
Pero el hermano de Carlos no mentía en lo que dijo.
..
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